En esta campaña, AMLO no cometió ni un error
Elena Poniatowska
A
lumno y asistente deSoledad Loaeza, en el Centro de Estudios Internacionales del Colegio de México, donde estudió administración pública, Eduardo Guerrero Gutiérrez es de los mexicanos preparados más indispensables en este momento en nuestra ciencia política. En Delaware y en Chicago hizo el doctorado y se entregó a la filosofía política, (Platón, Aristóteles y los estoicos) y se clavó en política comparada y el estudio Transiciones en Europa del Este y su tesis versó sobre la transición polaca. En México ha trabajado en el Centro de Investigación de Seguridad Nacional, en la Secretaría de Desarrollo Social, y en el tema del crimen organizado en México, que lo llevó a ser consultor.
–La corrupción es un cáncer que afecta a la implementación de muchas políticas públicas, tanto educativas como de salud y otros ámbitos. Está muy descuidado el funcionamiento del gobierno, en general. Hay un problema de mala administración de los recursos públicos, un gran desperdicio y despilfarro, poca vigilancia de rendición de cuentas, por eso la corrupción se ha extendido tanto y corroe a todas las políticas del gobierno, no sólo la educativa y la de seguridad, sino que resulta, como dice Andrés, un mal endémico de todo el aparato del Estado. No es la única causa de nuestros males: tenemos problemas de muy mala preparación de nuestros burócratas, no tenemos servicios civiles de carrera que premien los buenos desempeños y castiguen los malos. Tenemos un problema muy grave de carácter fiscal, una gran, gran economía informal en México, muchísima gente que no paga impuestos; por eso mismo tenemos un Estado tan débil financieramente que no puede echar a andar programas sociales ambiciosos en las zonas más marginadas del país. Ahorita los dos problemas más urgentes que tenemos son seguridad y conflictividad social, el de seguridad tiene que ver con la violencia criminal, el de gobernabilidad con una serie de conflictos comunitarios, hasta de carácter étnico en grupos muy marginados de Oaxaca, Chiapas, Guerrero.
–Michoacán.
–Sí, pero el problema michoacano tiene que ver con un problema muy extendido de células criminales.
–Al igual que en el caso Michoacán, ¿corremos el riesgo de gente desesperada que se arma?
–Cuando los gobiernos no protegen a los empresarios ni a las comunidades rurales éstas tienen que financiar sus propios grupos de autodefensa. Mireles fue líder de un grupo de autodefensa muy importante de Tepalcatepec, el primero en rebelarse contra Los Caballeros Templarios, resolver un problema de acción colectiva e invitar a otros a sumársele. No sé si sabes que los Templarios se llevaban a las esposas, a las hijas y las regresaban embarazadas; eso ya afectó el tema de dignidad y honorabilidad. Por eso varios padres de familia decidieron rebelarse sin importarles que los mataran, porque ya había un agravio a la familia. Ganaderos, agricultores y mineros financiaron a estos grupos de autodefensas. A punto de tomar Apatzingán y generar un enfrentamiento con muchos muertos; los grupos de autodefensa, Mireles a la cabeza, se convierten en informantes del Ejército para identificar criminales y sus casas de seguridad. Por primera vez en la historia reciente de México, el gobierno logra, con ayuda de los grupos de autodefensa desarticular y acabar con una gran organización criminal como Los Templarios. Fue muy eficaz la acción del gobierno y se avanzó muchísimo con ayuda de los grupos de autodefensa, a pesar de los problemas que hubo después cuando se retiraron las fuerzas militares.
–En Ayotzinapa nada se ha resuelto.
–La desaparición de 43 normalistas es la gota que derrama el vaso en términos de un descontento con la intervención de las fuerzas federales y los abusos constantes a comunidades marginadas e indígenas. También el problema de creciente criminalidad en Guerrero y en Veracruz va a necesitar de mucha habilidad, de mucha destreza, de mucho liderazgo. Que haya estados como Guerrero y Veracruz con un problema simultáneo de criminalidad y de ingobernabilidad o conflictividad crecientes, es algo que no había visto. Lo mismo sucede en Chihuahua, Baja California, Tamaulipas. El gobernador panista de Veracruz, Yunes, es un Putin mexicano, aunque sólo le queden 20 meses y se dedique a garantizar el paso de poder a su hijo y en destruir a Duarte mientras Veracruz sigue igual. El priísta Astudillo no hace más que acatar las órdenes de una serie de caciques locales que son quienes gobiernan Guerrero, las familias de los Figueroa, etcétera. Yo diría que esos son los dos grandes focos de problemas del país. En el occidente, Guerrero, y en el Golfo, Veracruz. Aunque tenemos también estados como Tamaulipas que están bajo el terror de fuertes organizaciones criminales (Reynosa); ya Ciudad Victoria y demás ciudades de Tamaulipas están más o menos estabilizadas.
“Creo que el nuevo grupo que va a estar en el poder es apto para lidiar con estos problemas, mucho más que burócratas como Osorio Chong y Rosario Robles, dos figuras muy turbias. Estamos esperando que el nuevo gobierno se encargue de todos los problemas que traemos. La tasa de homicidio está más alta que nunca en México. Todas las tasas delictivas están a la alza: robo en carretera, robo a vehículo con violencia, extorsión, ataques sexuales, robo de ganado y bancario, extracción ilegal de combustible, trata y tráfico de personas, todo va a la alza. Necesitamos de acciones urgentes. No todo el país está incendiado, pero de los 32 estados diría que 25 tienen problemas muy graves. Se salvan Yucatán, Aguascalientes, Querétaro, Campeche, San Luis Potosí…”
–Andrés, con la fuerza popular que trae, ha jalado a mucha gente que eran sus anteriores enemigos…
–Andrés se ha ido convirtiendo en un político pragmático… Ha aprendido mucho de errores en campañas pasadas, porque en esta no ha cometido un solo error. Las pasadas fueron campañas muy cerradas y Andrés supo convertirse en un receptáculo de grupos de interés y políticos que pueden ser un lastre para él cuando ya sea presidente, pero se va a deshacer de ellos, se los va a sacudir. Espino es un claro ejemplo de político vividor, oportunista, que no trae nada bueno a Andrés. No es atractivo para los votantes ni popular, no aporta nada. A lo mejor, analistas de Andrés detectaron que traería a ex panistas, porque fue presidente del PAN y podría ayudar en zonas estratégicas del país, pero ahora ese tipo de liderazgos son irrelevantes. No le hacen falta para nada; creo que se va a deshacer de ellos, sin enfrentamientos, cuando inicie su gobierno.
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