EL DELFÍN

Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.

sábado, 28 de julio de 2012

Miedo a la democracia


El miedo a la democracia
Carlos Fazio /II
D
espués de la Segunda Guerra Mundial, ante la emergencia popular y el auge de las ideas socialistas en el orbe, y por miedo a la democracia, con el espantajo de una agresión comunista extracontinental la élite del poder estadunidense edificó un Estado de bienestar para los ricos con una ideología de seguridad nacional para el control de la población. Con el cuento de los valores de la democracia occidental y cristiana, el modelo se exportó, custodiado por los infantes de marina. El uso de la propaganda fue clave en la fabricación de un mundo maniqueo destinado a encubrir la lucha de clases y la dominación capitalista. La falsificación sistemática de los hechos –de crímenes e infamias múltiples– llega hasta el presente. Pero, desaparecido el otro polo de la contradicción de la guerra fría, el capitalismo ya no se preocupa por ocultar su rostro real. A la crisis del capitalismo fordista siguió la restructuración neoliberal depredadora, tildada de globalización. Hoy, en el marco de un imperio anárquico y casi omniabarcante, rige un entramado estructurado jerárquicamente por estados, organizaciones internacionales, consorcios multinacionales y –no en último término– bandas criminales de tipo mafioso.
El mundo está dominado por las más altas esferas del poder político, oligopólico, militar y financiero, es decir, por verdaderos criminales organizados, cuya máxima expresión visible son las mafias representadas en Davos. Con la salvedad de que el capitalismo monopólico jamás había estado tan bien definido como ahora. En un acto de ocultismo, la propaganda neoliberal, convertida en un instrumento eficaz de desinformación, trata de convencernos de que vivimos en un mundo feliz, mientras una violencia represiva creciente completa sus efectos y asegura el control social.
Desde hace años, la política devino escenificación mediática, en el sentido de un desacoplamiento sistemático entre el discurso político y la práctica política. Como dice Joachim Hirsch, lo que hoy día se llama política se reduce cada vez más a la administración más o menos eficiente del orden existente, al acomodamiento ante las fuerzas compulsivas de los hechos y de las circunstancias. Sumergidos en un sistema de corrupción estructural, quienes malgobiernan administran el statu quo y buscan ofrecer las condiciones más redituables al capital a costa del bienestar social. En Estados Unidos gana el que mete más dólares a su campaña. El poder del dinero y la propaganda disfrazada de mercadotecnia fabrican presidentes. En 2008, Barack Obama fue premiado por la industria de la mercadotecnia por su campaña de propaganda electoral; se ubicó por encima de cualquier otro producto. En Italia, con su pasado criminal, Berlusconi fue elegido primer ministro de un país mafioso y mariano-católico machista, en dos ocasiones.
Como aparatos mediáticos del sistema de dominación, en lugar de valores políticos de uso, los partidos trafican en el mercado electoral con mercancías políticas fetiches. En la competencia entre aparatos partidistas se trata, ante todo, de una diferenciación de producto según técnicas de la industria de la propaganda comercial. Los departamentos de propaganda y los estilistas políticos fabrican candidatos. Lo que cuenta es la presentación, lo decisivo es el envase. Ayer Vicente Fox, hoy el muñeco telegénico de Televisa y los poderes fácticos, Enrique Peña Nieto, a quien habían programado para ganar por dos dígitos para imponer las contrarreformas estructurales. Las promesas de campaña fueron parte de la puesta en escena; no eran para ser cumplidas. Además, vivimos en lasociedad de la disculpabilidad. La clase política y sus papagayos en los medios hablan permanentemente de responsabilidad, pero, si algo sale mal, piden disculpas. Como ahora con las encuestas: cinismo puro. Además, las promesas sirvieron para embadurnar la compra de votos a masas de desheredados que no tienen en su horizonte cultural siquiera la idea de sociedad, en el sentido de la modernidad. En Alemania, 31 por ciento del electorado votó para que Hitler llegara al poder y fue copropiciador de una debacle y una orgía de barbarie de dimensiones históricas.
En México, todos los partidos son corruptos y usan los mismos métodos. Son comprables y, por tanto, compradores de voluntades. Sólo difieren en los niveles de competitividad. En la selva socialdarwinista neoliberal ganó el corrupto más competitivo del partido virtual de la unidad (Joachim Hirsch), o lo que Losurdo llamaba un monopartidismo competitivo, con formaciones políticas que representan a la misma burguesía y exhiben la misma ideología neoliberal.
Los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional vienen coadministrando los intereses del gran capital desde los años 80. Ahora impusieron a Peña, el gandalla más apto de la partidocracia. Andrés Manuel López Obrador no podía ganar en 2006 ni en 2012. Con independencia de que sea un mesías o Satanás, de izquierda o derecha –y de que esté rodeado de algunos personajes sin integridad y rigurosamente inescrupulosos, y de que no puso la guerra estúpida de Felipe Calderón como tema de campaña–, la aversión de la oligarquía a AMLO es porque no es chantajeable ni cooptable. Porque, como diría Max Weber, vive PARA la política, no DE la política.
La política llena su vida. A diferencia de los integrantes de la clase política–para quienes la política es una chamba y un vehículo para el enriquecimiento personal–, para AMLO la política es pasión. Además, en tiempos del neoliberalismo rapaz, cuando rige el dios dinero, a él no le interesa el dinero. Ergo: tampoco es comprable. Y eso es peligroso: una locura. Pero a la vez, tiene gran poder de convocatoria y puede movilizar grandes masas, como el general Cárdenas. En esa medida, es un poder fáctico fuera del control de la oligarquía, de las huestes jerárquicas locales de Ratzinger y del imperialismo. Por eso se le sataniza y se le ha querido aniquilar. Por eso, y porque también los amos de México le tienen miedo a la democracia.

Miedo a la democracia

El miedo a la democracia
Carlos Fazio
U
na vez más, la fabricación del consentimiento funcionó. Triunfó la telecracia. El poder del dinero. La elección presidencial fue una gran operación de propaganda aceitada con sobornos, extorsiones y corrupción. Un montaje orquestado por los poderes fácticos a través de monopolios mediáticos y casas encuestadoras, en sociedad con el aparato del viejo partido de Estado, el Revolucionario Institucional (PRI). Ganó México, afirmó Enrique Peña en la victoria. Ahora, él representa el interés nacional. Es decir, el interés de la clase dominante. Adoctrinado por el sistema, será su administrador de turno.

Los amos de México disfrutan el espectáculo y se preparan para el gran banquete. Porque no hay engaño: se trataba de mantener a raya a la chusma libertaria, y lo lograron. En la actual selva socialdarwinista neoliberal mexicana, ganó el corrupto más competitivo. ¿Su tarea? Mantener a la atolondrada multitud en un estado de sumisión implícita; contener el despertar de la plebe. Ganó el candidato que contó con la maquinaria más experimentada en explotar la servidumbre humana, en controlar masas subordinadas, encadenadas a un orden autoritario-servil. Triunfó el más apto en el marco de un Estado de tipo delincuencial y mafioso en rápida fase de putinización.

Recuerda Noam Chomsky que en las sociedades industriales avanzadas la toma de decisiones reside en manos privadas, que utilizan instituciones ideológicas para canalizar el pensamiento y las actitudes de la población dentro de límites aceptables, desviando cualquier reto potencial hacia el privilegio y la autoridad establecidos, antes de que pueda cobrar forma y adquirir fuerza. La tarea consta de muchas facetas y agentes. Uno de los agentes principales para el control del pensamiento crítico son los medios de difusión masiva. Según Chomsky, los ciudadanos deberían emprender un curso de autodefensa intelectual para protegerse de la manipulación y del control. Sólo que en México, esta vez, a la guerra sucia y el terrorismo mediáticos hay que sumar el papel propagandístico de las principales firmas encuestadoras. Los sondeos no fallaron. Fueron diseñados para engañar y/o confundir a la opinión pública. Se manejaron espots propagandísticos en traje de encuestas, porque la gente cree que los números nunca mienten (la verdad matemática o el fetichismo moderno por el número, Ilán Semo dixit). Pero las cifras no son neutrales. La ofensiva massmediática tuvo como eje la difusión de una matriz de opinión dirigida a convencer al electorado, antes de que votara, de que ya había un ganador inalcanzable.

Los nexos económico-ideológicos entre el poder mediático y los mercaderes de encuestas son públicos. Hace varios años, las barras informativas de las cadenas de radio y televisión incorporaron como analistas a los directores de las encuestadoras más profesionales del mercado. Entre ellas, Consulta Mitofsky (cuyo cliente principal es Televisa Tv-Radio), GEA/ISA (propiedad de Jesús Reyes Heroles, contratada por el Grupo Multimedia Milenio), BCG Ulises Beltrán (al servicio del Grupo Imagen Multimedia que publica el diario Excélsior), Buendía y Laredo (El Universal) y Parametría (cadena El Sol de México). El caso del sumo sacerdote de Mitofsky, Roy Campos, en los espacios electrónicos de Televisa y Radio Fórmula, ha sido notable. También los de Francisco Abundis (Parametría) y Ulises Beltrán.

El trabajo de los nuevos gurús ha sido contribuir a la construcción social de Enrique Peña, manipular a las audiencias (el aturdido rebaño), fabricar una opinión pública a la carta y manufacturar un sesgo informativo en favor del bloque dominante, todo lo cual fue legitimado por las encuestas al proveerle el falso sello de la aprobación pública. Las firmas que manipularon las cifras en 2006 y legitimaron el fraude en favor de Felipe Calderón vendieron ahora el triunfo anticipado. A la manera de Antonio Gramsci, generaron el consenso necesario anexo a la fuerza. Mediante la repetición de una misma matriz –en la que participaron los intelectuales orgánicos de las cadenas de diarios bajo control monopólico–, los periodistas estrellas (press-titutes, los llamó Paul Craig Roberts) complementaron la faena. Ya en la recta final de las campañas, bajo la máscara de una verdad técnica, protegieron al puntero prefabricado y sembraron la desesperanza entre quienes aspiraban a un cambio.

Para Etelberto Cruz, la raíz de lo que algunos definen encuestocracia se encuentra en que los candidatos y las corporaciones mediáticas dan un uso político a los ejercicios de demoscopia, aprovechando que no hay transparencia sobre quién paga y los intereses que están detrás de esos sondeos. El bombardeo sobre la ventaja de Peña se insertó en una estrategia deliberada para propagar la cultura de la anomia, que Cruz define como una cultura de la depresión que busca provocar la inacción, la parálisis del votante. Una forma de inducir el voto por el que va a triunfar o el abstencionismo. Para hacer ganar a Peña, los poderes fácticos patrocinaron propaganda en forma de encuestas disfrazadas. La influencia de los señores del dinero, que en elecciones anteriores se hacía sentir en publicidad pagada por particulares –ahora prohibida por ley–, se transfirió al abono de encuestas. Ello permitió la proliferación de propaganda facciosa camuflada como estudios de opinión y trabajos demoscópicos, que al no estar debidamente regulados, verificados y auditados pudieron contrabandear sus sesgos, inconsistencias científicas y deficiencias metodológicas.

Una sociedad salvaje –en el sentido socialdarwinista–, que asistió impávida al asesinato de miles de niños, jóvenes, defensores de derechos humanos, periodistas y civiles inocentes, no estuvo a la altura de la indignación del movimiento #YoSoy132, menos pulsional y más pensante, ergo, más impermeable a los espots propagandísticos. Se dibuja la irrupción de un Estado corporativista ya no atomizado por mafias. Bajo Mussolini primó la mafia de los fascistas. ¿Qué deparará el peñismo?

miércoles, 25 de julio de 2012

Lecciones de la historia


Lecciones de historia: la política de austeridad en Europa
Alejandro Nadal
E
l mundo está ya en lo que deberíamos ir llamando la Segunda Gran Depresión. Mientras Estados Unidos entra de lleno en una nueva recesión, la crisis en Europa va de mal en peor. La economía china pierde velocidad y los mal llamados mercados emergentes comenzarán a sufrir las consecuencias de la crisis dentro de pocos meses.
La política de austeridad que hoy se aplica en Europa está hundiendo el continente en una profunda recesión. En un escenario tan sombrío es bueno echar un vistazo a las lecciones de la historia. Después de todo, no es la primera vez que se recurre a los dogmas de corte ortodoxo para buscar la salida en una crisis. En lo que sigue, los lectores pueden apreciar los paralelismos con la crisis actual y la política de austeridad en Grecia, España, Italia y Portugal.
Una referencia pertinente es el libro de Peter Temin, historiador de la economía y del cambio técnico. En su libro Lecciones de la Gran DepresiónTemin examina la evolución de los gobiernos de la alemana República de Weimar (1919-1933) y sus esfuerzos por enderezar una economía devastada por la guerra y los altos costos de las reparaciones impuestas por los aliados en el Tratado de Versalles. Tal y como había anunciado Keynes, las reparaciones impuestas sobre Alemania resultaron ser impagables. En 1921 Francia y Bélgica enviaron 70 mil tropas para ocupar el valle del Ruhr en represalia por la falta de pago y los efectos fueron desastrosos. En reacción, el gobierno alemán hizo un llamado a una huelga general. La resistencia fue sofocada con lujo de violencia por las tropas francesas.
La economía se colapsó. La producción se redujo drásticamente y el desempleo se disparó (a más de 23 por ciento). La recaudación se desplomó y el gobierno recurrió a financiar su déficit a través de la monetización. Estaban dadas todas las condiciones para el episodio de hiperinflación que dejó una profunda cicatriz en las percepciones del pueblo alemán.
Para 1923 era evidente que la economía alemana estaba a punto de explotar. Estados Unidos e Inglaterra presionaron para aliviar la situación. En 1924 el famoso comité Dawes presentó sus recomendaciones para retirar las tropas francesas del Ruhr, recalendarizar el pago de reparaciones y restructurar el banco central. El objetivo era dar un respiro a la economía alemana para que pudiera recuperar un ritmo de crecimiento aceptable. La prosperidad (algo artificial) de los años veinte le brindaba a Estados Unidos suficiente margen de maniobra para intervenir en la reconstrucción de la economía alemana: Washington comprometió una cantidad importante de recursos para invertir en la economía alemana.
Todo esto implicaba que cualquier descalabro en Estados Unidos significaría el colapso de la economía de la república de Weimar. Por otra parte, las recomendaciones del comité Dawes eran de corto plazo y la carga de las reparaciones siguió siendo un gravamen muy pesado. En 1929, poco antes del colapso en Wall Street, se estableció otro mecanismo para aligerar el peso de las reparaciones. El resultado fue el llamado plan Young, anunciado en 1930. Pero ya era demasiado tarde pues era claro que Estados Unidos ya no podría proporcionar el oxígeno que necesitaba la maltrecha economía de Weimar y Alemania nunca podría pagar las reparaciones.
Las autoridades en Berlín se manejaban dentro del marco de referencia de las finanzas ortodoxas y del sistema de pagos internacionales que imponía el patrón oro. Tuvieron que responder a las restricciones que este entorno internacional imponía con una fuerte depresión interna. Hjalmar Schacht, presidente del Reichsbank y su sucesor, Hans Luther, aplicaron políticas restrictivas y mantuvieron la tasa de descuento muy por arriba de las tasas de Londres y Nueva York con el fin de reducir la pérdida de oro. Las autoridades fiscales fueron aún más agresivas en su afán deflacionario: desde principios de 1930 el canciller Heinrich Brüning mantuvo recortes fiscales brutales y una política deflacionaria (reducciones salariales y de la ayuda por desempleo) para restablecer unequilibrio en el contexto del patrón oro.
En vista de que Alemania tenía que pagar sus cuentas externas con poder de compra equivalente al patrón oro, el ajuste debía pasar por la deflación en el plano interno hasta alcanzar ese objetivo. Las políticas deflacionarias y el revanchismo cristalizado en las reparaciones de guerra acabaron por hacer añicos la república de Weimar. Entre 1929 y 1932 el partido nacional socialista pasó de 12 a 107 diputados.
Los dogmas de la ortodoxia en materia financiera y fiscal carecen de sentido económico. Se apoyan en algunas ideas que suenan lógicas pero que son falsas. Y cuando se les traduce en política macroeconómica, el resultado es un desastre: no sólo son capaces de hundir una economía en la depresión más profunda, sino que conducen a destruir el tejido social y a un paisaje de violencia desoladora. En México y en Europa las lecciones de la historia no deben olvidarse.

domingo, 22 de julio de 2012

Su apellido es crisis


Su apellido es ‘Crisis’
Alejandro Nadal
¿C
uándo fue la última vez que una economía capitalista se mantuvo en expansión y en armonía social? Parece que hay que hacer un buen ejercicio de memoria porque no es fácil recordar semejante episodio de placidez. Y sin embargo, en el imaginario social perdura la creencia de que en una época perdida que habría que recuperar, el capitalismo pudo hacer entrega de buenos resultados. Quizás el anhelo profundo del ser humano es ese mundo de paz, bienestar y justicia. Pero esa aspiración no significa que ese mundo anhelado sea posible bajo la feroz regla del capital.
La historia del capitalismo revela un proceso de continua expansión y eso ha sido interpretado como señal de éxito. En esa misma historia hay una nutrida sucesión de episodios de contracción y descalabro. Es como si la crisis incesante fuera el estado natural del capitalismo.
La lista de crisis y dislocaciones traumáticas en la marcha del capitalismo es densa. En ella se entrelazan la especulación financiera, la caída en la demanda agregada provocada por recortes salariales, el exceso de capacidad instalada y, por supuesto, las expectativas optimistas de los inversionistas que fueron una y otra vez desmentidas por el mercado. En varios momentos los límites a la acumulación de capital condujeron a confrontaciones inter-imperialistas y a políticas de colonización que buscaban superar esas limitaciones. En todos estos casos la secuela de desempleo y empobrecimiento, destrucción y guerras dejó cicatrices sombrías.
El mítico periodo glorioso del capital es algo endeble. Hagamos abstracción de las crisis de siglos anteriores, como la de la South Sea Company inglesa (1720) o las del siglo XIX: la depresión post-napoleónica, la crisis de 1837 en Estados Unidos, la de 1847, las de 1857 y 1873-96 (llamada la ‘Larga Depresión’). Pasemos al siglo XX.
En 1907 explota una feroz crisis en Nueva York que amenaza todo el sistema bancario y desemboca en la creación de la Reserva Federal. En 1920-21 se presenta una crisis deflacionaria que precedió a la Gran Depresión. Ésta dejó una huella profunda en la historia económica y política de la primera mitad del siglo.
Después de la Segunda Guerra viene la llamada época dorada de expansión capitalista. Esa fase (1947-1970) estuvo sostenida por circunstancias excepcionales e insostenibles: la demanda de la reconstrucción post bellum y del consumo postergado desde la crisis de 1929. La era dorada duró poco: a fines de los sesenta comienza el agotamiento de oportunidades rentables para la inversión. En 1973 concluye el crecimiento de los salarios y arranca la crisis de estancamiento con inflación, misma que desemboca en el alza brutal de las tasas de interés y desencadena la crisis de los años 80 a escala mundial. En América Latina nos acostumbramos a decir la década perdida de los 80. Olvidamos que en los países centrales la crisis se había gestado precisamente en la era dorada. La crisis de los 80 le pega a todo el mundo.
A finales de los 70 estalla la crisis de las cajas de ahorro y crédito en Estados Unidos. El costo fue enorme y los efectos se prolongaron a lo largo de 10 año s  hasta que en 1987 sobrevino el Lunes Negro. Durante los años 90 la economía estadunidense experimenta un episodio de bonanza artificial y hasta las finanzas públicas alcanzan a tener un superávit. Mientras en Estados Unidos se está gestando la burbuja de las empresas de ‘alta tecnología’, en el resto del mundo se presenta una nutrida serie de crisis: México, Tailandia y el sudeste asiático, Rusia, Turquía, Brasil. Para cuando los atentados del 9-11 la recesión ya tenía dos años de golpear en Estados Unidos.
No hay pausa para respirar. El capitalismo vive a través de mutaciones patógenas continuas. Es como si se tratara de un enfermo que en momentos de aparente buena salud estuviera preparando los momentos de graves convulsiones.
No hay que caer en una visión reduccionista. No todas las crisis son iguales, ni tuvieron las mismas causas. El desarrollo del capitalismo es un proceso contradictorio y por ello ha tenido fases de relativa prosperidad. Precisamente en esas etapas de estabilidad se gestan las mutaciones que conducen a más crisis.
El análisis de corte marxista ofrece las perspectivas más ricas para el análisis teórico de la crisis como esencia del capital. Pero hasta en una disposición reformista,à la Keynes, es fácil observar que la crisis es el apellido del capitalismo: no existe un mecanismo de ajuste que permita solucionar el problema de la inestabilidad de las funciones de inversión y de preferencia de liquidez en una economía monetaria de tal manera que se alcance una situación de pleno empleo. El punto es este: no es que no funcione el mecanismo, sino que no existe.
Definitivamente, la visión ingenua sobre el capitalismo debe ir a reposar en el museo de los mitos curiosos. Se desprende una importante tarea política e histórica para la izquierda, la única fuerza capaz de cuestionar las bases del capitalismo.

martes, 17 de julio de 2012

¿que hacer?


¿Qué hacer?
Enrique Dussel
C
omo en otras situaciones dramáticas, debemos nuevamente hacernos la pregunta de Lenin: “¿Qué hacer?” Y como en todas estas encrucijadas de la historia debemos, sobre todo si se es joven (y en este caso para encarar con realismo y criticidad los más o menos setenta años que les depara todavía su biografía, según la media de longevidad, es decir, que sólo están experimentando sus primeras experiencias políticas), superar el sano pesimismo a corto plazo (ante las dificultades) con una profunda esperanza en el ser humano, en la historia y en la patria (siguiendo el camino de Ernst Bloch en su obra Principio Esperanza) a largo plazo.
Estamos a corto plazo sumidos en un México en plena incertidumbre. Es necesario, sin embargo, no perder el rumbo y fijarse metas factibles en la coyuntura política. Creo que hay que pensar en cuatro posibles acciones estratégicas, y las enuncio con la sola pretensión de abrir un debate.
La primera acción consistiría en insistir en mostrar la indignante voluntad de fraude del partido que se arroga el triunfo en las elecciones. Si lo hubiera logrado honestamente, con igualdad de posibilidades en la contienda que sus oponentes, es decir, democráticamente, habría que pensar qué hacer después de la derrota. Pero no es tiempo de ello. No hay que resignarse ante una aparente derrota debido a la deshonestidad antidemocrática. Luchar por invalidar la elección parcial o totalmente es una lucha democrática inmediata, si se verifican las acusaciones de fraude, de haber extralimitado el dinero máximo que podía usarse en la campaña, etcétera. Es un primer nivel, inmediato, de la acción política.
Pero habrá que ir pensando en los pasos posteriores, ya que hay que comenzar a darlos desde ahora. Y por ello el segundo paso consiste en no desestimar la importancia de los actuales medios monopólicos y antidemocráticos de comunicación, creyendo que es suficiente la transformación de la conciencia política de las capas más empobrecidas de la sociedad por el solo contacto directo. Ese contacto es esencial, y no hay que abandonarlo. Pero hemos visto que en el presente los golpes de Estado o la elección de candidatos se producen publicitariamente a la manera de como se organiza la producción del deseo de una mercancía. Las necesidades se crean programadamente. Los medios de comunicación (especialmente la televisión) son determinantes en crear la imagen de los candidatos políticos, de manera que la democratización de los medios de comunicación, primeramente la televisión y las redes sociales electrónicas, debe ser objeto constante de preocupación política. Será necesario continuar la lucha diaria en este aspecto, y con todos los instrumentos legítimos, para democratizar esos medios, promoviendo la creación de muchas empresas televisivas, estatales, universitarias, populares y también privadas. Sin esta condición todo el resto queda distorsionado. Y esto debe hacerse por leyes que reorganicen el sector, pero igualmente por presión continua sobre los medios. Es una tarea a corto, mediano y largo plazos sobre lo que no hay que quitar el dedo del renglón. Además habrá que insistir en laética del periodista, porque hemos visto el cinismo de los profesionales de la comunicación que han engañado sistemáticamente al televidente y después piden disculpas que sólo agravan su inmoralidad, como el especialista en encuestas (fraguadas según voluntad del mejor comprador) que hemos visto enMilenio y en Tercer grado. No son profesionales de la noticia, son ideólogos a sueldo.
En tercer lugar, no hay elección posible democrática hoy en día sin un partido político unido, fuerte, democrático él mismo, con prácticas honestas y teoría clara. Si Lula llegó en un tercer intento al ejercicio delegado del poder del ejecutivo en Brasil fue porque habían fundado un partido fuerte y unido: el Partido del Trabajo. Si el partido está dividido, si no ofrece una oposición clara, programática, de principio, no podrá acumular fuerza para vencer a los poderes fácticos (televisión, dinero deoscuro origen, fraudes de mil maneras, oligarquía a la antigua, etcétera.), que son ilegítimos e ilegales pero reales, y hay que vencerlos en ambos campos: por ilegítimos con honestidad y convicción, y con realismo crítico al contar con más fuerza efectiva (sin abandonar los principios).
Fue muy conveniente tomar contacto con el pueblo en todos los rincones del país; fue una tarea titánica nunca cumplida por ningún otro político o partido, y esto es un haber que no hay que perder. Pero es necesario desde ahora, seis años antes de 2018 (y esto aunque después de la anulación de la actual elección lograran la presidencia los partidos progresistas), contar con un partido unido (no con tribus que corrompen), democrático (que pueda hacer honestas, limpias y públicas elecciones de sus dirigentes por medio de sus miembros reales en todo el país) y que acumule poder, en una coherente y firme gestión (si se ejerce el poder delegado, o como oposición si se perdieran la elección antidemocrática) contra las medidas que ya se van anunciado y que son algunos anticipos previsibles de futuros errores que se cometerán, tales como la privatización de las fuentes de energía, la flexibilizacióndel trabajo (mayor explotación del trabajador), la reforma del sistema tributario (donde los ricos contribuyan menos que los pobres), continuando con la misma política económica neoliberal. Habrá múltiples motivos de oposición ante un gobierno insensible al dolor del pueblo. Pueblo al que hay que recordarle cada día, sin embargo, que los que vendieron su voto fueron como Esaú, quevendió su herencia por un plato de lentejas, para que recapaciten la próxima vez (si es que se aprende la lección).
¡Reconquistar el partido! Hacer que Morena se integre al partido para regenerarlo con cientos de miles de miembros reales y honestos. Vencer la burocracia corrupta a la que sólo le interesan los sueldos de los puestos de representación, y que se vende al mejor postor (como en la ley de la cuestión indígena, de los medios de comunicación, los presupuestos anuales, etcétera). ¡Traiciones inadmisibles de las que hay que tener memoria!
Dedicar los primeros años del sexenio que comienza al partido es la tercera necesidad. A esa institución (sí: ¡es una institución necesaria, aunque ambigua!) que como el ejército hay que salvar primero para ganar las batallas futuras, y con ella la guerra. Sin partido honesto, popular, crítico y unido teórica y prácticamente hoy, no habrá democracia en el México del mañana.
En cuarto lugar, la juventud ha dado, está dando y dará un ejemplo de entusiasmo y clarividencia 1. Atacó a los medios de comunicación que son anti-democráticos y que crearon una situación de confusión orquestada y generalizada. Pero ahora, al menos alguno de estas y estos jóvenes, y las/los que crean tener esa vocación, convicción y mandato de su conciencia, es necesario que crucen el umbral del apartidismo político sereno que han cumplido hasta ahora, hacia la militancia política responsable y plena. Es necesario que muchos de ellos organicen, además de sus federaciones de estudiantes a nivel de los estados y de todo el país, las juventudes de los partidos democráticos, críticos, especialmente del partido de izquierda (en México el PRD), y sin pedir permiso, por el derecho que se han ganado en sus acciones públicas en todo el país y por todos conocidas, establecer la bases político-partidarias de una juventud unida, sin tribus (y contra las tribus), con autonomía estatutaria interna como juventud, exigiendo el derecho de ser jóvenes ante los adultos del partido que han escandalizado al país con sus triquiñuelas antidemocráticas (como comprar voto, robar urnas, y otras mañas que critican en los partidos tradicionales en el presente, y que han orquestado en sus pasadas elecciones internas en el propio partido). El partido de izquierda ha tenido que elegir sus candidatos por encuestas (sic), porque le es imposible (sic) hacer internamente una elección limpia. ¡Es el colmo! Y hoy ya se reparten los puestos de las burocracias donde han ganado (por ejemplo en el DF) según cuotas de tribus y no por concursos abiertos, honestos y por capacidad de los candidatos. Esos vicios deben erradicarse, y la juventud unida y nueva por definición del partido tiene esa responsabilidad de echar a la escoria y potenciar los órganos que todavía no se han podrido de este débil cuerpo paralítico político que hay que regenerar. O se regenera o se organiza otro. O entra Morena, y la juventud que dé el paso político (como Flor y Canto), o se construye otro nuevo. Pero desde ahora, porque los próximos seis años (en el ejercicio delegado del poder o en la oposición) son cruciales. No se debe esperar a 2017 para reunificar y reorganizar un partido: ¡hay que hacerlo desde hoy!
¿Qué hacer entonces? 1) Objetar la elección antidemocrática, para poder increpar ilegalidad e ilegitimidad al que deshonestamente pudiera encumbrarse en el poder, o gobernar en su lugar. 2) Luchar a corto, mediano y largo plazos por democratizar los medios de la comunicación (la televisión especialmente). 3) Reorganizar honestamente los partidos democráticos, y en particular unir al partido de izquierda más importante, limpiando sus filas de sus tribus o escorias modernizantes oacomodaticias al poder de turno (ahora, si se pierde la anulación de la elección, al PRI). 4) Organizar una juventud de los partidos democráticos, en particular el de izquierda, unitaria y con autonomía relativa interna, para poder desplegar una auténtica regeneración política, formando nuevos políticos para el futuro. Pienso además que el liderazgo político debe emplearse en los primeros años del sexenio a estas cuatro tareas (pero ocupándose a tiempo completo principalmente en la segunda). Con un ejército partidario limpiado y regenerado (y con medios de comunicación democratizados) desde 2012, sería probablemente ganada de manera más realista, factible o estratégicamente la próxima batalla (aun en el caso que la izquierda lograra la presidencia ya en 2012).
1 Véase mi obra Carta a los Indignados, La Jornada Ediciones, México, 2011.

lunes, 16 de julio de 2012

los bancos y la crisis financiera


Los bancos y la crisis financiera
León Bendesky
A
pesar de que la crisis no cede y sus efectos se propagan cada vez más a todas las sociedades, los bancos mantienen sus formas de operación y la regulación que los rige está prácticamente de rodillas. Los incentivos y las responsabilidades en ese sector siguen siendo los mismos de antes de la crisis.
Las evidencias se acumulan. Sólo en los días recientes se ha sabido que Barclays participó activamente desde hace varios años en la manipulación de la tasa Libor para los créditos entre bancos. Esta sirve de referencia para muchas transacciones cuyo valor se estima en 360 trillones de dólares (según la medida estadunidense) en operaciones con derivados, préstamos, hipotecas y que se liga con otras tasas como la Euribor.
En J. P. Morgan estalló el riesgo en exceso que tomó su unidad de inversiones, provocando una pérdida de 5.8 billones de dólares a los que se pueden sumar otros 1.7 billones. Esto se confronta con la Regla Volcker, que limita la actividad de inversión de los fondos propios de los bancos por su posible efecto nocivo sobre la estabilidad del sistema en su conjunto. El director del área de inversiones de Morgan administra 350 billones de dólares, lo que equivale al PIB de países como Suiza, Singapur, Ucrania o Perú.
Los bancos venden a sus clientes productos sin la suficiente información y con altos riesgos, aunque muy rentables para ellos. Así ocurrió en el caso de Novagalicia en España, que ha pedido perdón por colocar participaciones preferentes que han perdido su valor. HSBC está acusado de tener controles muy laxos para prevenir el lavado de dinero asociado con el narcotráfico y las actividades terroristas. Así, la reputación de los bancos es bastante mala aunque no todas sus operaciones sean de este tipo.
Este es ya el cuarto año desde que quebró Lehman Brothers y se desató en Estados Unidos y Europa la recesión productiva, el desempleo y la extensa intervención de los gobiernos para reordenar la economía.
Hasta ahora ni se ha restaurado el crecimiento, ni absorbido el desempleo y, menos aún se ha ordenado el sistema financiero. Lejos de ello, los bancos más grandes, con sus diferentes brazos operativos, siguen en el centro de la crisis y generan mucha inestabilidad e inequidad. La contraparte es la recesión y mayor deuda pública.
Se crea así una fuerte discordancia en las políticas de los gobiernos, sobre todo en la asignación de los recursos. El ajuste económico y las medidas para enfrentar la crisis chocan con la operación del sistema financiero, concentrado en relativamente pocos grandes bancos con un enorme poder.
La política va a la zaga en este proceso. La creación de enormes cantidades de dinero por parte de la Reserva Federal con tasas de interés de casi cero, no ha sido capaz de promover la demanda y el gasto en inversión.
En Europa el camino ha sido distinto, pero igualmente ineficaz. El ajuste del gasto pretende reducir el alto nivel de la deuda pública, cuyo crecimiento se debe a la misma crisis financiera. El círculo vicioso no se puede romper.
Las calificadoras de riesgo castigan la deuda soberana y los inversionistas exigen altas tasas de interés para comprar los bonos de los países más débiles. Mientras, otros como Alemania y Francia colocan deuda a tasas reales negativas (por debajo de la inflación). Esta disparidad no es sostenible por mucho tiempo.
Un aspecto clave de la crisis tiene que ver con el modo de operación de los bancos. Durante largo periodo el financiamiento de activos creó episodios especulativos cuyo fin acarrea costos cada vez más altos. El caso de las hipotecas basura fue uno más en una serie de eventos que desde mediados de la década de 1980 han provocado crecientes tensiones en los mercados financieros y requerido rescates, acomodos de las bolsas de valores, mantenimiento de políticas de bajas tasas de interés y ajustes fiscales.
La amplia desregulación de las transacciones ha creado un conjunto de instrumentos que facilitan la especulación y el aumento de los riesgos, los que llegaron a ser de carácter sistémico.
La expansión económica que se creó llegó a su fin en 2008 y se requiere un balance concienzudo para apreciar la naturaleza sus repercusiones frente a las condiciones de la crisis que finalmente se provocó. Los costos de la crisis parece que serán más grandes que los beneficios del largo proceso de crecimiento y estabilidad. Eso que se ha llamado la era de la Gran Moderación en el desarrollo del capitalismo en los países avanzados desde mediados de 1980, se acabó abruptamente.
En medio de este ciclo de auge y crisis, los bancos han desempeñado un papel crucial. Las reglas cambiaron con la revocación de la Ley Glass Steagall en 1999 y la separación de las funciones de la banca de inversión y la banca comercial. Junto con las innovaciones financieras y los cambios tecnológicos se alteró el papel de financiamiento y se separó de forma creciente la relación con las actividades productivas. Se creyó haber alcanzado una especie de nirvana, donde se podía pasar de dinero a más dinero sin necesidad de distraerse en las creación de mercancías, de empleo e ingresos para la gente. El ideal del dinero como expresión general del valor parecía haberse consumado.

Violencia y retroceso autocratico


Violencia y retroceso autocrático
John Saxe-Fernández
E
n una entrevista con Fareed Zakaria desde CNN, Enrique Peña Nieto (EPN), cuyo triunfo es cuestionado ante monumentales irregularidades (compra y coacción del voto, etc.), que en cualquier nación acarrearía la anulación de las elecciones, aclaró que en materia de seguridad su agenda es la apuntada por Estados Unidos: continuar la guerra irregular, esto es, seguir desangrando y desestabilizando a México como desde 2007, bajo la pantalla de “guerra alnarco”, generando hiperviolencia con efectos demográfico-territoriales vistos con atención por el Comando Norte del Departamento de Defensa (DdD).
Lo que aquí es un trauma nacional, para Estados Unidos es oportunidad para colocar tropa y contratistas en territorio mexicano e incidir en la toma de decisiones sobre seguridad interna. Incluso es excusa para plantear la invasión militar, como hizo el gobernador de Texas, estado que, como Arizona, deriva ventajas del gran desalojo de mexicanos: la violencia expulsa miles de trabajadores, empresarios, fábricas y grandes fortunas hacia Mission, Houston, Phoenix, etc. Allá genera un boom, acá, pueblos fantasmas, desempleo y grandes vacíos geográficos, con riesgo de desgaje territorial. Es un cuadro alentado por el lavado de dinero y el magno flujo,rápido y furioso, de armas de alto poder hacia cárteles y otros entes armados que operan en el país y en los estados norteños.
EPN aseguró al Wall Street Journalque no cambiaría, sólo ajustaría, la actual estrategia anticrimen de Calderón, enfatizó el papel de la Policía Federal y luego anunció que Óscar Naranjo, ex general y ex director de la policía colombiana, le asesoraría en materia de seguridad. El pedigree de Naranjo, rigurosamente analizado por Carlos Fazio (La Jornada, 30/6/12, p. 2 y ss), lo convierte en un producto de exportación estadunidense, cuya primera recomendación a EPN, según la Ap, fuecrear grupos de choque mixtos(Ejército, Armada, policías) para combatir al narco y sicarios ...concentrando los esfuerzos en las regiones de mayor conflictividad, es decir, alborotando el avispero congrupos de choque, en la frontera con Estados Unidos. ¿Para qué? ¿llevar la explosión hasta las calles de Chicago o NY y que nos bajen la frontera hasta Monterrey?
La experiencia de Estados Unidos en la formación y uso de pelotones de asesinato (paramilitares) para implantar regímenes de terror de Estado, impulsados y financiados desde el Plan Colombia con resultados atroces para la población rural y urbana, es para el DdD (junto al uso de drones para matar o espiar, ya avalado por EPN), aplicable a otras naciones de interés, sea por los “corredores energéticos o minerales en su territorio (Afganistán) o por su dotación de petróleo (Irak, Nigeria, Irán, etc.) y por tanto de valor para las petroleras y la seguridad nacionalestadunidenses, máxime cuando se agudiza el agotamiento de los estratos baratos, de fácil acceso y alta calidad de hidrocarburos (peak oil) y otros recursos vitales.
Aunque la conjunción de intereses empresariales y de seguridad de Estados Unidos, encarnada por Negroponte, asumió que una mayor privatización de Pemex era asunto políticamente delicado que debía ser debatido (La Jornada, 13/1/11), todo indica que la decisión se realizó a puertas cerradas en el PRI, en el PAN –¿y en la embajada?– porque días después EPN fue a Estados Unidos a anunciar que acataría esa directriz y pronto el PAN se pronuncio por profundizar las reformas estructurales del FMI-Banco Mundial-BID vigentes por 30 años, devastando población, el aparato productivo y el empleo, fuente prima del caldo de cultivo de la criminalidad que Estados Unidos dice combatir con la Iniciativa Mérida, el esquema de intervención/ocupación con que, a decir de G. Thompson (NYT/VII/11) se despliegan en México agentes de la CIA/DEA, militares retirados y contratistas de seguridad.
Coda: luego del bochorno electoral de 2012, en EPN confluyen, además de la ilegitimidad comicial y el poder de la televisión, el refuerzo de la autocracia presidencial: como en Estados Unidos, luego del 11/S, acá se auspicia la usurpación legal de funciones judiciales y legislativas por el Ejecutivo vía la nueva Ley para la Evaluación y Aprobación de Tratados (La Jornada 27/4/12). De ser aprobada por el Senado, sería una hazaña de homologación con el imperio, en que el PRIAN nos abre al ingreso de naves, equipo y tropa extranjera o al envío de soldados al exterior. Porfirio Muñoz Ledo advirtió que con esa ley se están convirtiendo los acuerdos ejecutivos para darles el valor de tratados, violentando el equilibrio de poderes, convalidando los ya suscritos y suplantando al Senado con una simple notificación por parte del Ejecutivo y el diputado Jaime Cárdenas fue a su fondo geoestratégico: detrás de esta ley está el interés en el petróleo, los minerales, el agua, la biodiversidad y el deseo de imponer a México las estrategias de organismos financieros en materia de soberanía económica y alimentaria.

lunes, 9 de julio de 2012

Paisaje tras de las elecciones


Paisaje tras las elecciones
León Bendesky
E
l proceso electoral que terminó el primero de julio fue controvertido. Las circunstancias son bien conocidas y han sido ampliamente debatidas. Pero la elección, legalmente, aún no está concluida. Que se impugnen los resultados es un derecho amparado por la ley; que lo haga AMLO, es para muchos motivo de crítica. Que acepte, dicen, los resultados y admita su derrota. Para eso hay tiempo, no es necesario excitarse.
Dicen los expertos en estos temas que el hecho de que se gaste en demasía en las elecciones, que se compren votos, que haya trampas ocurre en todas partes. Pues sí, así debe ser, pero nosotros vivimos aquí, en un entorno específico, con nuestras propias taras y virtudes y, cómo olvidarlo, con nuestra propia historia: la larga y la reciente. Siquiera eso que nos concedan dichos expertos, o ¿será que su dominio de la ciencia política no les alcanza para más?
Que la izquierda partidista no sabe escoger buenos candidatos dicen otros. Y, sí, en efecto, AMLO no es un tipo bonito, fotogénico y cumplidamente armado por la televisión y los medios impresos. No es un buen producto. Es como es y punto, lo que no equivale a decir que es un político vacío y descocado, sino más bien a contrapelo. Después de todo obtuvo 32 por ciento de los votos frente a 38 del virtual ganador y sólo 25 de la candidata del partido en el gobierno. Lo menos que se puede decir, entonces, es que el electorado está muy dividido. Queda, eso sí, la forma en que actúan los partidos de la denominada izquierda, cuando gobiernan y cuando se acomodan a las rentas del presupuesto.
Muchos intelectuales apoyaron abiertamente la candidatura del PRI, están en su derecho por supuesto y sus razones tendrán, sean por el interés de la nación o por los propios, eso es irrelevante. Pero habrán de admitir que muchos mexicanos no comparten su entusiasmo y ven con grandes sospechas o, más bien, con mucha incredulidad y desazón, la vuelta del PRI al poder.
Esta restauración no puede sustentarse en la afirmación de que ese partido se ha transformado para guiar al país por la senda del progreso y la concordia social. No hay evidencia de modernización en su discurso, en sus prácticas y su código genético. No se trata, debemos suponer, de magia o fe, pues de ser así se estaría más cerca del mesianismo que tanto critican. Es un retorno conveniente.
Detrás de las caras nuevas– que la verdad no lo son tanto–, están los mismos personajes de siempre, con idénticas costumbres y con la misma estructura interna de funcionamiento y redes de poder. Se sabe quiénes son y cual es su rastro. En todo caso la exigencia de la prueba quedaría enteramente de su lado.
De mucha de la prensa, la que se hace por televisión, radio y por escrito, la imagen que queda es en verdad muy pobre. Un caso medular, aunque no único es el manejo y la utilización burda de las encuestas; Milenio se lleva las palmas en el competido premio por desfachatez. La manipulación alcanzó nuevos niveles en este terreno, además de los otros, más convencionales y que tan bien se practican en el país. Así, la aclaración del caso Soriana y su entramado, por ejemplo, no debería quedar sin investigarse, aunque cabe esperar más de la impunidad corriente en este país.
Los días que siguen son de relevancia para reordenar la vida colectiva en México. Las formas y el fondo con el que se tratan los asuntos políticos no podrán separarse sin el riesgo de provocar hondas y costosas fisuras y que, al parecer, se toleran ya con menos resignación por la gente. Quien gobierne tendrá que hacerse cargo de esas fracturas o hacer algo por alcanzar una legitimidad sostenible sin recurrir a un autoritarismo fuera de tono y de tino. La inconformidad de una parte grande de la sociedad se manifiesta abiertamente, otra se incuba de modo más callado.
De la supuesta capacidad de un liderazgo del PRI para renovar las pautas del crecimiento y del bienestar es sólo eso, un supuesto. Tal cosa no se resuelve con discursos que en la campaña fueron un conjunto de declaraciones más bien vacías de contenido. En este campo el contraste con las otras propuestas es frontal y, por eso, incómodo para los intereses políticos y económicos dominantes.
Esos mismos intelectuales que apoyaron abiertamente al PRI en las elecciones han argumentado que México tiene todos los elementos para desbordarse en una era de progreso. Esto hay que matizarlo, ponderarlo y ponerlo en el marco de las posibilidades efectivas de modificación de los patrones de funcionamiento que están muy bien asentados; el inventario es conocido. Pero por arrebato y optimismo no cejan. Otra vez hay muchas dudas acerca de que el retrono del PRI, con sus propias rigideces internas y modos de hacer política, acomode las condiciones necesarias para que tal cosa ocurra.
Pero no es un asunto de voluntades o, incluso, de la supuesta capacidad de administrar las cosas públicas una vez que el PAN desaprovechó su oportunidad y que haya entre sus huestes quienes se han convertido al nuevo priísmo.
El capitalismo está mudando en el marco de la fuerte crisis de los países centrales. En Estados Unidos y Europa la economía está tumbada, los bancos dañados y la sociedad debilitada. No se puede esperar un crecimiento que jale al resto del mundo. Los ajustes serán significativos en los próximos años, sobre todo ante las resistencias de los esquemas aún vigentes. Habrá que replantear cómo se gobierna.

jueves, 5 de julio de 2012

No se aceptara la imposicion de Peña nieto


A tres días de realizados los comicios federales, el movimiento universitario #YoSoy132 se definió, oficialmente, en “rechazo al proceso de imposición del candidato Enrique Peña Nieto para ocupar el cargo de la Presidencia de la República” y, mediante un posicionamiento aprobado por su asamblea de representantes estudiantiles, determinó que dicho proceso “no se acepta ni se aceptará”.
El documento de la asamblea interuniversitaria, avalado ayer, concluye también que el periodo electoral que cerró con la jornada del 1 de julio estuvo “viciado de origen”, caracterizado por “prácticas antidemocráticas” que las autoridades electorales fueron “deliberadamente incapaces” de atender, mismas que llevaron a que el día de la elección se alterara “la esencia del sufragio libre”.
A continuación te presentamos el posicionamiento postelectoral oficial que el movimiento universitario fijó, luego de más de 10 horas de deliberaciones, en las que estuvieron representados 108 planteles educativos.

Posicionamiento del 4 de julio de 2012
Asamblea Interuniversitaria en la UNAM

El movimiento #Yosoy132 desde sus orígenes se ha manifestado en favor de una transformación de la sociedad mexicana, y de sus instituciones políticas, que implique una democracia auténtica, donde toda la participación consciente, informada, activa y propositiva que define la vida política del país.
Frente a la jornada electoral del 1 de julio denunciamos que ésta no se desarrolló en un ambiente de paz y legalidad,  en donde prevalecieron prácticas presuntamente antidemocráticas como la violencia de Estado; la compra y coacción del voto, lucrando con la condición y necesidades de nuestro pueblo; la manipulación mediática; el uso amañado de las encuestas y otras prácticas ilícitas que alteraron la esencia del sufragio libre, informado, razonado y crítico.
Reconocemos un proceso electoral viciado de origen, con instituciones deliberadamente incapaces de prevenir y sancionar las incontables anomalías que se llevaron a cabo.
Por lo tanto, declaramos que el proceso electoral presenta irregularidades suficiente como para aseverar que no se trató de un proceso democrático, a pesar de los mensaje de los medios de comunicación, de Felipe Calderón y de gobiernos de distintos países reconociendo a Enrique Peña Nieto como presidente electo. Estamos consientes de que aún no se cuenta con los resultados definitivos de la elección; no obstante, identificamos que la imposición de EPN es un proceso fraguado desde hace varios años por los poderes fácticos, nacionales y extranjeros, violatorios de la soberanía nacional, que buscan garantizar la aprobación de las reformas estructurales de carácter neoliberal propio del modelo económico que actualmente vivimos, tales como la reforma laboral, energética, de seguridad y fiscal, así como la defensa del sistema político de complicidades y prevendas que sólo pretenden legitimarse por medio de las elecciones.
Por lo tanto el movimiento #YoSoy132 se declara en rechazo al proceso de imposición del candidato Enrique Peña Nieto para ocupar el cargo de la Presidencia de la República, entendiendo por esto un proceso de largo aliento conformado por los hechos y circunstancias ya descrito, que no se acepta y no se aceptará.
El movimiento #YoSoy132 reitera su carácter apartidista, autónomo, antineoliberal, antineoliberal, pacífico, plural, democrático e incluyente y, por tanto, reivindica la formas de lucha jurídicas y político-sociales. En ese sentido, nos pronunciamos en favor de que las demandas de la ciudadanía sean atendidas y del esclarecimiento de los delitos electorales y penales acontecidos antes, durante y después de la jornada electoral. Asimismo, llamamos a la coordinación y movilización política, a la autorganización, a la constitución de asambleas de base y a la formación de brigadas informativas con el fin de incidir en lo político y social mediante la discusión y la articulación de acciones.
Por lo cual, convocamos al Encuentro Nacional Estudiantil a realizarse los días 6, 7, y 8 de julio en Huexca, Morelos, y a al Convención Nacional los días 14 y 15 en Atenco y también apoyamos y respetamos los diversos tipos de lucha que, como el movimiento #YoSoy132, trascienden la coyuntura electoral.

Acciones de contudencia
En la asamblea interuniversitaria de #YoSoy132, realizada ayer en la Facultad de Ciencias de la UNAM, también se aprobó un plan de movilizaciones que llevarán a cabo los universitarios, próximamente, y que fueron calificadas como “acciones contundentes”.
Entre éstas, destacan:
- Hoy, mítines en embajadas de naciones que hayan reconocido ya el triunfo de Peña Nieto, a las 16:00 horas.
- Mañana, mítin frente a la Comisión Federal de Competencia, como “presión” para impulsar la apertura de una nueva cadena televisiva.
- El 21 de julio, “megamarcha” contra la imposición de Peña.
Cabe destacar que, a las 23:30 horas, minutos antes de que se definieran las embajadas a las que acudirán hoy, así como la ruta y hora de la “megamarcha”, la asamblea interuniversitaria determinó que apagara el equipo de audio dispuesto para la prensa, al considerar que se estaba “filtrando” la información.

Informe de agresiones
Este jueves, a las 10:00 horas, el frente universitario convocó a una conferencia de prensa en la que, además de dar lectura a su posicionamiento postelectoral, presentará su Primer informe sobre agresiones cometidas contra integrantes del movimiento #YoSoy132, que documenta los ataques sufridos en 22 puntos de la República y que te presentamos íntegramente.

La armadura del enemigo


La armadura del enemigo
Alejandro Nadal
A
lgo sorprendente ocurrió durante la campaña electoral. La crisis mundial del neoliberalismo estuvo ausente. Poco importó que Europa estuviera en medio de un cataclismo que hasta pone en entredicho la viabilidad del euro. Tampoco fue relevante que Estados Unidos hubiera sido el epicentro del colapso y que ahora nuevamente se estuviera hundiendo en una segunda recesión. Tampoco se consideró de interés el que las réplicas de esta crisis se transmiten ya al planeta entero. Todo lo anterior pareció irrelevante: ningún candidato hizo referencias significativas a este fenómeno de importancia histórica que dejará una cicatriz profunda sobre la cara del planeta.
De los tres candidatos que rinden pleitesía a los dogmas neoliberales esto no asombra. A ninguno de ellos le interesa correr la cortina y revelar la bancarrota de sus ideas. Se haría evidente que deberían quedarse callados. Al contrario, siguieron hablando de la necesidad de las reformas estructurales neoliberales, como si se tratara de una receta mágica con espléndidos resultados en el mundo. Nadie les hizo ver que esa canasta de doctrinas se ha hundido en la crisis global. Ninguno les reventó en la cara el hecho de que la crisis se generó en y por el neoliberalismo y que por esa razón se discute hoy en el mundo la recuperación del papel de la política económica.
Lo que sí sorprende es que la crisis y el modelo neoliberal tampoco estuvieron presentes en la campaña desarrollada por la izquierda. Es cierto que en sus discursos y debates AMLO mencionó algunas cifras relacionadas con el presupuesto o con los recursos que estarían disponibles si se redujeran los sueldos de los altos funcionarios o si se controlara la corrupción y la evasión fiscal. También señaló el hecho de que la economía mexicana ha estado estancada desde hace tres décadas. Y, por supuesto, lleva mucho tiempo insistiendo en que hay que luchar para mejorar la situación de los pobres.
Pero estas referencias incidentales sobre aspectos aislados de la economía mexicana no son suficientes para articular un discurso de cambio y alternativas de economía política. De todos modos, sobre la crisis global, nada.
Parece que la izquierda institucional, inscrita en y alrededor de los partidos políticos tiene miedo del tema económico. Ninguno de sus líderes importantes ha sido capaz de modular un análisis más profundo sobre el modelo económico mexicano. Y los ejemplos abundan. El tema del Tratado de Libre Comercio, por ejemplo, es casi un tabú y siempre que se puede se le evade. Se hacen referencias piadosas a los gobiernos entreguistas, pero no se plantea la necesidad de romper ese candado.
La izquierda no puede quedarse prisionera de las trampas que le ha ido tendiendo el neoliberalismo. En materia electoral, parece que esa trampa dice: si criticas el modelo económico en sus aspectos medulares, asustarás a la gente, no vas a capturar votos y no vas a ganar ninguna elección.
El resultado es que no se pueden discutir las bases absurdas del modelo neoliberal y la izquierda institucional termina por aceptar su inamovilidad. Eso es lo que significa afirmar que se va a respetar la autonomía del Banco de México, una entelequia que debe cambiar si se quiere recuperar el control sobre la política monetaria.
Si el objetivo es alcanzar tasas de crecimiento de 6 por ciento anual, es esencial tener un control sobre la política crediticia y para ello será necesario imponer controles a los flujos de capital. Eso no puede lograrse en el esquema actual de un banco central que no le rinde cuentas más que al capital financiero.
También es ineludible rescatar a la política fiscal del pantano en el que la hundió la doctrina neoliberal. ¿Por qué la izquierda tiene que descartar una reforma fiscal con gravámenes a los súper ricos e impuestos sobre transacciones financieras?
En resumen, no es una buena estrategia considerar que el modelo neoliberal es inamovible y que sus bases no van a ser discutidas. Eso conduce a una gran confusión en el electorado, sobre todo en las capas de la población más golpeadas y de menores recursos. La izquierda no debe aceptar que todo el espectro del debate político sea desplazado hacia la derecha de tal manera que las propuestas más sensatas sean vistas como radicales.
Es evidente que al articular un discurso más claro sobre el modelo neoliberal no habría permitido revertir los términos de la lucha desigual y tampoco evitar el fraude electoral que el IFE de siempre nos ha endilgado. Pero hubiera permitido delinear en el lienzo en el que se dibuja el debate nacional un cúmulo de problemas que es de vital importancia atacar. Y sólo la izquierda puede colocarlos en ese espacio. Esto es crucial porque alrededor de esos temas se va a dar una lucha sin cuartel en contra de la agenda que el neoliberalismo pretende imponer a través de su personero Peña Nieto. La izquierda debe construir su propia identidad en la historia de sus luchas, pero no lo hará mientras busque ver su imagen reflejada en la armadura del enemigo.

miércoles, 4 de julio de 2012

las fabulas del General


Las fábulas del general
Basada en corrupción y mentiras, la historia del colombiano Óscar Naranjo
Asesinato y nexos con el narco, delitos imputados al policía
Producto de exportación de EU para países del subcontinente
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Paquetes de droga confiscados en Cali, ColombiaFoto Reuters
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Soldados de Venezuela patrullan la zona aledaña a una pista de aterrizaje clandestina, localizada en el estado de Apure, zona fonteriza con ColombiaFoto Reuters
Carlos Fazio
 
Periódico La Jornada
Sábado 30 de junio de 2012, p. 2
El general colombiano Óscar Naranjo (Bogotá, 1956) es un fiasco; un ídolo con pies de barro que se ha fabricado una historia con base en mentiras y falsedades.
Durante más de tres décadas formó parte de un macropoder, la Policía Nacional de Colombia, que a partir de una estructura militar –de ahí su rango de general de cuatro estrellas– opera institucionalmente como verdadero paraejército u organismo paramilitar compuesto por 167 mil efectivos. Graduado en montajes mediáticos y otros trucos sucios, Naranjo, hombre de la Agencia Antidrogas estadunidense (DEA) y producto de exportación de Washington para el subcontinente, tiene una orden de arresto por asesinato, girada por un tribunal de Sucumbíos, Ecuador, y ha sido incriminado por sus nexos con el ex capo del Norte del Valle, Wílber Varela, en el juicio que se ventila actualmente en la corte del distrito Este de Virginia, Estados Unidos.
Desde los sótanos de los servicios de inteligencia de la Policía Nacional, Naranjo es uno de los arquitectos de la actual narcodemocracia colombiana. En los años 90, a la sombra de su mentor, el general Rosso José Serrano –inventor del mito sobre el mejor policía del mundo–, el entonces coronel Naranjo logró sobrevivir con habilidad a sucesivas purgas en una institución signada por corrupción, robo, malversaciones, dádivas, lujos, montajes y falsedades. Sus habilidades tienen que ver con su cargo como jefe de la Central de Inteligencia de la Policía (Cipol), y con su principal especialidad, las chuzadastelefónicas, como se conocen la intercepción y grabación ilegal y clandestina de comunicaciones y conversaciones de ministros, militares, magistrados, fiscales, políticos, empresarios y traficantes de droga.
Junto con los narcogenerales Rosso Serrano y Leonardo Gallego, Naranjo formó parte del llamado trío de oro del presidente Ernesto Samper Pizano (1994-1998). Pero ya antes, lashazañas del trío habían sido posicionadas mediáticamente por sus manejadores externos en la DEA, la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés), la central de inteligencia estadunidense (CIA, por sus siglas en el mismo idioma) y la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos. La fama pública les llegó cuando integraron la cúpula del llamado Bloque de Búsqueda, una unidad especializada de la Policía Nacional cuya misión fue encontrar y eliminar al traficante de drogas Pablo Escobar. La unidad recibió millonarias contribuciones secretas y asistencia tecnológica, militar y estratégica in situ de las agencias de seguridad estadunidenses, que reditaron en Colombia viejas modalidades de lasguerras sucias de contrainsurgencia en Vietnam, Argentina, Uruguay, El Salvador y Guatemala. En particular, la creación del escuadrón de la muerte Los Pepes, encabezado por Fidel Castaño, hermano del líder paramilitar Carlos Castaño, en cuyo establecimiento, capacitación y apoyo jugó un papel principal la CIA.
La creación del Bloque de Búsqueda por Estados Unidos en Colombia se dio en el contexto de las actividades militares encubiertas autorizadas en 1989 por el presidente George Bush (padre), bajo el nombre clave de Heavy Shadow,destinadas a localizar a los jefes delcártel de Medellín. Para ello, el gobierno y la policía colombianos se aliaron con elcártel de Cali y antiguos secuaces de Escobar, incluidos los hombres que después dirigirían las milicias de extrema derecha conocidas como Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Una alianza entre dios y el diablo.
Bajo el mando operativo del embajador estadunidense Morris D. Busby y el jefe de la estación de la CIA en Bogotá, Bill Wagner, las agencias de Washington monitoreaban, grababan conversaciones y proporcionaban información de inteligencia, el Bloque de Búsqueda del entonces coronel Gallego hacía los allanamientos y Los Pepes(perseguidos por Pablo Escobar), lasejecuciones. El grupo paramilitar se embarcó en una campaña de atentados y asesinatos dirigidos contra abogados, banqueros, blanqueadores de dinero y familiares del entorno de Escobar. A sus víctimas les colgaban un cartel al cuello que decía “Por trabajar con losnarcoterroristas y el asesino de bebés, Pablo Escobar. Por Colombia. Los Pepes”. Se estima en 300 lasejecuciones de ese escuadrón de la muerte.
En 1993, el entonces fiscal general de Colombia, Gustavo de Greiff, reveló a funcionarios estadunidenses que tenía pruebas firmes de que varios oficiales del Bloque de Búsqueda estaban trabajando con Los Pepes y que podían ser acusados de soborno, tráfico de drogas, tortura, secuestro y, posiblemente, asesinato. En un documento, el jefe de la DEA en Bogotá, Joe Toft, reconoció la realización de operaciones conjuntasdel Bloque y Los Pepes, que derivaron en secuestros y asesinatos. A su vez, el teniente general del Estado Mayor Conjunto del Pentágono, Jack Sheenan, afirmó que dos analistas de la CIA le informaron sobre los vínculos entre el Bloque, Los Pepes y las fuerzas estadunidenses en Colombia. Según Sheenan, las tácticas empleadas por los paramilitares eran similares a las enseñadas por la CIA al Bloque de Búsqueda y la información de inteligencia recabada por las agencias estadunidenses se compartía con el escuadrón de la muerte.
Óscar Naranjo, entonces jefe de inteligencia del Bloque de Búsqueda, aceptó una cercana relación de trabajocon el cártel de Cali (de los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela) y los criminales de Fidel Castaño –que está en los orígenes delnarcoparamilitarismo colombiano–, aunque por razones curriculares y de imagen sufrió una pérdida selectiva de memoria y hasta hoy minimiza ese sangriento matrimonio por conveniencia. Lo que no desperdició fue su actividad como peón de la DEA, la FBI y la CIA en la cacería de Pablo Escobar: es el policía colombiano que dirigió la triangulación de telefonía celular que permitió detectar y matar al jefe delcártel de Medellín el 2 de diciembre de 1993. Su oficina encubierta estaba ubicada en el hotel Tequendama y su cobertura de fachada era la de un ejecutivo de ventas de una empresa ficticia: RG Comerciales.
Sobre mitos, malversaciones y transparencia
Toda la misión de seguimiento estuvo viciada por la asociación del Bloque de Búsqueda con elementos criminales. Cumplida la misión, Los Pepesdesaparecieron. Nunca se enjuició a nadie por los crímenes cometidos. Todos fingieron demencia. El apoyo de Washington a Colombia nunca flaqueó. Meses después de la muerte de Escobar, el ex jefe de la DEA en Bogotá reveló una serie de cintas que contenían intercepciones telefónicas de las que se desprendían que los traficantes de cocaína de Cali, competidores de los de Medellín, habían ayudado a financiar la campaña presidencial de Ernesto Samper con 6 millones de dólares.
El escándalo sería conocido como elProceso 8000. Para limpiar su nombre Samper no tuvo más opción que hacerle la guerra a sus benefactores. La autofama de James Bond criollo que logró manufacturar Óscar Naranjo tiene que ver, precisamente, con la operación de lavandería que él y su jefe, el general Rosso José Serrano –vendido mediáticamente como la nueva imagende la policía– tramaron para cubrirle la espalda al corrupto presidente Samper (1994-1998). Es decir, para maquillar y blanquear la golpeada figura del comandante en jefe en momentos en que, tras la filtración por la DEA de losnarcocasetes, era acosado por Washington.
Como parte de la operación se incluyeron publicitadas y millonarias recompensas para quien aportara información que condujera al desmantelamiento del cártel de Cali. La medida dio resultados en tiempo récord. Entre junio y agosto de 1995 se produjeron las espectaculares capturasde Gilberto Rodríguez Orejuela, El Ajedrecista y su hermano Miguel, aliasEl Señor. La batida sin precedente del Bloque de Búsqueda fue publicitada con avisos pagados en la prensa de Estados Unidos y las detenciones catapultaron la fama pública del general Serrano, y su cerebro, Óscar Naranjo.
Pocos se enteraron entonces que lagran hazaña del dúo había sido preprogramada. Que contrario a lo que se vendió a los medios sobre los “grandes operativos” del Bloque de Búsqueda contra el cártel de Cali, en la detención de los hermanos Rodríguez Orejuela no existió una limpia y exitosa operación policial, sino una entrega negociada entre éstos y el gobierno de Samper. Y lo que es peor, según consta en el libro El general serrucho –escrito por Manuel Vicente Peña, con información de un grupo de oficiales, suboficiales y civiles de la Policía Nacional–, la mayor parte del dinero de la recompensa desapareció en la oficina del nuevo héroe nacional colombiano, Rosso José Serrano, con la complicidad de su socio Naranjo y el encubrimiento de sus patrocinadores en un ala de la DEA estadunidense.
A la sazón, Serrano y Naranjo eran los encargados de manejar los gastos reservados contra el narcotráfico. En ese periodo se dispararon los pagos de millonarias recompensas a supuestos informantes, que se legalizaban con un simple recibo firmado por oficiales al servicio de ambos. Si la Policía Nacional tenía la mejor central de inteligencia del mundo después de la CIA, al mando de Naranjo, como presumía Serrano, ¿por qué se pagaron tantas recompensas? De acuerdo con Manuel Vicente Peña, la razón es simple: Serrano y Naranjo serobaron las recompensas del caso Rodríguez Orejuela y otras que, invariablemente, fueron entregadas a presuntos informantes. La transparencia, pues, no es un atributo de Naranjo.
Volviendo al mito sobre la captura de los jefes del cártel de Cali, la verdad demoraría un par de años en salir a la luz pública. En 1997, en una corte federal de Miami se presentaron evidencias de lanarcocolecta de los hermanos Rodríguez Orejuela que condujo a Samper al sillón del Palacio de Nariño. Según testimonios judiciales del ex contador del grupo criminal, Guillermo Palomari, la cúpula mafiosa caleña había cenado con el candidato Ernesto Samper antes de la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 1994. Entre otros acuerdos, allí se habría planeado laentrega pactada de los jefes del grupo criminal caleño y su no extradición a Estados Unidos.
En la cúspide de la popularidad, el sagaz Naranjo promovió en Washington a su jefe Serrano como candidato a remplazar al italiano Piero Arlaqui para el cargo de zar antidrogas de la Organización de las Naciones Unidas. Serrano había estrechado relaciones con el corrompido senador republicano estadunidense Benjamin Gilman, quien utilizó al general colombiano para ganarse jugosas comisiones de la empresa Sikorsky, que produce los helicópteros Black Hawk (Halcón Negro), seis de los cuales fueron donados a Colombia. También promovió la idea –sugerida por sus tutores en Washington–, de que Estados Unidos creara una DEA andina. Pero la maniobra no funcionó.
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Involucrado en un juicio penal, Óscar Naranjo, conocido como el superpolicía colombiano, renunció a su cargo el pasado 12 de junio y anunció que ahora será asesor externo en materia de narcotráficoFoto Francisco Olvera
Eran los días en que una camarilla de periodistas lambiscones, alimentados por sustanciosos pagos del jefe de prensa de la Policía Nacional, Carlos Perdomo –quien manejaba 60 millones de pesos mensuales sacado del presupuesto de gastos reservados para pagar la nómina de reporteros que cubrían la fuente–, ayudaban a fabricar la imagen de Rosso José Serrano como el mejor policía del mundo, mito que heredaría, años después, Óscar Naranjo. Supuestamente, tal distinción le habría sido conferida a Serrano en Salt Lake, Estados Unidos, durante un acto policial, según se apuntó en un panfleto publicado por Carlos Perdomo para homenajear a su jefe. Pero se trata de un título fantasma, parte de un montaje publicitario.
El James Bond criollo
A la vez, el propio Naranjo utilizó a periodistas como Alirio Bustos, de la sección judicial del diario El Tiempo,para construirse su propia imagen. De él, escribió Bustos: “Su nombre es sinónimo de peligro, temor y respeto para los delincuentes (…) Es un policía totalmente atípico; con decir que sus ratos libres los dedica a la pintura y a la literatura. Es más, su vestir con impecables trajes de paño inglés, su pinta de modelo, la profundidad de sus conceptos, el señorío con que habla, dan la sensación de que es algo así como el James Bond criollo”.
Dotada de tecnología de punta entregada por el Pentágono, la Central de Inteligencia de la Policía aparecía entre las más modernas del mundo. El entonces coronel Naranjo se jactaba de los sofisticados satélites de Estados Unidos que detectaban la coca y las comunicaciones de los traficantes de droga, pero no, paradójicamente, la gran corrupción al interior de la Policía Nacional. La CIP se especializó en intervenir toda clase de teléfonos. Lainformación estratégica producto del espionaje se convirtió en un negocio lucrativo. Para ello crearon una sala de grabaciones clandestinas donde se manufacturaron los famososnarcocasetes. Traficantes y personajes de la vida pública, que resultaron involucrados en comprometedoras conversaciones fueron chantajeados y extorsionados por los chuzadores de Naranjo. Pronto, varios escándalos demordidas envolvieron a la inteligencia policial, y una docena de tenientes coroneles, mayores y capitanes del equipo de Naranjo fueron puestos en la picota. Algunos tuvieron que salir a un exilio dorado en Estados Unidos y México.
La banda de oficiales de Naranjo elaboró trabajos clandestinos para satanizar a generales, activos y en retiro, que sirvieron para manipular al Congreso de Estados Unidos. Al potenciar lainefectividad del Ejército se buscaba que se canalizara más ayuda a la Policía Nacional. También interceptaron conversaciones del candidato presidencial liberal Álvaro Uribe y otros políticos opositores. La trama de escuchas y seguimientos afectó a magistrados, jueces, fiscales, industriales y traficantes. Según el libro de Manuel Vicente Peña, se produjeron más de mil casetes producto de grabaciones ilegales…
Para las elecciones de 1998, Serrano y Naranjo apostaron por el lugarteniente de Samper, Horacio Serpa. ¿La intención? Que si llegaba a la presidencia de la República creara el Ministerio de la Seguridad Pública. El proyecto fue ideado por Naranjo, cerebro detrás de todas las maquinaciones del general Serrano. El proyecto consistía en fundir en un solo organismo a la Policía Nacional, el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) y el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, lo que resultaría en la cartera más poderosa de Colombia, respaldada con una fuerza armada de 200 mil efectivos. Con ese ministerio, Naranjo pretendía restarles peso a las fuerzas militares, especialmente al Ejército, considerado enemigo de la Policía Nacional. Y elevar a su jefe, el hombre duro de Colombia, Rosso José Serrano.
Pero Serpa no ganó y elnarcogeneral Serrano dejó la dirección de la policía en junio de 2000. Aunque antes se las ingenió para que el coronelchuzador de la CIP, Naranjo, fuera premiado con una comisión de 13 meses en la Universidad de Harvard, con todos los gastos pagados y sueldo en dólares.
Los secretos del general de Naranjo
Tras un pasaje por la agregaduría policial de la embajada de Colombia en el Reino Unido, en 2005, ya ascendido a general, Óscar Naranjo asumió la Dirección de Investigación Criminal e Interpol, dependiente de la Policía Nacional. Y en 2007, el presidente Álvaro Uribe, tras el desplazamiento de 12 generales, lo nombró director de la policía. Su poder fue enorme; nadie le hacía sombra en la institución.
Pero el ambicioso e inamovible hombre clave de la DEA en el gobierno de Uribe se vería salpicado por el asesinato del ex capo del cártel de Norte del Valle Wílber Varela, aliasJabón, en Mérida, Venezuela. La larga mano de la Seguridad Democrática alcanzó al mafioso que podría revelar los nexos de Uribe y Naranjo con ese grupo criminal. Los vínculos de Naranjo y Varela habían sido metódicamente ocultados. En 2004, un fiscal antimafia aseguró que Naranjo estaba siendo investigado por brindar protección alcártel de Norte del Valle. Pero la prensa no le movió. Antes bien, seguía promoviendo la imagen del legendariopolicía que había desmantelado loscárteles de Medellín y Cali y que más sabía de inteligencia militar en América Latina.
Sus días de máxima gloria llegarían en marzo de 2008, tras la acción criminal del gobierno colombiano en la región del Sucumbíos, Ecuador. El acto de guerra, conocido como Operación Fénix fue planificado, organizado y dirigido por operadores encubiertos de la administración Bush. Fue una acción violatoria de la soberanía nacional ecuatoriana y de los principios del derecho internacional, y derivó en la muerte del comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Raúl Reyes, y otras 24 personas, entre ellas, cuatro estudiantes mexicanos.
En esa coyuntura, Naranjo emergió como vocero político del presidente Álvaro Uribe. Él manejó el montaje sobre los presuntos correos de la computadora de Reyes, con los que se pretendió vincular a las FARC con los gobiernos de Venezuela y Ecuador. Poco después, un juez de Nueva Loja, en la provincia de Sucumbíos, lo acusó de asesinato, de conformidad con el artículo 224 del Código de Procedimiento Penal ecuatoriano. Esa orden de captura sigue vigente.
En 2010, el presidente Juan Manuel Santos, quien era ministro de Defensa cuando el ataque a Sucumbíos, ascendió a Óscar Naranjo a general de cuatro estrellas, rango nunca alcanzado por un policía colombiano. Sin embargo, el declive del James Bond criollo había comenzado. Pronto se producirían las revelaciones judiciales que lo vincularían con Carlos Castaño, jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Según el diario colombiano El Espectador, sus acusadores son nada menos que los extraditados jefes del paramilitarismo Salvatore Mancuso y Carlos Mario Jiménez, alias Macaco. La imputación contra Naranjo figura en el juicio contra el general de la policía, Mauricio Santoyo, formulada por un fiscal de la corte del distrito Este de Virginia, Estados Unidos, y causa hoy revuelo en Colombia. Según Mancuso, el intermediario de Naranjo con Castaño era el narcotraficante Gabriel Puerta. A su vez, Macaco ha vuelto a reflotar los vínculos del ex capo del Norte del Valle Wílber Varela, con Naranjo.
De prosperar, el juicio podría involucrar a Óscar Naranjo con ejecuciones sumarias, torturas, desapariciones, matanzas y el traqueteo de drogas durante los cuatro anteriores gobiernos de Colombia. Y de acuerdo con una fuente bogotana, las declaraciones del narcotraficante y paramilitar Diego Fernando Murillo, Don Berna, viejo conocido de Naranjo, podrían terminar de hundirlo. Murillo, extraditado a Estados Unidos en 2008, fue el jefe de la extinta banda criminal La Terraza, luego fue la cabeza de la asociación criminal conocida como Oficina de Envigado y más tarde fue miembro y uno de los voceros de las AUC. Sabe mucho.
Tal vez por eso, el mejor policía del mundo decidió renunciar a su cargo como director de la institución el pasado 12 de junio. Su dimisión y el anuncio de su nueva ocupación, como asesor externo en materia de guerra a las drogas del priísta Enrique Peña Nieto, si es electo presidente el domingo primero de julio, fue precedida de otro montaje: la condecoración en Bogotá a la procuradora general de la República, Marisela Morales, con quien integra parte de una telaraña de seguridad al servicio de Washington.
Protegido del actual director de la DEA, Óscar Naranjo es uno de los constructores de lo que el historiador Forrest Hylton, de la Universidad de Nueva York, llama la República de la cocaína y de la brutal combinación de terror, expropiación y pobreza que existe hoy en Colombia. Un país gobernado por una oligarquía criminal que se nutre de los dineros del tráfico de drogas, en colusión con militares, policías y paramilitares violadores de los derechos humanos.
El fichaje de Naranjo por el PRI se produjo después de las presiones de Estados Unidos sobre Peña Nieto, ante un eventual cambio de política respecto de los grupos criminales mexicanos, si llega a la Presidencia. Aunque ya antes, entrevistado por la periodista colombiana Silvana Paternostro, Peña dijo que si llegaba al gobierno su perfil no sería el de Clinton o Lula, sino el de Álvaro Uribe.
La reciente visita a Colombia del ex director de la CIA y actual jefe del Pentágono, León Panetta, podría tener que ver con el nuevo destino de Naranjo. En el contexto del Plan Colombia, desde hace años Washington ha utilizado al país sudamericano para exportar conocimiento y capacidades en materia de seguridad, especialmente a México y Centroamérica.
Como consignó Raúl Zibechi, la Estrategia de Defensa difundida por el presidente Barack Obama en enero pasado propone crear asociaciones(building partnerships), en forma de una red de alianzas alrededor del globo, a las que se privilegiará contransferencia de tecnología, intercambio de inteligencia y ventas militares al extranjero. En enero del año pasado,The Washington Post publicó un extenso reportaje donde consignaba que 7 mil policías y militares mexicanos fueron entrenados por asesores colombianos. Según el diario estadunidense, Washington recurre a colombianos para sortear el nacionalismoantiyanqui existente en México. En ese contexto, la experiencia y capacidades de Naranjo lo convierten en un producto de exportación estadunidense. Sin duda, podrá aportar a la consolidación de lanarcocracia mexicana, con la que ya tiene viejas ligas. Pero es un cartucho quemado.