EL DELFÍN

Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.

miércoles, 19 de febrero de 2020

Astillero

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Farsa de Grupo México // Ceden concesión minera // Se quedan con lo principal // A 14 años de Pasta de Conchos
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▲ QUE SE MANIFIESTEN, PERO DE FORMA PACÍFICA, PIDE AMLO. Afuera de Palacio Nacional mujeres pintaron consignas en las que exigen se ponga fin a los feminicidios. Adentro, el presidente Andrés Manuel López Obrador no descartó la creación de fiscalías especializadas para atender la violencia de género y llamó a que las manifestaciones sean pacíficas.Foto Yazmín Ortega Cortés
E
l Grupo México anunció un regalo tramposo y convenenciero en la víspera de que se cumplan 14 años del accidente en la mina de Pasta de Conchos, en cuyo interior murieron 65 trabajadores, de los cuales solamente dos cuerpos fueron recuperados.
La poderosa empresa, que es propiedad de Germán Larrea, uno de los máximos multimillonarios del país, ha informado a la Bolsa Mexicana de Valores que devuelve al gobierno federal, en respuesta a una solicitud del presidente Andrés Manuel López Obrador, el título de concesión del proyecto minero en el que se encuentra ubicada la mencionada mina.
Supuestamente benévola, la compañía de Larrea menciona que esa devolución busca ayudar a que el gobierno obradorista reanude y tenga éxito en la recuperación de los restos de los trabajadores mineros muertos en 2006. En realidad, lo que se devuelve es solamente una de las cuatro concesiones en que se dividió el terreno original, luego del trágico suceso ya mencionado.
Durante la administración encabezada por Felipe Calderón se había intentado tal segmentación (se trató de cambiar el nombre a Unificación Laureles), para permitir que la empresa pudiese continuar con sus tareas de producción carbonífera en la mayor parte de los predios entrampados por el litigio jurídico, político y social relacionado con Pasta de Conchos. Pero fue con Enrique Peña Nieto en el gobierno federal cuando se logró esa división en cuatro partes, una de las cuales ahora cede con presunta amabilidad Grupo México, con la expectativa de liberarse así de problemas, dejarlos al gobierno federal y dedicarse plenamente a explotar sus otras tres concesiones en el área.
Es una farsa, la entrega de la concesión por parte de Grupo México, dijeron a esta columna fuentes oficiales de la Familia Pasta de Conchos, que han mantenido vivas las demandas de parte de los deudos de aquellos trabajadores mineros. Relataron los diversos intentos realizados por los directivos de ese grupo a través de los titulares de la Secretaría de Economía durante las administraciones regidas por Calderón y luego por Peña Nieto. Se quedan con lo principal, a cambio de simular un gesto de apoyo a López Obrador y, según un comunicado de prensa del citado Grupo México, reconfortar a los deudos.
Larrea y su grupo aprovecharon la ocasión para, mediante el comunicado de prensa 004/20, repetir su versión (comprobadamente falsa, históricamente condenada) de que en su momento hicieron todos los esfuerzos que les fueron posibles para rescatar los cuerpos de los trabajadores que quedaron sepultados en Pasta de Conchos. En realidad, Grupo México prefirió no realizar los gastos que 14 años después sí planea realizar la Presidencia obradorista para intentar la recuperación de esos restos, en un acto de mínima justicia.
Incluso, como si temiera o se previniera ante alguna acción gubernamental de castigo por su conducta ampliamente repudiada en aquella región minera y en una parte del país atenta a este caso, Grupo México señaló que la devolución de ese título de concesión se trata de una decisión voluntaria de la empresa, sin que cause precedente.
En realidad, Grupo México y Germán Larrea han causado suficientes precedentes para que hubiera una firme acción gubernamental en su contra. Además del tema histórico de Pasta de Conchos, el 6 de agosto de 2014 se produjo el mayor desastre ecológico de nuestro país, cuando unos 40 mil metros cúbicos de sulfato de cobre acidulado fueron derramados en un arroyo que a su vez desembocó en los ríos Bacanuchi y Sonora, provocando daños a decenas de miles de pobladores de siete municipios y al medio ambiente del lugar.
El vertido tóxico provino de la mina Buenavista del Cobre, propiedad del Grupo México, que desde entonces ha mantenido una campaña mediática de simulación remediadora y una batalla judicial para incumplir las obligaciones derivadas de ese caso. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero

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