EL DELFÍN

Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.

domingo, 30 de noviembre de 2014

Golpe contundente a la Union Europea

ALAI, América Latina en Movimiento

2014-11-25

Golpe contundente a la Unión Europea (I)

Camilo Martiano
Clasificado en:InternacionalEconomia,PoliticasEconomicas,
Disponible en:  Español       
     
 
 



La bajeza de la Unión Europea (EU) respecto a EEUU le está pasando factura por los desaciertos mismos. Las sanciones que ha impuesto el gobierno ruso sobre importaciones diversas, entre ellas las agrícolas, están dando un golpe certero a la UE. Y entre otros a la misma Ucrania. Los primeros síntomas ya lo están sintiendo: Alemania y Francia se han detenido al respecto, Italia entra en recesión y la tan vitoreada “recuperación económica” no es más que agua entre los dedos. Dichas sanciones que Rusia ha impuesto al sector primario de la economía europea van a suponer unas pérdidas bastante considerables. Se hablan al menos de más de 6.000 millones de euros y esto pone en riesgo unos 125.000 empleos ligados a las exportaciones de alimentos, sino es que más. Hay que añadir los daños potenciales para las empresas proveedoras de artículos y servicios auxiliares, como el transporte.
 
Pese a que desde los llamados medios de comunicación se está lanzando la versión de que “todo está controlado”, de que la Política Agrícola Común ha previsto situaciones de este tipo; la realidad es que el presupuesto de compensación de pérdidas es de al menos 400 millones de euros, lo que supone una cantidad que no llega al 8% del total de pérdidas estimadas. Países como Polonia, Lituania, Finlandia, España, Francia y la República Checa ya han pedido que se aplique el fondo de compensación. ¿Cuánto le va a tocar a cada país?, al menos unos 70 millones ¿Y si en los próximos días hay más peticiones a 60, a 50 a cuanto…? La disposición de Occidente en cuanto a enfrentar a Rusia, creo no fue la mejor de las medidas. Hoy se están viendo consecuencias entre la EU y Rusia. Por el bien de todos decía Kerry hace algunos días: “será mejor no enfrentar al nuevo orden mundial”.
 
Aunado a esto, y como reconoce la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), EEUU, la UE, Canadá, Australia y Noruega –quienes son los afectados por las sanciones rusas- tienen que reorientar y “rápidamente” su producción agrícola y ganadera. Pero la pregunta es ¿hacia dónde iría esa reorientación? ¿Hacia China, un socio estratégico de Rusia en estos momentos y un enemigo potencial en el futuro –para EEUU lo es ya-? ¿Hacia América Latina, un continente multiproductor de diversas frutas y verduras, como distintos tipos carne? ¿Hacia África? La EU se encuentra atrapada y en estos momentos no tiene escapatoria, no tiene mercados a donde acudir – los gringos no pueden sostener esta consecuencia de sus actos -, lo que supone un golpe que puede ser irremediable para diversos sectores.
La decisión del gobierno de Rusia tiene un impacto directo claro al tiempo que unas implicaciones indirectas. El directo: prohibición de importación de fruta polaca, productos lácteos finlandeses y bálticos, pescado noruego… El indirecto: Diversos agricultores entre ellos los franceses ya han dicho que no permitirán la expansión hacia el oeste de la fruta polaca; comienzan los movimientos de protesta en otros países, como en España por ejemplo. A largo plazo, las sanciones que ha impuesto Rusia a los productos agrícolas con una duración de un año, de momento, pueden cambiar la forma de toda la estructura de la producción y el consumo de la EU. No es una afirmación aventurada porque ya, en el corto plazo, se está produciendo una saturación del mercado por algo tan sencillo como que no hay dónde almacenar la producción que iba destinada a Rusia. En otras palabras nadie quiere esos productos…
 
Recientemente la EU ha anunciado una ayuda de más de 120 millones de euros para la retirada y distribución gratuita de algunas verduras y frutas perecederas; hay que tener en cuenta que se está en plena temporada en algunos productos y no hay planes de almacenamiento ni margen para buscar nuevos mercados.
 
Los europeos, en una especie de obsesión colectiva, se sumaron a las sanciones que EEUU impuso a Rusia defendiendo, no se olvide, un golpe neofascista en Kiev y pensando que, como suele ser acostumbrado, no habría respuesta. Pensaban que Rusia se iba a ver afectado su Producto Interno Bruto (PIB) y se frotaban las manos con ello. Pero no ha sido así. El PIB también era el indicador que esperaba Rusia y cuando vio que continuaba creciendo, a un ritmo no muy impresionante pero subiendo (el primer trimestre de este año creció el 0’9%, el segundo trimestre el 0’8%), asestó el golpe. Los europeos no tuvieron otra que aceptar el golpe certero que les propino Rusia.
 
Aunque las sanciones de Rusia apenas llevan más de un mes implementadas ya se puede decir que son el factor determinante para que la EU esté a punto de entrar en una nueva recesión, puesto que se promueven en un momento en que la economía de la EU está en una profunda crisis y asentada en el estancamiento de los gringos. El Ministerio de Finanzas de Alemania semanas atrás publicó su informe mensual en el que reconoce que “la disminución del PIB es probable que tenga que ver con el efecto de las sanciones y los efectos negativos sobre la confianza debido a la crisis de Ucrania”. Y añade que “si la crisis de Ucrania no se agrava más y no se imponen más sanciones más graves es de esperar que la actual desaceleración económica sea sólo temporal”. ¿A qué se está refiriendo? Pues al suministro de gas y petróleo que le llega de Rusia. La producción industrial de Alemania ha caído el 0’2% y una recesión en este país golpearía no sólo al sur de Europa (España, Portugal y Grecia especialmente) sino también a su más cercana influencia: República Checa, Hungría y Polonia.
 
Luego he aquí una de las razones por las que la EU se ha tentado la ropa con los ataques a la decisión rusa de enviar un convoy humanitario a Luganks. No se ha pasado de la crítica verbal porque la EU no puede ir más allá. Hacerlo equivaldría al haraquiri como ente político y económico. ¡¡¡Y está muy cerca de ello!!!.
 
El informe también añade que “otras tensiones geopolíticas”, que no se especifica aunque es de suponer que se refiera a la confrontación de EEUU y China y a Oriente Próximo y Medio, y “el débil desarrollo económico en la zona euro han contribuido a la contracción de la zona euro”. Más claro no canta un gallo.
 
A la recesión de Alemania, o “ralentización” como han dicho los alemanes, hay que sumarle que Francia ha visto cómo se reduce su producción industrial y lo mismo ha ocurrido en toda la EU (el 0’3% en la zona euro y el 0’1% en el conjunto de la EU). Es evidente que el golpe asestado por Rusia ha arrasado el discurso de la recuperación y la situación económica de la EU ha demostrado ser demasiado frágil para resistir impactos externos y tensiones geopolíticas. Al mismo tiempo están comenzando a conocerse encuestas donde se refleja el sentir popular y en Alemania, por ejemplo, el 46% de la población se opone a las políticas de Bruselas y Bonn con respecto a Ucrania y Rusia porque están viendo los colmillos al oso. Los sindicatos consideran que se pueden perder alrededor de 21.000 puestos de trabajo y eso desgastaría de forma considerable al gobierno de coalición que mantienen los cristianodemócratas y socialdemócratas puesto que éstos se verían muy presionados por los sindicatos, que fueron su gran apoyo en las pasadas elecciones. Pero no es sólo esta cifra la que asusta. Economistas críticos elevan esa cifra de posible pérdida de trabajo a los 400.000. Dicho sea de paso este número corresponde al número de personas que trabajan en empresas ligadas con el comercio con Rusia. Estas empresas no sólo son agrícolas y ganaderas.
 
Esta es una de las razones por las que Alemania, junto a Francia, está intentando casi con desesperación algún tipo de acuerdo entre Rusia y Ucrania que permita salvar la cara a la EU por su apoyo al régimen neofascista de Kiev. Francia ve cómo también desciende su producción industrial, aumenta el paro, el PIB está en números muy cercanos a la recesión y se ve envuelta en una costosa maquinaria colonial-militar en África, además de haber sido sancionado uno de sus principales bancos y sufrir una constante amenaza su industria militar por los acuerdos con Rusia. En la segunda parte hablaré un poco más de esto.
No son los únicos países que están pasando apuros por la negligencia Neoliberal. Siguiendo sólo con el índice laboral, Polonia va a perder al menos unos 23.000 empleos, Francia, España e Italia 10.000 y así hasta los más de 125.000 que estimaba la consultora danesa. Sin embargo, la única reacción hasta el momento ha sido la de Finlandia, que ya ha dicho que no se va a sumar a la postura de sanciones de la EU y que se desvincula de la decisión comunitaria porque “la cooperación con Rusia es, sin exagerar, una cuestión de supervivencia económica”. Quien dice esto no es un cualquiera, sino el propio primer ministro. No en vano, Rusia supone el 10% del comercio exterior de Finlandia y el 25% del total de las exportaciones de alimentos va para Rusia. Si Finlandia se sumase a la postura de la EU sería, literalmente, un suicidio. La oportunidad creo es de América Latina.
 
Rusia propuso un programa de desarrollo mutuo, un área de desarrollo general con un régimen comercial preferencial desde Lisboa a Vladivostok. Esta propuesta fue despreciada por la EU y, en cambio, apostó por la Asociación Trasatlántica de Libre Comercio. Por lo tanto, es mucho pedir que los plutócratas de Bruselas hagan alguna autocrítica respecto a su seguidismo y vasallaje con EEUU, pero lo primero que tendrían que replantearse es la propuesta estadounidense de crear la ATLC. Si estuviese ya en vigor, la UE habría quedado atrapada como un insecto en una tela de araña y si no cambia de táctica política, el enfrentamiento con Rusia más pronto pueden llegar las complicaciones políticas a nivel interno y externo. Una de ellas, el fortalecimiento del euro escepticismo y los sentimientos antiestadounidenses. Otra, el debilitamiento del euro en paralelo al declive del dólar. Sobre ésta última volveré en la segunda parte.
 
Las revueltas de agricultores, aún pequeñas y más bien simbólicas, están siendo aprovechadas por los plutócratas de Bruselas para amenazar a otros países con su habitual política amenazadora. La UE ya está recurriendo a sus habituales tácticas de presión política con los países que considera más débiles. Es el caso de América Latina. Ya ha habido amenazas nada veladas sobre que América Latina no debe aumentar sus suministros de alimentos a Rusia para cubrir el déficit que se genera con las sanciones a los alimentos europeos, estadounidenses, canadienses y australianos.
 
La neo-lengua de la burocracia de la UE dice que está “negociando” con los países latinoamericanos para “federar” al mayor número posible de ellos a fin de presionar a Rusia. Estos señores no tienen remedio. Olvidan que 19 países, de los 42 que componen América Latina y el Caribe, o votaron con Rusia o se abstuvieron cuando en la Asamblea General de la ONU se votó sobre la anexión de Crimea. Y son estos países, precisamente, los que más interés tienen en suplir a los productos occidentales en Rusia. El argumento de Bruselas es curioso: dice que no es adecuado tratar con un socio “poco confiable” como Moscú y que “sería un error” que los países latinoamericanos “sacrificaran una relación económica ya extensa por beneficios a corto plazo”. ¿En verdad que opinión le merece todo esto estimado lector? ¿Será que el viejo mundo está condenado a pagar todo lo que le arrebató a Latinoamérica?
 
Hay que hacerse otra pregunta: ¿hay algún atisbo de inteligencia en la UE? El comportamiento es claramente colonial y estupido. Hay gente que no cambia y la única forma de que lo hagan es a estacazos. América Latina perdería el tren de la historia si no aprovechase la oportunidad, máxime teniendo en cuenta que no hace mucho tiempo, sólo un par de meses, tanto Putin como el presidente chino Xi Jinping realizaron una gira por el continente y en ella ambos, pero sobre todo Putin, hablaron de la cuestión comercial. Si esta oportunidad de subirse al tren de la historia del nuevo orden mundial con estos nuevos y justos socios comerciales, Latinoamérica estaría regresando a los años 50 donde inventaron el terror del comunismo y nos asustaban con el viejo fantasma de cuidado ahí vienen los rusos. Creo es una oportunidad de emprender negociaciones con estos países y darles un escarmiento a todos los neoliberales fascista que han rondado por estas tierras tratando de ser buenos, cuando son todo lo contrario. Es mejor apostar por el nuevo orden multipolar que proponen los BRICS y emprender un nuevo mundo donde todos estemos tomados en cuenta. La oportunidad esta ahí, depende de nosotros ser sujetos y no objetos de este nuevo orden económico mundial. Continuará…
 
 
 


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Momento crucial para la integracion latinoamericana

ALAI, América Latina en Movimiento

2014-11-27

ASur

Momento crucial para la integración sudamericana

Eduardo Paz Rada
Clasificado en:PoliticaInternacionalIntegracion,
Disponible en:  Español       
     
 
 



 
Nueva sede de UNASUR en Quito, Ecuador
 
La Cumbre de los Presidentes de los países de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) a realizarse el próximo 5 de diciembre en Quito, Ecuador, se convierte en un acontecimiento crucial en el momento actual que vive la región, debido a la existencia de contradicciones internas, el debilitamiento del proceso integrador y la existencia de presiones imperialistas por frenar un impulso importante de independencia iniciado hace una década cuando se produjo el rechazo regional al proyecto del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) impulsado por el gobierno de Estados Unidos.
 
Las posiciones encontradas entre los gobiernos que impulsan procesos antiimperialistas (Bolivia, Ecuador y Venezuela) y los que se han aglutinado junto a Estados Unidos en la Alianza del Pacífico (Colombia, Chile y Perú) marcan las tendencias opuestas dentro de UNASUR. Los primeros buscan radicalizar las posiciones de UNASUR y avanzar fuertemente en los procesos de integración comercial, económica, militar y monetaria, en tanto que los segundos están apostando a una política más abierta a las potencias y a la liberalización del comercio y las economías.
 
 
La posición intermedia la ocupan principalmente los gobiernos de Brasil, que ha tenido recientemente unas elecciones muy disputadas, Uruguay, que ha mantenido una posición ambigua y equidistante, y Argentina, que se ha visto presionada internamente por los grandes exportadores de soya y su jugada cambiaria y externamente por los llamados “fondos buitres” que pretenden especular con una parte de la deuda externa, que han frenado sus iniciativas regionales. La situación del régimen paraguayo, después del derrocamiento de Fernando Lugo y la realización de elecciones, es claramente proclive a posiciones conservadoras.
 
 El panorama sudamericano de complementación autónoma y de acercamientos solidarios ha tenido un momento de desaceleración con la muerte del comandante Hugo Chavez, quien se había convertido en el principal impulsor de los procesos de integración y unidad de América Latina y el Caribe como una necesidad histórica frente a los desafíos que traía la mundialización de la economía y la geopolítica internacional en el siglo veintiuno.
 
 Es que desde la Guerra Fría, la crisis y desmantelamiento soviético y el avance del poder unipolar de Estados Unidos, al iniciarse el presente siglo, los países de América Latina experimentaron un importante avance de sus relaciones intrarregionales, desarrollaron un discurso de integración, unidad y recuperación de la memoria histórica e impulsaron organismos propios para determinar sus políticas económicas, sus relaciones diplomáticas y la defensa de sus territorios e intereses frente a las metrópolis.
 
 La cumbre de Quito, más allá de las declaraciones oficiales, deberá servir para poner en la agenda del debate, y la toma de posición correspondiente, temas estratégicos como:
 
 La política de defensa y seguridad conjunta frente a la amenaza latente de Estados Unidos e Inglaterra; la creación ejecutiva de un ente bancario y financiero regional para enfrentar la crisis del capitalismo occidental y asegurar la complementación económica y comercial sudamericana; la ejecución de un plan conjunto respecto a la autosuficiencia de energía y petróleo, agua y alimentos; el impulso de un sistema de medios de comunicación alternativo al de las transnacionales; la integración vial con carreteras y ferrocarriles de norte a sur y de este a oeste; y la formación de un centro de educación, historia, ciencia y tecnología aplicadas.   
 
 Las conferencias que dicten el ex Presidente de Brasil, Lula Da Silva, el Presidente de Uruguay, José Mujica, quien recibirá la Presidencia pro-tempore de UNASUR, el ex Presidente de Colombia y actual Secretario General de UNASUR, Ernesto Samper y el Vicepresidente de Bolivia, Alvaro Garcia, en un Seminario sobre “La Unidad y la Integración Latinoamericana: pasado, presente y futuro”, en presencia de los delegados de países y representantes de CELAC, ALBA, CAN, MERCOSUR, A. del P., ALADI y CARICOM, serán un referente importante sobre el momento que viven nuestros países y sus perspectivas.
 
-       Eduardo Paz Rada es sociólogo boliviano, docente de la UMSA. Escribe en publicaciones de Bolivia y América Latina.
 


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Putin: un mensaje historico

ALAI, América Latina en Movimiento

2014-11-26

Putin: un discurso histórico

Atilio Boron
Clasificado en:PoliticaInternacionalGlobalizacion,
Disponible en:  Español       
     
 
 


Hay discursos que sintetizan una época. El que pronunciara Winston Churchill en el Westminster College, en Missouri, en marzo de 1946 es uno de ellos. Allí popularizó la expresión “cortina de hierro” para caracterizar a la política de la Unión Soviética en Europa y, según algunos historiadores, marcó con esa frase el inicio de la Guerra Fría. Antes, en abril de 1917, un breve discurso de Lenin al llegar de su exilio suizo a la Estación Finlandia de San Petersburgo anunciaba, ante la sorpresa de su entusiasta audiencia animada por los acordes de La Marsellesa, que la humanidad estaba pariendo una nueva etapa histórica, pronóstico que habría de confirmarse en Octubre con el triunfo de la Revolución Rusa. En Nuestra América, un papel semejante cumplió “La historia me absolverá”, el célebre alegato con el que, en 1953, el joven Fidel Castro Ruz se defendió de las acusaciones del dictador cubano Fulgencio Batista por el asalto al Cuartel Moncada.
 
En esta línea habría que agregar el discurso pronunciado por Vladimir Putin el 24 de octubre de este año en el marco del XIº Encuentro Internacional de Valdai, una asociación de políticos, intelectuales y gobernantes que anualmente se reúnen para discutir sobre la problemática rusa y, en esta ocasión, la preocupante situación mundial. [1] Las tres horas insumidas por el discurso de Putin y su amplio intercambio de opiniones con algunas personalidades de la política europea -entre ellos el ex primer ministro de Francia, Dominique de Villepin y el ex canciller de Austria Wolfgang Schuessel- o con académicos de primer nivel, como el gran biógrafo de Keynes, Robert Skidelsky, fue convenientemente ignorado por la prensa dominante. El líder ruso habló claro, sin medias tintas y abandonando de partida el lenguaje diplomático. Es más, al inicio de su discurso recordó la frase de uno de ellos que decía que “los diplomáticos tienen lenguas para no decir la verdad” y que él estaba allí para expresar sus opiniones de manera franca y dura para, como ocurriera después, confrontarlas con las de sus incisivos interlocutores a quienes también les hizo unas cuantas preguntas. Discurso ignorado, decíamos, porque en él se traza un diagnóstico realista y privado de cualquier eufemismo para denunciar el aparentemente incontenible deterioro del orden mundial y los diferentes grados de responsabilidad que les cabe a los principales actores del sistema. Como de eso no se debe hablar, y como el mundo tiene un líder confiable y eficaz en los Estados Unidos piezas oratorias como las de Putin merecen ser silenciadas sin más trámites. Un breve comentario en el New York Times al día siguiente, con énfasis en algunos pasajes escogidos con escandalosa subjetividad; algunas notas más con las mismas características en el Washington Post y eso fue todo. El eco de ese discurso en América Latina, donde la prensa en todas sus variantes está fuertemente controlada por intereses norteamericanos, fue inaudible. Por contraposición, cualquier discurso de un ocupante de la Casa Blanca que asegure que su país es una nación “excepcional” o “indispensable”, o que difame a líderes o gobiernos que no caen de rodillas ante el mandato estadounidense corre mucha mejor suerte y encuentra amplísima difusión en los medios del “mundo libre”.
 
¿Qué dijo Putin en su intervención? Imposible reseñar en pocas páginas su discurso y las respuestas a los cuestionamientos hechos por los participantes. Pero, con el ánimo de estimular una lectura de ese documento resumiríamos algunas de sus tesis como sigue a continuación. Primero, ratificó sin pelos en la lengua que el sistema internacional atraviesa una profunda crisis y que contrariamente a relatos autocomplacientes -que en Occidente minimizan los desafíos del momento- la seguridad colectiva está en muy serio peligro y que el mundo se encamina hacia un caos global. Opositores políticos quemados vivos en el sótano del Partido de las Regiones por las hordas neonazis que se apoderaron del gobierno en Ucrania, el derribo del vuelo MH17 de Malasya Airlines por parte de la aviación ucraniana y el Estado Islámico decapitando prisioneros y blandiendo sus cabezas por la Internet son algunos de los síntomas más aberrantes de lo que según un internacionalista norteamericano, Richard N. Haass, es la descomposición del sistema internacional que otros, situados en una postura teórica y política alternativa, como Samir Amin, Immanuel Wallerstein, Chalmers Johnson y Pepe Escobar, prefieren denominar “imperio del caos.” Esta ominosa realidad no se puede ocultar con bellos discursos y con los trucos publicitarios a los cuales son tan afectos Washington y sus aliados. El desafío es gravísimo y sólo podrá ser exitosamente enfrentado mediante la cooperación internacional, sin hegemonismos de ningún tipo.
 
Segundo, en su exposición Putin aportó un detallado análisis del decadente itinerario transitado desde la posguerra hasta el fin de la Guerra Fría, el surgimiento del fugaz unipolarismo norteamericano y, en su curva descendente después del 11-S, las tentativas de mantener al actual (des)orden internacional por la fuerza o el chantaje de las sanciones económicas como las aplicadas en contra de Cuba por más de medio siglo, Irak, Irán, Corea del Norte, Siria, Costa de Marfil y ahora Rusia. Un orden que se cae a pedazos y, como lo anunciaba el título del Encuentro, que se debate entre la creación de nuevas reglas o la suicida aceptación de la fuerza bruta como único principio organizador del sistema internacional. De hecho nos hallamos ante un mundo sin reglas o con reglas que existen pero que son pisoteadas por los actores más poderosos del sistema, comenzando por Estados Unidos y sus aliados, que dan por desahuciada a las Naciones Unidas sin proponer nada a cambio. La Carta de las Naciones Unidas y las decisiones del Consejo de Seguridad son violadas, según Putin, por el autoproclamado líder del mundo libre con la complicidad de sus amigos creando así una peligrosa “anomia legal” que se convierte en campo fértil para el terrorismo, la piratería y las actividades de mercenarios que ora sirven a uno y luego acuden a prestar sus servicios a quien le ofrece la mejor paga. Lo ocurrido con el Estado Islámico es paradigmático en este sentido.
 
Tercero, Putin recordó que las transiciones en el orden mundial “por regla general fueron acompañadas si no por una guerra global por una cadena de intensos conflictos de carácter local.” Si hay algo que se puede rescatar del período de la posguerra fue la voluntad de llegar a acuerdos y de evitar hasta donde fuese posible las confrontaciones armadas. Hubo, por cierto, muchas, pero la temida guerra termonuclear pudo ser evitada en las dos mayores crisis de la Guerra Fría: Berlín en 1961 y la de los misiles soviéticos instalados en Cuba en 1962. Posteriormente hubo importantes acuerdos para limitar el armamento nuclear. Pero esa voluntad negociadora ha desaparecido. Lo que hoy prevalece es una política de acoso, de bullying, favorecida por un hipertrofiado orgullo nacional con el cual se manipula a la opinión pública que así justifica que el más fuerte –Estados Unidos- atropelle y someta a los más débiles. Si bien no menciona el dato, en el trasfondo de su discurso se perfila con claridad la preocupación por la desorbitada expansión del gasto militar estadounidense que, según los cálculos más rigurosos, supera el billón de dólares (o sea, un millón de millones de dólares) cuando al desintegrarse la Unión Soviética los publicistas del imperio aseguraron urbi et orbi que el gasto militar se reduciría y que los así llamados “dividendos de la paz” se derramarían en programas de ayuda al desarrollo y combate a la pobreza. Nada de eso tuvo lugar.
 
Cuarto, al declararse a sí mismos como vencedores de la Guerra Fría la dirigencia norteamericana pensó que todo el viejo sistema construido a la salida de la Segunda Guerra Mundial era un oneroso anacronismo. No propuso un “tratado de paz”, en donde se establecieran acuerdos y compromisos entre vencedores y vencidos, sino que Washington se comportó como un “nuevo rico” que, embriagado por la desintegración de la Unión Soviética y su acceso a una incontestada primacía mundial, actuó con prepotencia e imprudencia y cometió un sinfín de disparates. Ejemplo rotundo: su continuo apoyo a numerosos “combatientes de la libertad” reclutados como arietes para producir el “cambio de régimen” en gobiernos desafectos y que a poco andar se convirtieron en “terroristas” como los que el 11-S sembraron el horror en Estados Unidos o los que hoy devastan a Siria e Irak. Para invisibilizar tan gigantescos errores la Casa Blanca contó con “el control total de los medios de comunicación globales (que) ha permitido hacer pasar lo blanco por negro y lo negro por blanco.” Y, en un pasaje de su discurso Putin se pregunta: “¿Puede ser que la excepcionalidad de los Estados Unidos y la forma como ejerce su liderazgo sean realmente una bendición para todos nosotros, y que su continua injerencia en los asuntos de todo el mundo esté trayendo paz, prosperidad, progreso, crecimiento, democracia y simplemente tengamos que relajarnos y gozar? Me permito decir que no.”
 
Quinto, en diversos tramos de su alocución y del intercambio de preguntas y respuestas con los participantes Putin dejó sentado muy claramente que Rusia no se cruzará de brazos ante las amenazas que se ciernen sobre su seguridad nacional. Utilizó para transmitir ese mensaje una elocuente metáfora para referirse, indirectamente, a los planes de la NATO de rodear a Rusia con bases militares y para responder a las inquietudes manifestadas por algunos de los presentes acerca de una eventual expansión imperialista rusa. Dijo que en su país se le tiene gran respeto al oso “amo y señor de la inmensidad de la taiga siberiana, y que para actuar en su territorio ni se molesta en pedirle permiso a nadie. Puedo asegurar que no tiene intenciones de trasladarse hacia otras zonas climáticas porque no se sentiría cómodo en ellas. Pero jamás permitiría que alguien se apropie de su taiga. Creo que esto está claro.” Esta observación fue también una respuesta a una caracterización muy extendida en Estados Unidos y Europa que menosprecia a Rusia -y antes a la Unión Soviética- como “un Alto Volta (uno de los países más pobres y atrasados de África) con misiles”. Sin dudas que el mensaje fue muy claro y despojado de eufemismos diplomáticos, en línea con su confianza en la fortaleza de Rusia y su capacidad para sobrellevar con patriotismo los mayores sacrificios, como quedó demostrado en la Segunda Guerra Mundial. Dijo textualmente: “Rusia no se doblegará antes las sanciones, ni será lastimada por ellas, ni la verán llegar a la puerta de alguien para mendigar ayuda. Rusia es un país autosuficiente.”
 
En síntesis: se trata de uno de los discursos más importantes sobre el tema pronunciado por un jefe de estado en mucho tiempo y esto por muchas razones. Por su documentado y descarnado realismo en el análisis de la crisis del orden mundial, en donde se nota un exhaustivo conocimiento de la literatura más importante sobre el tema producida en Estados Unidos y Europa, refutando en los hechos las reiteradas acusaciones acerca del “provincianismo” del líder ruso y su falta de contacto con el pensamiento occidental. Por su valentía al llamar las cosas por su nombre e identificar a los principales responsables de la situación actual. Ejemplo: ¿quién arma, financia y recluta a los mercenarios del EI? ¿Quién compra su petróleo robado de Irak y Siria, y así contribuye a financiar al terrorismo que dicen combatir? Preguntas estas que ni el saber convencional de las ciencias sociales ni los administradores imperiales jamás se las formulan, al menos en público. Y que son fundamentales para entender la naturaleza de la crisis actual y los posibles caminos de salida. Y por las claras advertencias que hizo llegar a quienes piensan que podrán doblegar a Rusia con sanciones o cercos militares, como nos referíamos más arriba. Pero, a diferencia del célebre discurso de Churchill, al no contar con el favor del imperio y su inmenso aparato propagandístico camuflado bajo los ropajes del periodismo el notable discurso de Putin ha pasado desapercibido, por ahora. A cien años del estallido de la Primera Guerra Mundial y a veinticinco de la caída del Muro de Berlín Putin arrojó el guante y propuso un debate y esbozó los lineamientos de lo que podría ser una salida de la crisis. Ha pasado algo más de un mes y la respuesta de los centros dominantes del imperio y su mandarinato ha sido un silencio total. Es que no tienen palabras ni razones, sólo armas. Y van a continuar tensando las cuerdas del sistema internacional hasta que el caos que están sembrando revierta sobre sus propios países. Nuestra América deberá estar preparada para esa contingencia.
 
- Dr. Atilio Boron, director del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini (PLED), Buenos Aires, Argentina. Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2013.www.atilioboron.com.arTwitter: http://twitter.com/atilioboronFacebook: http://www.facebook.com/profile.php?id=596730002


[1]Desgraciadamente ese discurso está sólo disponible en ruso y en inglés en el sitio web de la presidencia de Rusia. Una traducción al castellano fue realizada por Iñaki para el bloghttp://salsarusa.blogspot.com.ar/2014/11/discurso-de-putin-en-valdai.html
La versión revisada y corregida de ese primer esfuerzo de traducción del discurso de Putin se encuentra disponible en www.atilioboron.com.ar
 


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Documentos Relacionados:
Discurso de Putin en Valdai - Putin Vladimir [2014-11-27]














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Mexico: Reformas neoliberales en pie

ALAI, América Latina en Movimiento

2014-11-28

Mexico

Reformas neoliberales, en pie

Salvador González Briceño
Clasificado en:EconomiaPoliticasEconomicas,
Disponible en:  Español       
     
 
 


 
 
México, las buenas intenciones de Peña Nieto
 
La contradicción está en el fondo. De la misma manera que el país no puede avanzar anidando económicamente a dos méxicos —uno pobre, pobrísimo, y otro más o menos desarrollado; desde una clase media cada vez más golpeada, hasta la elitista que gestaron durante las últimas tres décadas tanto las grandes empresas primero como el sistema bancario y financiero después—, tampoco puede sobrevivir sin cambios de fondo al sistema político.
 
Ambas reformas —perestroika y glasnost— son tareas pendientes que, incluso el experimento panista que duró dos “lastres” de gobierno sexenal (el de Vicente Fox del 2000 al 2006 y el de Felipe Calderón del 2006 al 2012), ni el PRI a su regreso a la silla presidencial, con Enrique Peña Nieto (del 2012 al 2018), están encarando.
 
De la mano de sendas reformas, la relación de México con el exterior, pero particularísimamente con Estados Unidos de América, es más que primordial para de ese modo reelaborar lo necesario para sacar al país adelante y no atorarse en los buenos deseos.
 
Para comenzar, las últimas reformas aprobadas a iniciativa de Peña Nieto en el Congreso de la Unión (el total de 11, la Energética, de Competencia Económica, Telecomunicaciones y Radiodifusión, la Hacendaria, Financiera, Educativa, de Amparo, de Procedimientos Penales, Políticoelectoral, de Transparencia y Laboral), no son otra cosa que el “cierre de pinza” de las “reformas estructurales”, iniciadas desde el gobierno de Miguel de la Madrid y profundizadas por Carlos Salinas de Gortari. Reformas neoliberales y privatizadoras baluartes de la globalización.
 
Valga referir la Energética que, como cereza del pastel, había sido la trabazón principal porque debían modificarse artículos clave de la Constitución (el 27 y el 28) en el sensible tema energético, particularmente en referencia a Pemex. De la mano de dicha reforma estaba siempre la sombra de EUA que presionó desde Salinas para que se abriese el sector del petróleo, el gas y la electricidad a la inversión extranjera en especial a las multinacionales texanas.
 
Así, tales reformas “modernizadoras” —las de antes: comunicaciones, siderurgia, banca, etc., como las recientes— profundizarán los cambios neoliberales de las últimas tres décadas. Y con ello el atraso del país, tanto en materia económica con un crecimiento a tasas pírricas, como en la dependencia del vecino, EUA (TLCAN, dixit). Y sin cambios en el sistema político hacia una transición democrática, tan prometida como la zanahoria no habrá: desarrollo económico con bienestar social; estabilidad política sin corrupción e impunidad; seguridad para la población sin violencia ni Estado de derecho trastocado.
 
Peña Nieto avanza, pues, en sentido contrario a lo que promete. Así, difícilmente logrará los cambios de fondo para el país. No sólo falta revertir las reglas para un Estado más activo en la economía, igual replanteando las reglas de la convivencia política y social, como replantear los términos de la relación con EUA en temas como el crimen organizado y el narcotráfico.
 
Sin esos pasos mínimos —o máximos, si se quiere— difícilmente se cambiará el impacto o la descomposición que se ha generado en la sociedad. Los problemas están a la vista, los procedimientos se tienen que desarrollar. Luego entonces, los intentos son válidos, los compromisos más.
 
Salvador González Briceño
 
 
 

En Fergunson se rebelan contra el desprecio racial y de clase

ALAI, América Latina en Movimiento

2014-11-28

EE.UU

En Fergunson se rebelan contra el desprecio racial y de clase

Gaspar Velásquez Morillo
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Disponible en:  Español       
     
 
 



Las administraciones norteamericanas han sustentado su poder imperial en base al miedo y cuando éste recurso bien tratado desde el ángulo sociopsicológico no les da resultados fructíferos, hacen uso de su mortífero poder de fuego para lograr la sumisión de sus adversarios y enemigos.
 
Lo expresado anteriormente, no es sólo la relación hacia otras naciones, es que a nivel interno el control social del Estado es férreo, racial, excluyente y discriminatorio muy a pesar de la condición de la piel del presidente de ese vasto país, donde hay un poder dual, el sistema de partido republicano y demócrata pero en el que, quien a ciencia cierta gobierna es el complejo militar industrial, donde se expresa el poder de clases de la 1.000 familias más ricas de EE.UU.
 
La justificación del proceder imperial de EE.UU es que alega ante su propia población la amenaza de una guerra externa, la hipersensibilidad de ser invadidos, del aniquilamiento interno por la coalición de fuerzas militares externas, toda esa psicosis de guerra lleva a su propia población al paroxismo de agredir, agredir, antes de ser agredidos y de esta manera la población ejecuta los planes de los sectores económicos conjuntados en el Complejo Militar Industrial cuyo propósito es dinamizar su propia economía  e impulsar planes financieros a través de la guerra y más guerras.
 
Con estudiados y sofisticados códigos policiales, militares y de más de una centena  de servicios de inteligencia ejercen el control social interno pero esos servicios policiales, militares y de inteligencia son estimulados en base al miedo  que se convierte en carburante de las reacciones desmedidas en las actuaciones de dichos servicios que ven,  de forma maniática,  enemigos por todas partes. Esto conlleva a que cada participantes de los entes mencionados pretenda salvar y conservar su vida, por lo que, para resolver cualquier controversia y de forma alevosa, se acuda a la violencia intensiva en todas sus expresiones. Sin embargo, en una sociedad excluyente, discriminatoria y estamental como la sociedad norteamericana, cualquier foco de insatisfacción es sofocado ipso facto con la violencia para establecer precedentes de control social y evitar, por cualquier medio, las ondas expansivas de las exigencias socio-reivindicativas. Porque de inmediato se impone el férreo puño del Estado opresor y clasista burgués, porque no se puede pretender y dominar al mundo, con focos internos contestatarios, porque esas actuaciones perturbarían y perturban la concepción imperialista. Por eso es que vemos la cultura y las más diversas estrategias de entretenimiento, diversión y ocio que rayan en las excentricidades, en lo grotesco, derroche de ostentación, en lo fastuoso, en lo fashion para narcotizar y mediatizar con pan y vino la consciencia de la sociedad norteamericana, además apelan al heroísmo y paranoia tecnológica para deslumbrar a propios y extraños y creerse superiores y predestinado para dirigir el mundo.
 
En EE.UU por la libre, hay ventas de armas en todos sus calibres y modalidades, y las ventas y las adquisiciones están hechas para enfrentar un supuesto enemigo. Y las situaciones se van de las manos institucionales porque la Asociación de ventas de armas es un poderoso gremio cuyo alcance tiene la capacidad -a través delos lobby- de bloquear cualquier interesante iniciativa regulatoria de venta y trasiego de armamentos.
 
Lo ocurrido en escuelas, liceos y universidades norteamericanas es catastrófico. Algunos integrantes de esas comunidades, víctimas de fuertes desequilibrios psico-emocionales, acometen actuaciones que son descritas como matanzas a sus propios compañeros de estudio o de trabajo, reflejándose las complejas formas de vida de sociedades represadas, reprimidas,  y desniveles en las expectativas de vida,  cuyas frustraciones y sinsabores son resueltas o traen como desenlace pérdidas significativas de vidas.
 
Además, el sistema judicial es discriminatorio ya que sin pudor alguno se tipifica y culpabiliza a las personas por su color de piel. Si Ud. observa las fotos de los exculpados, todos son de color, e igual pasa con los atletas que llenan de gloria a su país, pero aún así persiste la segregación interna, algo similar pasa con los militares, especialmente de los rangos intermedios y bajos.
En el caso del asesinato del joven negro en Fergunson cuyo culpable, es un policía blanco, que sin mayores miramiento le segó la vida a un joven adolescente y afirma que lo volvería hacer, lo cierto que todo está por verse, la repulsa no es solamente dentro de EE.UU, ya que los habitantes de ciudades de otros países sus habitantes se suman a la indignación que recorre a EE.UU.
 
Los estamentos gubernamentales se jactan de afirmar que en EE.UU se vive una democracia, democracia bien extraña.   
 
Gaspar Velásquez Morillo
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