EL DELFÍN

Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.

martes, 30 de noviembre de 2021

Venezuela: gran derrota de EU

 

Gran derrota de Washington

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Fuentes: Rebelión

El chavismo logró una contundente victoria en las mega elecciones regionales y municipales del 21 de noviembre. Había en disputa 3082 puestos de elección popular, entre ellos 23 gobernaciones, 335 alcaldías, 253 diputados a Consejos Legislativos estadales y 2471 concejales municipales. para los que se presentaron 70 mil candidatos. Le otorga gran legitimidad a la cita electoral la concurrencia a las urnas de la gran mayoría de la oposición, incluida la que, hasta hace unos meses, se mantuvo atada a la desestabilización y al golpismo ordenados por el imperio y que había jurado no participar en comicios “con el chavismo en el poder”. El hecho constituye una gran derrota de la política de desconocimiento de la institucionalidad venezolana, de descalificación al prestigioso Consejo Nacional Electoral(CNE) y de cambio de régimen sostenida por Estados Unidos(EU) desde la época de Obama, arreciada duramente por Trump y mantenida por Biden. También refuerza la legitimidad de la contienda, la asistencia de 42.26 por ciento, proporción perfectamente ajustada a la habitual participación en comicios de este carácter. Por poner un ejemplo muy cercano, ese mismo día, en Chile, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, en todas partes las de mayor afluencia de votantes, solo se alcanzó el 46,7 por ciento de asistencia. No obstante, la migración provocada por el implacable bloqueo gringo y la persistente desconfianza en el CNE y en el camino electoral sembrada por la oposición guaidosista entre sus seguidores debe haber disminuido la votación. El bloqueo también incita a la apatía a simpatizantes naturales del chavismo, absortos en la solución de sus problemas individuales. Pero ese sector puede ser seguramente motivado y movilizado más adelante por un chavismo victorioso y por la mejoría económica que viene.

De los cargos que se elegían, el chavismo(Gran Polo Patriótico-GPP: el Partido Socialista Unido de Venezuela-PSUV y sus aliados) se ha adjudicado 19 gobernaciones y tres la oposición: Cojedes, Nueva Esparta y el estratégico Zulia( sede de importantes yacimientos petroleros, el más poblado del país y fronterizo con Colombia), una pérdida sensible para el chavismo. Sin embargo, mientras el PSUV ha forjado nuevos y jóvenes liderazgos regionales y ha consolidado los existentes, la oposición solo gana con políticos veteranos y fracasa con casi todos sus jóvenes candidatos, ligados a la violencia y sujetos las órdenes de Washington. Únicamente los vistos como partidarios del camino electoral han logrado, cuando no imponerse al chavismo, al menos superar a los candidatos del odio. Mientras, en contienda cerrada, es inminente la definición de la gubernatura de Barinas, estado natal de Chávez y por ello simbólico. El GPP conquistó 205 de las 322 alcaldías ya adjudicadas por el CNE y 117 la oposición. Es seguro que la mayoría de los cargos de miembros de los consejos municipales y estadales vayan a manos del chavismo.

Cabe subrayar que el PSUV se hace con 9 de las diez alcaldías más importantes del país. Entre ellas la del muy relevante municipio Libertador en Caracas, uno de los puestos electivos de mayor trascendencia nacional, donde la magnífica candidata Carmen Meléndez superó ampliamente la suma de los sufragios de todos los abanderados opositores al acumular 360 mil 369. También rebasan los candidatos chavistas en número de votos a la totalidad de sus contrincantes en las gobernaciones de Carabobo, Delta Amacuro, Aragua y La Guaira, por poner ejemplos. Ello demuestra que no en todas partes la oposición, “si hubiera competido unida”, se habría alzado con la victoria, hipótesis en todo caso absurda pues el “si hubiera” considera una realidad estática, lineal, que no es como se comporta la política. No toma en cuenta, además, que los agravios, odios, celos y personalismos que envenenan a la oposición venezolana hacen por el momento inviable la hipótesis de que se una, situación agravada por la política que le ha impuesto EU, llamada a empeorar toda vez que Washington, pese a haber dado luz verde para competir, aunque muy tarde, a la oposición extremista, recién vuelve a apoyar al inexistente gobierno “interino” de Guaidó por boca del secretario de Estado Tony Blinken, una actitud que muestra el distanciamiento de la realidad imperante en la Casa Blanca. Pues no es únicamente sobre Venezuela, parecería una patología que le impide distinguir entre la realidad y sus deseos, sea en Cuba, en Siria, en el estrecho de Taiwan o el mar Negro.

La elección del 21N es una gran victoria del pueblo venezolano y de las fuerzas revolucionarias y populares de América Latina y el Caribe. Le guste o no a EU y a la Unión Europea, refuerza aun más el liderazgo del presidente Nicolás Maduro, el prestigio internacional de Venezuela y no deja espacio para las políticas de bloqueo y cambio de régimen, que, más temprano que tarde, tendrán que cambiar.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

La pandemia que polariza a Europa

 

La pandemia que polariza a Europa

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Fuentes: Rebelión

Vacunados vs. antivacunas

Europa, nuevamente epicentro mundial de la pandemia, no disimula su creciente preocupación. El aumento en flecha de contagios y de la protesta social, marca ya la cotidianeidad de un continente que podría pagar, en los próximos cuatro meses, el pesado costo de 700.000 muertes adicionales según la Organización Mundial de la Salud. La presencia confirmada en suelo europeo, a partir del viernes 26 de noviembre, de la variante Ómicron agrava aún más la ya preocupante prognosis.

Cifra impresionante barajada por la Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De mantenerse la actual tendencia de infecciones, 25 países de la región sanitaria europea – que incluye a 53 naciones de este continente y de Asia Central –podrían carecer de suficientes camas en los hospitales en los próximos meses. Según las mismas estimaciones, las unidades de cuidados intensivos de 49 de estos países corren el riesgo de atravesar una situación de estrés alto o, incluso, extremo, entre diciembre de este año y marzo de 2022.

Si bien a mediados de noviembre casi el 70% de la población de la Unión Europea y del Espacio Económico Europeo había recibido al menos una dosis de la vacuna anti- COVID 19, las desigualdades son significativas. Bulgaria, con la tasa más baja, llegaba al 25% de su población con la pauta completa, en tanto Rumania y Croacia oscilaban en el 45% y Eslovenia, República Checa y Polonia no alcanzaban el 60%. Fuera de la Unión Europea, Rusia, contabiliza apenas a fines de noviembre un 37% de su población vacunada con las dos dosis.

A este panorama de por sí incierto y con la quinta ola que vuelve a inundar el continente, la variante “sudafricana”, denominada Ómicron, agrega un factor de desconcierto e incertidumbre. Poco se conoce, en realidad, a nivel científico, sobre la misma. Aunque la misma OMS anticipa que debido a la cantidad de mutaciones que contiene, su posible impacto – reinfecciones y eventual menor efecto de las actuales vacunas, todo a verificar — la convierten en una variante “preocupante.

La caída de los valores de las bolsas de valores, el cierre de fronteras internacionales e incluso, intraeuropeas, son señales significativas de la perplejidad que crea la nueva variante en este ya enrarecido ambiente pandémico.

Aumento en flecha

La quinta y nueva ola pandémica en el Viejo Mundo parece ser imparable. Situación que llevó a Hans Kluge, director de la OMS-Europa, a enfatizar en las últimas horas que para vivir con este virus y seguir con nuestra vida diaria necesitamos un enfoque que vaya más allá de la vacuna. “Eso significa recibir las dosis estándar y una de refuerzo si es ofrecida, pero también incorporar medidas preventivas en nuestras rutinas”. En la evaluación del organismo onusiano, solo la vacuna no da respuesta a este recrudecimiento y es imprescindible reinstaurar masivamente la distancia social, la higiene de manos y la generalización de la mascarilla, usos que en diversos países se fueron diluyendo de a poco.

Bélgica registró un aumento de 64 % de casos la última semana de noviembre en relación a dos semanas atrás, en tanto las hospitalizaciones incrementaron un 54% y los decesos un 44%. En Francia, el 23 de noviembre, el Ministerio de Educación daba cuenta de 6.000 clases cerradas debido al COVID, 2.000 más que la semana precedente. En el pico de la ola de abril del año pasado se llegó a contabilizar 11.000 clases confinadas.

En Alemania, donde las autoridades debaten sobre la opción de establecer la obligatoriedad de la vacuna – por ahora solo el 68% cuenta con las dos dosis–, se registraron casi 45.000 nuevos casos el 27 de noviembre. Para señalar la complejidad de la situación, el ministro de Salud lanzó el tétrico eslogan: al terminar el invierno (es decir para marzo 2022) estaremos “vacunados, curados o muertos”.

Con menos del 70% de vacunados, Austria, que superó los 11.000 casos el 26 de noviembre, había dado un paso desafiante el lunes 22 de noviembre: decretó un nuevo confinamiento general hasta el 13 de diciembre con la excepción de los establecimientos escolares. En paralelo, anticipó la obligatoriedad por ley de la vacuna anti-COVD a partir de febrero del año próximo.

Suiza – con una población de 8,6 millones de personas — registró 8.033 nuevos casos el último miércoles viernes de noviembre. Los mayores de 12 años íntegramente vacunados llegan al 74.37%, cifra considerada insuficiente por las autoridades. Sin embargo, estudios que se realizan en algunos cantones indican niveles mucho más altos de seroprevalencia, es decir con presencia de anticuerpos. Este dato positivo anticipa que, si bien el sistema hospitalario puede tensarse en los próximos días, no llegaría al nivel que debió enfrentar a fines del año pasado, en lo más alto de la peor ola. Especialistas y epidemiólogos subrayan el impacto muy positivo de la vacunación en tanto colchón protector de la población. Constatan que un alto porcentaje de las actuales hospitalizaciones y pacientes en cuidados intensivos son no-vacunados. Y certifican que el actual incremento explosivo de contagios en Suiza no se traduce por el momento en un crecimiento proporcionalmente alto de hospitalizaciones, entubaciones y decesos.

Los electores suizos se pronunciaron el domingo 28 de noviembre sobre una Ley COVID, ejercicio único en el continente. Por segunda vez en menos de seis meses aceptaron en las urnas con 62 % de votos a favor las medidas implementadas por el Gobierno durante la crisis sanitaria, sea a nivel de la ayuda financiera a desempleados, empresarios afectados y trabajadores independientes, como con respecto a las medidas pandémicas restrictivas y la exigencia del pasaporte sanitario para poder participar en actividades públicas masivas.

El enojo de algunos

Esta nueva ola pandémica y las restricciones adicionales que la acompañan provocaron, en la segunda quincena de noviembre, una efervescencia social significativa en varios países del continente. Con manifestaciones, en algunos casos, como en los Países Bajos y Bélgica, particularmente violentas. Pero también con protestas callejeras entre otros países en Croacia, Italia, Francia y Suiza.

Las protestas cada vez más concurridas y convocadas en paralelo en diversas ciudades del continente, aparecen como un nuevo fenómeno social de cierto peso.

El movimiento que se opone a las normas anti-COVID, de identidad difusa y con una gran heterogeneidad interna, ha tomado fuerza y sale a la calle. Aunque los actores principales son grupos ligados a la derecha y a la extrema derecha, confluyen también representantes de algunas formaciones de extrema izquierda, ecologistas y alternativas, así como jóvenes descontentos de barrios urbanos periféricos.

Dichos grupos cuestionan fundamentalmente el recorte de libertades que van de la mano de ciertas medidas anti pandémicas. Algunos, aunque muy minoritarios, denuncian las ganancias multimillonarias de las principales transnacionales productoras de vacunas.

En apenas 18 meses, la crisis sanitaria europea y sus consecuencias económicas, sociales, jurídicas e institucionales, provocan, también, nuevos comportamientos políticos y dan pie a cuestionamientos ideológicos de ciertos sectores de la población. Nace un nuevo tipo de protesta contra el Estado y contra las medidas “autoritarias” (a las que incluso califican de dictatoriales) y empieza a definirse un nuevo espacio social que podría, en el futuro cercano, alimentar la base de las fuerzas políticas de derecha y ultraderecha que disputan electoralmente cuotas de poder institucional.

Daniel Steinvorth, corresponsal en Bruselas del prestigioso cotidiano suizo Neue Zurcher Zeitung, en un artículo del 24 de noviembre analizaba las manifestaciones en los Países Bajos y relativizaba el contenido de las mismas. En su artículo, “Los que buscan la violencia siempre encuentran una excusa” se interrogaba, ¿qué expresa, en relación a la política pandémica del Gobierno, la actitud de estos jóvenes violentos, que celebran el motín como un acontecimiento? “Básicamente nada”, responde. “En cualquier caso, no significa que las medidas para combatir el virus sean tan controvertidas que lleven a la sociedad a los extremos”, reflexiona.

Para Steinvorth, la protesta tiene que ver más con un Estado social que se ha venido debilitando progresivamente que con la misma pandemia. Y recuerda que “los populistas de derecha llevan muchos años ganando popularidad. Ellos también contribuyen a la disminución de la confianza en la política”. Al mismo tiempo, recuerda, la delincuencia relacionada con las drogas y las bandas –que también es consecuencia de una política de integración fallida– aumenta la tensión social.

Y retrotrae su análisis a las protestas de enero pasado en los Países Bajos, en las cuales, delincuentes, militantes de extrema derecha, “pero también grupos de jóvenes bastante normales y aburridos, muchos de ellos de origen inmigrante, se amotinaron durante el toque de queda produciendo los disturbios nocturnos”. Y concluye: “esta situación inicial no ha cambiado diez meses después”.

Medios de prensa y analistas, en paralelo, se interrogan sobre la verdadera fuerza de estos sectores protestatarios. Y ponen sobre la mesa la pregunta clave de la sostenibilidad de su acción violenta: ¿son expresiones coyunturales que se desinflarán luego de la crisis pandémica? O bien, por el contrario, constituyen nuevas expresiones de una forma diferente de concebir la participación social. Y representan el origen de algo distinto, diluido, heterogéneo, pero marcadamente individualista y conservador, esencialmente anti Estado, que se consolidará aun después de esta crisis sanitaria.

La denuncia global ciudadana

A partir del martes 30 de noviembre hubiera debido reunirse en Ginebra, Suiza, la Duodécima Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio, anulada a última hora debido el pico pandémico. Esta instancia ministerial es el órgano que toma las decisiones más importantes de la OMC sobre todos los asuntos comprendidos en cualquiera de los Acuerdos Comerciales Multilaterales.

Unas 40 organizaciones solidarias de una decena de países europeos y americanos convocan, de todas maneras, para el 30 a una movilización frente a la sede del organismo rector del comercio mundial. El objetivo de la protesta: exigirle a la OMC que se levanten los derechos de propiedad intelectual y se facilite el acceso universal a la atención sanitaria, en particular, a las vacunas anti-COVID.

Las organizaciones convocantes sostienen que 10.000 personas mueren cada día de COVID en el planeta. “Mientras que los países ricos tienen acceso a los tratamientos, vacunas y diagnósticos contra el COVID, la mayoría de la población mundial, que vive en países de ingresos bajos y medios, tiene poco o ningún acceso a ellos”.

Esto se debe a que los derechos de propiedad intelectual, incluidas las patentes, protegen los beneficios de las empresas farmacéuticas. Las cuales, junto con los gobiernos de los países ricos, se oponen a la eliminación de estos derechos en la OMC, es decir rechazan democratizar la producción y acceso de las vacunas en todo el mundo.

El Llamado de Ginebra, elaborado por los promotores de la protesta, invita a movilizarse “para gritar nuestro desacuerdo con esta política de *apartheid* médico y para exigir el levantamiento de los derechos de propiedad intelectual sobre las vacunas, los tratamientos y los diagnósticos COVID”.  (https://nov30noprofitoncovid.com/espanol/)

A un año y medio de comenzar a propagarse en Europa el coronavirus, la crisis sanitaria es ya mucho más que una cuestión sanitaria. La pandemia ha ido revolucionando comportamientos individuales, miradas colectivas y percepciones ideológicas. Desata un debate de sociedad, desafía a cada ciudadano a posicionarse con respecto al Estado y al Gobierno e interpela sobre los métodos para expresar consensos o diferencias sobre las nuevas normas vigentes. Silenciosamente, además, la sociedad europea, parece haberse ido fracturando con otro tipo de grieta social que desborda las contradicciones prepandémicas, por un lado los vacunados y por otro los antivacunas.

EU, la "influenza española" y el "virus chino"

 

Estados Unidos, “influenza española” y “virus chino”

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Fuentes: Rebelión

Hace cien años aparecieron en España los primeros casos de una nueva enfermedad que por esta razón fue bautizada como influenza española.

Ese nombre ha prevalecido a lo largo de todo un siglo, a pesar de que existen abundantes evidencias de que los primeros brotes de esa patología se dieron en una granja avícola en el estado de Kansas, en EU, y que llegó a Europa con los soldados yanquis enviados a participar en los momentos finales de la Primera Guerra Mundial.

Algo semejante ha acontecido con el covid. Se sabe que los primeros brotes  en, 2019, se dieron en la provincia china de Wuhan y, por ello el virus causante de la nueva enfermedad comenzó a ser designado como virus chino, equívoco en el que jugó un papel destacado el entonces presidente de EU, Donald Trump.

Para evitar la repetición del añejo equívoco de la influenza española, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió rápidamente bautizar a la nueva patología como covid 19, en razón del nombre del virus, coronavirus, del vocablo inglés disease, que significa enfermedad, y del año de la aparición de los primeros brotes, 2019.

Pero lo que también se sabe, aunque ese conocimiento ha carecido de difusión, es que igualmente en Wuhan en octubre de 2019 se realizaron los Juegos Militares Mundiales; que los primeros enfermos de la nueva enfermedad fueron soldados estadounidenses; y que, dado el periodo de incubación del microbio, la enfermedad tuvo que haber nacido en momentos anteriores y en un lugar distinto a Wuhan, muy probablemente en EU. Este hecho explicaría el exagerado interés de Washington por desviar hacia China, “el nuevo gran enemigo del Este”, las sospechas sobre el origen del virus.

Frente a esta situación, el gobierno chino ha invitado reiteradamente a la OMS a visitar el país para investigar in situ el asunto. Pero hasta ahora la organización ha mantenido una postura ambigua. 

En sentido contrario el gobierno estadounidense se ha negado a responder las dudas de la comunidad científica internacional sobre el laboratorio biológico de Fort Detrick y las más de 200 bases de experimentos biológicos estadounidenses fuera de su territorio.

La demanda de la comunidad científica internacional tiene bases sólidas, pues son bien conocidos los históricos esfuerzos de EU por desarrollar un arsenal biológico utilizable contra países insumisos. ¿Hace falta recordar las de otro modo súbitas e inexplicables apariciones en Cuba de la fiebre porcina, el dengue hemorrágico y la roya del café en los años 80 del siglo pasado?

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

El gas-pieza clave en la geopolitica mundial-

 

El gas es, más que nunca, pieza clave en el tablero geoestratégico mundial

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Fuentes: The conversation [Imagen: Buque de gas natural licuado. Shutterstock / Wojciech Wrzesien]

Los altos precios en la factura de la luz que desde hace meses padecen los países miembro de la Unión Europea pueden explicarse por múltiples factores (factores climatológicos que afectan a la producción de energías renovables, la recuperación de la economía mundial, el sistema marginalista europeo para la fijación del precio de la luz, la tensión en el mercado de emisiones de CO₂, el aumento de los precios internacionales del gas…).

De entre todos ellos, las tensiones en el mercado gasístico internacional ocupan un lugar preponderante. Tanto es así que el aumento de la demanda de gas, combinado con la escasez estructural de su oferta, han propiciado unos precios en el mercado mayorista poco asumibles por ciudadanos y empresas al ser repercutidos en sus recibos de la luz.

Así, esta tormenta perfecta no es más que la consecuencia de la extrema dependencia energética de la que Europa adolece de forma crónica y, por tanto, debe analizarse desde diferentes perspectivas en aras de ser paliada.

Los motivos de la escalada de precios

El consumo de gas se ha disparado en Europa como consecuencia de que la UE eligiese este combustible para su transición energética hacia las energías renovables. Sin embargo, esta cuestión estratégica no es la causante del aumento de la demanda internacional del gas.

El cambio climático, al ocasionar temperaturas extremas tanto en invierno como en verano, ha suscitado un mayor consumo de esta fuente de energía a nivel global. Lejos de Europa, países como Japón o India, también hace acopio de gas en previsión de un invierno particularmente crudo.

También está el descenso de suministro de gas a Europa. En este punto las causas geoestratégicas desempeñan un papel trascendental. Rusia, habituada a cerrar el grifo a Europa según sus intereses geopolíticos, ha sido acusada de reducir la provisión de gas para, así, poner en marcha su nuevo gasoducto Nord Stream 2.

Pero no solo Rusia sino también Noruega, un tradicional socio de la UE, está vendiendo gas en otros mercados, aunque ha prometido a Europa más gas ante la fuerte alza de los precios.

Por su parte, China estaba reduciendo la extracción de carbón por cuestiones medioambientales, lo que incrementó su demanda de gas para hacer funcionar sus centrales térmicas. Aunque últimamente, y precisamente para hacer frente a la crisis energética, ha vuelto a aumentar su extracción y consumo de carbón.

Como consecuencia de los episodios de frío y calor extremos que ha sufrido Europa a lo largo de 2021 las reservas de gas se hallan bajo mínimos. De hecho, a fecha 16 de noviembre de 2021 se encuentran al 73,52 % de su capacidad, la cifra más baja de los últimos diez años.

La rápida recuperación de la actividad económica tras el parón provocado por la covid-19 también ha contribuido a esta disminución de las reservas. El exceso de consumo, además de generar cuellos de botella logísticos, ha provocado una mayor demanda de energía y, por consiguiente, una mayor necesidad de gas que, como ya hemos visto, está fluyendo principalmente hacia los países asiáticos.

Un productor europeo

Países Bajos es un importante productor de gas dentro de la UE. De hecho, el campo de Groningen es uno de los más grandes del mundo y el mayor de todo el continente.

Sin embargo, debido a una continuada y relativamente intensa actividad sísmica provocada por los trabajos de extracción, el Gobierno neerlandés decidió en 2020 reducir la producción en Groningen para eliminarla por completo en 2030 aunque posteriormente esa fecha se adelantó a 2022.

Paradójicamente, los altos precios de la energía no están afectando en exceso a Países Bajos, al menos en términos relativos, gracias a sus buenas conexiones con Alemania (a pesar de la subida de precios, es el país con la cuarta energía más barata de la UE) lo que le permite importar, en caso necesario, energía producida con renovables (y, por lo tanto, más barata), procedente de su vecino germano.

Gas, petróleo y CO₂

De rebote, los altos precios del gas están provocando, además, un repunte del precio del petróleo, ya que también ha aumentado su demanda al ejercer como energía sustitutiva del gas. Al tratarse de combustibles fósiles, tensionan (aún más) el ya tensionado mercado de derechos de emisión de CO₂.

La emisión de gases de efecto invernadero es mucho menor en el caso del gas natural que en el de otros combustibles fósiles. Precisamente por ese motivo es utilizado en la transición energética hacia fuentes renovables. Con todo, no se trata de una energía completamente limpia y la especulación derivada de dichos derechos de emisión es otro factor más que explica su encarecimiento.

Mapa de los gasoductos que cruzan el Mediterráneo y el Sahara : Trans-Sahara, Maghreb–Europa, Medgaz, Galsi, Trans-Mediterránea y Greenstream. Wikimedia Commons / SemhurCC BY-SA

La singularidad española

En el caso concreto de España hay otro factor (este geopolítico) influyendo en la espiral inflacionista del gas: la histórica rivalidad entre Marruecos y Argelia.

El pasado 31 de octubre el Gobierno argelino rescindió el contrato para la gestión del gasoducto Magreb-Europa (GME) ya que, en palabras de su presidente, Abdelmayid Tebún, el reino de Marruecos se encontraba realizando “prácticas de carácter hostil”.

Argelia ha asegurado que el gas seguirá llegando a España (ahora también por barco) y tiene previsto aumentar la capacidad del gasoducto Medgaz en un 50%. No obstante, el encarecimiento de este combustible será ineludible.

Energías limpias e independencia energética

En definitiva, el gas se ha convertido en una de las bazas más importantes a la hora de obtener réditos económicos y políticos en el nuevo tablero mundial. Las potencias con una excesiva dependencia energética, como es el caso de la Unión Europea, corren el riesgo de perder la partida antes incluso de empezar a jugarla.

Por ello, más que nunca, urge acelerar la estrategia europea de descarbonización y la apuesta firme y decidida por las energías renovables para alcanzar las tan ansiadas cero emisiones para el año 2050. No se trata solo de una cuestión de sostenibilidad ecológica, sino también de la implementación de una estrategia económica que garantice a Europa la seguridad energética.

José Manuel Muñoz Puigcerver. Profesor de Economía Internacional, Universidad Nebrija

Fuente: https://theconversation.com/el-gas-es-mas-que-nunca-pieza-clave-en-el-tablero-geoestrategico-mundial-171250

Omicron-la variante que pone a temblar al mundo y ,...los mercados-

 

Omicron, la variante de la Covid que pone a temblar al mundo… y a los mercados

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Fuentes: CLAE

La confirmación de una nueva variante del coronavirus, bautizada como Omicron y detectada en Sudáfrica prendió todas las luces de alarma en el mundo, estremeció los mercados bursátiles y derrumbó los precios de las materias primas industriales, entre ellas el petróleo, ante el temor de que sean necesarias medidas que limiten la movilidad y la actividad productiva que frenen la titubeante recuperación de la economía mundial.

La pandemia no terminó y continuará hasta que todos los países accedan a la vacunación. Ahora  emergió una nueva cepa que pone en riesgo el avance logrado hasta ahora en el mundo.

Los expertos llevan meses avisando de que era muy probable que llegara una nueva variante de las zonas que tienen bajas coberturas de vacunación, pero los gobiernos de los países ricos no hicieron caso a las advertencias y siguieron acaparando vacunas. La inequidad en el reparto de las dosis, junto a la falta de producción, posiblemente provocarán que los sustos se repitan también en el futuro. 

Bélgica ha detectado este viernes el primer caso de la nueva variante sudafricana en una mujer no vacunada que llegó a Europa de Egipto, pero se tendrán que esperar unas cuatro semanas para tener claras las consecuencias de la nueva variante

Si bien Delta monopoliza el paisaje internacional de infecciones, una nueva variante del SARS-CoV-2, denominada Omicron (B.1.1529), enciende las alarmas de la comunidad científica. Reportada por primera vez el 11 de noviembre en Botsuana, ya fue identificada en Sudáfrica y en países de otros continentes como Hong Kong, Israel y Bélgica. Tiene más de 30 mutaciones en su proteína Spike (S) y se propaga con velocidad en África. Según la OMS, es una variante de preocupación

Al acumular transformaciones con respecto a la variante original reportada en Wuhan, se teme por su potencial capacidad para eludir las respuestas que ofrece el organismo y vulnere, al mismo tiempo, las defensas que emergen a partir de las vacunas. De esta forma, si los anticuerpos pierden efectividad para combatir la infección, los virus ingresan con mayor facilidad a las células y desencadenan la enfermedad, señalan los científicos

Uno de los grandes interrogantes se relaciona con la velocidad con que los laboratorios productores de vacunas pueden reactualizar las sustancias activas que se inyectan en los brazos de las personas del mundo entero. Si se llegara a comprobar que la nueva variante es capaz de eludir la respuesta inmune generada por las plataformas vacunales actuales, las farmacéuticas deberían evaluar un cambio de rumbo en la fórmula. 

No obstante, mientras tanto, la actitud más saludable es la cautela. Por el momento, no existe ningún indicio que permita asegurar que las vacunas que hoy se aplican resignarían su efectividad. Ya la Organización Mundial de la Salud la calificó como variante de preocupación y afirmó que existen evidencias de “amenazas preliminares de un aumento de probabilidades de reinfección”. 

Rápidos de reflejos, la Unión Europea, Canadá y EEUU suspendieron los vuelos procedentes de siete naciones del sur de África: a las ya referidas Sudáfrica y Botsuana, se suman Lesotho, Zimbabue, Mozambique, Namibia y Eswatini. Argentina postergó el inicio de los vuelos directos con la región. 

La Organización Mundial del Comercio (OMC) se vio obligada a aplazar su primera conferencia ministerial en cuatro años ante el recrudecimiento de la pandemia, frustrando las esperanzas de relanzar una institución ya de por sí muy debilitada.

Mientras las medidas de prevención son puestas a su máximo, la eventual cuarta ola de una pandemia que no termina de irse ha puesto a temblar a todos los mercados financieros del planeta, al tiempo que es utilizada como pretexto ideal para desatar otro embate especulativo en el ámbito bursátil, cambiario, financiero y lo que se mueva. 

Las restricciones de viaje en Estados Unidos y Europa para los visitantes de naciones del sur de África, que comenzó la última semana, hizo caer a los mercados en Asia, Europa y América, lo que se sumó a la incertidumbre sobre la posibilidad de revertir meses de progreso para controlar la pandemia de Covid-19. En Wall Street, el Dow Jones llegó a caer más de mil puntos, y también los principales mercados bursátiles europeos y asiáticos cerraron con pérdidas

El índice de volatilidad CBOE, conocido popularmente como el indicador de miedo de Wall Street, alcanzó su nivel más alto desde el 20 de setiembre. Los mercados latinoamericanos siguieron la tendencia, algunos de los más afectados fueron el de São Paulo, que perdió 3.26, y Buenos Aires con 5.4 por ciento. 

Los precios del cobre y otros metales industriales también perdieron valor. También el petróleo se hundió alrededor del 13 por ciento. Los impactos por el temor a que la nueva variante pueda frenar el crecimiento económico y la demanda de combustible, se suma al contexto de por sí preocupante por el tema de la elevada inflación a nivel mundial, impulsada en parte por el encarecimiento de los energéticos.

La sacudida también se resintió en el comercio de criptomonedas, el bitcóin se desplomó casi ocho por ciento. En contraste, el precio del oro, considerado valor de refugio en tiempos de incertidumbre, subió y el precio del metal al contado saltó 0.2 por ciento a mil 791.97 dólares por onza, tras llegar hasta mil 815.26 dólares.

Crisis en Europa

Escaló la tensión entre el Reino Unido y Francia por crisis migratoria en Canal de la Mancha donde murieron 27 personas el miércoles, lo que tensó más su ya deteriorada relación. El presidente francés Emmanuel Macron criticó que el premier inglés Boris Johnson tratara en Twitter el problema binacional. Ellos se pelean por tuitter, mientras los migrantes mueren.

Mientras, el presidente bielorruso Alexandr Lukashenko prometió a los migrantes bloqueados en la frontera con Polonia que no los retendrá por la fuerza si quieren llegar a Europa y pidió a Alemania que los acoja, al apuntar que dos mil personas no son un gran problema para el país con más población de la Unión Europea.

“También hay que entender que no podemos iniciar una guerra para abrir un corredor a través de Polonia hasta Alemania. Ya ven cómo responden, les lanzan granadas y gases lacrimógenos. Se han vuelto locos”, señaló Lukashenko a miles de migrantes en Burzgi, cerca de la frontera con Polonia, en referencia a los guardias fronterizos polacos.

«El gran temor con cada variante es que sean más resistente a la inmunidad que dan las vacunas porque eso generaría la necesidad de dosis nuevas y más producción», indica José Luis Martínez Olmos, exsecretario general de Sanidad de España.

Pero hay que mirar esto con calma. El epidemiólogo español Pedro Gullón avisa del riesgo de jugar con el miedo con cada variante. La consecuencia es que puede pasar como ocurre en el cuento de Pedro y el lobo y que, de tanto que se diga que una variante es más peligrosa, cuando realmente llegue ya nadie se lo crea.

Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

https://estrategia.la/2021/11/27/omicron-la-variante-de-la-covid-que-pone-a-temblar-al-mundo-y-a-los-mercados/

Ecologia: Los gobiernos subsidian los combustibles fosiles,....

 

Los gobiernos subvencionan los combustibles fósiles con seis billones de dólares en un año

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Fuentes: IPS [Una plataforma de perforación petrolera costa afuera. A nivel mundial, los subsidios a los combustibles fósiles ascendieron a 5,9 billones de dólares en 2020, según un informe del FMI. Foto: Bigstock]

MADRID – Parece increíble: mientras los políticos cacarean sobre la emergencia climática y hacen promesas vacías para frenarla, han gastado seis billones (millones de millones) de dólares del dinero de los contribuyentes para subvencionar los combustibles fósiles en tan solo un año: 2020. Y están dispuestos a aumentar la cifra hasta casi siete billones en 2025.

A esto hay que añadir que los gobiernos duplicarán la producción de energía a partir de estos mismos generadores de calentamiento global altamente peligrosos.

En  septiembre de este año, en una actualización mundial y nacional de los subsidios a los combustibles fósiles, el Fondo Monetario Internacional (FMI) informa de que, a nivel mundial, los subsidios a los combustibles fósiles fueron de 5,9 billones de dólares en 2020, o alrededor de 6,8 % del producto interno bruto (PIB) global.

El reporte, encabezado por Ian Parry, experto principal en Política Fiscal Ambiental en el Departamento de Finanzas Públicas del FMI, prevé además que las subvenciones aumentarán hasta 7,4 % del PIB en 2025.

Según el estudio, 8 % de la subvenciones de 2020 refleja la subfacturación de los costes de suministro (subvenciones explícitas) y  92 % la subfacturación de los costes medioambientales y los impuestos al consumo no percibidos (subvenciones implícitas).

Una tarificación eficiente de los combustibles en 2025 reduciría las emisiones mundiales de dióxido de carbono en 36 % por debajo de los niveles de referencia, lo que está en consonancia con el objetivo de mantener el calentamiento global en 1,5 grados Celsius, al tiempo que se recaudarían ingresos por valor de 3,8 % del PIB mundial y se evitarían 0,9 millones de muertes por contaminación atmosférica local.

Al comentar este hecho, António Guterres, secretario general de la Organiación de las Naciones Unidas (ONU), dijo que  “las promesas suenan vacías cuando la industria de los combustibles fósiles sigue recibiendo billones en subsidios, según las mediciones del FMI. O cuando los países siguen construyendo plantas de carbón”.

Todos los países, ciudades, empresas e instituciones financieras deben reducir sus emisiones y descarbonizar sus carteras de forma «radical, creíble y verificable», demandó Guterres.

¿Se acaba el tiempo para el petróleo y el gas?

Resulta difícil de creer que la era de los hidrocarburos está finalizando cuando solo 11 países presentaron la Alianza Más allá del Petróleo y el Gas durante la 26 Conferencia de las Partes (COP26) de la convención sobre el cambio climático de la ONU, realizada en los 13 primeros días de noviembre en la ciudad escocesa de Glasgow.

Irlanda, Francia, Dinamarca y Costa Rica, entre otros, así como algunos gobiernos subnacionales, pusieron en marcha una alianza inédita para fijar una fecha de finalización de la exploración y explotación de petróleo y gas a nivel nacional.

Una de las representantes de la Alianza, Andrea Meza, ministra de Ambiente y Energía de Costa Rica, comentó: «Cada dólar que invertimos en proyectos de combustibles fósiles es un dólar menos para las energías renovables y la conservación de la naturaleza».

Devoradores de energía fósil

En 2050, se prevé que 1600 millones de personas que vivan en ciudades estén expuestas regularmente a temperaturas extremadamente altas y más de 800 millones de personas que vivan en ciudades serán vulnerables a la subida del nivel del mar y a las inundaciones costeras.

Según ONU Hábitat, que se ocupa de los asentamientos humanos y el desarrollo urbano sostenible, las ciudades consumen 78 % de la energía mundial y producen más de 60 % de las emisiones de gases de efecto invernadero, mientras que representan menos de 2 % de la superficie de la Tierra.

Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), afirmó que «cada semana construimos el equivalente a edificios nuevos del tamaño de París, y si esa es la forma en que se espera que nos expandamos, tenemos que reflexionar sobre cómo lo hacemos por el clima, la biodiversidad, la habitabilidad y la calidad de vida”.

“Tenemos que construir mejor”, subrayó,

Según Andersen, la edificación y la construcción son responsables de 37 % de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), y los materiales de construcción, como el cemento, representan  10 % de las emisiones mundiales.

También señaló que más de la mitad de los edificios que estarán en pie en 2060 aún no se han construido.

Según el Pnuma, solo 19 países han incorporado códigos de eficiencia energética para los edificios y los han puesto en marcha, y la mayor parte de las construcciones futuras se llevarán a cabo en países sin estas medidas.

“Por cada dólar invertido en edificios energéticamente eficientes, hay 37 que se destinan a edificios convencionales que son ineficientes desde el punto de vista energético. Tenemos que pasar de estos cambios graduales porque son demasiado lentos, necesitamos una verdadera transformación del sector. Tenemos que construir mejor», dijo Andersen, al pedir a los gobiernos más ambición si quieren cumplir la promesa de cero emisiones.

Automóviles, buses, camiones, barcos…

El sector del transporte es responsable de aproximadamente una cuarta parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

Las emisiones del sector se han duplicado con creces desde 1970, y alrededor de 80 % del aumento se debe a los vehículos de carretera. El Pnuma calcula que el sector del transporte mundial depende casi por completo de los combustibles fósiles.

«Un mundo en el que todos los automóviles, buses y camiones que se vendan sean eléctricos y asequibles, en el que los barcos utilicen sólo combustibles sostenibles y en el que los aviones funcionen con hidrógeno ecológico puede parecer una película de ciencia ficción», asegura.

Así es como los gobiernos gastan billones de los bolsillos de los contribuyentes para subvencionar combustibles fósiles que solo pueden agravar la actual emergencia climática.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

T: MF / ED: EG

Fuente: https://ipsnoticias.net/2021/11/gobiernos-subvencionan-combustibles-fosiles-con-seis-billones-de-dolares-en-un-ano/

AL y Caribe: una lectura

 

América Latina y el Caribe: Una lectura optimista entre olas y vendavales

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Fuentes: Rebelión - Imagen de Andres Achenbach vía Pixabay

La pandemia mundial profundizó las condiciones de precariedad de las mayorías, generadas por la financiarización capitalista y mostró cruelmente las carencias y desigualdades producidas por el orden neoliberal, atenuadas apenas en algunos lugares por sistemas sociales de contención de carácter progresista.

Provocó además un aumento radical del uso de las tecnologías digitales y el poderío de las principales corporaciones del rubro. Las nuevas tecnologías junto a la innovación “verde” son abrazadas a su vez por los fondos de inversión y el capital en general, como vía de reconversión de un capitalismo consumista estancado en su rentabilidad y cuya responsabilidad en el dramático deterioro medioambiental es ya, a todas claras manifiesto, colocando en severo entredicho al expolio de recursos naturales finitos. 

Un breve repaso de los acontecimientos en la escena política

Este 1 de Diciembre, en el Zócalo de Ciudad de México, una multitud celebra la mitad del mandato histórico de Andrés Manuel López Obrador, hecho que abrió esperanzas no solo para la población de ese país, agobiada por sucesivas dictaduras neoliberales, sino también para abrir una nueva posibilidad de política generosa y de autodeterminación en la región.

En la acera de enfrente, continúa, aunque por poco tiempo más, la calamidad de un gobierno fascista en Brasil, que costó la vida y el retroceso sociales de millones de personas por su negacionismo y crueldad, apareada con el cinismo de legisladores y jueces corruptos, la manipulación informativa de medios monopólicos y los intereses de una élite minúscula pero igualmente cruel de empresarios y terratenientes.

A pesar de las necesarias restricciones de movilidad pública motivadas por la emergencia sanitaria, se han vivido en los dos últimos años una importante ola de protestas sociales. Entre los eventos más significativos figuran el despertar en Chile y los alzamientos en Ecuador, el masivo y prolongado paro popular en Colombia, la unidad de los movimientos sociales movilizados en cientos de ciudades brasileñas y los tumultos en Haití, lugar en el que mercenarios asesinaron a un presidente ya ilegítimo. 

En los meses finales de 2019, luego del fundamental triunfo del Frente de Todos, que logró impedir la continuidad de la calamidad social que significó el gobierno de Macri – tragedia que aún hoy mantiene en cadenas al pueblo argentino por el mayor endeudamiento registrado en los anales del FMI- , el panorama fue conmocionado por la funesta instauración de una dictadura violenta y retrógrada en Bolivia al tiempo que el derechista Lacalle Pou vencía en Uruguay ante un Frente Amplio desgastado por tres gestiones de gobierno, la dificultad de recambio en sus liderazgos y la unidad opositora en segunda vuelta.

También en la República Dominicana, asolada por la pobreza, la criminalidad y la inseguridad correlativas, venció medio año después el acomodado empresario Luis Abinader frente a un dividido y debilitado oficialismo socialdemócrata. El flamante mandatario, junto a Guillermo Lasso y Sebastián Piñera, presidentes de Ecuador y Chile, fueron expuestos públicamente por el escándalo de los “papeles de Pandora” que volvió a poner en agenda el flagelo estructural de la evasión y elusión fiscal, en este caso de funcionarios públicos que en sus discursos suelen repetidamente mencionar la probidad y la anticorrupción como puntos centrales de sus programas.  

El banquero Lasso había dado por tierra, en la segunda vuelta presidencial de Abril de 2021, las esperanzas locales y continentales cifradas en la figura del joven representante de la Revolución Ciudadana Andrés Aráuz. En esa contienda fueron definitorios el lawfare que impidió la candidatura de Rafael Correa, el desastroso gobierno de Lenín Moreno – mirado por muchos, pese a su traición, como sucesor del gobierno anterior – la propaganda permanente en los medios y redes sociales hegemónicas de posturas anticorreístas, a las que adhirieron sectores ligados al indigenismo, la mayor parte de las ONG’s y una candidatura socialdemócrata-centrista que concitaron en primera vuelta el apoyo de votos suficiente como para posibilitar luego la victoria neoliberal.   

Sin embargo, en el marco de lo que aparentaba consolidar un nuevo declive de las fuerzas progresistas en la región, el regreso contundente al gobierno de las organizaciones sociales en Bolivia a un año del golpe junto a la elección de un presidente vinculado a los movimientos populares en Perú constituyeron una vigorosa irrupción popular, como también la amplia aprobación en referendo del proceso constitucional que se desarrolla en Chile bajo una mayoría de índole transformadora. 

A lo que se suman como sucesos relevantes más recientes los renovados e infructuosos intentos de desestabilización de la revolución cubana; la independencia de Barbados de un todavía presente colonialismo de la corona británica en el Caribe; los intentos del golpismo peruano para liquidar la experiencia encabezada por el presidente Castillo y del golpismo fascista para intentar reeditar el golpe de Estado en Bolivia; un nuevo ciclo de protestas de sectores campesino-indígenas en Guatemala y Ecuador y una elecciones municipales en Paraguay que, a contrapelo de las continuadas movilizaciones de sectores estudiantiles y campesinos, otorgaron nuevamente la victoria al régimen colorado en las principales ciudades.

En un Noviembre cargado de incidencias electorales, se agregan al cuadro de acontecimientos la elección presidencial en Nicaragua con la continuidad del gobierno sandinista, atacada por el poder imperial, pero controvertida también en algunos sectores progresistas; las elecciones legislativas en Argentina con un resultado ahora adverso al gobierno popular, el triunfo parcial del candidato fascista en la primera vuelta de las elecciones en Chile y la amplia victoria del chavismo en las elecciones regionales en Venezuela con la participación de los principales sectores de oposición, en un giro táctico de sus posiciones alineadas con el intervencionismo y el asedio a la Revolución Bolivariana. 

El año electoral latinoamericano-caribeño culmina con el resonante triunfo del frente progresista encabezado por Xiomara Castro en la elección presidencial en Honduras, frente a la corrupción del poder oligárquico y fraudulento instaurado a partir del golpe contra el presidente Zelaya en 2009. Mientras que en Diciembre se producirá en Chile una segunda vuelta clave entre el neopinochetismo y el candidato de la centroizquierda Gabriel Boric, al que por ahora las encuestas posicionan como vencedor, lo que constituiría la culminación de un ciclo de dictadura neoliberal violenta de casi medio siglo con la posibilidad de allanar el camino a una Nueva Constitución, la confirmación del relevo político generacional ya iniciado en ese país y un enorme motivo de celebración de fin de año para las fuerzas progresistas de la región.

Estos nuevos vientos darían alas a las buenas perspectivas para Gustavo Petro y Lula en las elecciones del año próximo en Colombia y Brasil, lo que terminaría de configurar un nuevo balance sociopolítico en la región. 

Los pueblos en el umbral de la pospandemia

A la par de los intentos reformistas de recomposición pospandémica de las economías por parte de los gobiernos sin afectar en lo más mínimo el cuadro general de capitalismo financiarizado y depredador, continúa y crece la indignación popular motivada por la urgencia de las necesidades y el descreimiento en la capacidad institucional de dar respuesta a las mismas.  

Esto se evidencia en la recurrente e incremental abstención en las votaciones, como así también en el resurgimiento de opciones políticas con relatos retrógrados que auguran soluciones rápidas a lomos de una supuesta antipolítica.

A su vez, algunas dirigencias reconocen (o acaso se autojustifican por) los límites que el poder real establecido pone al poder político formal. Mientras tanto, se acrecienta objetivamente la ingobernabilidad a través de diversos factores, entre los cuales se encuentran ciertamente la acción de los poderes económicos, la injerencia geopolítica global, los bloqueos entre las facciones que se disputan cuotas del disminuido pero siempre apetecido poder político, el nada democrático y corrompido ámbito judicial, el elevado rechazo generacional a modalidades en decadencia, la cartelización manipuladora del discurso mediático conservador, la utilización expansiva de la tecnología digital para fomentar el odio y la estigmatización, el divorcio de las agendas entre las dirigencias y los pueblos o la atomización social con su relativización orgánica, entre otros. 

Al fracaso institucional para dar respuestas, sumando a una sensación de incerteza general, se agrega la falta de alternativas nítidas, reconocibles y referenciales en término de nuevos modelos sociales, económicos y políticos que reemplacen la decadente estructural actual y proporcionen bienestar junto a la ampliación de las posibilidades colectivas. Lo cual es caldo de cultivo para la estridencia regresiva, que concita además apoyo por la capacidad de contención gregaria de sus huestes confesionales en el marco de un tejido social fragmentado.

En este contexto, ¿qué sucede con la integración regional de signo soberano y con la fundamental democratización de la comunicación?

Integración soberana y pluralidad de voces

Al formar parte del esquema institucional decimonónico basado en la concepción de Estado-Nación, las iniciativas oficiales de integración soberana sufren la crisis de aquél, agravada por el torpedeo de las sucesivas administraciones estadounidenses en su intento de conservar preeminencia absoluta sobre los destinos “hemisféricos” frente al embate geopolítico de China y Rusia en su disputa contra la pretendida hegemonía unipolar.

En el mismo sentido, el intento de reflotar a la OEA como brazo diplomático de la dominación, tampoco encuentra asidero firme, salvo en la agenda comunicacional de los medios al servicio del gran capital, siendo cuestionadas sus motivaciones y sugerido su reemplazo desde los países gobernados por sectores más progresistas.

La CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) como posible ámbito de sustitución de la anacrónica OEA, dado el signo político antitético o reformista de sus componentes, aparece sin embargo de momento como un espacio tendiente a abandonar su origen políticamente disruptivo para pasar a reflejar una suerte de comunidad interestatal al estilo europeo, modelo que a su vez atraviesa una severa y prolongada crisis.

El Mercosur, reapropiado en su carácter neoliberal por los gobiernos derechistas de Brasil, Paraguay y Uruguay, ha perdido incluso su esencia integradora a partir de la primacía del interés particular de sus miembros, mientras que el ALBA-TCP conserva el carácter de trinchera de nucleamiento soberanista, sin embargo más discursiva que efectiva, dada las dificultades objetivas que atraviesan sus componentes, fundamentalmente en razón del asedio estadounidense.

Lo novedoso es la irrupción de la RUNASUR (la UNASUR de los Pueblos) en el escenario, que convoca a la construcción de una América plurinacional (con proyección a un planeta plurinacional), alentando a una refundación institucional soberana de carácter antiimperialista a través de la participación directa, inclusiva y paritaria de los pueblos, nacionalidades y movimientos sociales a fin de reparar y superar la partición y repartición burguesa-transnacional poscolonial.

En relación a la comunicación, las posibilidades de democratización y pluralidad se ven una vez más coartadas por el absolutismo de las plataformas corporativas en el campo digital, cuyo sesgo de lucro segmenta, discrimina y censura contenidos, afectando los principios fundacionales de neutralidad y descentralización de la red internet. 

En el campo de de los medios, el irrespeto o cancelación de normas legales logradas en ardua lucha por la comunicación popular, la desfinanciación o eliminación neoliberal de medios públicos,  la inequitativa distribución de pauta estatal a favor de los medios hiperconcentrados, su progresiva transnacionalización junto a la monolítica cartelización de discursos estigmatizantes contra las alternativas revolucionarias o progresistas afectan la posibilidad de imprescindibles transformaciones que garanticen diversidad informativa y un balance equilibrado en la opinión pública. 

Prospectiva

La historia nunca se detiene. Las generaciones actuales, en su gran mayoría, enarbolan con claridad las banderas de la lucha contra el deterioro medioambiental, contra la guerra, la injusticia flagrante y la violencia, a favor de la emancipación de las mujeres y por la libre elección de opciones sexoafectivas. Se va instalando con fuerza una cultura irrestricta de derechos humanos, al par que se amplía el rechazo a la manipulación cupular, la corrupción, el centralismo y el verticalismo.

La indigna situación cotidiana de miseria y carencias en contraste con la opulencia absurda de minorías cada vez más pequeñas y abusivas, solo puede dar espacio a sucesivas rebeliones populares hacia nuevos modelos de distribución equitativa, gestión participativa, colaborativa y descentralizada.   

Esta revolución en curso es además mundializada, sin que espacio alguno pueda bloquear o quedar indemne de la expansión de ese clamor.

En reacción a estos claros signos de futuro se elevan voces guturales, anacrónicas, nostálgicas de un pasado que nunca fue y que tampoco será. Aun cuando estas fuerzas regresivas buscan neutralizar el avance de los tiempos (y coyunturalmente hasta logran frenarlo), representan tan solo un estéril esfuerzo por detener la imparable evolución humana.

El sistema capitalista y depredador, sostenido por sus sectores conservadores, busca desviar los impulsos transformadores hacia falsas puertas, intentando resignificar los relatos bajo una modalidad gatopardista y engañosa.

El surgimiento del nuevo ser humano como actor necesario de las sociedades futuras, considerado anteriormente como producto automático de condiciones objetivas, es hoy claramente asumido por cada vez más sectores como condición simultánea de la transformación.

Fortalecer su nacimiento y las condiciones de un medio favorable a su desarrollo, expandir el eco de las voces que señalan hacia el futuro, prestar oídos al clamor generacional y de género, apoyar a las organizaciones sociales que exigen bienestar igualitario, constituyen sin duda las claves de una misión histórica ineludible. 

(*) Javier Tolcachier es investigador en el Centro Mundial de Estudios Humanistas y comunicador en Pressenza, agencia internacional de noticias con enfoque de Paz y No Violencia.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Mexico: INE y CFE

 

INE y CFE: muy buenas noticias

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Fuentes: Rebelión

A la mitad de su mandato, el Presidente libra, entre muchas otras, todas importantes, dos batallas políticas de enorme trascendencia. Una, la reforma eléctrica que busca devolver a la nación la rectoría de la industria y del mercado eléctrico; y dos, poner límite a los privilegios y los abusos de la muy descompuesta burocracia dorada del Instituto Nacional Electoral (INE). Ambas batallas son duras y fragorosas.

Pero el Presidente tiene a su favor el raspado mayoritario de la población. Una reciente encuesta de una firma privada revela que el 80 por ciento de los consultados piensa que la reforma eléctrica fortalecerá a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en tanto que sesenta de cada cien consideran que ello constituye un avance económico y social para el país.

En coincidencia con múltiples sondeos anteriores la encuesta referida revela igualmente que es minoritaria la oposición de la ciudadanía a la reforma eléctrica obradorista: apenas el 22 por ciento. De modo que en este caso particular la proporción entre apoyo y rechazo es de 4 a 1.

Y por lo que toca a la opinión social sobre el INE, las cifras son francamente condenatorias, pues más del 90 por ciento de los consultados en otra muy reciente encuesta expresa una severa condena a los abusos económicos y los privilegios insultantes que privan en la institución.

Estos hechos explican el buen recibimiento político y popular que tuvo la decisión de la Cámara de Diputados de limitar en casi 8 mil millones de pesos el presupuesto solicitado por el INE para el año 2022. Cinco mil millones de pesos del presupuesto originalmente solicitado más 3 mil millones adicionales solicitados con posterioridad. De modo que a la condena moral de los abusos y privilegios se sumó la limitación presupuestal que les ha puesto límite.

Pero hay más buenas noticias. Independientemente del reparto del mercado de la producción y distribución de electricidad que en mucho dependerá de la aprobación legislativa de la reforma eléctrica, la CFE se está haciendo cargo de la ampliación de la red nacional de internet con su programa Internet para Todos.

Y sin el padrinazgo y complicidad de las políticas privatizadoras de los bienes públicos es claro que el mercado del internet estará regido por el criterio del bien público y no por el puro afán de lucro y los negocios sucios propios de las empresas privadas.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Omicron: desorden e incertidumbre

 

Ómicron: desorden e incertidumbre
D

esde que se dio a conocer la existencia de ómicron, la mutación más reciente del virus SARS-CoV-2, cada vez más países implementan restricciones de viaje con la esperanza de evitar o ralentizar la entrada de esta variante a sus territorios.

Estos cierres afectan principalmente a Sudáfrica, nación donde se descubrió, pero también a otros Estados cercanos como Esuatini (antes Suazilandia), Mozambique, Angola, Zambia, Malaui, Lesoto, Zimbabue, Namibia y Botsuana, y en algunos casos se han hecho extensivas a todo el continente africano.

Mientras los mercados recuperan cierta tranquilidad al considerar que en un inicio se sobrestimó la peligrosidad de ómicron, la Organización Mundial de la Salud alterna los llamados a la calma con advertencias acerca de los posibles riesgos. Por una parte, el domingo el organismo multilateral recordó que “comprender el nivel de severidad de la variante recién detectada tomará de días a varias semanas" y actualmente no hay información que sugiera que los síntomas asociados con ómicron sean diferentes de los de otras variantes; sin embargo, ayer sostuvo que la probabilidad de una propagación mundial es elevada, debido a las mutaciones que podrían conferirle la capacidad de escapar a una respuesta inmunitaria y darle una ventaja en términos de transmisibilidad. Hasta el domingo pasado no se había registrado ninguna muerte asociada a esta variante.

La propia OMS ha desaconsejado los cierres de fronteras y las restricciones adoptadas de manera casi automática en respuesta al surgimiento de ómicron, pues tales medidas imponen una pesada carga en las vidas y en los medios de vida, además de atacar la solidaridad global.

Esto es particularmente cierto cuando ya se detectó en al menos nueve naciones europeas –Países Bajos, Dinamarca, Bélgica, Reino Unido, Alemania, Italia, Portugal, Austria y República Checa–, así como en Australia, Hong Kong, Israel y Canadá, por lo que impedir los viajes desde o hacia el sur de África parece castigar a esta región sin contribuir de manera sustantiva a los objetivos de contención sanitaria.

En vez de dar pábulo a actitudes xenofóbicas o aislacionistas, el surgimiento de una nueva variante del coronavirus debería impulsar la reflexión en torno a la inequidad en la distribución de las vacunas disponibles contra el Covid-19. Ya se ha repetido que de nada sirve a las naciones ricas acapararlas e inocular incluso a los grupos de edad que menos los necesitan, pues mientras los países en desarrollo sigan incapacitados para proporcionar vacunas a porcentajes significativos de su población, el patógeno tendrá vía libre para continuar mutando y desafiando los esfuerzos de inmunización. No es casualidad que esta variante se detectara en un territorio donde apenas 23.8 por ciento de los habitantes tiene un esquema completo de vacunación, y en un continente donde sólo 27 por ciento del personal de salud está inmunizado.

Ómicron, como antes delta, muestra que el egoísmo y la ceguera de las naciones más avanzadas derivan en acciones contraproducentes para sus sociedades y para el resto del mundo, y deberían impulsarlas a cambiar sus estrategias en un sentido racional, humanitario y solidario. Acelerar la aplicación de vacunas tanto en África como en el res-to de regiones en desarrollo es el único camino sensato para poner fin a la pandemia y sus repercusiones socioeconómicas.

 

Cultura: Daniel Sanginez Coral

 

Daniel Sanginés Coral
¿P

or qué escribir en este espacio público de mi primo, que nunca fue una figura pública? Porque para quienes tuvimos el privilegio de acompañarlo en los 41 años de su vida fue un ejemplo de valor e integridad, y porque las enseñanzas que nos dejó sí deberían ser públicas. Empiezo citando, entre los 100 o 200 textos muy sentidos que se publicaron desde el jueves, el de su hermano Óscar:

“Daniel Sanginés, maestro, amigo, HERMANO. ¡Ayer partiste de este mundo, partiste de pie! No sin dejar un profundo dolor, quizá por la ilusa obstinación de tenerte siempre cerca en esta vida fugaz. Me quedo con demasiadas enseñanzas tuyas. Desde mi primer día estabas allí junto y juntos aprendimos a vivir, a gozar, a llorar, a reír. De ti aprendí el valor, el coraje, la tenacidad y la humildad. Guerrero incansable, que en silencio andabas. Sufriste como pocos el atropello de una sociedad que juzga sin conocer, que más de una vez te cerró las puertas por ser diferente, sin saber que tenían enfrente al hombre con el corazón más noble y más valiente. Caminabas distinto, caminabas a tu ritmo y a tu estilo, pero siempre caminabas. Aportaste a este mundo mucho más de lo que recibiste. Entendiste el valor del cuidado del ambiente y de la construcción de un mejor futuro. Y lo diste todo por la vida. Hasta el último segundo.

Me quedo un rato más por este mundo sin mi compañero de viajes y andares. Sin mi maestro y mi guía. ¡Seguiré mirando al horizonte, seguiré caminando y espero, algún día, partir de pie como lo hiciste tú!

Hasta aquí Óscar. Daniel nació con una enfermedad que en los hospitales de México y Canadá (nació en ese país, donde su padre estudiaba su doctorado) diagnosticaron como incurable. Lo condenaron a morir antes de llegar a la edad adulta y a ser un discapacitado (así se decía en 1980, cuando el nació) físico y mental.

La increíble fuerza moral de sus padres, Gladis y Luis Manuel, hizo que no fuera así. La primera gran decisión fue hacer lo posible para que la vida que Daniel tuviera, larga o corta, fuera normal. Se negaron a enviarlo a escuelas especiales o a tratarlo como a un discapacitado. Y él mismo, desde que tuvo uso de razón, asumió sus tratamientos para caminar y hablar, usó disciplinadamente férulas y aparatos. Nosotros, como primos mayores y cercanos, lo acompañamos (y ellos nos acompañaron a nosotros: ¡debemos tanto a los Sanginés Coral!) y lo involucramos (y a Óscar y a César) en nuestras caminatas por la sierra de Guanajuato, nuestras acampadas, nuestras fogatas. ¿Que arrastraba la pierna, que hablaba más despacio? Nunca retrasó la marcha del grupo y nunca se quejó. Jamás le escuchamos a él (ni a Óscar ni a César) quejarse de su enfermedad o ponerla como excusa de nada. A esas fogatas se refiere mi hermano Luis Arturo:

“¡Hasta pronto! Hermanito Daniel Sanginés. Nos volveremos a reunir junto al fuego… Por lo pronto, nos quedamos incompletos, pero orgullosos, profundamente orgullosos y agradecidos de haber compartido contigo parte del camino. Vete tranquilo, descansa, un guerrero como tú se lo merece. ¡Te quiero!”

Vimos su cuerpo deteriorarse muy rápidamente en los últimos seis meses. La enfermedad venció a su cuerpo, nunca a su espíritu, su valor, su inteligencia, su humor. Nos quedamos incompletos. Esa es la sensación de los tíos, los primos los sobrinos de esta familia extensa e intensa (cuando me preguntan si crecí sin padre contesto que no. Me sobraron figuras paternas: Agustín, Andrés, Héctor, Luis Manuel, Roberto y Salvador; por eso puedo decirles a Rebeca y a Gonzalo, esposa e hijo de Daniel, que nunca estarán solos).

Nos quedamos con su enseñanza. A Daniel no se le dio la gana condenarse a lo que lo condenaba su enfermedad. Lo aprendió de sus padres (y su abuela y tíos). Terminó sus estudios con calificaciones sobresalientes, se sometió a terapias, se tituló en la Facultad de Ingeniería de la UNAM con una tesis teórica de la que no entendí nada. Se doctoró en España con una beca del Conacyt que ganó por sus méritos académicos. De vuelta, diseñó su consultoría, comprometido con la ingeniería ambiental y la ecología. Hablaba despacio, pero tenía la broma más oportuna y el sarcasmo más afilado a flor de labios (herencia directa de Luis Manuel), y la más profunda solidaridad humanas.

Nos volveremos a reunir junto al fuego, hermanito.

Pd: Unos días antes que Daniel murió Jesús Morales, El Momia, legendario guerrillero de Liga Comunista 23 de Septiembre, quien, con Armando Rentería, me recibió desde mi llegada a esa ciudad y fue mi guía en el barrio de San Andrés, en las viejas cantinas de Guadalajara y en las historias de la guerrilla urbana. También a él lo vi deteriorase en pocos meses, también luchó hasta el último día.

¡Basta ya “Muerte puta…”! (Oliverio Girondo).

Cultura: Gombrowics mentalista

 

Gombrowicz mentalista
A

caso ningún lugar tan propicio como un hospital siquiátrico para leer a Witold Gombrowicz. Desde luego, no pretendo recomendar a nadie internarse en un manicomio para leer sus novelas, aunque el ambiente entre locos convenga al universo descrito por el escritor: indicios, a la vez claros y oscuros, interpretaciones delirantes de una realidad aún más insensata. Las absurdas situaciones y peripecias extravagantes de sus personajes, las cuales podrían parecer imposibles a un lector que cree gozar de sentido común, se revelan de una lógica imposible entre los llamados enfermos mentales. Alarmar a todo el personal hospitalario por una hoja de árbol a punto de caer o un grano de arena cambiado de lugar es una acción que parece de una absoluta coherencia a todos los internos y a buena parte del personal médico. Rejuvenecer como el protagonista de Ferdidurke es parte de la vida cotidiana en un manicomio. El lector residente en el desaparecido hospital siquiátrico del Floresta puede sumergirse a su antojo en la novela de la cual se transforma en un personaje más, al mismo tiempo imaginario y real, visible e invisible. A la manera del espectador de Las meninas, quien se sumerge en la tela que pinta Velázquez y se sitúa en el espacio contemplado por el artista, en un juego de escondidillas, donde es visto sin verse, el lector de Cosmos se sumerge en la escritura de Gombrowicz, asediado por señales que, en lugar de indicarle el camino, lo extravían en él.

En Gombrowicz mentalista, ensayo y testimonio recién aparecido, nuestro amigo Georges Sebbag ofrece nuevas perspectivas de la obra del autor polonés. Recuerda que en 1967, dos años antes de su muerte, el escritor preconizaba el suicidio asistido. En este sentido, le declaró durante una entrevista: Nosotros tenemos actualmente necesidad de casa de la muerte o de especialistas humanos y amigables para acoger a todos aquellos que deben morir y quieren evitar sufrimientos inútiles.

A la pregunta de Sebbag sobre su manera de considerar la muerte, Gombrowicz respondió: Me parece que en la cultura europea contemporánea se exagera este problema; en el fondo es una cuestión artificial, puesto que el hombre es mortal y por naturaleza está preparado a sufrir su destino. Tengo la misma opinión de ese filósofo que dijo que, mientras vivimos, la muerte no está presente y, cuando llega la muerte, ya no existimos. No temo la muerte, sino la agonía. Es un verdadero escándalo que la sociedad moderna no haya sabido procurar al hombre una muerte tranquila y decente. A causa de nuestros prejuicios y quizá también por nuestro miedo de considerar la muerte, nos vemos obligados a morir de manera salvaje y atroz. Me parece ridículo que la sociedad moderna, capaz de ofrecer los medios para mudarse cómodamente de una casa a otra no haya sabido procurarse una mudanza civilizada al otro mundo.

La visión de Gombrowicz propuesta por Sebbag, que abre la puerta a otra lectura de su obra, es la de un mentalista: “Un mentalista, escribe, es un vidente. Puede resolver, como en la serie estadunidense The Mentalist, los crímenes más terribles, los asuntos más enredados. Gombrowicz, en su novela-folletín Los hechizados, recurrió a un vidente. Hizo él mismo prueba de extralucidez a lo largo de su vida y sus escritos. El escritor polonés enunció algunas intuiciones fuertes: Witold posee un yo irreductible que habla en su propio nombre; cada yo es un cosmos que expresa el universo; el individuo se ve amenazado cuando el horizonte humano se ve abarrotado por el gran número; más se es inteligente, más sabio se es, más se es idiota”.

No es un ensayo sobre Gombrowicz, sino con Gombrowicz, aclara Sebbag, quien, al tamizar clarividencias y fulgores del artista, nos ofrece visiones e ideas, planos y secuencias, relatos y diálogos, más actuales que nunca. Como su personaje, el escritor y su escritura emergen de la fuente de la eterna juventud... de un manicomio.

Mexico: el poder social-lecciones de 4T-

 

El poder social: lecciones para la 4T
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na de las más audaces y afortunadas tesis del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) es su confianza en las decisiones colectivas, en una cierta sabiduría popular que, percibe, existe en el pueblo; una idea que deriva de su lectura de la historia de México. Ello lo ubica como un estadista ilustrado que logra mirar (y mirarse) en los procesos históricos de largo aliento. Lo anterior traducido a la teoría de los tres poderes, que hemos venido formulando desde hace una década, significa poder social. Como hemos expresado, un verdadero gobierno de izquierda es el que logra acotar y regular la voracidad del poder económico (empresas, corporaciones, bancos, mercados) y promueve, estimula y consolida el poder social, es decir, a las comunidades, cooperativas, sindicatos, gremios, uniones ciudadanas, etcétera. Ello significa que el poder político (gobiernos y sus partidos) tiene la capacidad de autorreducirse para trasladar su poder burocrático a los ciudadanos organizados. Este empoderamiento social, aparece cada vez más en las discusiones académicas como la fórmula clave para salir de la colosal crisis (ecológica y social) en que ha caído el mundo moderno e industrial. Y esto es lo que reclaman las voces de los sectores más avanzados que se escuchan por todas las calles del mundo.

A la mitad de su camino, la 4T tiene novedosos programas que van en el sentido de apuntalar el poder social (Sembrando Vida o Educación para el Bienestar), pero no aparece aún como un objetivo general, central y estratégico, como una política de estado capaz de orientar todas las acciones del gobierno. Tomando en cuenta lo aprendido de las innumerables experiencias exitosas en el país (véase nuestro libro México: regiones que caminan hacia la sustentabilidad: https://bit.ly/3I4Lxx1), ofrecemos aquí tres ejemplos en energía, economía y gobernanza.

Energía. En días pasados una excelente noticia recorrió el mundo. Por primera vez en la historia una región entera, el sur de Australia, llegó a demanda cero de energía fósil. ¿Cómo se logró? Mediante la instalación de energía solar en 96 por ciento de los tejados de casas y edificios, más algunos pequeños generadores. Esto se llama democracia energética. En vez de buscar la reconversión hacia energías renovables mediante las gigantescas centrales solares y eólicas de empresas o gobiernos, se privilegian los diseños de pequeña escala (doméstica y por unidades habitacionales) que empoderan a ciudadanos y familias. Y esta es justo la idea del programa pionero Ciudad Solar que lleva a cabo el gobierno de la Ciudad de México de manera virtuosa, en combinación con bancos, iniciativas e instituciones nacionales e internacionales. El programa busca capacitar a mil técnicos para instalar sistemas foltovoltaicos y de calentamiento solar de agua. Las metas: 154 mil viviendas y comercios con calentadores solares y 10 mil Mypimes y hogares y 300 edificios públicos, más otros proyectos de mediana escala (https://bit.ly/3lFIP7N). ¿Qué espera la 4T para reproducir este esquema en todo el país?

Economía. Una cosa es apoyar empresas (con patrones y asalariados) y otra cooperativas (donde todos son socios). El futuro del mundo sólo es factible transformando (súbita o gradualmente) las empresas capitalistas (que son la causa final de todo el desastre actual) por cooperativas ecológicas, sociales y solidarias. A escala global existen 3 millones de cooperativas con mil millones de miembros, y en México 18 mil con 8.87 millones de socios. En plena contradicción el gobierno de la 4T redujo inexplicablemente en 90 por ciento el presupuesto de su única entidad dedicada al fomento cooperativo: el Instituto Nacional de la Economía Social (INAES). El presupuesto pasó de más de 2 mil millones (2014) en plena era neoliberal a sólo 218 millones en 2022. ¿Qué espera la 4T para corregir esta inexplicable pifia?

Gobernanza. Cada vez menos creen en esa ficción llamada democracia representativa, electoral o institucional (véase la demoledora opinión de José Saramago en El nombre y la cosa), que no es sino la ­fórmula que por siglos ha servido para justificar el contubernio obsceno entre el poder económico (el capital y sus mercados) y el poder político (los gobiernos y sus partidos de derecha, centro e izquierda). Se trata de una estructura obsoleta condenada a ser sustituida por una democracia desde abajo, participativa, radical y directa. Aquí la 4T debería estar apuntalando el modelo indígena, que hace que 80 por ciento de los municipios de Oaxaca se elijan directamente sin partidos políticos. Pero también las nuevas iniciativas de autogobierno comunal logrados en las últimas décadas. Cherán y otra docena de comunidades en Michoacán; Ayutla de los Libres y otras en Guerrero; los caracoles zapatistas, Oxcub y más en Chiapas. E incluso las formas autogestivas legitimadas de policías comunitarias (Guerrero) y de autodefensas (Michoacán). ¡La 4T tiene la palabra!