EL DELFÍN

Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Mexico SA

México SA
Grupo México: sigue la mata...
Taxco: emergencia ecológica
Profepa, carabina de Ambrosio
Carlos Fernández-Vega
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Las actividades mineras de Grupo México en el municipio de Taxco, en Guerrero, han contaminado ríos y perjudicado a más de 20 mil pobladores y entre los problemas se reporta muerte de mineros por cáncer, obreros con padecimientos de silicosis y tuberculosis y contaminación en los ríos de Taxco, además de enfermedades en la poblaciónFoto Sergio Ocampo
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on la cara dura que lo caracteriza, Grupo México asegura que el avance en la limpieza y laremediación del río Sonora es de 71 por ciento, y que su empresa Buenavista del Cobre –que derramó 40 mil metros cúbicos de residuos altamente tóxicos y afectó a más de 24 mil personas– mantiene un intenso ritmo de trabajo y de apoyo a los siete municipios por ella contaminados.
A ver quién se lo cree, pero el hecho es que el corporativo minero no termina de salir de una cuando ya está en otra, o mejor dicho, son tantos los esqueletos que guarda en su clóset que de plano se están desbordando.
En este contexto vale retomar la información publicada el pasado sábado por La Jornada Guerrero, bajo la firma de Margena de la O y fechada en Chilpancingo, que dice así:
“La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) detectó que el suelo de los jales mineros de la unidad Taxco que explotaba Minera México están contaminados de arsénico, plomo, cadmio y vanadio. Sugiere en el estudio aplicado al suelo de jales abandonados en 2009, 30 meses después de estallar la huelga de los mineros de la sección 17, que la Comisión Nacional del Agua analice los niveles de contaminantes en los caudales de agua. Ese dictamen se identifica con el oficio PFPA/3.1/2C.26.1/00011-09 (eso en pleno gobierno calderonista, con Patricio Patrón Laviada en la Profepa, y Juan Rafael Elvira Quesada en la Semarnat).
“El río Balsas sufre las consecuencias de los escurrimientos durante las lluvias de esos jales, y de los ácidos de metales de la mina como El Solar. El caudal desemboca, primero, en el río Xochula y llega hasta el Balsas, el más grande del estado. En el suelo analizado por la Profepa están ubicados los jales mineros, es decir, la mezcla de reactivos tóxicos y minerales para separar el metal.
“En su sesión del jueves (25) de esta semana, el Congreso (de Guerrero) en pleno pidió a Minera México aclarar la contaminación en Taxco. Los mineros de Taxco llevan siete años en huelga, y por los años de trabajo en las minas de la unidad Taxco (El Solar, Remedios y La Concha), algunos hasta con 48 años, tienen claro cuál es el paso del agua color ámbar y olor a óxido que escurre de las minas: La Cañada, río Xochula, y el caudal de las comunidades de Puente Campuzano, Hueymatla, San Sebastián, Taxco el Viejo.
“De las tres minas que forman la unidad Taxco, también drena ese color y olor. Les atraviesa La Cañada, el cual nace en el cerro de El Jumil, desemboca en la cascada que pasa por El Fraile, Santa Rosa Lima, Dolores y Paintla. La Profepa realizó el estudio con muestras de las dos primeras comunidades.
“‘El total de las muestras puntuales de suelo de las presas de jales se considera que, con respecto al arsénico y plomo, rebasaron los límites máximos permisibles de 22 mg/kg y 400 mg/kg, respectivamente, para uso de suelo agrícola establecidos en la NOM-747-SEMARNAT/SSA1-2004. La comparación de los resultados de las muestras de suelo y las tomadas de los jales se determina que la contaminación es originada por las presas de jales’, se lee en la copia del estudio. Cadmio y vanadio, también fueron detectados en el estudio.
“La bocamina de El Solar, punto conocido como 14-12, fue el primer lugar donde se observó el color ámbar e imperó el olor a óxido. El sindicato minero exigió a Minera México que se responsabilice de los daños y los corrija. El 30 de julio de 2007 los 398 mineros de Taxco se declararon en huelga, de los que quedan 156; reclaman cumplimiento al contrato colectivo de trabajo.
“Un mes antes de estallido de huelga (en julio de 2007, por razones de inseguridad y contaminación, ‘que representan un constante peligro de muerte para los mineros’, según denunció en ese entonces el sindicato del ramo), Minera México dijo que cerraría las minas porque la unidad agotó sus reservas. Los mineros calculan vida 25 años más en las minas”. Sin embargo, la propia información oficial del corporativo minero (reporte 2013 a la BMV) asegura que debido al paro las pérdidas de producción en nuestras minas de Taxco sobrepasan 13 mil 270 toneladas de zinc en concentrados y 2 mil 225 toneladas de plomo en concentrados. ¿Pues no se habían agotado las reservas y, por lo mismo, cerrarían las minas?
Otra información de La Jornada Guerrero, bajo la firma de Raymundo Ruiz y fechada en Taxco el mismo día que se cita, advierte: muerte de mineros por cáncer, obreros con padecimientos de silicosis y tuberculosis y contaminación en los ríos de Taxco, además de enfermedades en la población, es lo que ha dejado Grupo México en la zona minera del municipio, por lo tanto el Congreso del estado tiene que pedir a la federación el retiro de la concesión a la empresa extractora. El secretario del interior, exterior y actas del comité ejecutivo del sindicato nacional minero, Sergio Beltrán Reyes, informó que existe un estudio en el que se muestran altos índices de polución en la zona de La Cañada.
Y para redondear, el corresponsal de La Jornada en Durango, Saúl Maldonado, informa que “la delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) en la entidad ‘maquilló’ la información presentada en el informe final sobre el derrame de 300 mil toneladas de jales (residuos mineros) al río Los Remedios, en enero de 2013, y por el cual se sancionó a la empresa El Herrero de San José de Bacís por menos de 200 mil pesos, denunció hoy Pedro Murgía, asesor legal de los productores y cooperativas pesqueras de Cosalá, municipio de Sinaloa.
“Una vez que él accedió al documento de la Profepa sobre el derrame de jales en Otáez, que causó la muerte de cuatro personas y la mortandad de peces en la presa El Comedero, el abogado indicó: ‘en el informe final la Profepa Durango señala que se desgajó un cerro y que eso provocó que la presa de jales reventara, y eso jamás sucedió, pues el depósito traía ya una fisura desde 2010, misma que había sido reportada a las autoridades federales, quienes no habían hecho nada’.
“‘Profepa estipula que se afectaron 300 metros cuadrados de tierra cuando el derrame fue de 300 mil toneladas, imposible que caigan todas en 300 metros’, señaló. Asimismo, Profepa señaló que no hubo contaminación porque los jales no traían elementos químicos; sin embargo, en un estudio alterno encargado por las cooperativas, se pudo constatar con pruebas en laboratorios que a la presa El Comedero llegaron contaminantes con cobre, zinc, mercurio y plomo provenientes de la mina y que eso es lo que ha provocado la mortandad de peces y que la actividad pesquera se haya ido a la baja desde 2011”.
Las rebanadas del pastel
De ese tamaño es la complicidad, y con autoridades ecológicas así el país llegará muy lejos.
Twitter cafevega


La democracia en capas

La democracia en capas
León Bendesky
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n nombre de la democracia se exhiben procesos de naturaleza muy diversa y que parecen, de modo paradójico, acomodarse a propósitos particulares que contradicen la inclusión que en principio aquella representa. El retorno del problema de la desigualdad social viene al caso.
En Escocia y Cataluña se expresan movimientos independentistas. En el primer caso una consulta se realizó en el marco de la ley vigente. En el segundo la ley se esgrime como factor para prohibirla. Entre Rusia y Ucrania está abierto un fuerte antagonismo, armado incluso, y que se remite a las condiciones mismas de procesos que se tienen por democráticos. En Europa, en el marco de la crisis financiera se impusieron durante un tiempo gobiernos no electos en Italia y Grecia. La Unión Europea impone grandes contradicciones con las unidades nacionales que la componen. Estados Unidos padece una verdadera traba operativa expuesta en el conflicto casi permanente entre la presidencia y el Congreso. En el Medio Oriente la voluntad democrática significó choques que derivaron en un mayor autoritarismo, en el poder del fundamentalismo religioso y en el estallido de la guerra.
La democracia abarca un amplio abanico de manifestaciones. No es siquiera una referencia común e identificable en distintas sociedades. Hay movimientos y sistemas políticos que no tienen ni pretenden tener un sustento democrático. Las protestas en China crecen. En un extremo se ubica el surgimiento del Estado Islámico en el norte de Irak.
Jacques Ranciere publicó hace unos años un texto cuyo tema se hace cada vez más patente. El título es Odio a la democracia. Odio que se funda en considerar como una amenaza el reino del deseo ilimitado de los individuos en una modera sociedad de masas. Sus orígenes los traza hasta la antigua Grecia, donde había quienes veían en el innombrable gobierno de la multitud la ruina de todo orden legítimo. Y esto se extiende hasta quienes basan en las revelaciones de la ley divina el único fundamento, también legítimo y profundamente excluyente, sobre el que debe organizarse una comunidad.
Afirma Ranciere que en la disputa por la democracia hay experiencias en las que desde una perspectiva aristocrática se pudo legislar un compromiso con la democracia preservando una forma de gobierno elitista y el orden basado en la propiedad. En el otro extremo está la crítica basada en la noción de que las instituciones de la democracia formal son un instrumento del poder de una clase social. La esencia de este debate y del conflicto que entraña no está superada.
Fukuyama sustentó su tesis del Fin de la Historia en los principios de la democracia liberal. Su argumento era, básicamente, que ellos representaban la mejor opción disponible y, de ahí, su crítica a cualquier desviación de ese camino. En sus escritos posteriores plantea el asunto de que, no obstante, las democracias liberales son proclives al estancamiento y la decadencia; condiciones que han afectado a otro modos de organización política.
En su reciente texto sobre El orden político y la decadencia política, propone que las instituciones democráticas son siempre sólo un componente de la estabilidad política. En ciertas circunstancias pueden coinvertirse en fuerzas desestabilizadoras. De ahí argumenta que los tres pilares requeridos por un orden social operativo son: un Estado fuerte, el predominio de la ley y la rendición de cuentas en un entorno democrático. No son únicamente elementos necesarios, sino que tienen que darse de manera simultánea.
Otra vez, me parece, esto expone las distintas capas de la democracia, pero también las distintas capas del debate sobre la democracia. El papel del Estado sigue siendo central y en esto hay una confluencia última entre la derecha y la izquierda en su quehacer político y su entendimiento de la democracia.
En este último campo Fukuyama ha sido y sigue siendo provocador. Una cuestión que señala este autor es que cuando la democracia se vuelve estable tiende a ser capturada por las élites.
Pero de esa idea me parece que podrían desprenderse dos cuestiones distintas. La primera tiene que ver con las condiciones que provocan la estabilidad de la democracia y la forma que adopta esta condición. El caso de México es muy ilustrativo en este sentido. De ello se derivan las prácticas de gobierno, las relaciones con los ciudadanos y las manifestaciones del poder, o sea, las maneras de captura por parte de las élites.
La otra apunta a las circunstancias que previenen la estabilidad de la democracia, las que son de índole interna o aquellas que provienen del exterior. La guerra se ha impuesto de modo constante como una de ellas. No hay experiencias ni caminos únicos, por supuesto, y la globalización podría verse como un entorno en el que las disparidades al respecto crecen y no convergen.
Finalmente, se plantea una paradoja crucial. En el marco de las políticas llamadas neoliberales se propone la necesidad, basada en cuestiones técnicas y en un profundo modo ideológico, de disminuir el tamaño y el poder del Estado, pero al mismo tiempo no se quiere perder la capacidad de gobernar bajo los parámetros de dominación existentes.


El planeta

American Curios
El planeta
David Brooks
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olocar el futuro ecológico del planeta en manos de los políticos es una apuesta de alto riesgo.
En un rito conocido por todo el país, celebrado cada año el 2 de febrero, una marmota aparece para pronosticar cuánto más se alargará el invierno: si el animal ve su sombra, eso indica que la temporada durará seis semanas más. La más famosa celebración de este rito se realiza en un pueblo de Pensilvania (la versión que aparece en la película Groundhog Day, con Bill Murray). En Nueva York, el recién instalado alcalde liberal, Bill de Blasio, se presentó en Staten Island el pasado 2 de febrero para encabezar ese performance con una marmota querida que se llama Chuck. Cuando el encargado de Chuck se la pasó a De Blasio frente a las cámaras que transmitían en vivo, el animal se retorció y el político –quien es de alta estatura– lo dejó caer.
Ocho meses después –esta semana pasada– se filtró la noticia de que el animal había muerto, posiblemente por causas relacionadas con la caída, una semana después del accidente. Más aún, se divulgó que no era Chuck, sino Charlotte, quien había sustituido al primero en la ceremonia, ya que había temores de que Chuck mordiera al alcalde, tal como había hecho antes con su antecesor, el alcalde Michael Bloomberg. Pero como todo en la política, lo que hizo de esto un escándalo aún más grave no fue el hecho mismo, sino el aparente encubrimiento de lo ocurrido hasta ahora.
Cuando se reunieron mandatarios, ejecutivos empresariales y ONG en Nueva York para realizar la Cumbre sobre el Cambio Climático (tema abordado después por casi todos los representantes de los 193 países de la Organización de Naciones Unidas en la Asamblea General) la retórica fue maravillosa y esperanzadora; todos juraron, prometieron, hasta marcharon por solucionar la crisis ambiental que amenaza acabar con la vida humana en este planeta.
Pero ¿quiénes son los encargados de las políticas que nos han llevado al borde del abismo? ¿Dónde han estado estos mismos durante los 25 años que los científicos han sonado esta alarma? ¿Se acaban de enterar? Ahora dicen que van a hacer algo para salvarnos y programaron más reuniones para estudiar y debatir, con el objetivo de llegar a un acuerdo mundial en París en 2015... Pero ¿por qué no hicieron algo definitivo e inmediato aquí? Cada uno afirmó que ha hecho cosas nobles para enfrentar la crisis ambiental en su país, y que están comprometidos para no ahogar al mundo de sus hijos y nietos. Pero nadie asumió responsabilidad personal ante la crisis.
I.F. Stone, el legendario periodista, gustaba decir a todo estudiante de periodismo que para este oficio uno sólo necesita saber una cosa: los gobiernos mienten.
Cada uno de estos políticos, hasta los más buenos, mintió ante el mundo al subir al podio, y todo mundo lo sabe. Uno llegó de un país que acaba de tener un desastre ecológico minero sin precedente, gobierna sobre la destrucción masiva de bosques, costas y aguas, y está por entregar el manejo de un recurso natural a las empresas más contaminantes del mundo. Otro llegó de un país que aún sufre por uno de los peores desastres ecológicos en su historia, donde la radiactividad contamina una zona de su país, mientras envenena el océano Pacífico. Otros vienen de lugares que han vendido sus bosques, aguas, minerales y tierras a las empresas que han ocasionado el más rápido deterioro ambiental en la historia. Los jefes del primer y tercer país que más aportan al efecto invernadero ni se presentaron en la cumbre climática, mientras el líder del segundo país más contaminador del mundo ofreció su usual retórica elegante sin mencionar cómo festeja el auge de hidrocarburos –en gran medida por el venenoso proceso de fracking– que él ha impulsado en su país. La lista incluye a todos.
Encargar la salvación del planeta a este elenco de líderes es como entregarles a Charlotte, la marmota.
Más aún, entre los compromisos adoptados en la cumbre, los más elogiados fueron las iniciativas en que participaron los responsables políticos y empresariales de la crisis que se enfrenta: una iniciativa para frenar la deforestación incluye a empresas como Cargill y productores trasnacionales de papel y otros productos que han devastado los bosques de varios países; otro fue impulsado por empresas petroleras, un tercero por compañías del sector financiero. De hecho, algunos pronostican que el sector verde es la parte del mercado que gozará de un auge de aquí en adelante. O sea, van a ganar verde (dólares) con lo verde. Así, los autores de la crisis dicen que salvarán al planeta del desastre que ellos mismos han generado.
La impunidad del crimen ecológico prevaleció aquí, al igual que se encubrió la muerte de la marmota.
Ante acusaciones de que no han hecho más, los políticos y la cúpula empresarial, los grupos de estudio y muchas ONG que participan en este juego suelen defenderse con el argumento de que la política es el arte de lo posible. Pero si es cierto lo que los científicos dicen, eso ya no es aceptable.
Ahora se necesitan artistas de lo imposible.
Tal vez es hora de que otros sean los encargados del futuro del planeta. Entre los cientos de miles que salieron a las calles en las grandes marchas sobre el cambio climático, el domingo pasado, hay buenos candidatos. O los que inundaron Wall Street el lunes, donde dos imágenes fueron esenciales: la estatua del toro, símbolo del poder de Wall Street, sitiada por una ola de miles de manifestantes que expresaban que el modelo actual es igual al caos ambiental, y otra, al final de ese día, donde un oso polar fue esposado y arrestado por la policía en defensa de Wall Street.
Armando Bartra dice que en sus mejores momentos, los movimientos sociales son los poetas de la historia. Eso se vio, una vez más, en las calles esta semana. Tal vez es hora de que los poetas se encarguen de cuidar a las marmotas y al resto del planeta.


Los camarones del lider Raul Alvarez Garin

Los camarones del líder Raúl Álvarez Garín
Elena Poniatowska
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or desgracia no estaba yo en México cuando el homenaje a Raúl Álvarez Garín en la sala Miguel Covarrubias de la Universidad Nacional Autónoma de México. Habría yo ido corriendo. Hace 45 años que conozco a Raúl y soy su deudora. Sin él no habría La noche de Tlatelolco. Sin él no habría ese líder valiente y justiciero, capaz de permanecer meses, semanas y días en huelga de hambre.
Sin él jamás se habría dado el juicio que lo hizo llevar a Luis Echeverría al banquillo de los acusados; sin él no sabríamos lo que es la continuidad ni la constancia de la lucha; sin él no habría Estela de Tlatelolco; sin él jamás habríamos leído Punto Crítico; sin él no habría una constancia escrita de los infames procesos que él solo se preocupó en publicar; sin él el Politécnico sería distinto, porque Raúl está ligado alPoli de por vida (al menos en mi cabeza); sin él, tampoco habría camarones gigantes a la vinagreta preparados entre carcajadas.
En Lecumberri, en noviembre, diciembre y enero de 1968, Raúl reunió a varios estudiantes en su celda y les dijo: Cuéntenle a Elena. Era el jefe indiscutible acompañado por su inseparable Félix Lucio Hernández Gamundi. Me hizo llegar testimonios de hombres y mujeres por medio de los abogados Carlos Fernández del Real y Carmen Merino, que acudían todos los días a Defensores, un galerón en el que resonaban las máquinas de escribir del año de la canica. María Fernanda Campa, entonces su mujer, le pidió a Guillermo Haro guardar escondidos en un ropero los pesados tomos de los procesos de cada preso político, llenos de delitos absurdos.
Raúl entonces era un muchacho delgadito y nervioso que se acuclillaba en su pequeña celda para que otros pudieran sentarse en la litera, en el escusado de hierro, en el primer butaquito, en lo que fuera. Su autoridad era indiscutible. Todos acudían a su llamado. Por eso, pude escribir La noche de Tlatelolco.
Cuando lo liberaron, nos vimos en varias ocasiones y nos seguimos viendo a lo largo de la vida. En 1985 lo hicimos con gran frecuencia, porque Raúl organizó con Daniel Molina un centro de información y de terapia para los damnificados por los sismos del 19 y el 20 de septiembre. Muchos hombres, mujeres y niños llegaron a contar su tragedia en una terapia de grupo. Todos necesitaban que alguien los oyera. Y Raúl lo comprendió antes que nadie.
Un cineasta de Los Ángeles, de nombre Juan Garduño, quiso filmar la saga estudiantil y nos reunimos en la casa: la Tita (Roberta Avendaño), Roberto Escudero, Raúl y quienes quisieran escribir un guión del movimiento y de la masacre. La película nunca se hizo, pero a nosotros nos encantó vernos de nuevo.
Más tarde, Raúl y yo fuimos juntos a Cuernavaca para dar una charla acerca del 68 con Rius, y nos condujo su hijo Santiago, del que Raúl está tan orgulloso que hasta engordó. Durante el trayecto de ida y de venida sólo hablamos de música. No sabía yo que Raúl era un melómano y que oía a Frescobaldi y a Vivaldi.
Un hombre como Raúl no se crea de un día para otro, un hombre que lucha por la justicia, que defiende la verdad sólo puede formarse con el ejemplo de padre y madre que tengan los mismos ideales, que le enseñen que en el mundo existe la injusticia, el hambre, la desigualdad y es indispensable combatirla.
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Raul Álvarez Garín encabezó un plantón del Comité del 68 frente al edificio del Poder Judicial de la Federación, en la ciudad de México, en febrero de 2008Foto Foto Luis Humberto González
Manuela Garín de Álvarez, madre de Raúl, jamás imaginó que su hijo pudiera caer preso. Sabía que Raúl pertenecía al Consejo Nacional de Huelga, porque así era él, aguerrido y defensor de las causas justas. Su espíritu de pelea se manifestó desde que era niño. Tania, su hermana, fue más dócil, obedecía, pero Raúl quería una explicación para cada una de las órdenes que le daban sus padres. Manuela, matemática, intentaba domar su rebeldía. El 2 de octubre, a Manuela la llamó su marido, también Raúl: “No salgas, porque esto está horrible. El Ejército tomó la plaza”. Esa misma noche, su hijo Raúl desapareció y a partir de ese momento Manuela y Raúl padre sacaron desplegados durante más de un mes en El Día, que decían:Han pasado cinco días y no sabemos nada de nuestro hijo Raúl Álvarez Garín.
Cuando Manuela por fin logró verlo en su celda, en Lecumberri, no hubo lágrimas ni lamentaciones. Raúl, muy serio, la saludó con una frase que 40 años después no olvida: “Mamá, hay muchos muchachos que no tienen quién los defienda, hay que buscarles un abogado…” También le advirtió:Mamá, por favor, no vayas a traer nada que esté prohibido para no tener que pedirles nunca nada a estos carcelerosTráeme una cazuela grande para cocinar para varios fue lo único que Raúl pidió y Manuela tuvo que sacar el permiso en la dirección del Penal. Le espetó al militar que lo autorizó: A usted le consta que la cárcel de estos muchachos es una injusticia.
Cuando Raúl salió exilado a Perú después de dos años y ocho meses de cárcel, el juez le dijo a Manuela: –La felicito, señora, porque su hijo es una persona íntegra, correcta.
Raúl Álvarez Garín y su inseparable Félix Lucio Hernández Gamundi, Daniel Molina y muchos otros, Javier El Güero González Garza, también matemático, enjuiciaron y consiguieron que a Luis Echeverría, entonces secretario de Gobernación, le dieran su casa en San Jerónimo como cárcel. A la gran puerta de madera en San Jerónimo acudieron Rosario Ibarra de Piedra y Jesusa Rodríguez, y le aventaron cubetazos de pintura roja.
Seguramente muchas madres, como Manuela, están más tranquilas porque la masacre no es un capítulo que se ha borrado de la historia del país: Lo que va a quedarse para siempre en la historia es que el 2 de octubre fue un genocidio. Si Luis Echeverría cometió un genocidio, debe responder por él; lo mismo que los demás –dice Manuela Álvarez Garín, con esa seguridad que la agiganta y la hace admirable.
En Raúl Álvarez Garín, leal a Cuauhtémoc Cárdenas, yace la verdad del 68 y su voz es la más autorizada. A su honestidad sólo la supera la destreza con la que prepara sus camarones escogidos uno a uno en La Viga, que esperamos comer pronto para chuparnos los dedos y serenarnos el alma.


La dictadura imperfecta

La dictadura imperfecta
John M. Ackerman
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jecuciones extrajudiciales masivas, como las de Tlatlaya e Iguala, son típicas de regímenes despóticos, como el mexicano, en que una pequeña élite busca mantener el control a toda costa sobre una población cada vez más desesperada, olvidada y empobrecida. La exclusión de la sociedad de la toma de decisiones característica de estos sistemas políticos es también caldo de cultivo para todo tipo de manifestaciones espontáneas de repudio a la autoridad, desde saqueos a supermercados hasta movilizaciones estudiantiles.Asimismo, los gobiernos autoritarios suelen inocular a los organismos encargados de la defensa de los derechos humanos y la organización de las elecciones populares en contra de cualquiercontaminación por intereses populares.
Tiene razón Yoloxóchitl Bustamante, directora general del Instituto Politécnico Nacional (IPN), cuando afirma que algo más que lo académico está metido en el nuevo movimiento estudiantil. Los valientes alumnos no solamente protegen a su casa de estudios de quienes quisieran convertirla en una gran fábrica de mano de obra barata, sino también defienden a la patria misma del saqueo por la clase política corrupta y el gran capital internacional. La lucha por un IPN independiente y democrático es simultáneamente la lucha de todos por una mejor sociedad.
Ha llegado la hora de que el IPN se separe de la Secretaría de Educación Pública y se convierta en una universidad plenamente autónoma al servicio de la sociedad, tal como fue concebida originalmente por el presidente Lázaro Cárdenas del Río en 1936. Esta maduración también sería una gran oportunidad para aumentar el poder tanto de los profesores como de los alumnos en la gestión interna, así como para someter los más altos cargos universitarios a elección universal y directa por la comunidad. Sería recomendable que la Universidad Nacional Autónoma de México también acompañara al IPN en esta urgente tarea de actualización institucional.
El burdo encubrimiento del asesinato de 21 jóvenes aparentemente cometido por el Ejército Mexicano el pasado 30 de junio en Tlatlaya, estado de México, pinta de cuerpo entero al régimen que nos malgobierna. No podemos creer absolutamente nada de lo que nos digan las autoridades. Han demostrado que su cinismo no tiene límite y que solamente actúan cuando sus jefes de Washington les llaman la atención.
Y el artero fusilamiento en Iguala, de jóvenes normalistas de Ayotzinapa y de jugadores del equipo Los Avispones, confirma la política delimpieza social que sigue el régimen actual. Todos y todas los jóvenes son una amenaza para el sistema, y sobre todo los estudiantes conscientes de la inaceptable injusticia e impunidad pilares del statu quo.
No basta expresar nuestro repudio y exigir que se investiguen a fondo los acontecimientos de Tlatlaya e Iguala. Tampoco basta exigir la liberación de presos políticos, como Mario Luna, Pedro Canché, José Manuel Mireles y Nestora Salgado. Y no tiene sentido alguno pedir al Consejo General del INE seleccionar consejeros electorales locales comprometidos con la sociedad civil y la democracia. También raya en lo absurdo pedir las peras de la justicia al olmo de la subordinación autoritaria que es hoy la CNDH.
En general, es un error limitarnos a exigir que las reglas del juego se cumplan. Las interpelaciones estrictamente legalistas dan el beneficio de la duda a las instituciones realmente existentes y terminan validando un sistema podrido hasta la médula. Además de cumplir con las reglas, hay que cambiar las coordenadas del juego. Tenemos que imaginar nuevos escenarios para la gestión del poder.
Un ejemplo: el doctor John McCormick, de la Universidad de Chicago, sostiene que una democracia eficaz no solamente depende de la inclusión de la ciudadanía, sino también de la exclusión de los más poderosos. Propone recuperar el ejemplo de los concilia plebis de la antigua Roma, que fungían como centros de control popular no solamente de los abusos de los gobernantes, sino también de las élites económicas.
La doctora Ivonne del Valle, de la Universidad de Berkeley, sigue una línea paralela en su reciente revaloración del legado de Fray Bartolomé de las Casas. De acuerdo con Del Valle, De las Casas se distinguía de entre los críticos europeos de la colonización de las Américas porque no se limitaba a exigencias de legalidad, sino también abogaba por la creación de mecanismos que podrían controlar, castigar e incluso excluir directamente a los saqueadores.
En general, el monumental fracaso de los gobiernos supuestamente decentro-izquierda en Europa y Estados Unidos (Obama, Blair, Hollande, etcétera) en defender los intereses ciudadanos abre una oportunidad histórica para reinventar el pensamiento y la práctica política de izquierda, desde el sur y desde fuera de los esquemas liberales del siglo XX. A pesar del desastre nacional actual, o quizás precisamente por la reacción que la tragedia empieza a generar entre la población, México hoy se encuentra en una posición privilegiada para transformar tanto la teoría como la práctica de la gestión popular del poder en el siglo XXI. Ladictadura perfecta de antaño es hoy una dictadura imperfecta que ya muestra importantes fisuras y debilidades que habría que aprovechar.
Raúl Álvarez Garín, in memoriam,gran ejemplo de lucha, inspiración presente.
Twitter: @JohnMAckerman


Michoacan y el monopolio de la fuerza

Michoacán y el monopolio de la fuerza
Carlos Fazio /VII
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esde mediados de 2006,fuentes gubernamentales y analistas coinciden en que la violencia en Michoacán está vinculada con laguerra a las drogas, estrategia puesta en práctica por el presidente de Estados Unidos Richard Nixon, en 1971. Ahora, cuando crece un consenso internacional sobre el fracaso de ese enfoque militarista, cabe citar a Noam Chomsky cuando afirma que las fallidas consecuencias de la luchaantinarco fueron intencionales; es decir, calculadas. Según el catedrático del Instituto Tecnológico de Massachusetts, esa estrategia ha tenidoun propósito diferente al anunciado: sirvió para controlar y anular esfuerzos autonómicos de comunidades campesinas y beneficiar a poderosos intereses, en particular, los de grandes empresarios agrarios y del sector financiero y bancario que se benefician del mercado creado por los traficantes (Chomsky, La Jornada,13/5/12).
En ese contexto, y dado que las fuerzas armadas mexicanas concentran la mayor capacidad de violencia legítima del Estado y desde 2002 han quedado subordinadas de facto al Comando Norte del Pentágono, conviene preguntar por qué la institución armada y sus poderosos aliados no han podido controlar el territorio michoacano. La interrogante no es ociosa ni inocente. A comienzos de 2013, cuando se desataba una lucha fratricida entre civiles armados pertenecientes a Los caballeros templarios y las autodefensas ciudadanas de los municipios de Tepalcatepec, Buenavista Tomatlán y Coalcomán −con la activa participación del grupo Jalisco Nueva Generación−, oficiales de la Secretaría de la Defensa Nacional estaban enfrascados en el estudio delManual de guerra irregular (DNM 103), que como se indica en su prólogo, comprende operaciones de guerrilla contra un invasor (una forma de lucha o de operaciones que combina la labor de las fuerzas armadas en la guerra convencional con los esfuerzos de resistencia continua de la población), y operaciones de contraguerrilla o restauración del orden contra rebeldes o transgresores de la ley que empleen tácticas de guerrilla.
Dicha estrategia abreva en sendos decretos del presidente Benito Juárez, quien en 1862 utilizó la guerra de guerrillas (unidades ágiles y flexibles integradas por civiles) como auxiliar del ejército regular contra las tropas invasoras francesas. Según el manual de la Sedena, en la actualidad, elactor primordial para una guerra de guerrillas contra una invasión extranjera es la población, que debe proveer combatientes, medios de subsistencia y la información esencial para actuar.
Como características fundamentales de un guerrillero, el texto destaca: vigor y resistencia física; ingenio y astucia; individualidad; conocimiento del terreno (de preferencia nativos del lugar); resistencia moral y patriotismo; conocimiento de la población civil; espíritu de aventura (sic). Añade que la guerrilla puede integrarse con personal militar y personal militarizado y civil, siendo lo mejorestablecer unidades combinadas. Y dado que la guerrilla es una acción militar, debe contar con asesores y profesionales militares especializados en guerra irregular, operaciones sicológicas (propaganda negra, gris y blanca) y relaciones con la población civil. A los que se sumarán agentessecretosconfidenciales yauxiliares.
Entre las actividades clandestinas compartimentadas de un agente auxiliar en áreas rurales y poblaciones pequeñas figuran obtener información; propalar rumores y dar información falsa al enemigo; recolectar fondos; proporcionar abastecimientos; reclutar personal; establecer contactos con agentes secretos; servir de guías o exploradores; realizar actos de sabotaje, secuestros, eliminación de colaboradores del enemigo y robos a mano armada. Consigna, también, que los grupos auxiliares deben contar con personal nativo o elementos que tengan motivos fundados para viajar o permanecer en el campo sin levantar sospechas: cazadores, guardabosques, pescadores, compradores de ganado, choferes de camiones foráneos de carga, maestros rurales o cualquier persona que pueda viajar libremente (con autorización) por zonas aisladas del territorio bajo control del enemigo.
En el capítulo octavo, el documento de 219 páginas incluye algunas misiones de la guerrilla en apoyo a las operaciones de las fuerzas regulares, y asienta que las unidades guerrilleras son organizadas, equipadas y adiestradas para ejecutar operaciones ofensivas en áreas controladas por el enemigo.
En el punto 275 se mencionan misiones como auxiliar a las fuerzas regulares en la vigilancia y protección de áreas (sensibles); el cumplimiento de funciones de policías en ciudades, pueblos y rancherías, y auxiliar a las fuerzas regulares en el control de prisioneros. Otras misiones son buscar y recolectar información; estorbar y/o bloquear el movimiento (del enemigo); capturar y retener terreno crítico; conducir operaciones de engaño; proporcionar guías; localizar blancos para la artillería o la aviación; cooperar en la evasión y escape de personal propio en territorio enemigo (rescate de presos). Asimismo, en apoyo directo a las operaciones regulares de combate, las unidades guerrilleras deben ser capaces de capturar y retener el objetivo principal o avenidas de aproximación claves por un tiempo limitado que permita la llegada de las fuerzas convencionales.
Huelga decir que muchas de las misiones mencionadas en el manual de la Sedena, como emboscadas, sabotajes, secuestros; eliminación deenemigos; bloqueos y cortes de carreteras; ocupación temporal de territorios; operaciones de engaño y propaganda negra, etcétera, incluido el patrullaje de unidades combinadas de militares y civiles y el uso de guías (pensemos en el auxilio de Los Viagra para ubicar a La Tuta en la actualidad) se han venido dando en Michoacán. Con una variable: donde dice guerrilla, poner La familia michoacanaLos caballeros templarios o autodefensas. Curioso, ¿no?


domingo, 28 de septiembre de 2014

Lenin hoy

Lenin hoy: la actualización de Slavoj Zizek

Nou Treball


Cuando le preguntan a Zizek qué modelo de sociedad prefiere, contesta: comunismo con un toque de terror. Es obvio que estamos ante un pensador interesante. Muchos aseguran que no hay que tomar a Zizek literalmente. A mí me da la impresión contraria. Su tono de broma genial le permite trascender a los medios y lanzar lo que en realidad es un mensaje serio y contundente. Aunque Zizek lleva más de diez años entre los teóricos culturales más famosos del mundo, es a partir del año 2002 con la publicación de un libro sobre el totalitarismo y otro sobre Lenin cuando adopta, para asombro de muchos, una postura decididamente marxista y leninista.

Las revoluciones culturales desatadas en el 68, las derrotas de la izquierda en los 80 y el postmodernismo resultante de los años 90 han generado en el espacio situado a la izquierda de la socialdemocracia diversas corrientes de pensamiento que libran una dura batalla por la hegemonía entre la satisfecha intelectualidad académica radical, las organizaciones de izquierda y los movimientos sociales. Entre los principales exponentes de estas corrientes destacan anarquistas libertarios como Chomsky, antiteórico y antiestatista y antileninista; marxistas postestructuralistas como Negri, Hardt y, hasta cierto punto, Holloway, mucho más teóricos pero no menos antiestatistas y antileninistas; demócratas radicales como Laclau, Mouffe o Badiou que abogan por un igualitarismo no necesariamente socialista; y, por reacción, autores como Zizek que levantan de nuevo contra viento y marea la bandera leninista. Ante la resistencia anarquista, la fragmentación foucaltiana de las luchas o la democracia sin emancipación Zizek reivindica el momento revolucionario y la destrucción del capitalismo. Con independencia de las críticas que se le puedan hacer, no cabe duda de que Slavoj Zizek es uno de los autores que más brillantemente ha escrito en los últimos años sobre Lenin y su pertinencia en los tiempos que corren.

La izquierda en la actualidad se divide en dos grandes grupos claramente diferenciados. Uno abrumadoramente mayoritario que no contempla un horizonte más allá del capitalismo y otro minoritario que sí lo imagina. El principal punto de fricción en el debate teórico dentro del grupo anticapitalista se centra en las condiciones de posibilidad de articulación de un espacio más allá de la democracia liberal. ¿Es posible reformular un proyecto político anticapitalista de izquierda frente al capitalismo global y sus excrecencias irracionalistas, las ultraderechas populistas y los fundamentalismos religiosos? ¿Cómo podemos repetir la proeza de Lenin, quien en un tiempo de desintegración del sistema fue capaz de reinventar el proyecto socialista y generar nuevas coordenadas? ¿Y cómo hacerlo en el actual ambiente generalizado de renuncia a toda esperanza de transformación?

En opinión de Zizek, la referencia a Lenin es inapreciable para distanciarse de cinco actitudes que predominan en la izquierda. La primera acepta la esfera de las luchas culturales ecológicas, feministas, gays, étnicas, nacionales, religiosas o multiculturalistas como el centro de la política emancipatoria y relega la esfera económica -casualmente la decisiva- a un segundo plano o al silencio. La segunda se encastilla en la defensa de las conquistas del Estado del Bienestar, defensa inviable porque ni las clases dominantes apuestan ya por el consenso social ni la base obrera tradicional que integró ese consenso mantiene su fuerza y tamaño. La tercera alberga una ingenua ilusión sobre las potencialidades de la tecnología, especialmente Internet, para la creación de nuevas comunidades y opciones políticas. La cuarta mantiene ortodoxias -como el trotskismo fiel al programa transicional de los años 30- que aplican mecánicamente el mismo patrón a todas las crisis políticas: identifican un supuesto movimiento de clase trabajadora que, carente de una auténtica dirección marxista capaz de vehicular su potencial revolucionario, es invariablemente traicionado por las fuerzas anticomunistas y procapitalistas. Finalmente, la quinta actitud asume la forma de terceras vías que son en la práctica simples certificaciones de defunción de las segundas vías, las anticapitalistas, y glorificaciones de las primeras vías, las liberales puras y duras.

Vivimos en un momento de despolitización de la economía, no por azar. Se puede opinar, proponer y legislar sobre todo: derechos humanos, racismo, medio ambiente, sexismo, homofobia, fundamentalismo religioso, violencia. Todo menos la economía. En la esfera económica reina el silencio, la censura y la inmovilidad más absolutos. Son muchos los que consideran más probable el fin del mundo que la más ligera modificación en la arquitectura del capitalismo. ¿Puede haber mayor prueba de la centralidad de la esfera económica? Zizek no tiene inconveniente en ser políticamente incorrecto en extremo y señalar que las demandas de las luchas del multiculturalismo posmoderno pertenecen esencialmente a las clases medias y altas occidentales; en ningún caso son comparables al horror que viven buena parte de las poblaciones del tercer mundo y no deben ser aceptadas por la izquierda como luchas fundamentales. El objetivo de la izquierda debe ser trasladar la lucha de nuevo a la esfera clave: la economía. Es necesario volver a repolitizar la economía con una intervención política de signo inverso a la que, en los últimos 30 años, han efectuado las clases privilegiadas para revertir las conquistas logradas por los trabajadores en los dos últimos siglos. El desmontaje de los avances en materia de legislación laboral, derechos sociales y regulación financiera ha hecho retroceder a la humanidad más de un siglo. Frente a la democracia liberal, cabe preguntarse: ¿dónde se toman la decisiones públicas clave? Si no se toman en un espacio público y con la participación de la mayoría, tanto da que exista formalmente una democracia parlamentaria. Zizek no es el único que extrae esta conclusión. Eric Hobsbawm afirma que la extensión de la democracia liberal en el mundo a golpe de misil imperial no sólo es hipócrita, sino contraproducente y peligrosa. Una democracia así es cada vez menos necesaria en sitio alguno, puesto que las decisiones políticas y económicas más importantes tienen lugar en organizaciones transnacionales privadas y públicas no democráticas. En otras palabras: el deterioro del modelo democrático liberal está llegando a tal punto que la diferencia entre su existencia o no para amplias partes del mundo es cada día más pequeña, por mucho que nos empeñemos en buscarla.

Cuando una demanda particular no se limita a la mera negociación de intereses en el espacio social existente, sino que desata la necesidad de una completa reestructuración de ese espacio a partir de su parte subordinada, esa demanda se convierte en universal. La causa de la mujer conserva aún su prestigio porque se identifica con todas las mujeres del mundo contra una sociedad patriarcal y su reivindicación no sólo les concierne a ellas, sino a toda la humanidad. La izquierda sólo puede ser universal si defiende en primer lugar a los que carecen de sitio en el sistema: el inmigrante sin papeles, la mujer sin derechos, el habitante del suburbio, el esclavo obrero de la periferia del imperio. Siguen conformando los grupos sociales que Marx consideraba como el crimen de la sociedad entera y su liberación la autoemancipación universal. En ellos reside la universalidad política y también la verdad. Zizek afirma que en la era del relativismo posmoderno es necesario recuperar la política de la verdad. Por verdad no entiende un conocimiento objetivo y neutral, sino un compromiso, una toma de partido por un bando. En la medida en que lo universal sólo puede articularse a partir del bando más débil, el verdadero universalismo requiere decantarse y abandonar la neutralidad. Zizek preguntaba a los cándidos europeos que aconsejaban imparcialmente a serbios y bosnios olvidar sus diferencias y pactar graciosamente la paz, qué hubieran pensado si durante la segunda guerra mundial un bienintencionado pacifista aconsejara, desde la tranquilidad de algún país neutral, olvidar las diferencias tribales, darse la mano amistosamente y comenzar sin más a vivir en armonía. El ejemplo de Lenin muestra que la verdad universal y el partidismo deben ir de la mano. La verdad universal es parcial y únicamente puede formularse desde una posición partidaria. No puede haber soluciones de compromiso. La parte excluida del orden global se convierte en la representante de la injusticia global. El antagonismo actual no se produce entre la globalización y los fundamentalismos étnicos y religiosos, sino entre la globalización como proceso de exclusión de enormes partes de la humanidad y el universalismo de la parte excluida que se convierte en referencia universal de la utopía.

Zizek, basándose en Lacan, plantea que vivimos en un orden simbólico, ficcional, no en el mundo real. Lo Real y la realidad no son idénticos. La realidad es virtual, fabricada con representaciones y significados que nos permiten dar sentido al mundo. Por contra, lo Real no puede ser directamente representado, porque es precisamente lo que no puede ser incorporado en el orden simbólico. La realidad es una interpretación simbólica de lo Real. Matrix es una película inspirada en esta visión del mundo. No es necesario recurrir a una interpretación psicoanalítica de este tipo para llegar a conclusiones similares. El clásico aserto marxista de la emancipación de los trabajadores como obra de los propios trabajadores encierra el mismo mensaje: únicamente los siervos tienen la voluntad necesaria en última instancia para acabar con sus amos y con su sistema de dominación social e ideológica. ¿Cómo operar entonces un cambio radical en la realidad? Atacando su arquitectura simbólica mediante un acto político que quiebre las coordenadas existentes. Lenin ejemplifica la necesidad, para que las coordenadas cambien, de desembarazarse del Gran Otro, el sujeto o entidad que conoce, que tiene presuntamente la respuesta. Por supuesto, el Gran Otro no existe. Ninguna señal luminosa indicará nunca que las condiciones objetivas se dan en ese preciso momento, ningún sabio aportará la fórmula mágica que garantice el curso de acción perfecto, ninguna autorización legitimadora aparecerá por encanto en el instante oportuno. Al final no hay más remedio que librarse del miedo a tomar el poder y de la cobertura del Gran Otro. A la hora de la decisión revolucionaria estamos completamente solos. La emancipación es obra de nosotros mismos. Ante la teleología que confía en que la revolución estallará inevitablemente cuando llegue la crisis final, Lenin intuye que no hay un tiempo definido y predeterminado para la revolución. Simplemente, la oportunidad revolucionaria se presenta en función de un conjunto extraordinario de circunstancias. La oportunidad se aprovecha o se pierde. Ser revolucionario en 1917 significaba arriesgarse a romper completamente con el orden establecido. Ese es el acto político por excelencia. Zizek retoma aquí el Augenblick de Lukacs, el breve momento en que se abre la posibilidad de actuar sobre una situación agravando el conflicto antes de que el sistema pueda integrarlo. La libertad no es un estado de armonía y equilibrio, sino el acto violento que perturba el equilibrio y libera. Una liberación que no puede ser completamente explicada en función de las condiciones objetivas o circunstancias históricas preexistentes.

Frente a la apuesta revolucionaria de Lenin el comité central bolchevique -muchos de cuyos miembros tomaban al fundador de su partido por loco- opuso dos grandes argumentos que apelaban a la llegada del Gran Otro: el primero, la inexistencia de consenso democrático entre la población. Lenin ironizaba sobre la necesidad de convocar un referéndum para hacer la revolución. El segundo, la falta de condiciones objetivas para la acción revolucionaria. Rosa Luxemburgo ya advirtió en su tiempo que quien espere la llegada de las condiciones objetivas esperará siempre. Lenin tuvo éxito, subraya Zizek, porque su decisión fue respaldada por la población en un momento revolucionario de enorme expansión de la democracia de base que desafiaba al gobierno existente. Lenin reconocía que Rusia en 1917 era el país más democrático del mundo, pero era consciente de que si no se iba más allá, si no se eliminaba el liberalismo y el capitalismo, el momento se perdería. Una revolución debe golpear dos veces. Tras el primer golpe, la revolución se encuentra todavía demasiado vinculada al viejo aparato estatal. Surge la ilusión de que las cosas pueden cambiarse dentro de las estructuras del viejo orden. Esto es imposible: hay que negar el viejo orden, golpear otra vez y dar paso al nuevo. El acto político revolucionario es el que modifica los parámetros de lo existente. La idea de Lenin no es que las leyes de la historia estén de nuestro lado, sino que no hay Gran Otro. No hay garantía para nuestros actos.

Lenin liberó un enorme territorio del planeta de las garras del capitalismo y demostró que una organización social anticapitalista era posible. Con todos sus horrores, la Unión Soviética fue la única fuerza política que presentó una amenaza real al dominio mundial del capitalismo, impulsó la utopía en todo el planeta y generó un sano miedo a la revolución en las clases dirigentes occidentales que permitió a los estratos populares avanzar en materia de conquistas sociales. La legión de ex-comunistas que critican ahora el comunismo y abrazan el neoliberalismo suelen pertenecer a las capas que más se beneficiaron de esas conquistas. La caída de la Unión Soviética ha sido un desastre para la humanidad. Por eso los Soviets todavía conservan su potencial emancipatorio. Todo territorio comunista es territorio liberado. Lenin es más necesario que nunca en las circunstancias actuales, cuando ha llegado a desaparecer la creencia en el potencial de la humanidad para cambiar y mejorar la sociedad, cuando se contempla de nuevo la historia como destino inevitable, cuando todas las vías se ponderan excepto la revolucionaria Lenin personifica el acto revolucionario como única alternativa a la guerra y la barbarie. Lenin hoy no comporta aplicar mecánicamente sus análisis a la situación actual, ni siquiera ajustar el viejo programa a las nuevas condiciones, sino seguir su ejemplo: reformular completamente el proyecto socialista e iniciar un proyecto político que mine la totalidad del orden global capitalista liberal. ¿Cómo inventar la estructura organizacional que canalice el demanda política universal de contestación al capitalismo global? Lenin hoy significa que para ser anticapitalista hay que combatir el cáncer de la democracia: el liberalismo y su puntal, la propiedad privada. La lección clave de Lenin radica en que la política sin estructura ni organización que le confiera la forma de demanda universal es política sin política, revolución sin revolución con denada al fracaso.

Marx aseguraba que el socialismo no podía realizarse sin revolución y Lenin añadía que para tener una revolución hay que tener una revolución. Zizek propone una bella definición de revolución: es la representación de la utopía. Presente y futuro se aproximan brevemente en el instante revolucionario y podemos comportarnos como si la utopía nos tocara. El futuro utópico se materializa fugaz y somos realmente felices mientras luchamos por él. La utopía no es un sueño, una ilusión o un producto de la imaginación, sino un impulso surgido de la necesidad de supervivencia ante una situación sin salida. Nos vemos obligados a pensar la utopía ante la imposibilidad de solucionar los problemas dentro de las coordenadas existentes, ante la convicción de que la peor opción es continuar con lo que conocemos. Los momentos en que somos más libres e iguales en este sistema son aquellos que dedicamos a la consecución de la utopía. El resto del tiempo somos meros esclavos. 

Alos yaquis solo nos queda defenderlos

A los yaquis sólo nos queda defendernos
Pende orden de aprehensión sobre otro líder indígena
Como ahora el agua del río Sonora está contaminada, van a decir que hay más escasez en Hermosillo. Y tendrán más pretextos para seguir robándonos el líquido que nos corresponde como pueblo yoremia, o yuemem, como nos llamamos nosotros
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El vocero yaqui Tomás Rojo Valencia en un foro por la libertad de Mario Luna, en Ciudad UniversitariaFoto Pablo Ramos
Blanche Petrich
 
Periódico La Jornada
Sábado 27 de septiembre de 2014, p. 8
El derrame de 40 mil metros cúbicos de sustancias tóxicas en los ríos Bacanuchi y Sonora, procedentes de las minas del Grupo México en el norte sonorense, afecta y agrava el diferendo que mantienen las autoridades estatales con la tribu yaqui por el control del río Yaqui, en la parte sur, a pesar de los 800 kilómetros que median entre las dos regiones.
Tomás Rojo Valencia asegura en entrevista: Como ahora el agua del río Sonora está contaminada, van a decir que hay más escasez en Hermosillo. Y tendrán más pretextos para seguir robándonos el líquido que nos corresponde como pueblo yoremia, o yuemem, como nos llamamos nosotros. El conflicto se profundiza.
Sobre este dirigente, uno de los voceros de la tribu, miembro del Consejo Yaqui de Vícam, pesa una orden de aprehensión por la misma causa penal que se sigue contra los dos líderes que ya están presos, Mario Luna y Fernando Jiménez. Rojo Valencia sabe que su detención puede ser inminente. Pero afirma que a pesar de la embestida gubernamental, a él y a su gente no les queda más queseguir defendiéndonos.
En Sonora, dice, hoy se vive una verdadera guerra por el agua, una crisis del sistema hídrico en una entidad cubierta por uno de los desiertos más feroces de América del Norte. ¿Y qué cosa hace el gobernador Guillermo Padrés ante esta crisis? Pues que ante el nuevo frente de conflicto que tiene abierto en la cuenca del Río Sonora, con los poblados ribereños afectados por la contaminación y en pleito hasta con el propio gobierno federal, no trata de resolver los problemas con nosotros, sino todo lo contrario, nos mete más presión. Parece que le dijo a sus operadores: vayan y desquítense con los yaquis.
La acusación en contra de los tres líderes es por secuestro y robo. Pero antes de explicar los hechos concretos que llevaron a esta causa penal, Rojo Valencia insiste en que se comprenda todo el contexto del devenir de nuestro pueblo, desde tiempos del virreinato, cuando por gestión de los jesuitas se reconocieron los ocho pueblos que hoy todavía constituyen su territorio. Y los pronuncia en su propia lengua: Cócorit, que significa picante silvestre; Bácum, agua estancada o remanso; Tórim, roedor gigante; Vícam, punta de flecha; Pótam, (de donde es originario Mario Luna), nido de tuzas; Rahum, agua que brota; Huíriris, pájaro nocturno, y Belem, tierra decantada.
Por las aportaciones que la tribu yaqui hizo durante la guerra de Independencia, las guerras del Valle del Yaqui y la revolución contra el porfiriato, Lázaro Cárdenas les concedió, mediante decreto presidencial, un territorio de 485 mil hectáreas y el control de 50 por ciento de las aguas de la presa La Angostura.
Y como todo mundo sabe, en este país el último reducto de la defensa de los recursos naturales somos los pueblos indígenas.
–¿Cómo fue el incidente concreto que dio pie a la acusación del gobierno estatal de secuestro y robo contra ustedes?
–Primero hay que explicar el contexto. Durante décadas, nuestra tribu ha construido instituciones propias, políticas, de producción, de organización social, cultura. Y, muy importante, un régimen legal que, junto con todo lo demás, es base de nuestra identidad. Entre los mecanismos internos necesitamos correctivos para mantener el orden. Eso fue lo que se aplicó al señor Francisco Delgado, que entonces era secretario de la tribu en Vícam, cuando en junio de 2013 pasó con su camioneta en estado inconveniente a alta velocidad por el plantón y puso en riesgo la seguridad de los niños y mujeres que estaban haciendo guardia en el área de la cocina, a la orilla de la carretera. Se le buscó, se le presentó ante la guardia tradicional, una enramada rústica donde se le alimentó; se le dio cobijo. Al día siguiente se le juzgó en una asamblea presidida por los gobernadores, los capitanes, los comandantes, los pueblos mayores y menores. Y la tropa yoreme, que son los niños, mujeres, hombres y ancianos. Se le sometió a la vergüenza pública, eso sí.
¿Ignorancia o desprecio a una tribu?
–¿Y por eso los acusan de secuestro?
–No sé si es por ignorancia o por desprecio a nuestra tribu y sus leyes. Pero lo que están haciendo es criminalizar nuestras leyes. Y además están violando sus propias leyes, porque no hay debido proceso; están fabricando pruebas y cometiendo muchas irregularidades en las detenciones y en el proceso legal.
–Ustedes han dicho que el actual diferendo es como una nueva guerra del yaqui.
–Sí, pero de la cual el único responsable es el gobernador Padrés, que de una manera totalmente injusta y arbitraria quiere privarnos del agua que nos corresponde. Solamente desde abril de 2013 a abril de 2014 extrajeron 30 millones de metros cúbicos. Pero esa agua que se llevan a Hermosillo tiene un propietario, que es la tribu yaqui.
–La Suprema Corte de Justicia ordenó al gobierno de Sonora que les restituyera el derecho de audiencia y consulta, en una sentencia reciente. ¿Qué ha pasado con esa consulta?
–Está en proceso. Pero según los estándares internacionales, tiene que ser previa, libre e informada, culturalmente adecuada y de buena fe. Ni fue previa porque el acueducto ya está operando; ni es libre porque no estamos exentos de las presiones políticas y legales del gobierno del estado en contra nuestra. En el contexto que estamos viviendo difícilmente se puede llevar a cabo un ejercicio legal, social e institucional al interior de la tribu.
–¿Actualmente la tribu yaqui vive de la agricultura?
–Vivimos de los ingresos de la renta de la tierra. La actividad agrícola ya no la realizamos nosotros, sino grandes grupos agrícolas con capacidad económica. Más de 95 por ciento de nuestra tierra está rentada. ¿Porqué? Porque un productor yaqui que posea, digamos, en promedio ocho hectáreas y quisiera sembrar trigo, que es lo que mejor se adapta a las condiciones, pues caería en cartera vencida en muy poco tiempo, casi automáticamente, por los precios de producción. Para alcanzar el punto de equilibrio para obtener ganancia, con el trigo, lo que se necesita es sembrar más o menos 70-80 hectáreas.
Esa es una limitante que tenemos nosotros y que tiene su origen en las políticas para el campo que se adoptaron desde tiempos de Carlos Salinas de Gortari.
–¿Cómo se empezaron a movilizar?
–Empezamos con información, denuncias, desobediencia civil y resistencia civil, pero también la lucha legal. La protesta es importante, de lo contrario difícilmente se puede influir en el ánimo social y en los juzgadores para la aplicación correcta de la ley. Y claro, el punto de inflexión fue el bloqueo de la carretera internacional 15, en el tramo que va de Obregón a Guaymas, en el kilómetro 47.5. Ahí está nuestro retén.
  • RESPETA NUESTRA CONSTITUCION POLITICA.
    NADIE DE LA BUROCRACIA
    LOS LLAMADOS USOS Y COSTUMBRES DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS ESTAN CLARAMENTE ESPECIFICADOS EN LA CONSTITUCION DE LA NACION, SOLO QUE PARA LOS ACTUALES ESPURIOS LA CONSTITUCION ES SOLO OTRA LEY PARA VIOLARLA AL IGUAL QUE A ..... COMO DIJO UN IDIOTA POR ALLI,

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1968

1968
Gustavo Gordillo
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l movimiento de 1968 fue desarticulado con la violencia que terminó cebándose en Tlaltelolco. Sus principales dirigentes fueron arrestados o llevados al exilio construyéndose uno de los más graves remedos judiciales en los juicios en los cuales fueron inculpados. Sin embargo el régimen autoritario no pudo derrotarlo ni política ni culturalmente.
Octavio Paz lo plantea en Posdata(1970) al señalar que “el movimiento fue reformista y democrático…Todas estas peticiones [de su pliego] se resumían en una palabra que fue el eje del movimiento y el secreto de su instantáneo poder de seducción sobre la conciencia popular: democratización”.
Por mi parte propongo la siguiente caracterización del movimiento estudiantil de 1968: se trata de un movimiento anti-autoritario sobre todo contra la institución presidencial; de matriz liberal particularmente contra los abusos del poder. No se trata de un movimiento revolucionario en el sentido que se plantee la toma del poder por medios violentos, aunque su palabra escrita está impregnada de fraseología incendiaria de origen marxista o libertario –esta disfuncionalidad entre el lenguaje publicado y el verdadero estado de ánimo del movimiento mismo, fue subrayada con enorme perspicacia por Monsiváis en su texto sobre el 68, cuarenta años después: La tradición de la resistencia (Era, 2008).
Pero tampoco se plantea el tema del acceso pacífico al poder, es decir, del tránsito de un régimen de partido hegemónico a un sistema de partidos competitivos.
A pesar de la represión, en los 10 años posteriores al movimiento de 1968 se generaron al menos dos tipos de movilizaciones. Un activismo que contribuyó a expandir una amplia ola de movilizaciones obreras, campesinas y urbano-populares a lo largo de los setentas y ochentas. La otra consecuencia inspirada por el 68 fue una también vasta movilización de ideas. De hecho los setentas dieron origen a una cantidad enorme de estudios, libros, crónicas, novelas y poemas; de autores de muy diversas visiones ideológicas y políticas, pero articulados alrededor de un tema toral: la desmitificación de la ideología de la Revolución Mexicana.
El legado del Movimiento es uno principalmente: el ejercicio de la ciudadanía, como lo plantea Guevara (2004) y lo resume Monsiváis: En 1968 se inicia, con otro nombre, la comprensión de la diversidad, y emerge también el concepto de ciudadanía, muy probablemente confuso, pero ya en vías de ser uno de los grandes legados del Movimiento(2008).
Mas importante, a mi juicio, el movimiento de 1968 puso en juego dos ideas de la modernización, ese sueño mexicano que cíclicamente atrapa la imaginación de las elites mexicanas desde hace varios siglos y que se expresa en un afán profundamente excluyente revestido de una idea central: hay que eliminar lo anacrónico. En cada generación las elites han definido como anacrónico, lo distinto, lo diferente a lo que éstas aspiran a ser.
Para la sociedad en cambio la modernización ha significado a lo largo del tiempo otra idea central: progreso y movilidad social. De ahí la importancia en su escala de valores de la educación y del empleo.
El 1968 desveló en el comportamiento histérico del régimen autoritario, dos deformaciones de las elites mexicanas sobre la modernización. Una entiende modernizar como modernizar lo que se dice –de ahí la obsesión con cambiar leyes y el enorme peso de la retórica y de la hipérbole en sus narrativas–, aunque no se cambie lo que se hace –que sería la verdadera prueba de ácido de las modernizaciones.
Otra es una contradicción en los términos: agentes pre-modernos con métodos pre-modernos –incluidos los garrotazos y la represión– queriendo promover modernizaciones. No hay nada más pre moderno que la ausencia de transparencia, de rendición de cuentas y de propósitos inclusivos contrarios a la búsqueda pre moderna del privilegio y la impunidad.
Twitter: gusto47













30 años de periodismo critico

La Jornada: 30 años de periodismo crítico
Marcos Roitman Rosenmann
F
ue en las postrimerías de los años 70 del siglo pasado cuando recalé por primera vez en México. Suele ser costumbre preguntar a los amigos cual periódico debemos comprar para estar informados.
Se trata de un ejercicio de aproximación a una realidad conocida a retales o tópicos. Por esa época la respuesta no fue halagüeña. Mis interlocutores me hicieron saber que los medios de comunicación, la prensa escrita especialmente, estaban en su mayoría controlados, financiados y articulados en torno a las diferentes familias del entonces omnipresente y todopoderoso partido-estado: el PRI. Aún así, señalaron la calidad de periodistas, reporteros y columnistas, cuya labor era meritoria y llena de vericuetos para sortear la censura. Me aconsejaron ExcélsiorEl Día y un periódico de reciente aparición,Unomásuno. Lo importante era leer los editoriales, las columnas y las voces autorizadas que escribían en sus páginas. Tomar nota de lo implícito y los giros lingüísticos. Una verdadera labor detectivesca.
En ese contexto, un destacado historiador, en tono jocoso, me soltó una frase lapidaria que no olvido: en México, subrayó, se está en el PRI o se está en el error. Fue un jarro de agua fría. México, para los latinoamericanos demócratas, era un país solidario y antiimperialista. La afirmación lo corrobora la actitud mantenida por el general Lázaro Cardenas en dos acontecimientos que tuvieron hondas repercusiones en el siglo XX. La revolución rusa y la derrota del gobierno republicano en España a manos del fascismo. Concretamente, abrió las puertas al exilio español, y cuando el mundo sucumbía a las presiones de Stalin, tomó la decisión de cobijar a uno de los impulsores de la revolución rusa y jefe del ejército Rojo, León Troski.
Asimismo, desde el triunfo de la revolución mexicana, muchos académicos, políticos, científicos, poetas y trabajadores de la mayoría de los países latinoamericanos fijaron su residencia de exilio en México. Las reglas eran claras, no participar en los asuntos internos y evitar cualquier opinión contraria al gobierno. En este contexto pensar en una censura de prensa era inconcebible. El sólo enunciado era incompatible con la presencia de grandes intelectuales defensores de la libertad de expresión y de prensa en las universidades, los institutos de investigación y los medios de comunicación social.
Había que encajar el golpe. Entender la complejidad política de un régimen que se movía de manera contradictoria entre un férreo control interior de su población, dejando un margen muy estrecho para el ejercicio de las libertades civiles y su cara amable hacia quienes, fuera de su territorio, nos dejamos llevar por el discurso de la revolución institucional.
Iniciada la década de los 80, mis viajes a México se hicieron más frecuentes. A fines de septiembre de 1984 recibí una invitación a participar en un seminario internacional promovido por la Asociación de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe. En dicho coloquio uno de los comentarios de pasillos, era la edición de un nuevo periódico, independiente, cuyo destino, vaticinaban algunos de sus primeros lectores, si sobrevivía, sería convertirse a medio y largo plazo, en referencia obligada para el pensamiento crítico y creación de opinión pública en México. Sus miembros, pude enterarme, provenían, en parte, de las filas del periódicoUnomásuno y su director era un periodista llamado Carlos Payan. Con el tiempo pude hacerme idea del proyecto y la personalidad de su fundador. Cuando visitaba México, nada mas recalar en un quisco de prensa, compraba La Jornada. Era una bocanada de aire fresco. En sus páginas se podía leer información sin censura. Excelentes columnas, editoriales mordientes y noticias imposibles de encontrar en el resto de la prensa diaria.
Mis amigos, no importaba su militancia, se volvieron adictos a La Jornada. Por las tardes, si no habías leído La Jornada no era posible participar de las tertulias y los debates. Las reuniones giraban en torno a los artículos o noticias extraídas de sus páginas. Con el tiempo ganó presencia. La forma de tratar los temas y su pluralidad la convirtió en un referente indispensable para la elite política no sólo de México, sino de América Latina. Ningún gran acontecimiento histórico, cultural, económico, político y social de orden mundial, regional o nacional ha pasado inadvertido. Grandes autores, periodistas y reporteros han puesto su sello con escritos, columnas de opinión o ensayos breves, verdaderas joyas del ensayo periodístico.
La Jornada constituye un ejemplo del buen hacer periodístico, digno y comprometido, que ha sabido defender la libertad de expresión y las demandas democráticas sin sucumbir a presiones ni amenazas, informando sin miedo a represalias. Para quienes hemos sido sus lectores y, por azar, colaboradores, escribir en sus páginas constituye un honor y un privilegio. A sus trabajadores, sin distinción, las gracias por mantener viva la llama de un periodismo de calidad, independiente y crítico. A 30 años, La Jornada, es una referencia insustituible para estar formado y bien informado sobre los hechos que se producen en el mundo globalizado de hoy.