EL DELFÍN

Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.

viernes, 28 de febrero de 2020

Hong Kong: autodeterminacion

Hong Kong
Ni Washington ni Pekín: autodeterminación
21/02/2020 | Au Loong Yu
Los grandes medios occidentales suelen describir la situación en Hong Kong de una manera unidimensional, presentando el enclave como víctima de la tiranía de Pekín, mientras que EE UU y el Reino Unido, dicen, apoyan la autonomía y la democracia de Hong Kong. A su vez, Pekín afirma que sigue comprometida con la autonomía y la democracia de Hong Kong y que esta última se halla amenazada por la “intervención extranjera”. Ambos bandos esgrimen sus argumentos de toma y daca, pero la situación real es mucho más compleja.
Un compromiso histórico
El primer hecho es que cuando Londres y Pekín firmaron la Declaración Conjunta Sino-Británica en 1984, las dos partes apenas estaban interesadas en promover los derechos democráticos de la población de Hong Kong. Ninguno de los gobiernos se molestaron que consultar a la población durante y después de la negociación sobre el destino del territorio, mostrando su desprecio por la población de la antigua colonia. La Declaración de Pekín solo prometía vagamente la “elección” del legislativo y del jefe del ejecutivo después del traspaso. El principal objetivo del pacto entre los dos gobiernos no consistía más que en afirmar su mutuo interés en preservar el régimen capitalista liberal de Hong Kong y su legislación colonial a cambio del compromiso del Reino Unido de devolver la isla a China en 1997.
Al proteger los intereses occidentales en Hong Kong, Pekín también considera que es una buena oportunidad para utilizar la isla como una plataforma para lograr una plena reintegración en el capitalismo global y cosechar los correspondientes beneficios comerciales. Ambas partes consiguieron lo que querían. Pekín utilizó Hong Kong a fin de acumular enormes capitales para sus empresas, hasta el punto de que las compañías chinas representan hoy más del 60 % del valor de mercado de la bolsa de valores de Hong Kong, cuando hace 30 años su proporción era prácticamente nula. Sin Hong Kong, China no habría ascendido con tanta rapidez. Por otro lado, el capital occidental también utiliza Hong Kong para canalizar la inversión extranjera en China continental: más del 70 % de la inversión extranjera directa en China proviene de Hong Kong.
Ahora Pekín ha denunciado repetidamente que fuerzas extranjeras están interviniendo en Hong Kong. Los hongkoneses odiamos a esas fuerzas extranjeras. Desde el estallido de la revuelta actual, el jefe de la policía de Hong Kong, el superintendente Rupert Dover, británico de nacimiento, se ha hecho famoso por dirigir continuos ataques feroces contra los y las manifestantes. De hecho, hay cientos de agentes de policía blancos que tienen pasaporte extranjero y también cargan contra las manifestaciones. Esto nos lleva a una cuestión importante: no solo hay aquí fuerzas extranjeras, sino que ante todo fue Pekín quien reconoció a Occidente, con el Reino Unido y EE UU a la cabeza, como parte intresada en Hong Kong.
Hong Kong no es comparable con Ucrania. El llamado un país, dos sistemas, consagrado primero en la declaración conjunta sino-británica y después en la Ley Fundamental de 1997, fue desde el principio un compromiso histórico de Pekín con Occidente. La promesa solemne de la Ley Fundamental de que “el sistema y modo de vida capitalista existente se mantendrá intacto durante 50 años” sirve ante todo para dar garantías a los intereses empresariales occidentales. De ahí, también, que la Ley Fundamental reconozca el inglés como lengua oficial de Hong Kong y que permita que los habitantes conserven su pasaporte británico, que Hong Kong mantenga su propia legalidad británica, que sus tribunales recluten a jueces extranjeros (artículo 92) e incluso que personas extranjeras puedan ser contratadas como funcionarias de todas las categorías, salvo el nivel ministerial y la jefatura del ejecutivo (artículo 101). Es este artículo el que permite que Rupert Dover nos aplaste el cráneo.
Occidente, con EE UU y el Reino Unido a la cabeza, está sin duda satisfecho con este arreglo y no tiene interés alguno en desestabilizar Hong Kong. Al contrario, necesitan mantener el enclave tal como se define en la Ley Fundamental, que está en vigor hasta 2047. De ahí que los representantes del Reino Unido y EE UU dijeran a los pandemócratas hongkoneses que en vez de votar en contra deberían aceptar el paquete de reforma política planteado por Pekín en 2014, antes del estallido de la Revolución de los Paraguas, por mucho que el paquete siga permitiendo a Pekín nombrar a dedo al jefe del Ejecutivo de Hong Kong, disfrazándolo con alguna forma de voto popular.
Los defensores de Pekín se quejan de que todavía pervive un legado colonial excesivo en Hong Kong y dicen que por tanto hace falta otra ola de descolonización, refiriéndose a que la población hongkonesa sigue siendo prooccidental, a que sus calles conservan los nombres coloniales, etc. Sin embargo, está claro que Pekín no desea eliminar todos los aspectos del legado colonial. En realidad, el gobierno chino está muy interesado en mantener los aspectos represivos de todas las leyes coloniales. La Ley Fundamental copia básicamente el sistema político colonial, que hace que el poder ejecutivo prevalezca sobre el legislativo; su artículo 8 estipula que “las leyes que estaban en vigor en Hong Kong… se mantendrán”, lo que prácticamente conserva intactas la mayor parte de las leyes coloniales represivas, como por ejemplo la Ordenanza de Regulación de Emergencia de 1922, invocada por el gobierno hongkonés el pasado 4 de octubre para prohibir las máscaras faciales.
Irónicamente, dicha ley fue promulgada por el gobierno colonial británico para reprimir, aunque sin éxito, la huelga general impulsada en la época por el sindicato de marinos, entonces dirigido por el Partido Comunista Chino. Esta vez, la ley colonial ha sido invocada de nuevo por un gobierno hongkonés dirigido por China para reprimir a la población de su país hermano. Precisamente por el hecho de que Pekín ha mantenido intacta la mayor parte del legado colonial represivo se puede afirmar que lo que practica es nada menos que una especie de colonización interna contra el pueblo de Hong Kong.
El pueblo olvidado
En la época de Mao, Hong Kong ya era tan importante para Pekín que tuvo que tolerar el gobierno colonial a cambio de poder utilizar su puerto franco a fin de ingresar un tercio de sus divisas extranjeras en plena Guerra Fría. Pekín había apoyado con entusiasmo el movimiento anticolonial mundial, pero su incoherencia en relación con un puerto importante dentro de su territorio fue objeto de burla por parte de Moscú a comienzos de la década de 1960, lo que llevó a China a reclamar que Naciones Unidas tachara a Hong Kong de la lista de Territorios no autónomos en 1972, después de ser admitido su ingreso en la ONU un año antes. Sin embargo, esto no acabó con la dominación colonial británica y nosotros seguimos estando colonizados y sufriendo por ello.
Por entonces, Pekín también comenzó a acomodarse más con el régimen colonial ordenando a sus bases de apoyo en Hong Kong que no lucharan contra los británicos, sino que esperaran pacientemente la liberación que vendría de Pekín en un futuro indeterminado. De ahí que a partir de 1969 hubo una nueva ola de radicalización en una delgada capa de gente joven que quería luchar contra el colonialismo y que, como es natural, se inspiró en corrientes de izquierda al margen de los maoístas: anarquistas, trotskistas, liberales de izquierda y reformadores sociales, etc. Esta generación joven solía autocalificarse de “generación desarraigada”, pues se sentía abandonada frente al feroz gobierno colonial, ya que ni Pekín ni Taipei estaban dispuestas a echarle una mano.
Sin embargo, esta delgada capa de gente joven de izquierdas no logró hacerse oír seriamente en el seno de una clase trabajadora terriblemente explotada. Esta última estaba formada sobre todo por refugiados de China continental y sus descendientes, que preferían centrarse en su trabajo para llegar a fin de mes a rebelarse contra el orden colonial. Esto explica asimismo por qué la población de Hong Kong ha sido siempre muy moderada. Quienes reclamaban una participación política bajo el régimen colonial eran muy poca gente. En la década de 1980, cuando estaba a la vista un cambio de soberanía, su número aumentó un poco, pero siguió siendo muy moderada: en 1986, los pandemócratas solo se atrevieron a solicitar elecciones directas parciales al órgano legislativo, pero el Reino Unido rechazó incluso esto. Algunos pequeños grupos de izquierdistas reivindicaron la autodeterminación del pueblo de Hong Kong, pero nadie se molestó en escucharles. Entonces trataron de defender públicamente el sufragio universal para la elección del órgano legislativo como punto de partida para el empoderamiento político de la población local. El resultado fue el mismo. El público se contentó con la promesa de Pekín de implementar gradualmente el sufragio universal. “No hay que apresurarse” es el sentimiento más extendido.
Seis años después del traspaso en 1997, Pekín adoptó una medida importante: en vez de otorgar a Hong Kong el sufragio universal prometido, intentó imponer su Ley de seguridad nacional, cosa que indignó a la población, que respondió con una manifestación de 500.000 personas el 1 de julio de 2003. Retrospectivamente, aquello no fue más que el comienzo de una resistencia prolongada frente al intento de Pekín de acabar de una vez por todas con la autonomía hongkonesa. Cuando la población, después de esperar durante cerca de dos decenios, comenzó a organizar una amplia ocupación en 2014 para exigir a Pekín que cumpliera su promesa de sufragio universal en Hong Kong, el gobierno chino decidió hacer todo lo contrario cercenando la autonomía de la antigua colonia.
El pueblo de Hong Kong siempre se ha visto denegar el derecho a administrar sus propios asuntos, tanto bajo el mando británico como bajo el régimen chino. Sin embargo, Pekín le está demostrando que es peor que los británicos. Años antes de presentar la Ley de extradición a China, Pekín ya trató de imponer su versión chovinista de la identidad china, cosa que los británicos no habían hecho: intentó que el gobierno de Hong Kong sustituyera la lengua cantonesa por el chino mandarín como lengua vehicular en la enseñanza. Además, Pekín comenzó a aplicar el programa de educación nacional, seguido de la Ley del himno nacional, que castiga a toda persona que no cante como es debido la versión oficial. Esto enfureció al pueblo hongkonés, que empezó a protestar. Por eso, cuando se presentó la Ley de extradición a China, el pueblo de Hong Kong sabía muy bien que ahora era inevitable una confrontación absoluta con Pekín.
Hong Kong como palanca de Pekín
Durante mucho tiempo, el pueblo de Hong Kong ha luchado solo. Esto no empezó a cambiar hasta queel gobierno chino, bajo el mando de Xi Jinping, se volvió todavía más agresivo en su voluntad de imponer su nuevo plan global y para Hong Kong.
Hace 30 años, cuando Pekín redactó la Ley Fundamental, no había previsto que China adquiriría la condición de segunda economía más grande del mundo en tan poco tiempo. Cuando Xi Jinping accedió al poder en 2012, se convirtió en el dirigente chino más asertivo en el escenario mundial de naciones. Cada vez se siente más tentado no solo de rechazar el cumplimiento de su promesa de sufragio universal en la Ley Fundamental, sino también de utilizar Hong Kong como palanca en su confrontación global con EE UU en general y el caso Huawei en particular. De ahí el intento de imponer la Ley de extradición a China.
Hasta antes de presentar dicha ley, EE UU siguió presentando cada año una apreciación positiva de la autonomía de Hong Kong de acuerdo con la Ley política de 1992, lo cual es determinante para el gobierno de EE UU para seguir reconociendo el territorio como zona aduanera separada. Fue el cambio unilateral de Pekín de su política hacia Hong Kong el que puso en contra a EE UU y a Occidente en general, al igual que lo fuera la presentación de la Ley de extradición.
Hay que tener mucha fantasía para afirmar que la única finalidad de dicha ley consiste en extraditar a los chinos continentales ricos acusados de corrupción a China continental para que sean debidamente juzgados. La palabra utilizada en la ley es “toda persona” en Hong Kong, no solo los continentales ricos corruptos. Además, el incidente de los cinco libreros de Causeway Bay todavía estaba fresco en la memoria de mucha gente. Entre octubre y diciembre de 2015 desaparecieron cinco propietarios y empleados de la librería de Causeway Bay. En febrero de 2016, las autoridades de Cantón confirmaron que los cinco habían sido detenidos por un antiguo accidente de tráfico en que estuvo implicado Gui Minhai, uno de los propietarios. Poca gente, al margen del gobierno chino, se creyó la explicación. Es un secreto a voces que los cinco fueron detenidos por publicar libros sobre la vida privada de Xi. Lo alarmante de todo esto no es tan solo esta violación del principio de un país, dos sistemas, sino también el hecho de que dos de las detenciones fueron a todas luces extrajudiciales. Por eso la gente de toda condición, desde la clase política hasta los ricos, pasando por los europeos y estadounidenses que residen aquí, se sienten amenzados por la ley y no quieren que se promulgue.
Hong Kong tiene tratados de extradición con una veintena de países, incluidos el Reino Unido y EE UU, pero no con China continental. El bando favorable a Pekín, aquí y en el extranjero, alega que puesto que Hong Kong tiene tratados de extradición con Occidente, ¿por qué no puede tenerlo con China continental? El caso es que nadie confía en el sistema judicial chino. China no solo desdeña el principio de juicio justo, sino también la independencia judicial. De hecho, Pekín reconoce esta desconfianza y la codifica en el mencionado artículo 8 de la Ley Fundamental, que estipula que “las leyes que estaban vigentes en Hong Kong… se mantendrán”, lo que significa que Hong Kong está separada del sistema judicial chino. Sin esta separación no hay autonomía ni un país, dos sistemas. Si el sistema judicial chino mejorara significativamente, sería posible discutir sobre un tratado de extradición con China. Pero en realidad, la cosa ha ido de mal en peor.
En última instancia, no tenemos una versión de un país, dos sistemas según la definición de Pekín, a saber, uno que es socialista y el otro, capitalista. La realidad es más bien que tenemos dos sistemas de capitalismo: en el continente, un capitalismo burocrático que combina el poder coercitivo del Estado con el poder del capital, y un capitalismo liberal en Hong Kong. Sin duda, este último es muy problemático para la gente trabajadora de allí, pero este capitalismo, tal como está definido en la Ley Fundamental, también asegura la protección de derechos humanos fundamentales, lo que permite el crecimiento de un movimiento social. De hecho, es esta característica de Hong Kong la que preocupa cada vez más a Pekín.
Desde el comienzo del nuevo siglo, un número creciente de personas del continente han empezado a imitar el movimiento social hongkonés y a organizarse informalmente o mediante ONG. Este fue el precio que tuvo que pagar Pekín por utilizar a Hong Kong para ayudar a construir el nuevo capitalismo chino. Pekín ha pasado a considerar progresivamente que este precio es excesivo, y desde que Xi Jinping accedió al poder en 2012, el gobierno chino debió de pensar que había reunido fuerza suficiente para acabar de una vez con la autonomía de Hong Kong. De ahí que la vía de progreso de la gente trabajadora de Hong Kong pase, a corto y medio plazo, por defender y ampliar nuestros derechos con el fin de prepararnos para una lucha prolongada por sustituir este capitalismo liberal por una sociedad realmente igualitaria y democrática.
¿Promueve EE UU la democracia de Hong Kong?
No cabe duda de que EE UU también utiliza a Hong Kong para atacar a Pekín. Desde 2012 mantiene una práctica de contención con respecto a China. La Ley de Derechos Humanos y Democracia en Hong Kong que ha promulgado se celebra en Hong Kong como un medio para salvar su libertad, pero en realidad el nombre de esta ley induce a confusión. En primer lugar, en el artículo 3 se deja muy claro el propósito de la ley: lo que importa es el interés nacional de EE UU en Hong Kong. El artículo 5 a) 6 estipula una evaluación de si Hong Kong aplica debidamente las sanciones estadounidenses contra determinados países o individuos. Entre los motivos de tales sanciones se incluye la implicación de países o personas en actos de “terrorismo internacional, narcotráfico internacional o de proliferación de armas de destrucción masiva, o que de otra manera suponen una amenaza para la seguridad nacional, la política exterior o la economía de Estados Unidos”.
La finalidad es proteger los intereses nacionales de EE UU, no defender los derechos humanos y la democracia del pueblo hongkonés. Esta vinculación de los derechos humanos de Hong Kong con la política exterior de EE UU es en sí misma una burla de los derechos humanos. La definición de lo que constituye el interés nacional de EE UU corresponderá siempre al gobierno de ese país. Así, esta ley también incluye el mandato al gobierno de Hong Kong de sancionar a Corea del Norte e Irán. Incluso numerosos países europeos se niegan a secundar la iniciativa de EE UU de retirarse del acuerdo nuclear con Irán, ya que se trata claramente de una provocación por parte de Trump.
Ni la defensa de la política exterior de EE UU ni su guerra comercial contra China, como tampoco su confrontación global, son nuestra batalla. En general, la gran carrera por la dominación mundial entre China y EE UU no es más que una lucha por el reparto del botín. Sin embargo, no podemos negar que desde el punto de vista de la defensa actual de la autonomía de Hong Kong en general, y de la lucha contra la Ley de extradición a China en particular, existe un interés claramente definido y compartido por el pueblo de Hong Kong y los países occidentales, dado que Hong Kong es una ciudad internacionalizada y el interés de Occidente está hasta cierto punto institucionalizado en la Ley Fundamental. No debemos dejar de defender nuestros derechos o de exigir a Pekín que cumpla su promesa de sufragio universal por el hecho de que EE UU y el Reino Unido también reclamen lo mismo.
Por otro lado, hemos de añadir que el movimiento hongkonés debe organizar su lucha independientemente. La izquierda también debería ser consciente de que el interés histórico de la clase trabajadora de Hong Kong no consiste en defender el conjunto del status quo tal como está definido en la Ley Fundamental, sino en ampliar sus derechos e ir más allá de la Ley Fundamental, sin temer la colisión con los intereses empresariales chinos y occidentales una vez hayan construido un movimiento suficientemente fuerte. Pero la ampliación de sus derechos no será posible si la gente trabajadora ni siquiera es capaz de defender los que tiene actualmente.
Desigualdad social e identidad hongkonesa
Los dos millones de participantes en la marcha del 16 de junio pasado demostraron que el movimiento cuenta con un apoyo mayoritario. El movimiento no reclama la independencia, como afirma Pekín. Al igual que todas las antiguas colonias, el pueblo de Hong Kong tiene el derecho de autodeterminación, incluida la opción de la independencia. Sin embargo, el movimiento hongkonés está unido en torno a las cinco reivindicaciones, que son muy moderadas. Existe una pequeña corriente poco organizada que aspira a la independencia, pero no ejerce influencia alguna en el movimiento.
A diferencia de las anteriores generaciones, la juventud aspira a una identidad hongkonesa, pero esto no implica necesariamente que desee la independencia. Se trata, también, de una reacción ante las políticas cada vez más nacionalistas y chovinistas de Pekín. China, bajo la dirección del PCC, se ha convertido hoy en una sociedad represiva con la que poca gente en Hong Kong desea asociarse, de ahí la aspiración a un Hong Kong libre. El aumento de una identidad hongkonesa tampoco es un fenómeno aislado.
Nativistas
Un sondeo reciente revela que cerca del 40 % de los y las estudiantes afirman ser localistas, pero la interpretación que hace la juventud radical de este término es muy variable. Mucho antes del surgimiento del movimiento actual, la interpretación nativista era la más influyente entre quienes afirmaban ser localistas. Sin embargo, cuando el movimiento se convirtió en una movilización masiva, en su seno se manifestaron, como es lógico, tendencias múltiples e incluso contrapuestas. Si por un lado existe una corriente nativista que muestra aversión a los inmigrantes del continente, por otro también hubo una manifestación mucho más numerosa, encaminada a ganarse las simpatías de los visitantes de China continental. Es responsabilidad de la izquierda unirse a la lucha y convencer a la juventud de su posición democrática e inclusiva, en vez de mantenerse al margen.
El tercer componente es el de los localistas xenófobos, que ya existían antes de la Revolución de los paraguas de 2014. Esta corriente se ha debilitado desde 2016. Los medios occidentales aman a esta gente, pero sus organizaciones son pequeñas, con no más de dos o tres docenas de miembros, a lo sumo algo menos de un centenar. Pero sus posiciones políticas siguen siendo peligrosas, dado que la sociedad hongkonesa siempre ha sido de derechas y la gente puede hacer suya la idea de que los continentales son el problema y de que hay que expulsarlos.
Es interesante señalar que quedaron tan desacreditados que perdieron las elecciones de 2016 y desde entonces han estado marginados. Existen unas pocas organizaciones nativistas muy pequeñas, creadas por gente joven, pero son tan pequeñas que carecen de músculo institucional para imponer su programa en el movimiento. Si ejercen alguna influencia ideológica es, en primer lugar, porque Hong Kong siempre ha sido conservadora en el contexto de una llamada sociedad liberal; en segundo lugar, ya existe una multitud que, enloquecida por la represión de Pekín, considera erróneamente que toda la población china es responsable y así adoptan una postura hostil indiscriminada hacia el pueblo chino en general. Pero esta corriente nativista es muy pequeña. En general, los autoproclamados localistas pueden acaparar un poco más del 10 % de los votos, pero hemos de tener en cuenta que no todos los localistas son nativistas.
01/02/2020
https://www.zeitschrift-luxemburg.de/weder-washington-noch-peking-selbstbestimmung-fuer-die-menschen-in-hongkong/
Traducción: viento sur

Entrevista a Nils Melzer sobre Assange

eldiario.es  
Los detalles del caso Assange (fundador de Wikileaks) según el investigador de la ONU
"Cuatro países se han coordinado para quemarle en la hoguera sin que nadie proteste"
27/02/2020 | Daniel Ryser - Republik / Yves Bachmann

Por primera vez, el relator especial de la ONU sobre tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, Nils Melzer, da detalles de los polémicos hallazgos de su investigación sobre el caso del fundador de Wikileaks, Julian Assange.
Nils Melzer, ¿por qué el relator especial de la ONU sobre tortura se interesa en Julian Assange?
Eso mismo me preguntaron recientemente en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania: ¿esta es realmente su principal obligación? ¿Assange es víctima de tortura?
¿Qué respondió?
El caso se encuentra dentro de mis obligaciones de tres maneras diferentes: primero, Assange publicó pruebas de tortura sistemática. Pero en lugar de ser perseguidos los responsables de la tortura, se está persiguiendo a Assange. Segundo, él mismo ha sido maltratado hasta tal punto que ahora muestra síntomas de tortura psicológica. Y tercero, puede ser extraditado a un país que mantiene a las personas como él en condiciones de prisión que Amnistía Internacional ha calificado como de tortura.
En resumen: Julian Assange destapó la tortura, él mismo ha sido torturado y podría ser torturado hasta morir en Estados Unidos. ¿Y se supone que un caso así no forma parte de mi área de responsabilidad? Más allá de eso, el caso es de importancia simbólica y afecta a todos los ciudadanos de un país democrático.
¿Por qué no asumió el caso mucho antes?
Imagine una habitación oscura. De repente, alguien ilumina a un elefante en la habitación que representa a los criminales de guerra, la corrupción. Assange es el hombre que sostiene el foco. Los Gobiernos se quedan brevemente en estado de shock, pero luego hacen girar el foco con acusaciones de violación.
Esta es una maniobra clásica cuando se trata de manipular a la opinión pública. El elefante, una vez más, desaparece en la oscuridad quedándose detrás del foco y, en su lugar, Assange se convierte en el foco de atención y comenzamos a hablar sobre si Assange está patinando en la embajada o si alimenta a su gato correctamente. De repente, todos sabemos que es un violador, un hacker, un espía y un narcisista. Pero los abusos y crímenes de guerra que descubrió se desvanecen en la oscuridad. Yo también perdí mi enfoque, a pesar de mi experiencia profesional, que debería haberme hecho estar más alerta.
Comencemos por el principio: ¿Qué le llevó a tomar el caso?
En diciembre de 2018 sus abogados me pidieron que interviniera. Al principio, me negué. Estaba muy cargado con otras peticiones y no estaba muy familiarizado con el caso. Mi impresión, en gran medida influenciada por los medios de comunicación, también estuvo influida por el prejuicio de que Julian Assange era de alguna manera culpable y de que quería manipularme.
En marzo de 2019, sus abogados se me acercaron por segunda vez porque cada vez había más indicios de que pronto Assange sería expulsado de la embajada ecuatoriana. Me enviaron algunos documentos clave y un resumen del caso y pensé que mi integridad profesional exigía que al menos le echara un vistazo al material.
¿Qué pasó entonces?
Rápidamente resultó evidente que algo no estaba bien. Mi amplia experiencia en asuntos legales me decía que había una contradicción que no tenía sentido: ¿por qué una persona estaría sujeta a nueve años de investigación preliminar por violación sin que nunca se hayan presentado cargos?
¿Eso es algo inusual?
Nunca he visto un caso similar. Cualquiera puede iniciar una investigación preliminar en contra de otra persona con tan solo ir a la policía y acusarla de un delito. Sin embargo, las autoridades suecas nunca se interesaron por el testimonio de Assange. Lo dejaron intencionalmente en el limbo. Imagínese ser acusado de violación durante nueve años y medio por todo el aparato estatal y medios de comunicación sin tener la oportunidad de defenderse porque nunca se presentaron cargos.
Está diciendo que las autoridades suecas nunca se interesaron por el testimonio de Assange. Pero los medios de comunicación y las agencias gubernamentales han descrito un escenario totalmente diferente a lo largo de los años: dicen que Julian Assange huyó del poder judicial sueco para evitar rendir cuentas.
Eso fue lo que siempre pensé, hasta que comencé a investigar. La verdad es lo contrario. Assange se entrevistó con las autoridades suecas en varias ocasiones porque quería responder ante las acusaciones. Pero las autoridades pusieron obstáculos.
¿Qué quiere decir con poner obstáculos?
Permíteme comenzar por el principio. Hablo sueco con fluidez y pude leer todos los documentos originales. Apenas podía creer lo que leía: según el testimonio de la mujer en cuestión, nunca se produjo una violación. Y no solo eso: después, la policía de Estocolmo cambió el testimonio de la mujer sin que ella participara para que de alguna manera pareciera una posible violación.
Dice que la policía de Estocolmo cambió el testimonio de la mujer, ¿cómo lo hicieron exactamente?
El 20 de agosto de 2010, una mujer llamada S.W. entró en la comisaría de Estocolmo junto con una segunda mujer llamada A.A. La primera, S.W, dijo que había tenido relaciones sexuales consentidas con Julian Assange, pero que él no había usado condón. Dijo que ahora le preocupaba que pudiera estar infectada con VIH y quería saber si podía obligar a Assange a hacerse una prueba de VIH. Ella dijo que estaba realmente preocupada. La policía anotó su declaración e inmediatamente informó a los fiscales.
Incluso antes de que pudieran terminar las preguntas, se informó a S.W. de que Assange sería arrestado bajo sospecha de violación. S.W. se sorprendió y se negó a continuar con el interrogatorio. Mientras todavía estaba en comisaría, ella le escribió un mensaje a una amiga diciéndole que no quería incriminar a Assange, que solo quería que se hiciera una prueba de VIH, pero que la policía aparentemente estaba interesada en "ponerle las manos encima".
¿Qué significa eso?
S.W. nunca acusó a Julian Assange de violación. Ella se negó a responder a más preguntas y se fue a su casa. Sin embargo, dos horas después, apareció un titular en la portada de Expressen, un tabloide sueco, que decía que Julian Assange era sospechoso de haber cometido dos violaciones.
¿Dos violaciones?
Sí, porque estaba la segunda mujer, A.A. Ella tampoco quería presentar cargos, simplemente había acompañado a S.W. a la comisaría. Ni siquiera la interrogaron ese día. Más tarde dijo que Assange la había acosado sexualmente. Por supuesto, yo no puedo decir si eso es cierto o no. Solo puedo señalar el orden de los acontecimientos: una mujer entra a una comisaría. No quiere presentar cargos, pero quiere exigir una prueba de VIH. La policía luego decide que esto podría ser un caso de violación y un asunto para los fiscales. La mujer se niega a aceptar esa versión de los hechos y luego se va a su casa y le escribe a un amigo que esa no era su intención, pero la policía quiere "ponerle las manos encima" a Assange.
Dos horas después, el caso aparece en el periódico. Como sabemos hoy en día, los fiscales filtraron la información a la prensa y lo hicieron sin siquiera invitar a Assange a declarar. Y la segunda mujer, que presuntamente había sido violada según el titular del 20 de agosto, fue interrogada el 21 de agosto.
¿Qué dijo la segunda mujer cuando fue interrogada?
Ella dijo que había puesto su apartamento a disposición de Assange, que se encontraba en Suecia para una conferencia. Se trataba de un pequeño apartamento de una habitación. Estando Assange en la casa, ella llegó antes de lo planeado, pero le dijo que no había problema y que los dos podían dormir en la misma cama.
Esa noche tuvieron sexo consentido con condón, pero ella dijo que, durante el acto, Assange había roto intencionalmente el condón. Si eso es cierto, entonces por supuesto se trata de un delito sexual conocido como stealthing. Pero la mujer también dijo que no se dio cuenta de que el condón estaba roto hasta después. Esa es una contradicción que debería haberse aclarado absolutamente. Si no lo percibo, entonces no puedo saber si el otro lo rompió intencionalmente. No se pudo detectar un solo rastro de ADN de Assange o A.A. en el condón que se presentó como evidencia.
¿Cómo se conocieron las dos mujeres?
Realmente no se conocían. A.A., que estaba acogiendo a Assange y ejercía como su secretaria de prensa, había conocido a S.W. en un evento en el que S.W. llevaba un jersey de cachemir rosa. Al parecer, ella sabía por Assange que estaba interesado en tener un encuentro sexual con S.W. porque una noche recibió un mensaje de un conocido que decía que sabía que Assange se quedaría con ella y que, a él, el conocido, le gustaría contactar con Assange. A.A. respondió: aparentemente Assange está durmiendo en este momento con la "chica de cachemir". A la mañana siguiente, S.W. habló con A.A. por teléfono y dijo que ella también se había acostado con Assange y ahora le preocupaba haberse infectado de VIH.
Esta preocupación aparentemente era real, porque S.W. incluso fue a una clínica para una consulta. A.A. entonces sugirió: ’Vayamos a la policía, ellos pueden hacer que Assange se haga una prueba de VIH’. Sin embargo, las dos mujeres no fueron a la comisaría más cercana, sino a una muy lejana donde trabaja como policía una amiga de A.A. que luego interrogó a S.W. Al principio estaba presente A.A., lo que no es una práctica adecuada. Sin embargo, hasta este punto el único problema era, como máximo, la falta de profesionalidad.
La deliberada malicia de las autoridades solo se hizo evidente cuando difundieron de inmediato la sospecha de violación a través de la prensa sensacionalista. Y lo hicieron sin preguntar a A.A. y contradiciendo la declaración dada por S.W.
Este hecho también violó una prohibición clara de la ley sueca contra la publicación de los nombres de presuntas víctimas o perpetradores en casos de delitos sexuales. Luego el caso llegó a la fiscal general de la capital, quien suspendió la investigación de violación unos días después estableciendo que, aunque las declaraciones de S.W. eran creíbles, no había evidencia de que se hubiera cometido un delito.
Pero entonces el caso cogió carrerilla ¿Por qué?
Entonces el supervisor de la agente que realizó el interrogatorio le escribió un correo electrónico diciéndole que volvieran a escribir la declaración de S.W.
¿Qué cambios hizo la agente?
No lo sabemos, porque la primera declaración se escribió directamente en el programa de ordenador y ya no existe. Solo sabemos que la declaración original, según la fiscal general, aparentemente no contenía ningún indicio de que se hubiera cometido un delito. El formulario editado dice que los dos mantuvieron relaciones sexuales varias veces, de manera consentida y con condón.
Pero a la mañana siguiente, según la declaración modificada, la mujer se despertó porque él intentó penetrarla sin condón. Ella pregunta: "¿Estás usando condón?" Él dice: "no". Entonces, ella responde: "Es mejor que no tengas VIH" y le permite a él continuar. La declaración fue modificada sin involucrar a la mujer en cuestión y no fue firmada por ella. Esta es una evidencia manipulada, a partir de la cual las autoridades suecas luego crearon una historia de violación.
¿Por qué las autoridades suecas harían algo así?
El momento es decisivo: a finales de julio, Wikileaks, en cooperación con varios medios internacionales, publicó los ’diarios de la Guerra de Afganistán’. Esta fue una de las filtraciones de información más grandes de la historia del ejército de EEUU.
Inmediatamente después, Estados Unidos exigió que sus aliados inundaran a Assange de casos criminales. No estamos familiarizados con toda la correspondencia, pero Stratfor, una consultora de seguridad que trabaja para el Gobierno de Estados Unidos, aconsejó a los funcionarios estadounidenses aparentemente inundar a Assange con todo tipo de casos criminales durante los próximos 25 años.
¿Por qué Assange no fue a la policía en ese momento?
Lo hizo, lo mencioné anteriormente. Assange se enteró de las acusaciones de violación por la prensa. Contactó con la policía para poder dar su declaración. A pesar de que el escándalo llegó al público, solo se le permitió hacerlo nueve días después, cuando la acusación de haber violado a S.W. ya se había abandonado. Pero los procedimientos relacionados con el acoso sexual a A.A. estaban en curso.
El 30 de agosto de 2010, Assange apareció en la comisaría para declarar. Fue interrogado por el mismo policía que había ordenado la revisión de la declaración de S.W. Al comienzo de la conversación, Assange dijo que estaba listo para ofrecer su declaración, pero agregó que no quería leer nada de ella en la prensa una vez más. Ese era su derecho y se le garantizó que así sería.
Sin embargo, esa misma noche todo volvió a aparecer en los periódicos. Solo pudo haber venido de las autoridades porque nadie más estuvo presente durante su interrogatorio. Claramente, la intención era la de manchar su reputación.
¿De dónde sale la historia de que Assange buscaba evadir la justicia sueca?
Esta versión fue fabricada y no es consistente con los hechos. Si él hubiera estado intentando esconderse, no habría aparecido en la comisaría de policía por su propia voluntad. Basándose en la declaración modificada de S.W., se presentó una apelación contra el intento de la fiscal de suspender la investigación y el 2 de septiembre de 2010 se reanudaron los procedimientos sobre la violación.
Claes Borgström fue nombrado representante legal de las dos mujeres con dinero público. El hombre era socio del bufete de abogados del anterior ministro de Justicia, Thomas Bodström, bajo cuya supervisión el personal de seguridad sueco había capturado a dos hombres que Estados Unidos había declarado como sospechosos en mitad de Estocolmo. Los hombres fueron capturados sin ningún tipo de procedimiento legal y luego entregados a la CIA, que procedió a torturarlos. Eso muestra con más claridad el enorme trasfondo transatlántico de este asunto.
Después de reanudarse la investigación sobre violación, Assange indicó en varias ocasiones a través de su abogado que deseaba responder a las acusaciones. La fiscal responsable siguió retrasando el asunto. En una ocasión, no encajaba en su horario, en otra, el oficial de policía responsable estaba enfermo. Tres semanas después, su abogado escribió finalmente que Assange de verdad debía ir a Berlín para una conferencia y preguntó si se le permitía abandonar el país. La oficina del fiscal público le dio permiso por escrito para salir de Suecia por cortos períodos de tiempo.
¿Y entonces?
El punto es: el día en que Julian Assange salió de Suecia, en un momento en que no estaba claro si se iba por corto o largo plazo, se emitió una orden de arresto. Voló con Scandinavian Airlines (SAS) de Estocolmo a Berlín. Durante el vuelo, sus ordenadores portátiles desaparecieron de su equipaje facturado. Cuando llegó a Berlín, Lufthansa solicitó una investigación de SAS, pero la aerolínea aparentemente se negó a proporcionar ningún tipo de información.
¿Por qué?
Ese es exactamente el problema. En este caso, constantemente suceden cosas que no serían posibles a menos que las mires desde un ángulo diferente. De todos modos, Assange continuó hacia Londres, pero no trató de esconderse del poder judicial. A través de su abogado sueco, ofreció a los fiscales varias fechas posibles para ser interrogado en Suecia: esta correspondencia existe. Luego, sucedió lo siguiente: Assange se enteró de que se había abierto un caso criminal secreto contra él en Estados Unidos. En ese momento, no fue confirmado por EEUU, pero hoy sabemos que era cierto. A partir de ese momento, el abogado de Assange comenzó a decir que su cliente estaba preparado para testificar en Suecia, pero exigió garantías diplomáticas de que Suecia no lo extraditaría a Estados Unidos.
¿Realmente era posible que eso ocurriera?
Absolutamente. Algunos años antes, como ya mencioné, el personal de seguridad sueco había entregado a dos solicitantes de asilo –ambos registrados en Suecia– a la CIA sin ningún procedimiento legal. El abuso comenzó en el aeropuerto de Estocolmo, donde fueron maltratados, drogados y trasladados a Egipto, donde fueron torturados. No sabemos si fueron los únicos casos, pero conocemos estos casos porque los hombres sobrevivieron. Más tarde, ambos presentaron denuncias ante las agencias de derechos humanos de la ONU y ganaron su caso. Suecia se vio obligada a pagarles a cada uno medio millón de dólares por daños.
¿Aceptó Suecia las demandas de Assange?
Los abogados dicen que durante los casi siete años en que Assange vivió en la embajada ecuatoriana, hicieron más de 30 ofertas para que Assange visitara Suecia a cambio de una garantía de que no sería extraditado a Estados Unidos. Los suecos se negaron a proporcionar tal garantía argumentando que Estados Unidos no había hecho una solicitud formal de extradición.
¿Cuál es su opinión sobre la demanda hecha por los abogados de Assange?
Tales garantías diplomáticas son una práctica internacional rutinaria. Las personas solicitan garantías de que no serán extraditadas a lugares donde existe el peligro de violaciones graves de los derechos humanos, independientemente de si el país en cuestión ha presentado una solicitud de extradición o no. No es un procedimiento legal, sino político.
Este es un ejemplo: digamos que Francia exige que Suiza extradite a un empresario kazajo que vive en Suiza, pero que es buscado por Francia y Kazajstán por acusaciones de fraude fiscal. Suiza no ve peligro de tortura en Francia, pero cree que tal peligro existe en Kazajstán. Entonces Suiza le dice a Francia: vamos a extraditarlo, pero queremos una garantía diplomática de que no será extraditado a Kazajstán. La respuesta de los franceses no sería: "¡Kazajstán ni siquiera ha presentado una solicitud!" Debería ser que, por supuesto, otorgarían tal garantía.
Los argumentos procedentes de Suecia fueron tenues en el mejor de los casos. Esa es una parte del asunto. La otra, y lo digo basándome en toda la experiencia que tengo en la práctica internacional estándar, es que si un país se niega a proporcionar tal garantía diplomática, todas las dudas sobre las buenas intenciones del país en cuestión están justificadas ¿Por qué Suecia no proporcionaría tales garantías? Desde una perspectiva legal, después de todo, Estados Unidos no tiene absolutamente nada que ver con los procedimientos de delitos sexuales suecos.
¿Por qué Suecia no quiso ofrecer esa garantía?
Solo hay que ver cómo se gestionó el caso: para Suecia, nunca se trató de los intereses de las dos mujeres. Incluso después de solicitar las garantías de no ser extraditado, Assange todavía quería testificar. Él dijo: Si no pueden garantizarme que no seré extraditado, entonces estoy dispuesto a ser interrogado en Londres o por videoconferencia.
¿Pero es normal o aceptable que las autoridades suecas viajen a un país diferente para tal interrogatorio?
Ese es otro indicio de que Suecia nunca estuvo interesada en encontrar la verdad. Para exactamente este tipo de asuntos judiciales existe un tratado de cooperación entre el Reino Unido y Suecia que prevé que los funcionarios suecos puedan viajar al Reino Unido, o viceversa, para realizar interrogatorios o que el interrogatorio pueda realizarse por videoconferencia.
Durante el periodo de tiempo en cuestión se hicieron este tipo de interrogatorios entre Suecia e Inglaterra en otros 44 casos. Fue solo en el caso de Julian Assange en el que Suecia insistió en que era esencial para él presentarse personalmente.
¿Por qué sucedió de esa manera?
Solo hay una única explicación para todo esto: la negativa a otorgar garantías diplomáticas, la negativa a interrogarlo en Londres: querían detenerlo para poder extraditarlo a Estados Unidos.
El número de infracciones registradas en Suecia en las primeras semanas de la investigación criminal preliminar es simplemente grotesco. El Estado asignó un asesor legal a las mujeres que les dijo que la interpretación criminal de lo que habían vivido dependía del Estado y no de ellas.
Cuando al asesor legal se le preguntó sobre las contradicciones en el testimonio de las mujeres y la narrativa a la que se adhirieron funcionarios públicos, el asesor dijo, en referencia a las mujeres: "Ah, pero ellas no son abogadas".
Pero durante cinco largos años la Fiscalía sueca evitó interrogar a Assange sobre la supuesta violación, hasta que sus abogados finalmente solicitaron a la Corte Suprema de Suecia que obligara a la Fiscalía a presentar cargos o cerrar el caso. Cuando los suecos le dijeron al Reino Unido que podrían verse obligados a abandonar el caso, los británicos respondieron con preocupación: "¡No se atrevan a echarse atrás!".
¿Está hablando en serio?
Sí, los británicos, o más específicamente el Servicio de Fiscalía de la Corona, querían evitar que Suecia abandonara el caso a toda costa. Aunque realmente los ingleses deberían haber estado contentos de que ya no tendrían que gastar millones en dinero de los contribuyentes para mantener a la embajada ecuatoriana bajo vigilancia constante para evitar que se fugara Assange.
¿Por qué los británicos estaban tan ansiosos por evitar que los suecos cerraran el caso?
Debemos dejar de creer que realmente había interés en llevar a cabo una investigación sobre un delito sexual. Lo que hizo Wikileaks es una amenaza para la élite política de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Rusia en igual medida. Wikileaks publica información secreta de Estado. Y en un mundo, incluso en las llamadas democracias maduras, donde la expansión de secretos se ha generalizado, eso se considera una amenaza fundamental. Assange dejó en claro que los países ya no están interesados en la confidencialidad legítima, sino en la supresión de información importante sobre corrupción y delitos.
Tomemos el arquetípico caso de Wikileaks sobre las filtraciones de información proporcionadas por Chelsea Manning: el vídeo llamado "Asesinato colateral". (Nota del editor: El 5 de abril de 2010, Wikileaks publicó un vídeo clasificado del ejército estadounidense que mostraba el asesinato de varias personas en Bagdad ejecutado por soldados estadounidenses, incluidos dos empleados de la agencia de noticias Reuters).
Como asesor legal durante mucho tiempo en el Comité Internacional de la Cruz Roja y delegado en zonas de guerra, puedo decirle que el vídeo sin duda documenta un crimen de guerra. Un equipo de helicópteros simplemente acribilla a un grupo de personas. Incluso podría ser que una o dos de estas personas llevaran un arma, pero las personas heridas fueron atacadas de forma intencionada. Eso es un crimen de guerra.
"Está herido", se puede escuchar decir a un estadounidense. "Estoy disparando". Y luego se ríen. Luego, una camioneta llega para salvar a los heridos. El conductor está con sus dos hijos. Puedes escuchar a los soldados decir: Bueno, es su culpa por traer a sus hijos a una batalla. Y luego abren fuego. El padre y los heridos son asesinados de inmediato, aunque los niños sobrevivieron con heridas graves. A través de la publicación del vídeo, nos convertimos en testigos directos de una masacre criminal e inconcebible.
¿Qué debe hacer una democracia constitucional ante tal situación?
Una democracia constitucional probablemente investigaría a Chelsea Manning por violar el secreto oficial porque le pasó el vídeo a Assange. Pero ciertamente no iría tras Assange, porque publicó el vídeo como interés público, de acuerdo con las prácticas clásicas del periodismo de investigación. Sin embargo, sobre todas las cosas, una democracia constitucional investigaría y castigaría a los criminales de guerra. Estos soldados deberían estar entre rejas. Pero no se inició ninguna investigación criminal contra ninguno de ellos.
Al contrario, el hombre que informó al público está encerrado en prisión preventiva en Londres y se enfrenta a una posible sentencia en Estados Unidos de hasta 175 años de prisión. Esa es una sentencia completamente absurda. En comparación: los principales criminales de guerra en el tribunal de Yugoslavia recibieron sentencias de 45 años. 175 años en prisión en condiciones que han sido consideradas inhumanas por el relator especial de la ONU y por Amnistía Internacional. Pero lo realmente horrible de este caso es la anarquía que se ha desarrollado: los poderosos pueden asesinar sin temer a ser castigados y el periodismo se transforma en espionaje. Se está convirtiendo en un crimen decir la verdad.
¿Qué le espera a Assange una vez que sea extraditado?
No recibirá un juicio acorde a un Estado de derecho. Esa es otra razón por la cual no se debe permitir su extradición. Assange recibirá un juicio con un jurado en Alexandria, Virginia, el famoso "Tribunal de Espionaje", donde Estados Unidos juzga todos los casos de seguridad nacional. Esta ubicación no ha sido elegida al azar, porque los miembros del jurado deben elegirse en proporción a la población local y el 85% de los residentes de Alexandria trabajan en la comunidad de seguridad nacional: en la CIA, la NSA, el Departamento de Defensa y el Departamento de Estado.
Cuando las personas son juzgadas por dañar la seguridad nacional frente a un jurado como ese, el veredicto es claro desde el principio. Los casos siempre se juzgan frente al mismo juez a puerta cerrada y con base a pruebas clasificadas. Nadie ha salido absuelto de allí en un caso como ese. El resultado es que la mayoría de los acusados llegan a un acuerdo, en el que admiten una culpa parcial para recibir una sentencia más leve.
¿Está diciendo que Julian Assange no recibirá un juicio justo en Estados Unidos?
Sin duda. Mientras los empleados del Gobierno estadounidense obedezcan las órdenes de sus superiores, pueden participar en guerras de agresión, crímenes de guerra y tortura sabiendo perfectamente que nunca tendrán que responder a sus acciones. ¿Qué pasó con las lecciones aprendidas en los juicios de Nuremberg? He trabajado el tiempo suficiente en zonas de conflicto como para saber que se cometen errores en las guerras. No siempre se trata de actos criminales sin escrúpulos. Muchas veces todo esto ocurre producto del estrés, el agotamiento y el pánico.
Por eso puedo entender absolutamente cuando un Gobierno dice: "Sacaremos a la luz la verdad y, como Estado, asumiremos toda la responsabilidad por el daño causado. Pero si no se puede asignar la culpa directamente a los individuos, no impondremos castigos rigurosos". Pero es extremadamente peligroso cuando se silencia la verdad y los criminales no son llevados ante la justicia. En la década de 1930, Alemania y Japón abandonaron la Liga de las Naciones. 15 años después, el mundo yacía en ruinas.
Hoy, Estados Unidos se ha retirado del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y, ni la masacre del "Asesinato colateral", ni la tortura de la CIA después del 11 de septiembre, ni la guerra de agresión contra Irak han acabado en investigaciones criminales.
Ahora, el Reino Unido está siguiendo ese ejemplo. El Comité de Seguridad e Inteligencia en el propio Parlamento del país publicó dos informes extensos en 2018 que muestran que Gran Bretaña estaba mucho más involucrada en el programa secreto de tortura de la CIA de lo que se creía anteriormente. El comité recomendó una investigación formal. Lo primero que hizo Boris Johnson después de convertirse en primer ministro fue anular esa investigación.
En abril, la policía británica sacó a Julian Assange de la embajada ecuatoriana. ¿Qué opina sobre estos eventos?
En 2017 se eligió un nuevo Gobierno en Ecuador. En respuesta, Estados Unidos escribió una carta indicando que estaba ansioso por cooperar con Ecuador. Había, por supuesto, mucho dinero en juego, pero había un obstáculo en el camino: Julian Assange. El mensaje era que Estados Unidos estaba preparado para cooperar si Ecuador entregaba Assange a Estados Unidos. En ese momento, la embajada ecuatoriana comenzó a aumentar la presión sobre Assange. Le hicieron la vida difícil. Pero él se quedó. Entonces Ecuador anuló su amnistía y le dio a Gran Bretaña luz verde para arrestarlo.
Como el Gobierno anterior le había otorgado la ciudadanía ecuatoriana, debieron revocar su pasaporte porque la constitución ecuatoriana prohíbe extraditar a sus propios ciudadanos. Todo eso sucedió de la noche a la mañana y sin ningún procedimiento legal. Assange no tuvo oportunidad de hacer una declaración ni de recurrir a un procedimiento legal. Fue arrestado por los británicos y llevado ante un juez británico ese mismo día, que le condenó por violar las condiciones de la libertad condicional.
¿Qué opina de este veredicto tan rápido?
Assange solo tuvo 15 minutos para prepararse con su abogado. El juicio en sí también duró solo 15 minutos. El abogado de Assange puso un archivo grueso sobre la mesa e hizo una objeción formal a una de las juezas por conflicto de intereses porque su esposo había sido expuesto en 35 casos de Wikileaks. Pero el juez principal echó a un lado las preocupaciones sin examinarlas más a fondo. Dijo que acusar a su colega de un conflicto de intereses era una afrenta. Assange solo pronunció una frase durante todo el proceso: "Me declaro inocente". El juez se volvió hacia él y le dijo: "Eres un narcisista que no puede ver más allá de sus propios intereses. Te declaro culpable de violar la libertad condicional".
Si le entiendo correctamente, desde el inicio Julian Assange nunca tuvo una oportunidad
Ese es el punto. No estoy diciendo que Julian Assange sea un ángel o un héroe. No se trata de eso. Estamos hablando de derechos humanos y no de derechos de héroes o ángeles. Assange es una persona y tiene derecho a defenderse y ser tratado de manera humana. Independientemente de lo que se le acuse, Assange tiene derecho a un juicio justo. Pero se le ha negado deliberadamente ese derecho: en Suecia, Estados Unidos, Gran Bretaña y Ecuador. Por el contrario, lo dejaron pudrirse durante casi siete años en el limbo de una habitación.
De repente, fue sacado de allí y condenado en cuestión de horas y sin ningún tipo de preparación por una violación de fianza que consistió en haber recibido asilo diplomático de otro Estado miembro de la ONU sobre la base de persecución política, tal y como lo plantea el derecho internacional y que innumerables chinos, rusos y otros disidentes han hecho en embajadas occidentales.
Es obvio que estamos tratando con un caso de persecución política. En Gran Bretaña, las infracciones por violar la libertad condicional rara vez conducen a penas de prisión, generalmente están sujetas a multas. Assange, por el contrario, fue sentenciado en un proceso rápido a 50 semanas en una prisión de máxima seguridad. Claramente se trata de una pena desproporcionada que tenía un solo propósito: mantener a Assange el tiempo suficiente para que Estados Unidos preparara su caso de espionaje contra él.
Como relator especial de la ONU sobre la tortura, ¿qué tiene que decir sobre sus condiciones actuales de encarcelamiento?
Gran Bretaña no ha permitido que Julian Assange contacte con sus abogados de Estados Unidos, donde es objeto de procedimientos secretos. Su abogada británica también se ha quejado por no tener ni siquiera acceso suficiente a su cliente para revisar documentos y pruebas judiciales con él. En octubre no se le permitió tener ningún documento de su expediente en su celda. Se le negó su derecho fundamental a preparar su propia defensa, como lo garantiza el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Además, está su casi total confinamiento en solitario y el castigo completamente desproporcionado por violar la libertad condicional. Tan pronto como sale de su celda, vacían los pasillos para evitar que tenga contacto con otros reclusos.
¿Y todo eso debido a una simple violación de la libertad bajo fianza? ¿En qué punto el encarcelamiento se convierte en tortura?

Julian Assange ha sido torturado psicológicamente de manera intencional por Suecia, Gran Bretaña, Ecuador y Estados Unidos. Primero a través del manejo altamente arbitrario de los procedimientos en su contra. La forma en que Suecia hizo seguimiento del caso, con la asistencia activa de Gran Bretaña, tenía como objetivo ponerlo bajo presión y atraparlo en la embajada. Suecia nunca estuvo interesado en encontrar la verdad y ayudar a estas mujeres, sino en colocar a Assange contra la espada y la pared.
Se ha abusado de los procesos judiciales destinados a empujar a una persona hacia una posición en la que no puede defenderse. Además de eso, están las medidas de vigilancia, los insultos, las humillaciones y los ataques de los políticos de estos países, incluso las amenazas de muerte. Este abuso constante del poder del Estado ha desencadenado un estado grave de estrés y ansiedad en Assange y ha resultado en daños cognitivos y neurológicos medibles.
Visité a Assange en su celda en Londres en mayo de 2019 junto con dos médicos experimentados y ampliamente respetados que se especializan en examen forense y psicológico de las víctimas de tortura. El diagnóstico al que llegaron los dos médicos fue claro: Julian Assange muestra síntomas típicos de tortura psicológica. Si no recibe protección pronto, es probable que su salud se deteriore rápidamente y podría morir.
Medio año después de que Assange fuera puesto en prisión preventiva en Gran Bretaña, Suecia abandonó silenciosamente el caso en su contra en noviembre de 2019, después de nueve largos años. ¿Por qué hizo eso entonces?
El Estado sueco pasó casi una década presentando intencionalmente a Julian Assange al público como un delincuente sexual. Luego, de repente, abandonaron el caso en su contra debido al mismo argumento que utilizó la primera fiscal de Estocolmo en 2010, cuando inicialmente suspendió la investigación después de solo cinco días: aunque la declaración de la mujer era creíble, no había pruebas de que hubiera cometido un delito. Es un escándalo increíble.
Pero la sincronía no fue accidental. El 11 de noviembre se hizo público un documento oficial que yo envié al Gobierno sueco dos meses antes de que se hiciera público. En el documento, solicité al Gobierno que diera explicaciones sobre unos 50 puntos relacionados con las implicaciones de derechos humanos por la forma en que manejaban el caso.
¿Cómo es posible que la prensa fuera informada de inmediato a pesar de la prohibición de hacerlo? ¿Cómo es posible que se hiciera pública una sospecha a pesar de que el interrogatorio aún no se había realizado? ¿Cómo es posible que usted diga que ocurrió una violación a pesar de que la mujer involucrada impugna esa versión de los hechos? El día en que el documento se hizo público, recibí una miserable respuesta de Suecia: el Gobierno no tiene más comentarios sobre este caso.
¿Qué significa esa respuesta?
Es una admisión de culpa.
¿De qué manera?
Como relator especial de la ONU, la comunidad internacional me ha encomendado investigar las denuncias presentadas por las víctimas de tortura y, si es necesario, solicitar explicaciones o investigaciones a los Gobiernos. Ese es el trabajo diario que hago con todos los Estados miembros de la ONU. De acuerdo con mi experiencia, puedo decir que los países que actúan de buena fe casi siempre están interesados en proporcionarme las respuestas que necesito para resaltar la legalidad de su comportamiento.
Cuando un país como Suecia se niega a responder las preguntas sobre tortura presentadas por el relator especial de la ONU, muestra que el Gobierno es consciente de la ilegalidad de su comportamiento y no quiere hacerse responsable. Se desentendieron y abandonaron el caso una semana después porque sabían que yo no desistiría. Cuando países como Suecia se dejan manipular de esa manera, nuestras democracias y nuestros derechos humanos se enfrentan a una amenaza fundamental.
¿Crees que Suecia era plenamente consciente de lo que hacía?
Sí. Desde mi punto de vista, Suecia actuó muy claramente de mala fe. Si hubieran actuado de buena fe, no hubiesen tenido ningún motivo para negarse a responder mis preguntas. Lo mismo ocurre con los británicos: después de mi visita a Assange en mayo de 2019, tardaron seis meses en responderme en una carta de una sola página que se limitaba principalmente a rechazar todas las acusaciones de tortura y todas las inconsistencias en los procedimientos legales.
Si vas a hacer las cosas de esa manera, ¿cuál es el sentido de mi mandato? Soy el relator especial sobre tortura de las Naciones Unidas. Tengo el mandato de hacer preguntas claras y exigir respuestas. ¿Cuál es la base legal para negarle a alguien su derecho fundamental a defenderse? ¿Por qué un hombre que no es peligroso ni violento está recluido en régimen de aislamiento durante varios meses cuando las normas de la ONU prohíben legalmente el régimen de aislamiento por períodos superiores a 15 días? Ninguno de estos Estados miembros de la ONU inició una investigación, ni respondieron mis preguntas ni demostraron interés en el diálogo.
¿Qué significa que los Estados miembros de la ONU se nieguen a proporcionar información a su propio relator especial sobre tortura?
Que es un asunto previamente acordado. Se usará un juicio a manera de espectáculo para colocar a Julian Assange como ejemplo. El objetivo es intimidar a los demás periodistas. La intimidación, por cierto, es uno de los propósitos principales para usar la tortura en todo el mundo. El mensaje para todos nosotros es: esto es lo que te sucederá si haces lo mismo que Wikileaks.
Es un modelo que es muy peligroso porque es muy sencillo: las personas que obtienen información confidencial de sus Gobiernos o empresas transfieren esa información a Wikileaks, pero el denunciante permanece anónimo. La reacción muestra cuán grande se percibe la amenaza: cuatro países democráticos unieron fuerzas (Estados Unidos, Ecuador, Suecia y el Reino Unido) para aprovechar su poder y retratar a un hombre como un monstruo para que luego pudiera ser quemado en la hoguera sin que nadie protestara. El caso es un gran escándalo y representa el fracaso del Estado de derecho occidental. Si Julian Assange es condenado, condenarán a muerte a la libertad de prensa.
¿Qué puede significar este posible precedente para el futuro del periodismo?
A un nivel práctico significa que usted, como periodista, debe defenderse ahora. Porque si el periodismo de investigación se clasifica como espionaje y puede ser incriminado en todo el mundo, la censura y la tiranía seguirán. Se está creando un sistema asesino ante nuestros propios ojos. Los crímenes de guerra y tortura no se están persiguiendo.
En YouTube circulan vídeos en los que los soldados estadounidenses se jactan de llevar a las mujeres iraquíes al suicidio con violaciones sistemáticas. Nadie los está investigando. Al mismo tiempo, una persona que expone tales cosas está siendo amenazada con 175 años de prisión. Durante toda una década, ha sido inundado con acusaciones que no se pueden probar. Están acabando con él y nadie se hace responsable.
Esto marca una degradación del contrato social. Otorgamos poder a los países y lo delegamos a los Gobiernos, pero a cambio deben ser responsables de cómo ejercen ese poder. Si no exigimos que se les haga responsables, perderemos nuestros derechos tarde o temprano. Los humanos no son democráticos por naturaleza. El poder se corrompe si no se supervisa. La corrupción ocurre cuando no insistimos en que se controle el poder.
Estás diciendo que atacar a Assange amenaza el núcleo mismo de las libertades de prensa.
Veamos dónde estamos dentro de 20 años si Assange es condenado y sobre lo que usted podrá escribir como periodista. Estoy convencido de que estamos en grave peligro de perder las libertades de prensa. Ya está sucediendo: de repente, la sede de ABC News en Australia fue allanada por el caso de los ’diarios de la Guerra de Afganistán’. ¿El motivo? Una vez más, la prensa descubrió el mal comportamiento de los representantes del Estado.
Para que la división de poderes funcione, el Estado debe ser supervisado por la prensa como el cuarto poder. WikiLeaks es la consecuencia lógica de un proceso continuo de secretismo extendido: si la verdad ya no se puede examinar porque todo se mantiene en secreto, si los informes de investigación sobre la política de tortura del Gobierno de Estados Unidos se mantienen en secreto e incluso se ocultan grandes secciones del resumen publicado, en algún momento las filtraciones de información serán inevitables.
WikiLeaks es la consecuencia de ese secretismo desenfrenado y refleja la falta de transparencia en nuestro sistema político moderno. Hay, por supuesto, áreas donde el secreto puede ser vital. Pero si ya no sabemos qué están haciendo nuestros Gobiernos y los criterios que están siguiendo; si los crímenes ya no se investigan, entonces representa un grave peligro para la integridad social.
¿Cuáles son las consecuencias?
Como relator especial de la ONU sobre torturas y, antes de eso, como delegado de la Cruz Roja, he visto muchos horrores y violencia y he visto cuán rápido los países pacíficos como Yugoslavia o Ruanda pueden transformarse en infiernos.
La raíz de tales desarrollos es siempre una falta de transparencia y un poder político o económico desenfrenado combinado con la ingenuidad, la indiferencia y la maleabilidad de la población. De repente, lo que siempre sucedió al otro (tortura, violación, expulsión y asesinato impunes) puede sucedernos fácilmente a nosotros o a nuestros hijos. Y a nadie le importará. Puedo jurarte que es así.
*Esta entrevista fue originalmente publicada en inglés en Republik. Traducido del inglés por Mary Gómez, de Agência Públic
https://www.eldiario.es/internacional/Relator-ONU-Julian-Assange-condenado_0_999500818.html

Lenguas indigenas y colonialismo

Lenguas indígenas y colonialismo
E
ste 21 de febrero termina el año internacional de las lenguas indígenas, proclamado por la Organización de Naciones Unidas en 2016 con el objetivo de sensibilizar a la opinión pública sobre los riesgos a los que se enfrentan estas lenguas y su valor como vehículos de la cultura, los sistemas de conocimiento y los modos de vida, según declaró en su momento la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), institución internacional coordinadora de las actividades programadas para lograr sus objetivos. En la mayoría de los pueblos indígenas de nuestro país, el año pasó sin pena ni gloria, ignorantes como fueron de que esa medida se había tomado para que sus lenguas fueran valoradas, se fortaleciera su uso público y no siguieran desapareciendo, como viene sucediendo desde hace muchos siglos, cinco por lo menos, desde que llegaron los españoles y la suya fue usada como lengua franca entre todas las culturas de lo que hoy es México.
El gran problema de nuestro país es que las lenguas indígenas se pierden porque se encuentran en una situación colonial, vistas como se ha visto a sus portadores, los pueblos indígenas: rémoras del pasado y obstáculo para el progreso. El mayor impulso a ellas se ha dado desde algunos pueblos que realizan esfuerzos para practicarlas, pero más por profesionistas indígenas que se han organizado con el mismo fin: unos haciendo literatura, otros enfocando sus esfuerzos a descifrar los códigos que las componen para promover su escritura y, más recientemente, jóvenes comunicadores que utilizando las nuevas tecnologías impulsan la comunicación social por medio de ellas. El Estado, como se sabe, durante el siglo XX primero buscó desaparecerlas, después las usó como vehículo de aculturación, para que los indios dejaran de serlo y, como ni una ni otra cosa funcionara como lo esperaban, optó por el discurso del multilingüismo. Pero nada cambió porque las lenguas siguieron desapareciendo.
El primer paso en este cambio de políticas se dio el 14 de agosto de 2001, cuando se publicó la reforma constitucional sobre derechos indígenas que reconoce el derecho de los pueblos indígenas a preservar sus lenguas, conocimientos y todos los elementos que constituyan su identidad cultural. Dos años después se modificó la Ley General de Educación para asegurar que los hablantes de lenguas indígenas tendrán acceso a la educación obligatoria en su propia lengua y español, disposición que ha resultado una quimera porque en las escuelas se sigue enseñando con los programas del siglo pasado. Ese año también se aprobó la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, reconociendo el derecho de todo mexicano [de] comunicarse en la lengua de la que sea hablante, sin restricciones en el ámbito público o privado, en forma oral o escrita, en todas sus actividades sociales, económicas, políticas, culturales, religiosas y cualesquiera otras. Vana ilusión ante la ausencia de políticas públicas para lograrlo.
Para vigilar el cumplimiento de estas disposiciones se creó el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas. Algunos estados no se quisieron quedar atrás y crearon sus propias instituciones: el Centro de Estudios y Desarrollo de las Lenguas Indígenas, en Oaxaca; el Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya, en Yucatán; la Academia Veracruzana de las Lenguas Indígenas, en Veracruz; el Instituto Estatal de las Lenguas Indígenas e Investigaciones Pedagógicas, en San Luis Potosí; el Centro Estatal de Lenguas Indígenas, en Hidalgo, y el Centro Estatal de Lenguas, Arte y Literatura Indígenas, de Chiapas. La seriedad con que el asunto se trató quedó clara en los casos de Campeche y Michoacán, que legalmente crearon instituciones de este tipo pero en la práctica nunca se instalaron; en otros –como Oaxaca–, la institución quedó paralizada porque no se aprobó una ley que rigiera sus actos. Y las lenguas siguieron desapareciendo.
Ya ha pasado el año internacional de las lenguas pero, como sucedió con el año internacional de los pueblos indígenas, que a su término se decretó un decenio con el fin de que los gobiernos hicieran lo que no hicieron en un año, en este también se ha decretado la década de las lenguas indígenas, que comenzará dentro de dos años. Es poco lo que se puede esperar de las instituciones durante esa década si el problema no se trata con seriedad y se dejan atrás las políticas implementadas desde la aprobación de la Ley General de Derechos Lingüísticos y la creación del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas y se formula, junto con los pueblos, una radicalmente distinta, que responda a sus necesidades urgentes y de largo plazo. Pero para que eso tenga resultados positivos debe hacerse poniendo en el centro el uso público de las lenguas indígenas. Es la mejor manera de evitar que sigan desapareciendo. Es decir, que dejen de ser lenguas colonizadas.

Economia moral

Economía moral
Pobreza y persistencia campesina (PPC) // Hilo conductor del libro presentado en la FIL Minería
A
yer se presentó en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FIL-Minería), Pobreza y persistencia campesina en el siglo XXI: Teorías, debates y realidades políticas, libro coordinado por Julio Boltvinik y Susan A. Mann, Siglo XXI Editores, 2020. Es un extenso volumen (444 pp.) conformado por 14 textos: el prólogo (de Meghnad Desai), la introducción (de los coordinadores) y 12 capítulos escritos por 16 autores de diversos países. El libro (PPC) deriva de un seminario internacional que tuvo lugar en 2012 en El Colegio de México. En la introducción Susan A. Mann y yo describimos la arquitectura del libro, que comprende una ponencia preseminario (PB: ponencia básica) que yo escribí, y que entre otras cosas planteó a los ponentes (con mucha anticipación), tres preguntas centrales (véase adelante) que era deseable que abordaran; 10 capítulos con ponencias presentadas al seminario y que fueron aprobadas por los dictaminadores para integrar el libro; la introducción; un capítulo postseminario (Diálogos y debates sobre pobreza y persistencia campesina: alrededor de la ponencia básica y más allá) que yo escribí y en el cual, como dijo Julio Moguel (en su comentario al libro ayer en la FIL-Minería) de manera pormenorizada se muestran las coincidencias, diferencias, matices, perspectivas y acentos que cada uno de los autores impone en el libro; y el prólogo. Decimos Mann y yo en la introducción: Esta arquitectura le da al libro su rasgo distintivo: su énfasis en el diálogo y el debate, en la crítica y la réplica. El libro parte del hecho que, a pesar de que los campesinos son la mayoría de los pobres del mundo, se ha hecho muy poco para vincular los campos de estudios campesinos y los de pobreza. PPC proporciona una perspectiva crítica integral (por primera vez) al vincular ambos campos mediante tres preguntas centrales (formuladas en la PB): P1. La centenaria cuestión agraria: ¿Por qué los campesinos se han mantenido como una forma no capitalista de producción, mientras otras áreas de producción no capitalistas han sido arrasadas? P2. ¿Por qué la inmensa mayoría de los campesinos es pobre? P3. ¿Cuál es la relación entre las dos primeras preguntas? Las respuestas estructuradas a P1 y P2, constituyen teorías de la persistencia campesina (PEC), y de la pobreza campesina (POC), respectivamente. Vergopoulos y yo respondemos a la P3 indicando que la misma teoría explica tanto la P1 como la P2, al considerar que la POC es una condición de la PEC. Para otros, se requieren dos teorías separadas.
En la ponencia básica, primer capítulo del libro, sostengo que la pobreza campesina deriva de la estacionalidad de la demanda de fuerza de trabajo (FdeT) en la agricultura, concentrada en la siembra y la cosecha, y de precios agrícolas que sólo incorporan (como costos) los salarios de los días trabajados. Al ser los campesinos tomadores de precios en los mismos mercados que el capitalismo agrícola (CA), los precios de sus productos sólo incorporan los días trabajados, lo que los obliga a absorber el costo social de la estacionalidad y vivir en pobreza como proletarios errantes en busca de ingresos adicionales. Esto también explica la persistencia del campesinado, pues el CA, no puede existir sin la oferta de FdeT estacional barata; sin campesinos, el CA sería imposible: no habría (casi) nadie dispuesto a trabajar sólo en la siembra y la cosecha. Llego a la conclusión, por tanto, que la PEC es funcional y necesaria para el CA. Pero los campesinos sólo se ven obligados a vender barata su FdeT estacional si son pobres: los agricultores familiares ricos en EU (altamente subsidiados) pasan los periodos fuera de temporada en el ocio. El CA tiene que existir en simbiosis con campesinos pobres. Una teoría que explique la PEC debe también explicar la POC. La PB examina también la naturaleza de la producción agrícola y la contrasta con la industrial; critica varias teorías de la PEC, en particular la tesis Mann-Dickinson-Contreras (obstáculos al desarrollo del CA), al mostrar que no toma en cuenta la igualación intersectorial de las tasas de ganancia; sostiene que la teoría del valor de Marx no es aplicable a procesos productivos discontinuos, como el agrícola, y plantea cómo generalizarla; propone subsidiar la producción campesina para superar la POC.
En el capítulo 12 (ponencia postseminario) formulé una tipología para cada pregunta central. Para ello, hice una lista de respuestas de todos los capítulos, agrupé las respuestas por tipo y sinteticé las respuestas de cada tipo en una frase. La tipología de respuestas a la pregunta sobre POC (¿Por qué casi todos los campesinos son pobres?) a la que llegué incluye cinco tipos de respuestas que comienzan (los nombres al final son quienes dan la respuesta, incluyendo autores fuera de PPC que se marcan en cursivas): “Los campesinos son pobres porque…”: 1. Producen muy poco (respuesta convencional; Leff). 2. Se autoexplotan y/o son explotados/ dominados/ subsumidos por el capital. ( Chayanov; Bartra; Arizmendi) 3. Absorben los costos de las estacionalidades de invierno y entre tareas. ( Danielson; Boltvinik). 4. Subsidian al capital mediante la venta de fuerza de trabajo barata (Welty y coautores; Vergopoulos). 5. Viven en una trampa de pobreza debido a factores culturales (Barkin-Lemus: individualismo y alienación; Galbraith: adaptación y equilibrio de la pobreza). En la respuesta tipo 1, el problema es la baja producción (Q); en 2, 3 y 4, el problema está en los bajos precios (P) a los que los campesinos venden. En el tipo 5 la causa no es económica. Mi teoría que explica la POC porque los campesinos absorben los costos de la estacionalidad, se relaciona tanto con los precios (P) al que venden sus productos como a los salarios por su trabajo estacional; ambos reflejan sólo el tiempo efectivamente trabajado, que es sólo una fracción del año. Esta explicación es del mismo tipo que la de Danielson (respaldada por Marx y Kautsky) de la liberación del tiempo de invierno, que se refiere a la reducción en el tiempo durante el cual la fuerza de trabajo puede ser desplegada (debido a la destrucción de las artesanías campesinas). Por ello ambas teorías son complementarias: los campesinos no pueden trabajar en el invierno, ni en el tiempo de no trabajo del periodo de producción agrícola.
Sobre la persistencia (PEC) la tipología es: “Los campesinos persisten por…”: 1. “Sus funciones de producción ( Kautsky; Vergopoulos) y de oferta estacional (Boltvinik) de fuerza de trabajo, son indispensables para el capitalismo agrícola”. 2. Que al no requerir ganancias, ni rentas, sino sólo ingresos de subsistencia, se vuelven muy competitivos ( Chayanov; Bartra; Vergopoulos). 3. La incapacidad del capitalismo para superar los obstáculos presentes en la agricultura para su desarrollo (Mann-Dickinson; Contreras; Welty et al.). 5. Su función como amortiguadores de la renta diferencial, que daña al capital no agrícola (Bartra). 6. Su apego a la tierra, que es muy fuerte (Leff). Como resultado del diálogo con Luis Arizmendi sobre la persistencia campesina, llegué a una percepción que me parece clave y está en el libro: toda teoría del capitalismo tiene que incluir su simbiosis con el campesinado.
A la memoria de Susan A. Manny de Kostas Vergopoulos, autoresde PPC ya fallecidos

El brote en Iran, historia que se repite

El brote en Irán, historia que se repite
C
uando surgieron los primeros reportes de coronavirus, tuve la sospecha de que Irán sería el blanco del enojo del mundo. La propagación del Covid-19 hacia Medio Oriente era tan inevitable como su historia, pues las rutas de los peregrinos musulmanes siempre han funcionado como un cauce para la pestilencia. Sin importar qué tan honesta o deshonesta es la respuesta de Irán al virus, el odio contemporáneo por el islam chiíta en las tierras sunitas musulmanas y el sesgo anti-iraní del mundo occidental iban a convertir a la pobre antigua Persia en paria de la peste.
Un virus que claramente se originó en China ahora, supuestamente, está convirtiendo a Irán en una amenaza para todos. El diario The New York Times anunció que emergía como una amenaza mundial la propagación del coronavirus a un conjunto de países vecinos (de Irán). El Jerusalem Post declaró que Irán ha alarmado a Medio Oriente con los temores por el coronavirus. El secretario de Estado, Mike Pompeo, afirmó que Washington está profundamente preocupado por informes que indican que el régimen iraní ha suprimido detalles vitales sobre el brote en su país.
Era inevitable, por supuesto. Tras haber negado, en un principio, que derribó un avión de pasajeros ucranio sobre Teherán el pasado 8 de enero, nadie iba a confiar en la palabra de Irán cuando anunció sus primeras muertes por coronavirus. La ciudad santa de Qom ya había sufrido 50 fatalidades, uno de sus ministros delató que el gobierno estaba negando el horror. Las 139 personas que dieron positivo en el país incluyen a un ministro de Salud que admitió que estaba enfermo después de haber dado una conferencia de prensa televisada en la que se le veía empapado en sudor. Con 19 muertos reportados esta semana, no ayudó que un clérigo iraní aseverara que los muros de las mezquitas de domos dorados de Qom protegerán a los peregrinos. Esto es una verdadera fantasía medieval. Los vecinos de Irán se unieron a las acusaciones. Los Emiratos, Bahrein y Arabia Saudita lo señalaron como la fuente de los brotes en sus territorios –tienen razón debido a que las víctimas, incluso las de Líbano, parecen haber estado en Teherán– pero es un acto de grotesca hipocresía, pues el mundo, colectivamente y durante años, ha aislado y sancionado a Irán, privándolo de los insumos más básicos, incluido equipo médico.
El virus coincide con las procesiones a Qom. Si hubiera surgido unos meses más tarde, entonces la fuente más peligrosa hubiesen sido –y todavía pueden ser– los peregrinos de la procesión del Haj hacia la Meca que tiene lugar a mediados del verano en Arabia Saudita.
El coronavirus no respeta al islam… ni al cristianismo. Recuentos históricos indican que los musulmanes de Medio Oriente creían que los cristianos podían ser inmunes a la peste negra cuando ésta llegó a la región. No fue así.
A sólo siete años de la muerte del profeta Mohamed, la pestilencia azotó toda la región. La epidemia de Amwas, llamada así por una aldea palestina cercana a Jerusalén (sus habitantes árabes contemporáneos fueron expulsados de la zona por fuerzas israelíes en 1948). La enfermedad mató entonces a 20 mil personas, entre ellas al compañero del profeta Abu Ubaidah ibn al Jarrah, y se propagó por toda Siria hasta lo que hoy es Arabia Saudita.
Durante una epidemia anterior, el segundo califa, Umar al Khattab, avanzaba de Medina a Siria, pero retrocedió cuando escuchó de Abu Ubaidah que la peste había alcanzado Siria. Incluso regresó a Arabia en un acto que provocó un debate que evoca el que actualmente provoca el coronavirus ¿Debemos quedarnos en el lugar al que llega la pestilencia? ¿O debemos irnos de nuestro hogar? Los antiguos musulmanes aparentemente se contentaron con una supuesta cita del mismo profeta –su corrección histórica está abierta a debate–. Mahoma dice que cuando la peste está en otra tierra, no se le acerquen; pero si ocurre en la región en que están, no salgan ni traten de escapar.
El académico Yaron Ayalon señala que tanto musulmanes como cristianos han enfrentado el dilema tanto físico como filosófico del contagio. Si una enfermedad se transmite de una persona a otra, debe haber manera de prevenirla, y de ser así, el argumento de que las epidemias eran un castigo divino por los pecados del hombre es más difícil de sustentar. Algunos escritores musulmanes sugieren que a pesar de que el contagio existe, Dios decide si una persona debe enfermarse.
Durante cientos de años, desde luego, Medio Oriente y el mundo islámico tuvieron una comprensión más sólida de la medicina que la que poseían los europeos. Un árabe cristiano de Irak, Hunayn ibn Ishaq, por ejemplo, tradujo tanto a Hipócrates como al médico y cirujano romano Galeno de Pérgamo.
Por su parte, el historiador musulmán del siglo XVI Mamlyk Egipto dijo que morir de la peste era equivalente a una muerte de mártir en la batalla –quizá debamos predecir un despertar de esta idea en Medio Oriente moderno– e incluso sugirió, aparentemente citando al profeta, que Medina y la Meca estaban rodeadas de ángeles para que ningún contagio entrara a estas ciudades.
Esta seguramente es una versión temprana de lo dicho por el clérigo de Qom, quien afirmó que las mezquitas de la ciudad protegerán a los peregrinos.
Los recuentos musulmanes de las grandes epidemias que fustigaron al mundo islámico son mucho más escasas que los documentos europeos que dan cuenta de hasta 800 mil muertes por la peste negra en Inglaterra sólo en el siglo XIV. Historiadores árabes creen que los contagios se originaron en Mongolia y hay pocas dudas de que llegaron a Persia a través de la Ruta de la Seda –a la velocidad que se movían los ejércitos y los camellos; no los aviones de pasajeros, claro está– y de ahí pasaron a Levante (Siria, lo que hoy es Líbano, Palestina, Israel contemporáneo) y después a Egipto.
El escritor sirio Ibn al Wardi, quien fue víctima de la epidemia en 1348, habló de la peste negra surgiendo de la tierra de la oscuridad. Hasta 30 por ciento de la población persa murió en el siglo XIV. El gran viajero árabe, Battuta documentó 2 mil muertes por día en Damasco. Cuatro años más tarde la Meca fue azotada por una plaga aparentemente llegada a través de la ruta de peregrinaje hacia Haj.
En 1347 la peste negra infestó El Cairo y mató a un tercio de su población a razón de mil fallecidos por día, de acuerdo con el historiador y periodista Max Rodenbeck, quien también anotó 55 brotes de la peste en la ciudad egipcia, lo que incluye 20 epidemias en poco más de 150 años.
Escribió: Fatalmente, gobernantes y gobernados siguieron pensando en la peste como resultado de la furia divina. El jeque Al Azhar estaba seguro de que era un castigo de Dios a los hombres, por fornicar, y a las mujeres por adornarse para caminar por las calles.
Ya en 1835, un viajero inglés en El Cairo documentó que su casero, su banquero, su médico, el hombre que rentaba burros, los parientes de su sirviente y un mago murieron por la peste que cobró las vidas de otras 70 mil almas.
Dudo que la cruel historia de los contagios en Medio Oriente sea tomada en cuenta por la Casa Blanca, o por los monarcas sunitas del Golfo. Dentro de los campos de refugiados de la región en Siria, Irak, Jordania y Líbano, sin embargo, esa historia acecha un poco más de cerca.
En comparación con las antiguas epidemias –dejando de lado el término pandemia– es una amenaza infinitesimal para la humanidad. Pero la forma en que se expande es de una velocidad que entenderían pasadas generaciones en Medio Oriente. La peste alcanzó Italia casi en el mismo momento en que golpeó Alejandría en Egipto. La Ruta de la Seda no sabía de sectarismos ni divisiones nacionales. Tampoco las rutas de peregrinaje del islam.
© The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca