EL DELFÍN

Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.

jueves, 31 de octubre de 2019

Economia: la crisis que viene y el auge del nacional-liberalismo

Economía
La crisis que viene y el auge del nacional-liberalismo
28/10/2019 | Henri Wilno
Los principales dirigentes políticos y económicos del planeta esperan y se preparan, de una forma u otra, para una fuerte desaceleración del crecimiento económico, que podría estar acompañada de una crisis financiera.
El tema de la crisis está en todas partes: en la prensa y en una gran cantidad de textos de análisis económico, pero a menudo sin especificar de qué se trata exactamente. A veces se hace referencia a lo que varios economistas han llamado estancamiento secular: un estado de agotamiento del crecimiento, con recesiones periódicas, una de cuyas versiones enfatiza que la revolución digital, a pesar de las apariencias, no genera aumentos significativos de productividad 1/. Entre los marxistas, este análisis a veces se superpone con la teoría del capitalismo de las ondas largas desarrollada por Ernest Mandel, una de cuyas propuestas fundamentales es que la historia del capitalismo está marcada por una sucesión de largos períodos, con características específicas, que hace alternar fases expansivas y fases recesivas 2/. Estaríamos en una fase recesiva marcada por un crecimiento globalmente débil y caótico. También se ha desarrollado la idea de que la producción capitalista se enfrenta en lo sucesivo a barreras que no puede o ya no puede superar en adelante, particularmente, en la destrucción de los equilibrios eco-sistémicos, en particular, la biosfera. Esta importante tesis la defiende en especial François Chesnais 3/.
Estas dos cuestiones, especialmente la segunda, son serias y decisivas, pero este texto se centra en la actualidad inmediata: el análisis de la crisis que viene en el sentido de una desaceleración neta en el crecimiento del PIB, eventualmente acompañada de una caída de los mercados financieros. Este tipo de crisis que periódicamente regresa bajo el capitalismo puede ser más o menos grave.
¿Dónde está la economía global?
Esquemáticamente, podría haber tres escenarios:
  • Un crecimiento más lento (eventualmente acompañado de una caída de las Bolsas);
  • Una crisis financiera y una recesión puntual (es decir, un crecimiento negativo en un número significativo de países capitalistas);
  • Una crisis financiera con una profunda recesión.
La economía mundial ya está en el primero de los escenarios: todos los indicadores marcan una contracción en el crecimiento. La cuestión es saber si de esta coyuntura pueden emerger los escenarios 2 y 3. No se puede “entender cada crisis concreta más que en la relación que mantiene con el desarrollo de la sociedad global” (Paul Mattick, Crises et théories des crisis, 1974, citado por François Chesnais). Por lo tanto, es insuficiente, al menos es lo que se defiende aquí, repetir verdades dogmáticas sobre el hecho de que las crisis son inevitables bajo el capitalismo, o contentarse con examinar las variaciones en la tasa de beneficio (incluso aunque sea esencial tratar de aprehenderlas). Con mayor motivo, contrariamente a lo que hacen los medios de comunicación todos los días, no se trata de centrarse en las finanzas, ni de atribuir la desaceleración del crecimiento a las iniciativas proteccionistas de Trump.
Trump no es un elefante que devastaría una floreciente tienda de porcelana. Los procesos acumulativos que conducen a un crecimiento más lento marcan el movimiento de la economía global. En julio pasado, el FMI (Fondo Monetario Internacional) revisó nuevamente, por cuarta vez en un año, sus pronósticos a la baja. El 19 de septiembre, la OCDE (la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, el otro gran observatorio capitalista mundial) fue en la misma dirección y ahora apuesta por un crecimiento global del 2,9% este año y el 3% el próximo año. Este es, para citar el informe, el “crecimiento más débil desde la crisis financiera, con riesgos que continúan aumentando”.
  • La situación de Estados Unidos es incierta, pero el pesimismo está creciendo.
  • La eurozona está globalmente cayendo o incluso se encuentra al borde de la recesión (es decir, del paso hacia un crecimiento negativo). La producción industrial ha caído un 1,6% en junio de 2019 en comparación con junio de 2018 y la tendencia a la baja continúa. Alemania se ve particularmente afectada con una caída del PIB del 0,1% en el segundo trimestre de 2019. Italia también está en una situación difícil. En Francia y España, el crecimiento se está debilitando pero sigue siendo positivo.
  • También en China el crecimiento se está desacelerando a pesar de las repetidas medidas para apoyar la economía.
  • Brasil sigue en el marasmo y Argentina se encuentra en neta recesión.
  • Solo algunos países en situación de convergencia (como India, Vietnam...) mantienen el crecimiento por ahora (aunque India ve que su crecimiento se desacelera) sin apenas nubes (aparte de la desigualdad y los daños ambientales). El comercio internacional también está experimentando una marcada desaceleración: el crecimiento del volumen de los intercambios pasaría del 3,7% en 2018 al 2,5% en 2019.
La sobreproducción es obvia en la industria del hierro y el acero. Arcelor-Mittal estima entre el 1 y el 2% la disminución del mercado europeo del acero en 2019. La industria automotriz sigue siendo el sector industrial más importante del capitalismo global y sus evoluciones son significativas de la tendencia general 4/. Se espera una disminución de alrededor del 3% en la producción automotriz mundial en 2019. A continuación habría un período de letargo que solo permitirá un retorno a la producción superior a la de 2018 en 2022. China, el mercado más grande del mundo, caería a menos de 25 millones de vehículos en 2019, equivalente a una disminución del 6% desde su máximo de 2017. Las tasas de beneficio de los últimos años no parecen haber vuelto a su nivel de 2007.
El incremento de la tasa de explotación es hoy el principal instrumento de lucha del capital para salvaguardar los beneficios. Los salarios se estancan (excepto los de las categorías superiores y de sectores particulares) en las economías desarrolladas (incluidas aquellas con bajas tasas de desempleo como Alemania y Estados Unidos). Los Estados también desempeñan su papel de muletas del capital: en Estados Unidos (y otros países), los recortes de impuestos corporativos han respaldado los beneficios (después de impuestos), y en los últimos trimestres la tasa de beneficio parece haber caído en Estados Unidos. Esto pesará en la inversión que, en cualquier caso, debería sufrir las consecuencias de la incertidumbre del clima económico y geopolítico (disputa comercial entre Estados Unidos y China, Brexit...).
Los beneficios de las empresas se han utilizado ampliamente para operaciones de fusión, recompra de acciones y distribución de dividendos, o para permanecer en inversiones líquidas, mientras que la inversión privada sigue siendo limitada. La inversión pública está limitada por las políticas de austeridad. El capitalismo está más financiarizado que nunca. Los activos financieros continúan creciendo después del shock de 2007-2009. Los precios de las acciones parecen desconectados de los resultados reales de las empresas. Actualmente, los mercados financieros están a merced de los anuncios estadounidenses y de las incertidumbres internacionales. Los tipos de interés van claramente a la baja o incluso son negativos. Hoy, estos tipos muestran una aparente irracionalidad: se han hundido y los tipos a medio y largo plazo tienen tendencia a ser más elevados que los tipos para los títulos a corto plazo.
De vuelta a 2008-2009
Para comprender esta situación, debemos volver al 2008-2009. En los últimos diez años, los bancos centrales han vertido liquidez gratuita o casi gratuita a los bancos. De hecho, una vez pasado el punto álgido de la crisis, fueron quienes aseguraron el pilotaje de las economías. De hecho, en 2008-2009 y en adelante, tres factores hicieron posible evitar el colapso del sistema bancario y de las economías de los grandes países capitalistas:
  • En un primer momento, los Estados incurrieron en gastos (apoyo a los bancos, a las empresas, algunas medidas sociales) o no compensaron las pérdidas de ingresos o del aumento de los gastos (por ejemplo de las prestaciones de desempleo) a través de impuestos adicionales. Eso dio lugar a un aumento de la deuda pública.
  • Pero muy rápidamente, en la mayoría de los países capitalistas, se dio el reequilibrio fiscal: en la zona euro (en el marco de los tratados aún reforzados en 2012), mientras que en Estados Unidos los Republicanos bloquearon todas las iniciativas presupuestarias bajo la Presidencia de Obama.
  • Los bancos centrales asumieron el control bajando los tipos de interés y aplicando políticas de flexibilización cuantitativa (QE); es decir, comprando títulos de deuda pública u obligaciones de las empresas. La QE tiene como objetivo alentar a los bancos a que concedan nuevos préstamos para impulsar la producción y el empleo con más facilidad. La QE aumenta así la cantidad de dinero en circulación que, en teoría, tiene el efecto de relanzar la economía y evitar cualquier riesgo de deflación (caída descontrolada de los precios).
  • Estas políticas han evitado el colapso, es decir, una purga del sistema por numerosas quiebras de bancos y empresas. Pero las economías capitalistas no han salido realmente del atolladero y el remedio tuvo un coste en términos de crear las condiciones para las burbujas financieras: las sumas vertidas han alimentado la especulación del mercado de valores.
  • Por último, está el otro factor que ha jugado un papel de sostén las economías de los países de la OCDE: China, cuyas importaciones crecieron fuertemente y cuyas operaciones de subcontratación e inversión han permitido sostener los beneficios de las empresas de la OCDE. Entre 2007 y 2018, las importaciones chinas se duplicaron, es decir una progresión mucho más rápida que el comercio mundial. Las exportaciones estadounidenses a China aumentaron un 86% en diez años, y durante el mismo período, las exportaciones al resto del mundo crecieron solo un 21%.
Al mismo tiempo, el mundo estaba cambiando: China aumentaba sus exportaciones y recuperaba (de manera desigual según los sectores) su atraso tecnológico... Hoy, la desaceleración de la economía china afecta a la coyuntura global y más específicamente a ciertos países: Alemania entre los países de la OCDE y a los exportadores de productos básicos.
Un sistema financiero a merced de la situación económica
Desde 2015, los bancos centrales han tratado tímidamente de restringir las políticas aplicadas desde la crisis (bajos tipos de interés y flexibilización cuantitativa), pero eso no ha durado porque, de alguna manera, la economía capitalista está drogada con los bajos tipos de interés y las liquideces derramadas por los bancos centrales. En 2019, ante la desaceleración económica, muchos bancos centrales de todo el mundo redujeron sus tipos. La FED [Reserva Federal, Banco Central de los Estados Unidos, ndt] lo hizo el 31 de julio y el BCE el 12 de septiembre. También se anuncia la recuperación de la QE. El sistema financiero es frágil. El endeudamiento de los Estados y especialmente de las sociedades no financieras (las empresas) ha aumentado nuevamente. El importe mundial de las obligaciones emitidas por las sociedades no financieras en circulación alcanzó un récord cercano a los 13 billones de dólares USA a fines de 2018; esto es el doble de lo que era antes de la crisis de 2008. Las obligaciones (títulos de préstamo) emitidos por las empresas son de calidad variable, lo que podría conducir a un aumento de los impagos en caso de una recesión económica. Desde 2008, ha habido una proliferación de lo que las organizaciones internacionales llaman empresas zombis que solo sobreviven mediante el endeudamiento y aprovechando los bajos tipos de interés: su participación sería del 6% en promedio en los 14 principales países desarrollados. Por lo tanto, actualmente el principal elemento de fragilidad del sistema es probablemente la deuda de las empresas, que podría desatar una crisis bancaria en caso de una desaceleración económica prolongada. Finalmente, lo que se llama la banca en la sombra, es decir, la finanza no sujeta a la regulación bancaria (lo que no significa que realicen necesariamente operaciones ilegales) ha progresado considerablemente, especialmente en China. A finales de 2017, representaba el 14% de los activos financieros mundiales.
A mediados de septiembre se dio una ilustración adicional de la fragilidad del sistema financiero: el martes 17 de septiembre de 2019, la Reserva Federal de Estados Unidos ha inyectado 53 mil millones de dólares a los bancos ya que los tipos de interés en el mercado interbancario (el mercado en el que los bancos se prestan dinero entre sí en el día a día) había aumentado bruscamente hasta el 10%. La Reserva lo volvió a realizar en los días siguientes y así vertió otros 300 mil millones de dólares. Lo más llamativo es que los funcionarios de la FED se cuestionan sobre las raíces de este brote de fiebre. Este tipo de intervención hace pensar en el mes de septiembre de 2008, cuando los grandes bancos en plena descomposición cesaron de prestarse mutuamente el dinero (lo que notablemente provocó la quiebra de Lehman Brothers) y debieron llamar a la ayuda de los bancos centrales 5/.
¿Un capitalismo desarmado ante una nueva crisis?
Así pues, no solo se perfila una fuerte desaceleración en las economías sino que hay elementos de una crisis financiera. Numerosos economistas argumentan que si se produjera un nuevo colapso financiero, los Estados tendrían menos recursos que en 2008 para hacer frente al mismo: las deudas públicas ya son elevadas (lo que prohibiría aumentar los déficits presupuestarios) y los tipos de los bancos centrales ya no podrían caer más, salvo marginalmente 6/. Esta hipótesis de la impotencia de los Estados es discutible: si una crisis pusiera en grave peligro la estabilidad económica, se puede pensar que los Estados y los bancos centrales no dudarían en superar esas constricciones, incluso disgustando a los más liberales, y pondrían en marcha soluciones heterodoxas. Además, el viento va hacia las interrogaciones y los debates, incluso entre los economistas ortodoxos, académicos y asesores de organizaciones económicas internacionales. Las ideas florecen: BlackRock (gigante estadounidense de gestión de activos: 68 billones de dólares invertidos en empresas 7/) ha trabajado con renombrados ex banqueros centrales. Su solución, hecha pública este verano, es que los bancos centrales creen fondos de apoyo que distribuyan dinero a las empresas y particulares (a través de préstamos perpetuos a tipo cero) 8/.
También estamos presenciando el retorno de ideas hasta ahora marginales, especialmente la teoría monetaria moderna, que profesa la posibilidad de liberarse de la restricción de la deuda sobre el gasto público, especialmente con el objetivo de financiar los gastos ecológicos y crear empleos (de ahí su moda en la izquierda demócrata estadounidense) 9/. Estas ideas son un síntoma de la búsqueda de márgenes de maniobra. Como hemos visto, en el futuro inmediato los bancos centrales están en alerta y han regresado a tipos de interés más bajos y a recomprar títulos. En cuanto a China, ha anunciado varias medidas para apoyar la economía desde principios de año. A nivel presupuestario, la situación en Estados Unidos ha cambiado con Trump, que ha bajado masivamente los impuestos de los ricos y las empresas; de ahí un aumento en el déficit ahora aceptado por los Republicanos. Fue adoptado en julio pasado con la bendición presidencial a un presupuesto consensuado entre republicanos y demócratas que aumenta el gasto militar y amplía aún más el déficit presupuestario y la abismal deuda de los Estados Unidos. Trump mantiene un curso perfectamente neoliberal en temas sociales y fiscales, pero en otros terrenos no duda en maltratar lo que ha sido la ortodoxia económica desde aproximadamente cuatro décadas.
  • Relativiza la preocupación por los equilibrios presupuestarios. No solo ha presionado por un presupuesto que aumenta el déficit, sino que a mediados de agosto, su administración sugiere que se consideren nuevos recortes en los impuestos y las cotizaciones a la seguridad social en caso de desaceleración económica.
  • Desprecia la independencia del banco central y no duda en amonestarlo públicamente para alentarlo a reducir aún más los tipos de interés.
  • Desafía la retórica sobre los beneficios del libre comercio y el multilateralismo comercial. El objetivo clave es limitar el déficit comercial de Estados Unidos, frenar la transferencia de tecnología estadounidense a China y continuar demostrando el poderío militar estadounidense en la región de Asia-Pacífico.
  • Finalmente, Trump tiene una visión competitiva de las políticas monetarias. Multiplica las acusaciones contra China e incluso la zona euro y exige a la FED que responda.
¿Pilota alguien el avión mundial?
La actual evolución de Estados Unidos no corresponden a una simple moda de Trump y a su deseo de ganar las próximas elecciones presidenciales: es básicamente la expresión de un rechazo del relativo declive del imperialismo estadounidense frente a China. Pero esto plantea otra cuestión: ¿existe un piloto en el avión mundial para lanzar acciones coordinadas? El economista estadounidense Charles Kindleberger proporcionó hace unas décadas 10/ un análisis interesante de por qué la crisis de 1929 fue tan larga y profunda: para él, se debió a las dudas de Estados Unidos a asumir la cabeza de la economía mundial cuando, después de la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña ya no podía asumir ese papel. Para Kindleberger, la economía mundial capitalista necesita un estabilizador, un Estado pivote. Tras Kindleberger, otros economistas han definido las características que debería tener ese Estado: la capacidad de crear estándares internacionales y hacerlos cumplir, la voluntad de hacerlo, un predominio en el terreno económico, tecnológico y militar. Cabe señalar que Trotsky también enfatizó la importancia de las relaciones internacionales en 1921 en su Informe sobre la situación económica mundial 11/: “Las relaciones internacionales obviamente juegan un papel muy importante en la vida del mundo capitalista. [...] La aguda crisis, consecuencia del estrechamiento del mercado mundial, hace que la lucha entre los estados capitalistas sea extremadamente áspera, alterando el equilibrio de las relaciones internacionales. ¡No es solo Europa, es todo el mundo el que se está convirtiendo en un manicomio! En estas condiciones, ya no se puede hablar de la restauración del equilibrio capitalista”.
Estados Unidos ha desempeñado un papel estabilizador en el capitalismo desde la Segunda Guerra Mundial (y ha sacado ventaja de ello). Hoy, Trump está haciendo todo lo posible para defender el status y los intereses del capitalismo estadounidense. A veces retrocede o temporiza, pero el clima de incertidumbre es cada vez más claro. Por lo tanto, es dudoso que en caso de una nueva crisis financiera Estados Unidos tenga la oportunidad y la voluntad de reunir al resto de Estados capitalistas bajo su liderazgo, o incluso de evitar intentos de cooperación... Podría ser (como fue el caso en 1929, y sin querer asimilar las dos situaciones) un factor importante de profundización de la crisis. “La cooperación global se está deteriorando”, declaró Benoît Coeuré, uno de los miembros más influyentes de la Junta Ejecutiva del Banco Central Europeo, a inicios de julio. Y agregó: “El tipo de acción coordinada, como la que vimos en 2008, sería mucho más difícil de implementar hoy. No estoy diciendo que sería imposible, pero sería más difícil” 12/.
“El futuro es de los patriotas”
La próxima crisis podría ser la del fin del mundo del multilateralismo y el fin de la llamada armonía resultante de la globalización. Después de la crisis de 2007-2008, las burguesías y los gobernantes se aferraron al plan económico de la globalización neoliberal (al tiempo que reforzaban los aspectos securitarios y antiinmigrantes de la gestión del orden social). Hoy, están cambiando, de manera desigual y diferenciada, en todos los Estados. En un libro publicado en 2017, J.F. Bayart 13/ propuso el concepto de "nacional-liberalismo"para caracterizar el marco en el que actúan hoy una gran parte de los dirigentes actuales, independientemente de sus diferencias y sus conflictos: se reclaman a la vez de la economía global y de la soberanía nacional e intentan ocultar la contradicción mediante discursos musculados. “El futuro es para los patriotas”, dijo Trump en la tribuna de la ONU el 24 de septiembre; no es el único que acampa en esta postura. Sin duda, la desglobalización no está en el horizonte, pero Estados va a dar un giro en el juego y los parámetros geopolíticos pesarán más en el comercio y las inversiones internacionales.
Por tanto, las estructuras de producción e intercambio, los niveles de interdependencia económica no volverán a ser lo que eran antes de principios de los noventa. Las empresas siempre buscan reducir sus costes fabricando donde sea más barato, menos enmarcado, menos ecológico... Las cadenas de valor (es decir, la forma cómo las empresas organizan las fases de una actividad para hacer frente a la competencia y maximizar sus beneficios) por el momento se han reorganizado solo marginalmente (con, por ejemplo, transferencias de China a Vietnam). Finalmente, como se ha enfatizado ampliamente en otros documentos 14/, los riesgos geopolíticos de todo tipo están creciendo: nacionalismos, rechazo de los inmigrantes, reanudación de la carrera armamentista, refuerzo del autoritarismo, una burguesía aferrada a la defensa del orden social, perspectiva de una parálisis y un posible repunte de la crisis europea, más allá del Brexit, etc. Para concluir:
  • Está en marcha una desaceleración significativa en el crecimiento económico y tendrá implicaciones en términos de aumento del desempleo y de ataques redoblados a los derechos de los trabajadores y trabajadoras y a las conquistas sociales en general;
  • Es probable una crisis financiera en un horizonte bastante corto;
  • Está en marcha la gran transformación de las reglas del juego internacionales y de los Estados.
Es obvio que, como siempre, el curso de los acontecimientos dependerá de las resistencias sociales y políticas.
20/10/2011.
https://npa2009.org/idees/economie/la-crise-qui-vient-et-la-montee-du-national-liberalisme
Traducción: viento sur
Notas:
1/ “Stagnation séculaire ou croissance numérique?”, Michel Husson, Analyses et Documents Économiques n° 122, juin 2016, http://hussonet.free.fr/ade122.pdf
2/ “Las ondas largas del desarrollo capitalista. Una interpretación marxista”, Ernest Mandel, Siglo XXI editores, 1986.
3/ “¿Ha topado el capitalismo con límites infranqueable”, https://vientosur.info/spip.php?article12231.
4/ “Auto-Crash. L’industrie automobile au cœur de la crise à venir”, Winfried Wolf, A l’Encontre, 5 de septiembre 2019, https://alencontre.org/ecologie/auto-cra…
5/ “Panique à la Réserve Fédérale et retour du Credit Crunch sur un océan de dettes», Éric Toussaint, 19 de septiembre de 2019, http://www.cadtm.org/Panique-a-la-Reserv…
6/ Además, la concentración del sistema bancario ha aumentado desde el 2008 tanto en Estados Unidos como en Europa. Se han desarrollado los mastodontes bancarios. Salvar a esos bancos supondría movilizar considerables recursos.
7/ BlackRock es el primer accionario de una sociedad estadounidense sobre cinco. En 2016, BlackRock era accionario de 18 sociedades del CAC 40.
8/ “La proposition choc de BlackRock pour affronter la prochaine crise”, Les Échos, 23 de agosto de 2019.
9/ Ver https://blogs.alternatives-economiques.f…. Y https://www.liberation.fr/debats/2019/04…
10/ La Grande Crise mondiale 1929-1939, primera edición estadounidense 1973.
11/ https://www.marxists.org/francais/trotsk…
12/ “Le repli sur soi entame les marges de manœuvre des banques centrales”, Les Échos, 2 de julio de 2019
13/ Jean-François Bayart, “L’impasse nationale-libérale – Globalisation et repli identitaire”, La Découverte, 2017.
14/ “Mondialisation capitaliste, impérialismes, chaos géopolitique et leurs implications», résolution de la IV° Internationale, 2018, https://www.europe-solidaire.org/spip.php?article44140#outil_sommaire_1 [Un comentario sobre la problemática tratada en esta resolución se puede ver en el artículo de Pierre Rousset, publicado en castellano, aquí].

EU: trabajadores de GM aceptan un convenio aunque sea malo

Estados Unidos
Trabajadores de GM aceptan un un convenio aunque sea malo
31/10/2019 | Chris Brooks
La huelga de trabajadores del automóvil contra la General Motors se ha terminado este fin de semana después de seis semanas de organizar piquetes; los trabajadores votaron ratificar el acuerdo de un convenio colectivo al que solo se adhieren parcialmente pero que ha sido aceptado con el 57% de votos favorables.
“No creo que saquemos mucho más”, declaró Nelson Worley que en marzo de 2020 cumplirá 42 años trabajando en la GM. Aunque haya calificado el acuerdo propuesto de “suavizado en el mejor de los casos”, tenía la intención de votar sí preocupado por la “percepción de la opinión pública” que juzgaría a los trabajadores de GM como una “banda de quejicas”.
Cerca de un barril quemado delante de la fábrica de ensamblaje de Detroit-Hamtramck, Bruno dijo el miércoles que votaría sí porque “ya no conseguiremos más. Es una pena que haya sido necesario hacer huelga para tener lo mismo que antes”.
Bruno, que no quiso decir su apellido, destacó que la oferta actual se originó sobre la base de anteriores concesiones del sindicato: “Aceptamos la temporalidad en los contratos precedentes y redujimos el número de especialidades (históricamente mejor pagadas y más protegidas) en mecánica y en electricidad y dos niveles de salarios”.
Nelson Worley está preocupado por el futuro del sindicato: “Dicen que lo lograremos la próxima vez” dice, “pero quizás no haya una próxima vez”. Hemos perdido 30.000 empleos a lo largo de los diez últimos años”.
Beneficios récords y FBI
Los miembros de UAW (United Automobile Workers) tuvieron que enfrentarse a una serie de posibilidades y de retos al comienzo de las negociaciones, algunas sin precedentes y otras, conocidas: varios responsables sindicales están inculpados y el presidente de la UAW, Gary Jones es objeto de una investigación del FBI por corrupción; las empresas automovilísticas han tenido unos beneficios récord; el nivel de empleo en el sector es el más bajo; hay fábricas que han cerrado; ya se perfilan cambios en el sector a la vista de la producción de vehículos eléctricos.
Cuando la AUW se enfrentó a la General Motors en 1970, entonces la mayor y más poderosa empresa industrial del país, el sindicato pudo movilizar a 470.000 afiliados en piquetes de huelga. Décadas después, tras el aumento de la velocidad en las cadenas de montaje, la externalización de empleos, la deslocalización de fábricas y la disminución en la cuota de mercado, el número de personas sindicadas ha caído a menos de 50.000.
Durante la huelga de 1970, el sindicato formuló reivindicaciones claras y agresivas: un régimen de jubilación a los 30 años de trabajo y aumento de los salarios según la evolución del coste de vida; y ganó. Esta vez, el sindicato ha sido más ambiguo: “salarios equiparables, seguridad en el empleo, nuestra parte en los beneficios, asistencia sanitaria asequible y de calidad, y una forma definida para el paso a contratos indefinidos de los trabajadores temporales” decían los comunicados de prensa de la UAW. Y los responsables no informaron de más.
Elementos clave del acuerdo
Seguridad en el empleo. Aunque los representantes sindicales hayan hablado de su deseo de traer la producción de México, el contrato no dice nada al respecto y tres fábricas estadounidenses y un almacén de piezas van a cerrar.
Bruno se ha mofado de las cifras de inversiones globales que los periódicos de Detroit califican como “conseguidas” por la UAW; como si el convenio controlara las decisiones sobre inversiones- “¿7.700 millones de dólares? Es lo que deben invertir para seguir el ritmo de la tecnología”, afirma.
GM asegura que sus inversiones lograrán “conservar o crear” 9.000 empleos. Pero GM ha vulnerado asiduamente sus promesas sobre inversiones y seguridad en el empleo. Cuando en los años de 1980, sus declaraciones excluían el cierre de empresas, GM más bien “puso al ralentí” las fábricas. El término más reciente es el de las unidades productivas “no adjudicadas” (a inversiones) -como si todo lo que era necesario para vencer a la ex-poderosa UAW era un tesaurus (léxico). En realidad, el contrato estipula que la UAW retirará su denuncia contra GM por el cierre de su fábrica en Lordstown, en Ohio. La mayoría de las personas trabajadoras de Lordstown permanecieron mudas pero las otras, votaron a favor 412 y contra 61.
Niveles salariales. El contrato mantiene los mismos niveles del contrato precedente y quizás +- 10. Los trabajadores de Lordstown pueden recibir como premio de consolación la apertura de una fábrica de baterías eléctricas en su zona pero con un salario de 17 dólares por hora.
Uno de los niveles está en vías de extinción: el primer nivel (el nivel salarial más alto). De esta forma, los trabajadores del nivel 2 (que GM llama educadamente “en progresión”) -los contratados desde 2007- alcanzarán finalmente el mismo salario que los trabajadores del nivel 1 al final de este contrato -un resultado positivo- pero nunca tendrán ni pensión ni asistencia médica para los jubilados. Algunos temporales actuales que representan alrededor del 7% de la plantilla tendrán un contrato indefinido del segundo nivel pero otros temporales serán contratados para reemplazarlos. El proceso de pasar a empleado fijo tiene sus escapatorias; los trabajadores no confían en él. “GM sabe eludir este problemas” declaró un trabajador de GM desde hace cuatro años que se ha identificado como un miembro del sindicato preocupado”. Aseguró que votaba no al convenio porque el convenio “no es igual para todo el mundo”.
Salvar una empresa.Tampoco le impresionó el hecho de que GM afirmase que construirá una fábrica de camiones eléctricos en Detroit-Hamtramck que ahora produce los modelos Chevrolet Impala y Cadillac. Aunque los obreros estaban bastante felices al conocer este proyecto, eran unánimes al decir que el camión eléctrico había sido planificado desde hacía tiempo y no era el resultado de las negociaciones.
Cómo votó el personal
Además el personal de Lordstown y quienes consideraban que no se había ganado suficiente para justificar seis semanas de huelga, el personal de lo que podríamos llamar tercer, cuarto y quinto nivel salarial votaron contra el acuerdo por una amplia mayoría. Trabajan en fábricas que producen cuatro tipo de componentes diferentes y en almacenes de piezas posventa. Su salario alcanzará los 22,5 dólares y 25 dólares, respectivamente, después de un periodo de ocho años de experiencia. Esto representa el 70% u 80% de la remuneración máxima de 32,32 dolares de otros trabajadores. Los nuevos temporales ganarán 16,67 dólares.
Los trabajadores especialistas (mecánica y electricidad) votaron sí en porcentajes más elevados que los trabajadores de producción, lo que va contra su tendencia habitual. (En realidad, el personal especialista de GM votó contra el convenio en 2015, pero la UAW Internacional a pesar de ello, lo aprobó). Obtuvieron la garantía de 400 nuevos aprendices y un sistema mejor para elegirlos que anteriormente había estado subcontratado a una tercera parte.
Jessie Kelly, aprendiza que hace moldes (por ejemplo, para la inyección de plástico) en la GM Tech Center cerca de Detroit, declaró que, al contrario que en el pasado, GM no estará en condiciones de reducir el número de aprendices prometido mientras un obrero especialista que fue contratado obligatoriamente en producción, retomará su especialidad en el sector de fabricación de moldes.
Sin embargo, advierte que “el mayor problema de los especialistas es que el 60% de la empresa se verá afectada cuando pasemos a los motores eléctricos. Lo que los especialistas han conseguido, es humo” dice. “Me gustaría que se obtuviera más cosas para el conjunto del personal”.
Y ahora ¿qué?
¿Qué significa el resultado de la votación para el futuro del sindicato? El mejor resultado para sus afiliación sería recordar lo que los representantes sindicales han dicho a los trabajadores sobre los piquetes: que entren en huelga por la igualdad (sin embargo, las condiciones especiales se han mantenido e incluso multiplicado). Y utilizar el impulso de una actividad sindical para organizarse en sus secciones locales para elegir dirigentes que apliquen este convenio y, sobre todo, que luchen para obtener uno mejor.
También es posible que el resultado de estas seis semanas de huelga sea más descorazonador, es decir, que el personal llegue a la conclusión de que no se puede ganar gran cosa ni siquiera luchando.
Jessie Kelly espera que la huelga haya aumentado la popularidad del sindicato en general y que pueda ayudar a la UAW a organizar las fábricas automovilísticas que pertenecen a inversores extranjeros, especialmente, en el sur de Estados Unidos (donde las firmas han implantado empresas sabiendo la extrema debilidad sindical), donde las campañas de sindicación han fracasado tres veces en los cinco últimos años (el sindicato, en las diversas empresas, no obtuvo el número suficiente de votos para poder ser reconocido y funcionar legalmente). “La gente tiene el derecho de estar contrariada con este convenio” dice Jessie Kelly “porque no se corresponde con lo que queríamos lograr. Es totalmente insuficiente. Pero cuando hicimos la huelga, la gente se sintió atraída por eso. La gente vio que el sindicato no se limitaba a recibir las cotizaciones y a ser corruptos. Era la reputación de mi generación. Cuando ven que el sindicato es lo que se comprometió a ser, les interesa”.
28/10/2019
http://alencontre.org/ameriques/americnord/usa/etats-unis-les-travailleurs-de-gm-acceptent-un-contrat-bien-quil-soit-peu-satisfaisant.html
Traducción viento sur

Canada: el riesgo de la certidumbre

Canadá: el riesgo de la certidumbre
E
l 11 de septiembre se inició una campaña relámpago que desembocará, en unas cuantas semanas, en la elección general del 21 de octubre. Canadá puede prolongar la muy larga vigencia de un régimen electoral basado en la opción histórica ofrecida por los partidos tradicionales –Liberal y Conservador– ahora ampliada con otras propuestas, dirigidas a segmentos de opinión o regiones específicas. Según una encuesta nacional ( The Globe and Mail, 14/09/19), los partidos tradicionales iniciaron la campaña con igual nivel de apoyo: 35 por ciento para los liberales y 33 por ciento para los conservadores. Se espera una competencia muy cerrada y acerba. La mitad del otro tercio apoya al Nuevo Partido Democrático (NDP) (16 por ciento) y fracciones menores al Partido Verde (10 por ciento), al Bloc Québécois (4 por ciento) y al Partido Popular de Canadá (PPC) (2 por ciento).
Este último muestra que Canadá no es del todo inmune al riesgo de contagio de las propuestas de derecha extrema que rigen ahora a su vecino del sur y a varios países europeos y que parecen estar en ascenso. Escindido del Conservador en 2018, el PPC obtuvo registro de la autoridad electoral (Elections Canada) a principios de año y se propone presentar candidatos en los 338 distritos ( ridings). Ha declarado que responde a la demanda de opciones distintas formulada por 20 por ciento de los votantes que acostumbra abstenerse y por conservadores desafectos. Es calificado como conservador, pero también como populista, liberal o libertario. Su líder, Maxime Bernier, fue el principal rival del actual dirigente conservador en la elección interna de 2017. La plataforma del PPC destaca cuestiones como abandonar la política de fronteras abiertasreducir la inmigración y privilegiar a los inmigrantes calificadosacabar con el multiculturalismo y preservar los valores y la cultura canadiensespermitir el auge de la industria de hidrocarburos, y rechazar el alarmismo ambiental (www.peoplespartyofcanada.ca). Su respaldo es aún minúsculo, pero cabe preguntarse si Canadá continúa vacunada contra la xenofobia, la derechización extrema y calamidades anexas.
Otra novedad, bienvenida ésta, es que el NDP, el mayor entre los menores, acude a la elección encabezado por su líder desde 2017, Jagmeet Singh –hijo de migrantes de India y sij practicante– quien personifica la diversidad de la nación y la igualdad de oportunidades que quizá constituyan esa vacuna efectiva contra la exclusión y el extremismo. Desde los primeros días, Singh fue reconocido como un contendiente formidable. Se le consideró ganador del primer debate de los líderes de los partidos –en el que Justin Trudeau no participó–, quizá por los compromisos, asumidos con vigor, en favor del ejercicio efectivo de los derechos de las minorías étnicas y su llamado a no dejarse intimidar por los vaivenes y actitudes agresivas de Donald Trump.
Retirado Harper, en buena hora, los conservadores se presentan también con un nuevo líder –electo, como se dijo, en 2017: Andrew Scherr (40), con imagen tan juvenil pero no tan carismática como la de su rival liberal (Trudeau, 47). Su plataforma, empero, parece gastada y repite las promesas de reducciones impositivas con el ropaje nuevo de una reducción universal que abatirá el impuesto al ingreso de todos los causantes, con el más grande beneficio para los del rango más bajo (www.conservative.ca). Dedica casi el mismo espacio a presentar las propuestas propias que a objetar las liberales, en especial la referida al impuesto al carbono, cuya cancelación promete. Scherr quiere provocar un marcado giro a la derecha del electorado y se adelanta al mismo con su actitud y propuestas.
Un segundo mandato constitucional de cinco años para el Partido Liberal es el supuesto estándar para el resultado de la elección de 21 de octubre. Los liberales, con el mismo líder de hace cuatro años, envuelven sus propuestas en un lenguaje menos tecnocrático, más próximo a la gente. Cuidados infantiles más accesibles para las familiasoportunidades mayores y más efectivas para iniciar y expandir las empresasfacilidades para los compradores de una primera casa, y reducir la contaminación por plásticos, son algunos de los lemas que se subrayan (https://2019.liberal.ca). Trudeau y el Partido Liberal prestan atención destacada a los temas internacionales con una renovada vocación multilateralista, cooperativa y sustentada en reglas y principios. Infelizmente, Trudeau se ve todavía lastrado por las secuelas del “escándalo SNC–Lavalin”, una bomba de tiempo que no ha desactivado y que aún podría dañarlo.
Si así ocurre, se haría realidad esta ominosa profecía: “La elección canadiense encierra el potencial de […] transformar el paisaje político del país y establecer un bloque político conservador desde el río Bravo hasta más allá del círculo ártico”. (“Canadian Prime Minister Justin Trudeau is vulnerable in next month’s election”, Los Angeles Times, 12/09/19).

Canada: el riesgo de la certidumbre

Canadá: el riesgo de la certidumbre
L
a imagen muy difundida de puntual regularidad, que linda con el hastío de la repetición, se fortaleció, una vez más, con la jornada electoral del 21 de octubre en Canadá. Realizada sin contratiempo alguno, resultó un ejemplo de libro de texto del funcionamiento de una democracia electoral: tras una campaña breve (cinco semanas), se recibieron los votos, se realizó el cómputo y se informó de los resultados, aceptados por todos. Fin del asunto. Elections Canada/Élections Canada debe ser una de las autoridades electorales más envidiadas del planeta. Su portal es compacto e informativo, en los dos idiomas (www.elections.ca).
Tras haber examinado la situación política y las expectativas prevalecientes hacia el inicio de la campaña –en un primer artículo publicado el 19 de septiembre–, aludo ahora a algunos de los elementos que difirieron, en cierta medida, de lo esperado, para apreciar su significado para el futuro político de Canadá.
El primero y más importante: se dejó sentir la mayor deficiencia del sistema electoral canadiense, de mayoría relativa por distrito ( first past the post). Aunque el Partido Conservador recibió el mayor número de votos (6.2 millones / 34.4 por ciento) sólo alcanzó la victoria en 121 distritos, mientras que el Liberal, con 5.9 millones (33.1 por ciento), triunfó en 157. La diferencia refleja la mayor concentración territorial del voto conservador. Son cada vez más anómalos los sistemas de votación que permiten alzarse con la victoria a un partido diferente del que recibe el mayor número de votos. No hay en Canadá, empero, presión ciudadana apreciable en favor de la reforma hacia un sistema proporcional. Por otro lado, el resultado apenas difirió de las encuestas de inicio de campaña: los conservadores obtuvieron 1.25 puntos porcentuales más y los liberales 1.9 puntos menos de lo previsto. Se confirmó otra vez el predominio de los dos partidos mayores: juntos reunieron más de dos tercios (67.5 por ciento) de los sufragios. La abstención, alta, fue de 36 por ciento.
Justin Trudeau enfrentó una campaña personalizada muy negativa, encabezada por el nuevo líder conservador, Andrew Scherr, que dio más importancia a denostar a su rival que a explicar o defender sus propuestas. Una deplorable falta juvenil de sensibilidad étnica se magnificó al extremo y se explotó una presunta interferencia indebida en un proceso judicial. Ambas situaciones provocaron lo que Le Monde llamó un voto de castigo para Trudeau, cuya deslumbrante armadura quedó un tanto abollada. El número de curules alcanzado fue muy inferior (en 27) al obtenido hace cinco años, quedando 13 por debajo de la mayoría y forzado, como su padre en los años 70, a encabezar un gobierno de minoría –los de coalición no son usuales en Canadá.
Las alianzas ad hoc estarán al orden del día. Para asuntos de cuidado ambiental y combate a la desigualdad podrá negociarse el apoyo del Nuevo Partido Democrático, que obtuvo 24 asientos. Su líder, Jagmeet Singh, puede ser un aliado formidable, pero en modo alguno incondicional. En otros temas, los 32 parlamentarios de un Bloc Québécois muy recuperado podrían prestar un gran apoyo. Quizá Trudeau consiga mantenerse en el poder más allá de la supervivencia media de los gobiernos minoritarios: 18 a 24 meses.
La oposición de los 121 diputados conservadores –el mayor bloque en el nuevo Parlamento– será despiadada y sin cuartel. Estará inspirada en buena medida en las actitudes y posiciones de Trump, que algunos conservadores quisieran emular. The New Yorker (22/10/19) reseñó algunas manifestaciones incipientes de trumpismo en la campaña conservadora. Sin embargo, la inevitable pugna interna en el partido, donde muchos querrán cobrarle a Scheer el paradójico resultado obtenido, puede desarticular a la oposición por algunos meses.
En una perspectiva más amplia y de mayor alcance global, quizá la mejor noticia que produjo la jornada electoral de 21 de octubre sea el rechazo abierto, total y sin paliativos de los electores canadienses a la propuesta chauvinista, ultranacionalista del Partido Popular de Canadá (PPC), liderado por Maxime Bernier. Con apenas 1.6 por ciento de los votos emitidos no alcanzó ninguna curul, ni siquiera para su líder. Canadá demostró estar vacunada contra los extremismos xenofóbicos, con tintes claramente racistas. Bernier podrá emular ahora el peregrinar europeo de Banon, en busca de patrocinios en los círculos de los Orban en Hungría, los Salvini en Italia y los Le Pen en Francia, entre otros.
El segundo gobierno de Trudeau podría representar una oportunidad para potenciar las relaciones políticas y de cooperación con México, en el contexto del T-MEC y más allá. Seamos capaces de imaginar una relación con Canadá que deje de ser concebida como apéndice o complemento de la relación con Estados Unidos, que valga y se sostenga por sí misma en interés de dos países que tienen un problema entre ellos, como alguna vez dijo Pierre Elliot Trudeau.

Astillero

Astillero
Tropiezos tácticos // Culiacán: la narcorrealidad // Anulación en Morena // Lastiri, subsecretario con Robles
E
s particularmente positiva la disposición del Presidente para dar amplia y detallada información respecto de lo sucedido el jueves culichi en que uno de los hijos del narcotraficante más famoso del país fue detenido y luego liberado. En la conferencia mañanera de prensa hubo videos, cronología y explicaciones de viva voz por parte de algunos de los integrantes del gabinete federal de seguridad. La apertura informativa del obradorismo en un tema tan delicado ha contrastado con la cerrazón y manipulación practicadas por administraciones anteriores, obstinadas éstas en encubrir y acallar.
Como el propio secretario Alfonso Durazo lo planteó en la citada conferencia matutina, es inocultable el hecho de que hubo errores en la ejecución del plan de captura de Ovidio Guzmán López, aunque defendió, como era natural, la estrategia gubernamental en general. La abundancia de información ha hecho, a la vez, que haya un escrutinio social (en otras ocasiones impensable) deseoso de encontrar satisfacción ante dudas y preguntas operativas. Resulta desolador confirmar la increíble capacidad de enredo procesal entre fuerzas de élite y la impresionante respuesta de un cártel que, en efecto, no podrá tener la fuerza de combate del Estado mexicano pero, en su terreno y en sus términos, doblegó a las autoridades constituidas.
Coincidiendo, como una amplia franja social lo hace, en la importancia de preservar vidas e impedir que una confrontación de ese calibre afectara a población no inmiscuida en la batalla, el informe del culiacanazo constituye una especie de acta notarial respecto del enorme poder del crimen organizado y la ineficaz o cuando menos dispersa capacidad de respuesta de los gobiernos, sobre todo el federal. No es, ni remotamente, que se abogue por una opción de exterminio o un ahogamiento en sangre de esa insurrección del cártel sinaloense, pero no basta con informar y condolerse de ciertas pifias. El manejo de un tema tan candente, como quedó demostrado, no fue bien realizado por mandos superiores, civiles o militares, y el Estado o, más concretamente, el gobierno federal, exhibió carencias y tropiezos que no deben quedar sólo en una exhibición videográfica y declarativa que es plausible, pero insuficiente.
Foto
▲ RECORDANDO A TORRIJOS . El presidente Andrés Manuel López Obrador recibió ayer en Palacio Nacional a su homólogo de Panamá, Laurentino Cortizo. Los mandatarios conversaron sobre la relación bilateral y recordaron, informó el jefe del Ejecutivo mexicano en su cuenta de Twitter, a Omar Torrijos, quien logró la hazaña de recuperar el Canal y la soberanía de su patria. También reconocimos la actitud conciliadora y prudente del ex presidente estadunidense Jimmy Carter.Foto Marco Peláez
El conflicto entre facciones de Morena, además de su desaseada realidad documental, llegaron ayer a un momento crítico, luego de que el tribunal electoral federal desechó todo lo relativo a las accidentadas asambleas distritales hasta ahora realizadas y anuló el proceso electoral interno en curso. La decisión judicial fue por unanimidad de los magistrados participantes y se centró en la inviabilidad del padrón morenista en los términos autorizados por la convocatoria oficial.
Bertha Luján, connotada aspirante a presidir Morena, estalló en contra de esta resolución de los juzgadores electorales, a quienes advirtió que la historia los va a juzgar, además de anunciar que se va a empezar a investigar su situación patrimonial, porque ahí es donde están las ganancias, los dineros que reciben por este tipo de actitudes. También tachó de traidores a la 4T a quienes promovieron que la instancia electoral federal resolviera sobre temas que consideró absolutamente internos del partido en mención.
Astillas
Con Rosario Robles como jefa, el poblano Juan Carlos Lastiri Quirós fue dos veces subsecretario: tanto en Desarrollo Social como en Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. Ayer fue detenido por policías y es de suponerse que sus declaraciones habrán de sumar cargos a los que ya enfrenta la citada Robles Y, mientras han batallado los morenistas y sus aliados para definir la sucesión en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, con objeciones desde diversos flancos contra los integrantes de la terna que incluye a Rosario Piedra Ibarra, Arturo Peimbert Calvo y José de Jesús Orozco, ¡hasta mañana!
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Dinero

Dinero
La CNDH ha sido un engaño: Rosario Piedra // Tabacaleras, inconformes con actualización del IEPS // De Hoyos provoca división en Coparmex
R
osario Piedra Ibarra dice que hasta ahora la Comisión Nacional de Derechos Humanos ha sido una institución nula e ineficaz. Fue una instancia más de simulación para creer que en nuestro país se respetaban los derechos humanos, era para engañar a la población. Rosario es candidata a la presidencia de la CNDH. Afirma que de ser electa garantizará la autonomía del organismo y no se someterá ante ningún poder. Es hija de doña Rosario Ibarra, designada para recibir la medalla Belisario Domínguez este año. Sin embargo, la dejó en custodia del presidente López Obrador hasta que le sea devuelta junto con la verdad sobre el paradero de nuestros queridos y añorados hijos y familiares, y con la certeza de que la justicia anhelada por fin nos ha cubierto con velo protector. El Senado aplazó para el próximo martes el nombramiento de la presidenta de la comisión, ya que en dos ocasiones Rosario logró la votación más alta, pero no la mayoría calificada necesaria. Hay otros dos candidatos: el ombudsman de Oaxaca, Arturo Peimbert, y José de Jesús Orozco, ex magistrado electoral que avaló la elección fraudulenta de Felipe Calderón.
¿Subirán los cigarros?
El Consejo Nacional de la Industria Tabacalera (Conaita) advierte que podrían subir de precio los cigarros, como resultado de la actualización del impuesto (IEPS). El presidente de la organización, Édgar Martínez, estima que se está pasando de pagar 35 centavos por cada cigarro a casi 50 centavos. Es decir que una cajetilla de 20 terminará pagando sólo por ese impuesto específico 10 pesos. Dice además que redes internacionales del crimen organizado están detrás del tráfico de 3 mil millones de cigarros ilegales que se venden anualmente en México. Se producen en países como China, Vietnam y Paraguay; para introducirlos se requiere de redes criminales. Martínez precisó que anualmente el SAT deja de recibir aproximadamente 5 mil millones de pesos por el contrabando, que no paga ningún tipo de impuesto, ya que los cigarros se comercializan irregularmente, principalmente en mercados y puestos ambulantes, en precios que oscilan entre 10 y 15 pesos la cajetilla.
División en Coparmex
Su defensa a ultranza de los factureros le mereció un cartón de Toño Helguera titulado Gustavo de Hoyos fiscales. Ahora el activismo político del presidente nacional de Coparmex está provocando una división interna. Ha sido relecto cuatro veces. De acuerdo con Carlos Chavira Rodríguez, líder de la Coparmex de Ciudad Juárez, socios de la organización están inconformes con el proyecto político-electoral de Gustavo de Hoyos rumbo a los comicios presidenciales de 2024, porque no está respondiendo a las necesidades de los 36 mil medianos y pequeños empresarios asociados. Chavira Rodríguez impulsa un organismo alternativo. La historia completa es la siguiente: el prianismo premiaba con posiciones en el gobierno el apoyo de los cúpulos. La 4T abandonó esa práctica. El último premiado fue Gerardo Gutiérrez Candiani; lo designó Peña Nieto como vocal ejecutivo de las Zonas Económicas Especiales con un presupuestazo. Ahora anda sin chamba.
Ombudsman social
Asunto: no le devuelven impuestos
En abril pasado presenté mi declaración anual al SAT dentro de las fechas para personas físicas. Sin embargo, tal parece que El jefe Diego Fernández de Cevallos se ha beneficiado, pero el resto de la población no. Me han hecho cansado mi trámite y ya casi termina 2019 sin que hasta la fecha me hagan mi devolución. Y así ya llevo seis meses esperando la devolución de la 4T. En la administración pasada me hacían mi devolución a los 20 días posteriores al ingreso de mi declaración a nual.
Q.F.B. Cecilia Utrilla / CDMX
R: Vamos a hacer llegar su mensaje a la oficina de la jefa del SAT, Margarita Ríos-Farjat
Twiteratti
En la #LeyDeIngresos2020 vamos a mantener la reserva respecto de los autos chocolates. Estamos pidiendo que se aplique la ley aduanera. Es falso que estemos impulsando una medida irresponsable. Reconocemos que tenemos un problema y no nos quedaremos con los ojos cerrados.
Twitter: @galvanochoa
Facebook: @galvanochoa

Dudas acerca del T-MEC

Dudas acerca del T-MEC
E
n una de sus recientes conferencias de prensa matutinas, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y funcionarios que lo acompañan, expresaron con optimismo que el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), sustituto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que entró en vigor en 1994, sería aprobado por el Congreso estadunidense en las próximas semanas.
En cuanto a su contenido y aprobación, el T-MEC se presenta como una muy buena noticia para México y un logro del gobierno de AMLO, a pesar de que durante muchos años el hoy presidente mexicano fue uno de los críticos mas acérrimos del TLCAN y de las políticas de libre mercado que este tipo de tratados impulsan y de que esa aprobación está lejos de ser evidente. En este contexto surgen varias dudas.
El T-MEC no nace como una propuesta mexicana para mejorar las condiciones de vida, empleo y desarrollo de los mexicanos. Basta leer la prensa estadunidense y tener un poco de memoria para darse cuenta que el T-MEC es una reacción a la iniciativa de Trump desacar a Estados Unidos del TLCANdel cual es enemigo declarado y lo ha llamado el peor acuerdo comercial en la historia de Estados Unidos.
Esencialmente, lo acusa de ser el causante de que muchos empleos estadunidenses hayan sido desplazados a naciones que ofrecen mano de obra mas barata. Prometió en campaña que terminaría con él, y en esa lógica, la llegada del T-MEC sería para Trump el cumplimiento de una promesa y un muy buen argumento en favor de su relección. Ese es precisamente el principal tema detrás del aparente retraso en su aprobación.
La posición de los demócratas, mayoría en la Cámara de Representantes encargada de aprobar o no el T-MEC, es un cálculo teóricamente muy sencillo. ¿qué le restará mas a Trump en su campaña de relección? ¿no aprobar el T-MEC y que entonces los acuse de no proteger a los trabajadores estadunidenses? ¿modificarlo lo suficiente como para evitar que lo presente como su logro y cumplimiento de una promesa de campaña? ¿o irse a la segura y posponer su aprobación hasta después de las elecciones de 2020? Eso es lo que está realmente en juego y de la respuesta depende esencialmente su aprobación.
En México se nos quiere hacer creer que la instrumentación de lo que el gobierno de López Obrador llama la reforma laboral, juega un papel central en esa aprobación y que en esta lógica la carta que recientemente envió a la líder demócrata de la Cámara de Representantes y las negociaciones de los funcionarios mexicanos han sido el factor detonante de la inminente aprobación del T-MEC.
Si uno lee los análisis que al respecto se hace en los medios estadunidenses, ese es sólo uno de los factores que más bien suena a pretexto de los demócratas para articular su estrategia política, pa-ra nada juega un papel relevante y las visitas de los negociadores mexicanos ni siquiera son reportadas por medios los locales.
Pero supongamos que se aprueba y pasemos a su contenido.
La lógica de Trump en el T-MEC, la que vendió en campaña, es beneficiar al trabajador estadunidense –no al mexicano–, y que regresen los empleos que salieron de Estados Unidos –a México entre otros países. Una lectura no especializada del acuerdo permite distinguir claramente cómo Donald Trump pretende lograr ese objetivo. Por ejemplo se establece que 75 por ciento de las componentes de un automóvil, para estar en el paraguas del acuerdo, debe ser producido en México, Estados Unidos o Canadá y que 45 por ciento debe ser elaborado por trabajadores que ganen al menos 16 dólares la hora, es decir obreros que ganen mensualmente algo así como 50 mil pesos mensuales.
Evidentemente ese tipo de empleos son para trabajadores en Estados Unidos, no en México. Ni siquiera me quiero imaginar que ocurriría si esos salarios se empiezan a pagar a los obreros de línea en México y lo que pasaría con la inflación. En el TLCAN en el que también se prometieron muchas cosas, México compitió básicamente con mano de obra barata que es precisamente lo que ahora Trump quiere evitar.
Para abordar este tema, en la carta de AMLO a Nancy Pelosi, líder de la Cámara de Representantes, promete que anualmente incrementará el salario de los obreros mexicanos en 2 por ciento por encima de la inflación. Con esa medida nos tardaríamos muchísimos años en pasar de los 3 mil 600 pesos mensuales que hoy es el salario mínimo en la zona fronteriza –la mejor pagada–, a los 50 mil pesos del T-MEC y competir entonces por los buenos empleos de ese acuerdo. Ignoro además si alguno de sus asesores ya informó al Presidente mexicano los efectos en la inflación y economía mexicanas de una medida como la prometida en esa carta.
Existen muchos asuntos en el T-MEC que deberían ser analizados con más detenimiento. Aspectos técnicos en los que no es evidente lo que México gana. Se nos vende la ilusión de una aprobación como el gran éxito político y económico, como si automáticamente, al aprobarse, los mexicanos inmediatamente vamos a vivir mejor y tendremos mejores salarios.
¡Ojalá fuera cierto!
Presidente de Mexa Institute
Twitter: @mexainstitute

Chile y la batalla entre dos modelos

Chile y la batalla entre dos modelos
P
unto de giro en la patria grande. La heroica rebelión del pueblo chileno contra el modelo que los fundamentalistas de mercado proclamaban como la panacea del mundo ha hecho hundir al neoliberalismo irreversiblemente en el más profundo de los descréditos. Lo reafirma más aún la valentía con que jóvenes, mujeres, ancianos, el pueblo todo, se enfrentan a la represión pinochetista de Sebastián Piñera.
Las multitudes de participantes desarmados en las marchas pacíficas avanzan resueltamente hacia líneas de carabineros que disparan a mansalva gases lacrimógenos, balas de goma y perdigones que ya han ocasionado 3 mil 712 detenidos, 404 de ellos menores de edad, mil 233 heridos y pérdida de visión o lesiones oculares a más de 100 personas, mujeres y hombres agredidos sexualmente y torturados, a veces en plena calle. Los esbirros disparan a la cara en busca del máximo terror. Hay 20 fallecidos pero las causas específicas no me quedan claras.
La batalla de Chile es parte fundamental de la de mayor alcance que se dirime en América Latina y el Caribe, y en el mundo, por la hegemonía política. De un lado, el modelo neoliberal; del otro, uno llamado a desmantelarlo, como hemos visto en Venezuela, Bolivia, en el primer gobierno kirchnerista, en los de Lula y Dilma, en Uruguay y Nicaragua. En Honduras con Zelaya y en Paraguay con Lugo hasta el derrocamiento de ambos. Se trata de lograr la regresión del neoliberalismo cuanto más y hasta donde sea posible, según la correlación de fuerzas en cada país, considerando que aunque agoniza, es el patrón de acumulación por ahora hegemónico, al menos a escala del capitalismo occidental.
Un acontecimiento muy importante para el rumbo político progresista de la región fue la rotunda victoria electoral de Andrés Manuel López Obrador con una agenda antineoliberal, de independencia, soberanía y dignidad nacional. El hecho puso en cuestión la insostenible fábula del fin de ciclo progresista. Mucho más al producirse en México, uno de los países más extensos, poblados, importantes económicamente e influyentes de nuestra América.
Pero se ve cada día más claro que en los estados donde gobiernos progresistas fueron derrocados o derrotados electoralmente, o en aquellos donde por años ha gobernado la derecha, caso de Colombia y Perú, al neoliberalismo no le va nada bien y es rechazado enérgicamente por crecientes luchas populares, como en Argentina, Brasil y Honduras. En esas estábamos y en octubre de este año estalló el formidable levantamiento indígena y popular en Ecuador contra el paquetazo del Fondo Monetario Internacional (FMI); aunque no haya conseguido sus objetivos por ahora, demostró la capacidad ofensiva de las fuerzas populares ecuatorianas, que ahora enfrentan una nueva ronda de conversaciones con el gobierno del traidor Moreno.
La resonante victoria electoral de Evo Morales en los comicios del 20 de octubre confirma también la viabilidad de una América Latina antineoliberal, pese a las patadas de ahogado de Mesa y sus socios separatistas de Santa Cruz. La transparencia con que el gobierno boliviano ha abierto la elección a la observación internacional y las gigantescas muestras de apoyo popular a su favor pondrán punto final al intento oligárquico-imperialista de robarse las elecciones a costa del voto indígena.
Mientras, en Argentina, otro país de la mayor importancia regional por razones semejantes a México, el resultado de las elecciones del 20 de octubre, con la victoria del dúo Fernández-Fernández muestra un rechazo frontal al neoliberalismo 3.0 de Macri y el anhelo de retomar el camino de la dignidad de ser humano, la independencia nacional, la reindustrialización, el empleo y el derecho a la educación y salud. De inmediato, se prevé un acuerdo sobre salarios que permita reactivar el mercado interno, que junto a una nueva fiscalidad permitirá avanzar en la agenda social. No le resultará nada fácil a Alberto y Cristina en un país saqueado y endeudado hasta el tuétano por los grandes capitales socios de Macri. Ese mismo día ganaba Daniel Martínez, candidato del Frente Amplio la primera vuelta de la elección uruguaya. Será cuesta arriba, pero no imposible, ganar en segunda vuelta contra la derecha unida. No debe omitirse la derrota electoral del guerrerista y corrupto uribismo en las alcaldías de Bogotá y Medellín, un paso a favor de la paz.
En este contexto, la heroica resistencia y batalla por su desarrollo de Cuba y Venezuela, en muy difíciles condiciones de creciente y cruel guerra económica y de cuarta generación por parte de Estados Unidos, constituye una contribución excepcional para inclinar la balanza del lado de los pueblos y uno de los estímulos morales más importantes en este momento para el movimiento revolucionario y progresista latinocaribeño. Éste, a la vez, tiene el sagrado deber de multiplicar sus esfuerzos solidarios con las revoluciones cubana y bolivariana, misión que debe colocar como prioridad máxima de su agenda.
Twitter: @aguerraguerra

¿La hora de la igualdad en AL?

¿La hora de la igualdad en América Latina?
A
l tiempo que en América Latina se producen decisiones electorales y movilizaciones populares, que colocan de nuevo el tema de la reducción de la desigualdad en el centro de las preocupaciones de los gobiernos, de las organizaciones civiles y de vastos contingentes populares, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) propone emprender un verdadero cambio civilizatorio. Ganaron las izquierdas en diversos países en la primera década del siglo y lograron atemperar la desigualdad y la pobreza, pero no modificaron el modelo de desarrollo de la región. En poco tiempo, el regreso de las derechas a los gobiernos reinstaló la gestión neoliberal y los países enfrentaron de nuevo la pérdida de dinamismo económico, se exacerbó la desigualdad y se profundizaron los problemas ambientales.
El desastre neoliberal provoca que la presión social aumente, lo que se expresa en el respaldo electoral a planteamientos heterodoxos. En este 2019 ganan de nuevo las izquierdas el gobierno en Argentina, Bolivia, y probablemente en Uruguay, mientras en México en diciembre pasado iniciaba por vez primera su gestión un gobierno de izquierdas. En Ecuador y Chile amplias movilizaciones populares detienen medidas típicas de la gestión neoliberal. El tema de fondo es modificar de raíz el modelo de desarrollo. Las izquierdas, que recibieron un mandato electoral claro, tienen que superar verdaderamente el neoliberalismo y no solamente ocuparse de administrarlo bien y honestamente.
El neoliberalismo es concentrador y excluyente en su matriz productiva y, en consecuencia, en términos distributivos. La Cepal tiene razón cuando señala que del mismo modo que medimos la pobreza para emprender acciones que la combatan, es necesario medir también la riqueza, introduciendo métricas específicas que permitan conocer la concentración patrimonial y no sólo del ingreso y, también, actuar en consecuencia.
Es posible plantear que los gobiernos que recién iniciarán, o se mantendrán, al frente de la gestión gubernamental puedan proponer nuevos pactos sociales en los que se restablezcan compromisos específicos para reducir la desigualdad. La propuesta que se aceptó en los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) de la ONU en materia de desigualdad, mantiene claramente su pertinencia.
El objetivo 10, la reducción de las desigualdades, propone una meta general: lograr que la tasa de crecimiento del ingreso del 40 por ciento más pobre de la población de cada país crezca más rápidamente que la media nacional. Para lograrlo es necesario instrumentar políticas públicas fiscales, salariales y de protección social. Esta meta de los ODS debieran concretarla en América Latina los diferentes gobiernos de izquierdas, comprometiendo metas específicas que permitan valorar los avances y las dificultades que se enfrentan.
Las metas se incorporarían en un pacto social incluyente en el que, como señala la Cepal, se ataque la cultura del privilegio que da prioridad el interés privado sobre el público, la acumulación privada de las ganancias sobre los propósitos redistributivos, el crecimiento sobre la conservación de la naturaleza y los derechos privados por encima de los derechos sociales, cuyo cumplimiento es una responsabilidad insoslayable de los estados.
Aprobar este pacto social permitiría llegar a esta hora de la igualdad. Sin embargo, para poder tener éxito será necesario superar principios ideológicos de la gestión neoliberal que se han impuesto como valores económicos generales. Un claro ejemplo es la autonomía y el mandato prioritario de los bancos centrales que, aunque forma parte del llamado consenso monetario neoliberal, se postula como principio económico de valor general. Pero, por supuesto, lo central de este pacto está en la urgente necesidad de elevar los ingresos presupuestales disponibles para impulsar el desarrollo, a partir de una reforma tributaria progresiva. En este punto hasta los neoliberales están de acuerdo, pero lo que ha mantenido los niveles tributarios escandalosamente reducidos es precisamente la noción aceptada por casi todas las formaciones partidarias que es más importante el interés privado que el público, que gravar con mayores tasas a los empresarios y a sus empresas va contra la dinámica de la inversión y, en consecuencia, atenta contra el crecimiento.
Hay una oportunidad para modificar el rumbo de la región que debe aprovecharse. La globalidad obliga a instrumentar acciones locales, coordinadas internacionalmente. Los nuevos aires que corren en América Latina abren la posibilidad de fortalecer las políticas que cada gobierno nacional se proponga, con acciones internacionalmente concertadas en torno a un pacto social para el desarrollo y el bienestar que tiene que ser muy incluyente y en el que pueden acordarse métricas conjuntas para medir resultados y proponerse nuevas metas. En el centro de este pacto debe estar una importante reducción de la desigualdad de la riqueza y del ingreso.