EL DELFÍN

Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.

miércoles, 31 de octubre de 2012

De los mitos sobre los bancos


De los mitos sobre los bancos
Alejandro Nadal
H
ay dos mitos centrales sobre el funcionamiento de los bancos. El primero es que los bancos simple y sencillamente desempeñan una función de intermediación entre ahorradores y demandantes de fondos para invertir. De acuerdo con esta idea, en una economía existen agentes que depositan sus ahorros en los bancos. En esa misma economía existen agentes que están dispuestos a invertir en proyectos rentables y piden recursos prestados a los bancos. El banco paga intereses a los ahorradores, pero cobra intereses más altos a los inversionistas: la diferencia entre esas dos tasas es su fuente de ganancias.
El segundo mito concierne al papel de las reservas que obligatoriamente deben mantener los bancos. El banco central o las agencias regulatorias imponen el requerimiento de mantener en reserva un cierto nivel de los depósitos bancarios. Las reservas son necesarias porque el banco tiene la obligación de devolver a los ahorradores el dinero depositado. Se espera que no todos los depositantes acudan a retirar su dinero al mismo tiempo, de lo contrario ningún banco es viable.
Los recursos que le quedan al banco, una vez que hace a un lado las reserves, pueden ser prestados: es lo que se llama el sistema de reserva fraccionaria y da origen al multiplicador monetario o bancario. Por ejemplo, si un banco recibe un depósito de mil pesos y el nivel de reservas obligatorias que debe mantener es de 10 por ciento, eso quiere decir que puede prestar 900 pesos. Si el agente que recibe ese préstamo acude a otro banco y los deposita, ese banco debe conservar en reserva 90 pesos y ahora puede prestar 810 pesos y así sucesivamente. Si le quiere echar números verá que el multiplicador monetario es la inversa del coeficiente de reservas obligatorias, en este caso dicho multiplicador es igual a diez. Suponiendo que los prestamistas depositan todo en un banco, al final de la serie el depósito inicial de mil pesos habrá dado lugar a un aumento en la masa circulante equivalente a diez mil pesos.
Es simple, pero falso. En realidad, los bancos no realizan préstamos de recursos que previamente han sido depositados en ellos. Cuando se autoriza un crédito el gerente del banco no corre a la trastienda a ver si todavía quedan depósitos disponibles. Esa idea de que los bancos son intermediarios de los fondos prestables es una tontería y lo único que sorprende es por qué tanta gente, desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda, sigue creyendo en esta fábula.
Ahora viene lo mejor. Ese mito no es el único que rodea a la actividad bancaria. Ahora se ha derrumbado la siguiente fábula, la de la reserva fraccionaria. Hasta aquí hemos visto que los bancos realizan una actividad de creación monetaria que no está constreñida por la disponibilidad de fondos prestables. Pero esta crisis ha puesto al descubierto otra gran leyenda. Los bancos tampoco están restringidos por las reservas obligatorias.
Los datos reales demuestran que, en realidad, las reservas de los bancos están desconectadas de los préstamos. Por ejemplo, en el verano de 2007, poco antes de estallar la crisis financiera, las reservas en los bancos en Estados Unidos alcanzaban un total de 15 mil millones de dólares. Un año y medio más tarde, en diciembre 2008, las reservas de los bancos habían aumentado a 788 mil millones de dólares (mmdd). A pesar de este aumento espectacular en las reserves, la cantidad de dinero en circulación no presentaba el aumento que (de acuerdo con la fábula del multiplicador monetario o bancario) debería haber existido. Para colocar la cuestión de otro modo, las reservas se habían multiplicado por un factor de 50 pero el agregado monetario M2 había crecido apenas 8.5 por ciento (M2 es la medida de circulante más socorrida e incluye monedas y billetes, depósitos en cuentas de cheques y ahorro, mercado de dinero al menudeo y depósitos pequeños a plazo).
Lo que demuestra todo lo anterior es que la creación monetaria no está vinculada a las reservas y, por lo tanto, una política monetaria que busca incidir sobre el dinero en circulación a través de las reservas está destinada al fracaso. La idea de que existe un multiplicador que actúa como correa de transmisión de los efectos de la política monetaria es incorrecta. La generosa inyección de liquidez que la Reserva Federal ha puesto a disposición de los bancos a un costo nulo sólo está sirviendo para nutrir las arcas de bancos y grupos corporativos que tienen capacidad de invertir en el mundo entero. Esa liquidez no tiene salida en forma de crédito en Estados Unidos y no sirve para sacar a la economía de ese país a flote.
Lo que se comenta aquí no es privativo de los bancos estadunidenses. Con las adaptaciones del caso se aplica al sector bancario de todo el mundo. La conclusión no es que hay que incrementar las reserves, como afirman muchos, sino que hay que establecer un control político y social sobre el sector bancario. En suma, la facultad de creación monetaria no puede estar en manos de particulares: debe abolirse la propiedad privada de los bancos.

viernes, 26 de octubre de 2012

Debates monetarios


Debates monetarios
Orlando Delgado Selley
L
a decisión de la Reserva Federal estadunidense de comprar valores financieros respaldados con hipotecas, por valor de 40 mil millones de dólares mensuales, hasta que la economía de ese país se acerque al desempeño requerido para reducir la tasa de desempleo, ha generado una importante controversia internacional. Los ministros de Finanzas de Brasil, Rusia y China han planteado críticas a esa política, que inunda al mundo de dólares en busca de rendimientos superiores a los que ofrecen los valores emitidos por la Tesorería estadunidense.
El centro de la disputa está en que el banco central estadunidense emite dólares, con propósitos centrados en el incremento de la demanda agregada interna que, sin embargo, circulan globalmente afectando el funcionamiento de otras economías. Para la Fed lo que importa es que en su país la dinámica económica no permite generar empleos en la medida requerida. Por ello, respondiendo a su mandato dual, reducción de la inflación compatible con el menor nivel de desempleo posible, instrumenta una política monetaria que crea circulante para impulsar el aumento de la demanda agregada.
Los críticos de estos tres países que tienen una relevancia global en aumento, aunque todavía poco efectiva, consideran que el relajamiento monetario estadunidense crea un flujo extraordinario de capitales de corto plazo que buscan incrementar sus rendimientos invirtiendo en las economías emergentes. Las consecuencias negativas de mayor peso son: la apreciación de las monedas de los países que reciben esos dólares y el incremento de precios de las materias primas que se comercian globalmente, las commodities, así como la creación de burbujas en algunos activos.
La presencia de estos capitales golondrinos tiene, además, el impacto adicional de complicar las determinaciones de política interna, que esos gobiernos instrumentan para enfrentar los impactos recesivos que provienen de Europa y la desaceleración de las importaciones estadunidenses. Una política fiscal expansiva que se proponga fortalecer el mercado interno para compensar las dificultades externas, puede verse frenada por el impacto en los precios de la apreciación cambiaria, lo que dificulta que esos gobiernos logren defender a sus poblaciones de la incertidumbre que caracteriza el funcionamiento de las grandes economías.
La pertinencia de la crítica ha provocado que el propio Bernanke haya tenido que responder (www.federalreserve.gov/newsevents/speech/bernanke20121014a.htm), centrándose en tres aspectos: los diferenciales de tasa de interés en los diferentes mercados y la reducción del riesgo afectan los flujos de capital; la subvaluación de ciertas monedas, explicadas por decisiones políticas para promover exportaciones, influyen en la rentabilidad de invertir en cierta moneda; la disminución del crecimiento en economías emergentes se explica por la desaceleración de las importaciones de países desarrollados, de modo que lo que aumente la demanda agregada beneficia a las economías emergentes.
Sorprende que esta discusión no tenga ninguna importancia en México. Nuestra economía, como las de los países emergentes mencionados, se ha visto afectada por la presencia de flujos anormales de capitales que han llegado al país a comprar Cetes y otros instrumentos financieros.
El valor del nuestra moneda ha reflejado estos flujos, manteniéndose por debajo de los 13 pesos por dólar. Las autoridades hacendarias y financieras, sin embargo, no han externado preocupación. Por ello, a diferencia de lo que han hecho los brasileros que han establecido impuestos a los rendimientos de los valores, en México para las autoridades no hace falta instrumentar ninguna medida que defienda la economía.
Lo cierto es que hacen falta acciones para que la dinámica económica permita generar empleos bien remunerados y con las prestaciones adecuadas. Formalmente en el gobierno nadie se ocupa de esto. Mientras la Fed estimula la dinámica creadora de empleos con los instrumentos a su alcance, en México nadie en el gobierno asume esa responsabilidad, ni la de ocuparse del impacto de las acciones de la Fed en el país.

jueves, 25 de octubre de 2012

De contratos, buques y solidaridades politicas


AGENDA CIUDADANA
DE CONTRATOS, BUQUES Y SOLIDARIDADES POLITICAS
En Memoria de Norma Zepeda,
Más amiga que secretaria Lorenzo Meyer
¿Interés Nacional o Solidaridad Entre Compañeros de Viaje? A
diferencia de las relaciones entre individuos, las que se dan entre países
poco tienen que ver con altruismo. Se trata de relaciones de poder y
donde el interés nacional de cada uno es la principal o única razón que las
explica. Ahora bien, cierto tipo de relaciones entre gobiernos que se
justifican como de interés nacional son, en realidad, de intereses
particulares, de partidos, grupos o, incluso, personales.
Similitudes. La actual no es la primera ocasión que, en medio de
una crisis económica que azota a ambas orillas del Atlántico, un gobierno
mexicano suscribe contratos con astilleros españoles para dar oxigeno
político a un gobierno en España. Ya en los 1930, hubo un gobierno
mexicano, que pese a no contar con una economía boyante, se mostró
solidario con otro español en aprietos pero ideológicamente cercano y
aceptó hacer un gasto relativamente importante en barcos que no le eran
estrictamente indispensables. Así pues, fue una coincidencia de intereses
ideológicos de dos grupos gobernantes y no la mera lógica del mercado lo
que explica la transacción de entonces. Pues bien, algo similar ha vuelto a ocurrir en la actualidad con el pedido de unos buques por parte de una
empresa estatal mexicana (Pemex) a unos astilleros de Galicia que ya
llevaban cinco años sin recibir ningún pedido y en vísperas de unas
elecciones autonómicas donde el tema del desempleo es central, (La
Jornada
La mayor diferencia entre lo ocurrido hace casi ochenta años y la
situación actual es que entonces la idea era crear apoyo mutuo entre dos
proyectos progresistas a ambos lados del Atlántico y la de hoy es hacer lo
mismo entre dos proyectos conservadores.
, 20 de octubre).
En los años treinta del siglo pasado, el gobierno mexicano empezaba
a reconstruir el país según el proyecto de su revolución y naturalmente
vio con sorpresa y entusiasmo como en España -que hasta ese momento se
había mostrado contraria a la revolución en México- se desembarazaba
de su rey -Alfonso XIII- para empezar a construir una república cuyo
proyecto de reformas -agraria, en las relaciones Estado-Iglesia, educativa
o laboral, entre otras- se asemejaba al que ya estaba en marcha en
México. Fue por eso, para apoyar a un interlocutor en una Europa muy
conservadora y anti revolucionaria, que en México el “Jefe Máximo de la
Revolución”, Plutarco Elías Calles, dio su visto bueno para que el
gobierno presidido por personajes sometidos a Calles, mandaranconstruir varios buques de guerra en España y, en consecuencia, se
paliaran los efectos que la Gran Depresión tenía en los astilleros de
Bilbao. Hoy no es uno sino dos gobiernos mexicanos conservadores -el
panista que está por concluir y el priista que está por iniciar-, que
también han decidido mostrar su simpatía con un gobierno español de
igual inclinación -el del PP presidido por Mariano Rajoy- y afectado por
circunstancias económicas similares. Un efecto de la decisión de las
autoridades mexicanas se dejó sentir el pasado fin de semana, cuando el
PP de Galicia logró una importante victoria electoral para el PP. Cuando
se negociaron los contratos para la construcción de los barcos en cuestión,
esa victoria parecía difícil pero la posibilidad del acuerdo con Pemex fue
usada por el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y
por el propio Mariano Rajoy, como uno de los argumentos para que los
votantes apoyaran al PP, (La Jornada, 12 de octubre). Al final, en algo
debió contribuir ese argumento para que el PP se alzara con un triunfo
holgado -mayoría absoluta en el parlamento gallego, (41 de 75 escaños)-
mientras que en otra elección que tuvo lugar el mismo día en el País
Vasco, el PP simplemente se desplomó y apenas logró el 11.7% de la
votación. En opinión de la prensa española, el anuncio que se había hecho
antes de la elección en el sentido que los astilleros en Galicia volverían a contratar obreros para cumplir su compromiso con México, sirvió para
“proporcionar oxígeno al líder de su partido y presidente del Gobierno de
España, escaso últimamente de buenas noticias.”, (El País, 22 de octubre).
Los Hechos de Hoy. Fue en septiembre, con el gobierno de Felipe
Calderón ya de salida, que la opinión pública de México y España fue
informada que se estaba concluyendo una negociación para que a través
de Pemex se ordenara la construcción de un par de “floteles” -buques que
deberán servir de alojamientos flotantes para el personal que labora en
las plataformas petroleras marítimas- en dos astilleros de Galicia:
Barreras, en Vigo y Navantia, en Ferrol. Los contratos implican una
suma de alrededor de 380 millones de dólares pero se ha hablado de la
posibilidad de ampliar el pedido -incluiría remolcadores, por ejemplocomo parte de una renovación de la flota de Pemex, (La Jornada
Como ante de la elección en Galicia se expresaran dudas sobre la
solidez de los contratos anunciados en la prensa de ambos países, el
presidente electo de México, Enrique Peña Nieto (EPN), decidió entrar en
acción y en su visita a España aseguró que él veía con “beneplácito” la
operación de Pemex con Galicia. La dirigencia del PP se vio llevada a
hacer explícito su agradecimiento a EPN por el gesto, (
, 16 de
octubre).
El País, 14 de octubre, Reforma, 15 de octubre). Quien será presidente de México, y ya
metido de lleno en este proceso, aseguró que justamente por la crisis
económica tan profunda que vive España, México había decidido
solidarizarse y apoyar fraternalmente a ese país, (La Jornada
A lo anterior debe agregarse el mensaje de EPN del 15 de octubre a
los grandes empresarios españoles en Madrid y donde reiteró lo que ya
había dicho en otros países europeos: que su gobierno abrirá Pemex a la
inversión privada y usará la Ley de Asociaciones Público-Privadas para
ampliar las oportunidades de inversión privada externa en la
construcción de la infraestructura mexicana.
, 16 de
octubre).
Los Hechos en los 1930. La Segunda República Española surgió en
abril de 1931 como resultado de la victoria en las urnas de los
republicanos, en particular del PSOE. En México el PRI original, el PNR,
llevaba operando dos años y la figura política central no era el presidente
sino el general Plutarco Elías Calles, dedicado a institucionalizar el poder
de los ganadores de la Revolución Mexicana. En el mundo, la situación
económica estaba marcada por los durísimos efectos de la Gran
Depresión que había estallado en el mercado de valores de Estados
Unidos en octubre de 1929.Desde la caída del presidente Madero en 1913, las relaciones
políticas de los revolucionarios mexicanos con España y con el resto de los
países europeos habían sido pésimas, por decir lo menos. Justo a
mediados de los 1920, Inglaterra decidió empezar a normalizar su
relación con el México revolucionario y España -con una gran colonia de
comerciantes y propietarios en nuestro país sin ninguna simpatía hacia
las políticas revolucionarias-, se resignó a seguir un camino similar,
aunque sin entusiasmo y con mucha desconfianza.
El advenimiento de la República Española llevó al cambio de sus
diplomáticos en México -el Vizconde Gracia Real fue remplazado por el
republicano Julio Álvarez del Vayo- y entonces los círculos oficiales de
España y México empezaron a hablar el mismo, justo como es el caso hoy
pero en sentido contrario: el PNR se idéntico con el PSOE como hoy en
PAN y el PRI lo hacen con el PP.
En el mismo año de 1931 -momento de depresión económica
particularmente duro- se empezó una negociación España-México que
culminó en 1933 sin que le afectara el cambio de presidente en México,
pues el saliente Pascual Ortiz Rubio y el entrante, Abelardo Rodríguez,
obedecían a Calles. Esa negociación significo la compra de cinco
transportes y diez cañoneras guardacostas por valor de 17 millones de pesos oro (68 millones de pesetas) y un año más tarde se firmó otro
acuerdo menor para la compra de maquinaria para astilleros en México.
Los barcos llegaron y México terminó de pagarlos en especie durante la
guerra civil que terminaría con la derrota de la república en España en
1939.
Conclusión
RESUMEN: “LA COMPRA DE BUQUES A ESPAÑA
MOTIVADA POR RAZONES POLITICAS TIENE ANTECEDENTES,
AUNQUE CON TONOS IDEOLÓGICOS OPUESTOS”
. El acuerdo de 1933 dio pie a críticas que hoy se repiten
¿Por qué no se usan los recursos públicos con propósito genuinamente
nacional: fomentar en México la construcción naval y el mercado
interno? Y la respuesta puede ser similar: porque ambas operaciones no
se explican sólo por razones económicas de oferta y demanda, sino
básicamente por razones de solidaridad ideológica y política;
revolucionarias entonces y conservadoras hoy.

jueves, 18 de octubre de 2012

Resetas para el desastre


Recetas para el desastre
John Saxe-Fernández
E
n momentos en que la economía mundial tiende a la parálisis por la caída de la demanda agregada, la baja salarial, el desempleo y la precarización del trabajo, continuar con el diseño económico y de seguridad de Estados Unidos en México es contribuir al desplome del país, la región y el orbe. Se trata de la segunda economía más importante de América Latina. En contraste con otros países latinoamericanos, la prognosis para México es sombría: Peña Nieto (EPN), bajo inercias regresivas, avala la multifacética embestida de Calderón contra los trabajadores, al alentar lareforma laboral, parte de los programas de ajuste estructural (PAE) del Banco Mundial-FMI-BID, que han sido y sonla ruta seguida por sus antecesores, en realidad, country managers de esos entes subrogados al Departamento del Tesoro, que han devastado al país, sus recursos y patrimonio: De la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y ahora EPN y sus tecnócratas.
En materia energética EPN anunció desde una Europa sumergida en gran crisis, que intenta profundizar el destrozo, desarticulación y privatización de las actividades sustantivas de Pemex, y constitucionalizar la entrega del petróleo y el gas de esquisto a grandes petroleras/gaseras, como aspira la tóxica Exxon-Mobil. Si además prosigue con la macroeconomía de los programas de ajuste estructural, anularía de tajo cualquier salida no traumática al deterioro del mercado interno, del aparato productivo y al incremento de pobreza, desempleo e informalidad económica, atropellando la economía popular y de la clase media con regresivos esquemas fiscales (aumentos y ampliación del IVA) manteniendo losgasolinazos y la riesgosa liberalización y desregulación de la entrada y salida de capitales golondrinos. Lo sabe Hacienda: hay riesgo de contagio de la crisis en los países centrales donde va Peña, sea en pos de inversión o al rescate de España, donde Pemex es botín empresarial.
Con las bases socioeconómicas y político/militares fragilizadas, desviadas de sus funciones y corroídas por la corrupción, los costos sociales de los programas de ajuste estructural son monumentales. Magnifican la hecatombe humanitaria que hereda el PRI del siniestro régimen de terror que concluye bajo el peso de más de 90 mil cadáveres y decenas de miles de familias enlutadas por una tragedia incalificable, repleta de ejecuciones extrajudiciales, desaparecidos, torturados, desempleados, pobres y un endeudamiento y deterioro colosal del país, de sus estados y el notorio desgaste patrimonial de Pemex, su principal fuente de ingresos.
Ante la inusitada entrada de capital especulativo, los programas de ajuste estructural mutan en errores tectónicos, con un potencial de caos y muerte mayor al de la guerra irregular del Pentágono adoptada por Calderón y que padecemos bajo facha de guerra al narco. Nos exponen a otro rescate y saqueo como el de diciembre de 1994, ejecutado por Goldman Sachs, Citigroupet al, y los Robert Rubin de siempre, junto a especuladores de dentro y fuera, políticos y magnates saca-dólares.
Datos del Banco de México ayudan a calibrar el riesgo: la deuda interna es de más de 4.1 millones de millones de pesos, con una inversión extranjera de cartera que ya rebasa los 94 mil 500 millones de dólares, que pueden fugarse en cuestión de microsegundos, esta vez dejando tras de sí un terremoto sociopolítico y humanitario –y no sólo económico– por ser 51 por ciento mayor que la deuda externa pública, la mayor porción de deuda interna de la historia, en manos extranjeras.
Se dice que EPN ampliaría y elevaría el IVA. Mejor que lo piense. Los del FMI-BM saben que gasolinazos y más IVA impulsan estallidos sociales, colocando al país de rodillas. Ya es muy grave el registro diario de muertos, robos y operaciones de grupos armados.
En lugar de situar la carga del gasto corriente sobre Pemex, los trabajadores y la golpeada clase media, que lo haga con los sectores de alto ingreso. Es mejor atender las sugerencias de Guido Mantega, ministro de finanzas de Brasil, para quien a corto plazo debe estimularseel crecimiento de la demanda agregada y la creación de empleos. Advierte quelos países en desarrollo no pueden soportar pasivamente las consecuencias de las políticas de las naciones avanzadas expresadas a través de mayores y más volátiles flujos de capital y movimientos del tipo de cambio (La Jornada, 13/X/12, p.31).
En este medio volátil, procede, en materia de seguridad y crimen organizado, tratar con ciudadanos, no con enemigos, depurar y fortalecer al Ministerio Público, atender el lavado, el flujo de armas y una gradual desmilitarización. Sería torpeza mayor, como hizo Calderón, no seguir los protocolos de la Convención de Palermo, que México firmó y entró en vigor en septiembre de 2003.
Si EPN se guía por los programas de ajuste estructural y lo hace con los diseños militarizados y represivos de Estados Unidos, se generarían, como advirtió Miguel Angel Mancera,sistemas de violencia a manera de guerras civiles (La Jornada, 13/X/12, p.30). Con cientos de miles de bajas.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Mexico: ¿clase media o media clase?

México: ¿clase media o media clase?
José Steinsleger
S
ensibles a los cambios sociales y transformaciones políticas de la Gran Revolución (1789-95), los pensadores socialistas europeos concibieron la noción sociológica de clase con relativa precisión. En cambio, la de ideología resultó más escurridiza que su prima carnal.

Los grandes teóricos del socialismo vivieron de 1789 a 1850, cuando las luc
has presentaban actores bien dibujados: burgueses arrepentidos de sus desplantes humanitarios y proletarios que sin ser necesariamente obreros empujaban los ideales de libertad, igualdad, fraternidad.

Como es sabido, términos como izquierda y derecha se vulgarizaron en el siglo pasado, remitiendo al lugar ocupado por los diputados de la Asamblea Legislativa durante la Gran Revolución. A la izquierda de la presidencia, los partidarios del cambio radical. A la derecha, sus enemigos.

En el ínterin surgió el sector social que se convino en llamar clase media. Que a los teóricos de la revolución suscitó migraña crónica y cuya acta de nacimiento fue tramitada por el golpista Napoleón Bonaparte. De ahí en más, las ansiedades de la democracia moderna quedaron supeditadas a los mantras del centro.

Las clases medias de Europa primero, y las de América Latina después, quedaron encantadas con el genio del Gran Corso. ¿Qué más agradecer al que políticamente había aterrizado el idealismo platónico y el justo medio aristotélico? Y en ambas orillas del océano lo demás fue motivo de consenso: partirle la madre al proletariado.

Con una salvedad: las diferencias entre las unas y las otras. Porque en Europa las clases medias forjaron el capitalismo desde adentro y en simultaneidad con el proletariado, y en América Latina descendió de los barcos, hecho y realizado en su forma imperialista y neocolonial.

De ahí el imaginario de nuestras clases medias. Que por no haber conocido el capitalismo de verdad se negaron por izquierda y derecha a pensar con cabeza propia. Nuestros estados nacionales copiaron el Código Napoleónico con pelos y señales y, por consiguiente, sus capas ilustradas amasaron su cultura con ideologías de importación.

Sin embargo (desde adentro), los pueblos rayaron la cancha: Villa y Zapata en México, las gestas antimperialistas de Sandino y Farabundo Martí en América Central, luchas nacionalistas en América del Sur, y las revoluciones de Cuba y Nicaragua mostraron que no se resignaban a ser calco y copia de la civilización inventada por yanquis y europeos.

¿Qué hacer, entonces, con las clases medias que no iban más allá de ser administradoras y tributarias de aquel capitalismo mundial que hoy ya es un magma de confusión y alienación sin camino de regreso? A diferencia de las luchas referidas, la respuesta no es fácil. Y a veces, hay que pedir auxilio a los poetas.

Clase media/ medio rica/ medio culta
entre lo que cree ser y lo que es
media una distancia medio grande
Desde el medio mira medio mal
a los negritos/ a los ricos/ a los sabios
a los locos/ a los pobres
Si escucha a un Hitler/ medio le gusta
y si habla un Che/ medio también
En el medio de la nada/ medio duda
como todo le atrae (a medias)
analiza hasta la mitad/ todos los hechos
y (medio confundida) sale a la calle con media cacerola
entonces medio llega a importar
a los que mandan (medio en las sombras)
a veces, sólo a veces, se da cuenta (medio tarde)
que la usaron de peón/ en un ajedrez que no comprende
y que nunca la convierte en reina
Así, medio rabiosa/ se lamenta (a medias)
de ser el medio del que comen otros
a quienes no alcanza a entender
ni medio.

Técnicamente, el poema del gran Mario Benedetti es malo. No obstante, opté por transcribirlo pues a más de estandarte ideológico de una generación de izquierdistas conlleva grandes equívocos. ¿O usted, el poeta y el articulista no surgieron de la clase media?

Las clases medias se sienten tolerantes y pluralistas cuando dicen que al pueblo urge cultura y educación. Y ya con esto se cuelgan la chapa de izquierda. Pero es verdad. Sólo restaría auscultar con qué parámetros. ¿Los de la clase media que describe Benedetti?

Para ir cerrando un asunto que da mucho más, me parece que la gran tarea pedagógica consiste en revertir la apuesta. O sea, partir con honestidad de lo mucho que nuestros pueblos saben de sí mismos, denunciar a los seudohistoriadores que so pretexto de la desmitificación enlodan la memoria de nuestros héroes, y buscar las estrategias para desembrutecer a la clase media, que apenas es media clase.

Sería un punto de partida para dejar de vacilar con el nivel cultural o la supuesta excelencia académica de instituciones cuyas premisas ideológicas están al servido de las mafias políticas y los grandes capitales.

En Venezuela, Argentina, Bolivia, Brasil y Ecuador andan en eso. Y si de veras queremos enriquecer una identidad distinta a la proyectada por documentales tan vomitivos como Hecho en México (o sea, en Televisa), no vendría mal sopesar las enseñanzas que aquellos países podrían depararnos.

FMI: austeridad y multiplicadores fiscales


FMI: austeridad y multiplicadores fiscales
Alejandro Nadal
E
l Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó su reunión anual en Tokio sin la fastuosidad y protocolo que le gusta cultivar. Quizás le invadió algo de modestia. Tiene razón. La verdad es que el FMI no parece tener idea de lo que sucede en la economía mundial.
El organismo reconoció en Tokio que sus proyecciones sobre la evolución futura de la economía mundial estaban equivocadas. Su anuncio fue contundente: la recuperación pierde velocidad. Las nuevas estimaciones revisan a la baja el ritmo de crecimiento esperado de la economía mundial para el presente año a 3.3 por ciento (en julio pasado la proyección de los modelos del FMI era de 3.5 por ciento). La revisión puede parecer insignificante, pero esos mismos modelos indican hoy que la probabilidad de que el crecimiento de la economía mundial sea inferior a 2 por ciento es my alta. Según el FMI la economía mundial entra en su peor año desde 2009.
¿Por qué está revisando a la baja el FMI sus proyecciones? El análisis que presenta el FMI es superficial: la economía de Estados Unidos crece más lentamente, la Unión Europea sigue envuelta en su crisis monetaria y, finalmente, las economías emergentes ya han sido afectadas por la recesión mundial. Eso no es un análisis: es como el médico que informa al paciente que está mal porque tiene una enfermedad. El FMI ni explica por qué la crisis ha entrado en la fase actual, ni por qué de pronto se ha frenado la recuperación. Para Olivier Blanchard, economista en jefe del FMI, la interrupción de la recuperación se debe a la incertidumbre. Quizás podía haber señalado que más bien se trata de la ignorancia, la suya y la de los economistas que en coro claman por una mayor austeridad fiscal.
En su análisis de las Perspectivas de la Economía Mundial 2012 el FMI ha confesado haberse equivocado en un aspecto fundamental de política económica (el informe se encuentra disponible en imf.org). En un recuadro del documento, el Fondo se pregunta ¿Estamos subestimando los multiplicadores fiscales a corto plazo? Su respuesta es que, en efecto, los analistas del instituto subestimaron brutalmente el impacto de la política de austeridad fiscal sobre la actividad económica. En el pasado reciente, los modelos del instituto partían del supuesto de que un recorte fiscal equivalente al uno por ciento del PIB provocaría una reducción en la actividad económica de 0.5 por ciento (esto quiere decir que el multiplicador fiscal era equivalente a 0.5).
Pero ahora el FMI ha descubierto, con estudios sobre 28 economías, que la austeridad fiscal tiene repercusiones mucho más serias y que el multiplicador es más importante: eso quiere decir que un recorte de uno por ciento reduce la actividad económica hasta en 1.7 por ciento. Es decir, con los nuevos datos es posible concluir que el multiplicador fiscal es tres veces más grande que lo que pensaba el FMI. En realidad, hay numerosos estudios que encuentran que el impacto del recorte fiscal puede ser hasta diez veces mayor a lo que aceptaba el FMI hace unos meses.
Las implicaciones de estos errores son graves. Como parte de la troika, el FMI ha presionado durante los últimos tres años a los gobiernos europeos para que apliquen medidas de austeridad fiscal Es lo mismo que hizo con docenas de países subdesarrollados en las últimas décadas. En especial, el FMI, al igual que el Banco central europeo (BCE) y la Unión Europea, ha exhortado a los gobiernos de Grecia, España, Italia, Portugal e Irlanda a adoptar programas de restricción fiscal con el objeto de recuperar la confianza de los mercados financieros, pero esas medidas sólo han profundizado la recesión.
La consolidación fiscal ha tenido crueles repercusiones sobre la vida y la salud de millones de personas, así como sobre el medio ambiente. Ni siquiera ha tenido como efecto la corrección de los desequilibrios macroeconómicos que se supone deberían subsanar. La razón es que el ajuste fiscal (a través de recortes en el gasto) tiene un efecto recesivo en la economía mayor de lo estimado por el FMI, lo que termina por frenar la recaudación, incrementar el déficit fiscal y por agravar el coeficiente deuda/PIB. El resultado final es una mayor vulnerabilidad en los dichosos mercados financieros.
Hace unas semanas el castigo sobre los bonos españoles e italianos se redujo momentáneamente después de que el BCE anunciara una nueva fase en su programa de compra de bonos en los mercados secundarios. Ahora el economista en jefe Blanchard advierte que ese pequeño logro podría revertirse si España e Italia no se someten a un plan de rescate que, dicho sea de paso, conllevaría un castigo fiscal aún más severo. A pesar de los informes y estudios del FMI, Blanchard sigue creyendo que la austeridad fiscal es el camino a seguir.
Quizás al FMI le gusta pensar que ahora tiene una mayor pericia en el manejo de la política económica. Pero como decía Oscar Wilde, experiencia es el nombre que le damos a nuestros errores.
  • Austeridad
    Antonio Mendoza
    Austeridad = contracción de demanda agragada = contracción del PIB
    • El fantasma se mueve solo
      Clemente
      Imagine usted que la economia real es de un tamaño de 10 metros cuadrados y la economía no real ( financiera) es de 333 metros cuadrados. De esta proporción es el tamaño del fantasma. Si las finanzas deben ser de un tamaño un poco mayor (espectativas) 1.5 veces el de la economía real se dará cuenta que no hay salida, no hay eficiencia y eficacia de procesos productivos que alcance a los intereses demandados por el sector financiero. Un camino sería volver al trueque y olvidarse del dinero "real" y digital y la otra imposible que los ricos financieros pierdan en trecientos treinta y tres veces su dinero. ¿ conoces otro camino si el fantasma de las finanzas se mueve solo y no proyecta nada de la economía real? si lo sabes dile al FMI, al BM como hacerlo. saludos Jornaleros
  • Datos ocultos
    Silvio Gesell
    El problema fundamental del FMI es que no se ha dado cuenta o no quiere hacerlo, que solo el 3% por ciento del dinero mundial es para bienes y servicios (economía real) y el 97 % digital y especulativo(fuente Banco de Inglaterra). Además que se ha negado a una reforma profunda que era encabezada por el libidinoso de Dominique Strauss Kahn que “muy oportunamente” el gobierno de EU y Francia descubrieron sus debilidades sexuales.

martes, 16 de octubre de 2012

Fosiles, clima y poder


Fósiles, clima y poder
John Saxe-Fernández, La Jornada, Jueves 4 de Octubre de 2012
L
a radicalización de la derecha republicana y el fulminante rechazo del poderoso cabildo fósil (carbón, petróleo, gas) a cualquier cambio del patrón energético vigente ayuda a explicar, en parte y más allá del racismo y clasismo, la enardecida y multimillonaria campaña contra la relección de Obama, quien dio continuidad a las políticas de seguridad doméstica e internacional de Bush/Cheney luego del 11/9, como el espionaje generalizado y sin autorización legal de la Agencia Nacional de Seguridad; la usurpación de funciones judiciales con la renovación de lascomisiones militares y la permanencia de Guantánamo como prisión y a los postulados de la guerra preventiva. De inicio avaló el sangriento esquema de intervención/desestabilización a la rápido y furioso (Plan Colombia, Iniciativa Mérida) cuyo ADN se remonta al Texas de 1836, a la counterinsurgency de laguerra fría y a la ocupación de Latinoamérica con más bases en áreas de interés empresarial y geopolítico. Detuvo la tortura, pero acentuó el uso defuerzas especiales, cuyo despliegue pasó de 60 a 120 países y proliferan lasejecuciones extra-judiciales condrones en ultramar, superando a Bush en misiones y bajas civiles. El quebranto del derecho internacional víadrones, globalizó un peligroso estado de excepción que lleva la no ley a cualquier rincón del planeta: una invitación al caos en las relaciones de poder internacional en momentos de crisis, transición hegemónica y creciente conflictividad por el control de recursos naturales escasos.
Aunque Obama declare que el cambio climático es asunto central para esta generación, fuera de retórica y en los hechos es incomprensible el enorme caudal de dólares del cabildo fósil contra la relección: su gobierno autorizó la perforación y explotación en áreas de reserva y alienta el fracking (cientos de miles de pozos en 36 estados de Estados Unidos) en pos del gas shale, con graves daños a salud y medio ambiente. Ante el poder y codicia del cabildo fósil (Exxon/Móbil, Chevron, Koch, el American Petroleum Institute, etcétera) por explotar los fósiles convencionales y no-convencionales no extraña que el calentamiento global sea desdeñado por Romney/Ryan. En los hechos, Obama también: luego del desastre en Macondo, en el Golfo de México, suspendió la moratoria a la perforación en aguas profundas y la autorizó en Alaska, incluyendo diseños para, dijo Hillary Clinton, aprovechar las oportunidadesque ofrece la desintegración del hielo del Ártico, abrir rutas marinas y extraer petróleo, minerales, etcétera. Por su parte John Vidal documentó en The Guardian de Londres, que para la COP-16 (Cancún) y las que siguieron, Obama operó a favor del Acuerdo de Copenhague, incapaz de cambiar, detener o invertir el insostenible esquema fósil (La Jornada (LJ) 18/11/10), aunque se mantuvo la meta de limitar el calentamiento a 2 grados centígrados por encima de la era pre-industrial. Pero según James Hansen et al, el registro paleoclimático muestra que 2 grados centígrados podría ser una receta para el desastre: la sensibilidad climática es mayor a lo que se contempló hasta ahora: cambios pequeños o moderados de temperatura pueden tener efectos mayores a lo esperado, por ejemplo en del nivel oceánico (LJ/29/12/11).
En Global Warming’s Terrifying New Math, Bill Mackibben ofrece datos cruciales que ayudan explicar laradicalización del cabildo fósil y de Romney/Ryan ya que, entre otros temas medulares, se plantea que la humanidad puede emitir desde la era preindustrial unas 565 mil millones de toneladas (Giga/t) de CO2 a la atmósfera, sin rebasar los 2 grados centígrados. Como ya aumentamos la temperatura 0.8 grados centígrados y como aún si no lanzáramos CO2, la temperatura aumentaría otro 0.8 grados centígrados por lo previamente emitido, ya estamos cerca del límite (ibid). Pero todavía quedan 2 mil 795 Giga/tCO2 de los fósiles convencionales existentes en las reservas probadas de firmas y estados, con un valor estimado por Capital Institute en 27 billones (trillions) de dólares. Para evitar una catástrofe climática y de civilización habría que dejar bajo tierra el equivalente a unos 20 billones de dólares. Algo inadmisible al uno por ciento que especula y gana con los fósiles. El panorama político/electoral de Estados Unidos es desolador. Elsistema es incapaz de ofrecer una via no-traumática (sin guerra) de construcción social alternativa y enfrenta al electorado a decidir ante opcionescomo la agenda extrema de Romney/Ryan (“Mitt Romney’s Real Agenda”, Politics News, Rolling Stone) en materia fiscal, laboral, de género y de política de seguridad internacional, armas, tortura, inmigración y perforación/contaminación y el desolado desengaño por la actuación de Obama en estos cuatro años ante la crisis económica, los bancos, la seguridad internacional, el rompimiento con la normatividad constitucional y el medio ambiente. Un síntoma inequívoco de lo profundo y potencialmente catastrófico de la crisis hegemónica que hoy abate a Estados Unidos, con repercusiones planetarias.

miércoles, 10 de octubre de 2012

El relevo

El relevo
León Bendesky
E
l gobierno que está por terminar está pasando la estafeta al nuevo que comenzará el próximo diciembre. El relevo se está haciendo con mucha eficacia y a toda velocidad; es casi de precisión olímpica. El Congreso recién instalado no se dilató en procesar los cambios a la ley laboral y ya se prepara para modificar también el régimen de operación de Pemex. Allana el camino p
ara la siguiente administración y obsequia algo a la que termina. Aún faltan las medidas fiscales.

Las formas de gobernar y de legislar, a pesar de su presteza –o por ella misma–, están sustentadas en el mismo principio del ejercicio político que la muy cacareada pero ya desvirtuada alternancia partidista en el poder no cambió de forma alguna que sea relevante para la mayoría de la gente.

Los argumentos que de modo explícito sustentan las significativas modificaciones al régimen laboral, que están por validarse en la mancuerna del Senado, sostienen que se creará más empleo y se aumentará la productividad.

Estas son, ciertamente, dos cuestiones clave en esta economía donde prolifera la ocupación informal, la subocupación, y los bajos niveles de ingreso. Son, también, elementos esenciales para sustentar un crecimiento mayor y sostenido del producto, mismo que se ha vuelto crónicamente bajo y vulnerable desde hace ya tres décadas.

Pero no se consideró siquiera necesario ofrecer un sustento técnico o un razonamiento armado de manera coherente sobre tales supuestos que se han presentado, más bien, como un asunto doctrinario. Los legisladores no tienen que explicar nada a quienes los eligieron de modo directo y mucho menos en el caso de los plurinominales.

La nuevas formas de contratación que se admiten en la alterada ley no afianzan un mercado laboral más robusto y equitativo y, en cambio, tienden a crear mayor precariedad del trabajo. Tampoco implican que los niveles del ingreso salarial se eleven junto con la muy baja productividad general del sistema económico.

La carga del cambio legal en materia laboral se impone sobre los trabajadores. No hay correlato alguno con las condiciones que enmarcan a la inversión productiva, así como con la enorme concentración de la propiedad y la riqueza, o sea, las grandes restricciones a la competencia que definen a la economía mexicana.

La efectiva expansión del producto, del aumento de la productividad y la creación de más empleos, bien remunerados y con prestaciones sociales se basa en la inversión. En este modo de producción se trata de capital y trabajo. El esquema propuesto en la ley apunta, en cambio, a un aumento de la rentabilidad del capital sin que entren en la mira aquellos otros componentes.

De la reordenación de los sindicatos y la participación de los trabajadores que limite el poder de los líderes y aclare el uso de los recursos, que en algunos casos son multimillonarios, ni se quiere hablar en realidad. Seguirán siendo cotos de poder y control. Esa es una forma tramposa de defender los derechos laborales y constriñe el alcance de cualquier reforma.

Una situación similar se vislumbra para el caso de Pemex. En esa empresa pública nadie cree nunca conveniente siquiera presentar las propuestas de modo claro y convincente, sustentados en evidencias y premisas claras que conduzcan a las conclusiones ofrecidas. Al igual que en el caso laboral, la industria petrolera se maneja de manera doctrinaria, como ocurre con todo el sector energético. Y se hace con muy poca transparencia, si acaso.

Se puede tratar de la exploración, la producción o la comercialización, puede ser acerca de las coinversiones con otras empresas o los contratos con astilleros españoles. Ni el mismo consejo de administración parece enterarse de lo que ocurre, ni mucho menos rinde cuentas de su gestión, y las contradicciones entre los funcionarios son patentes y ñoñas.

Se trata, nada más, de la empresa que genera una tercera parte del ingreso del gobierno y que administra una riqueza natural de mucha relevancia y que es, formalmente todavía, propiedad de la nación. Plantear organizar a Pemex de modo similar al de Petrobras sin considerar abiertamente el anacronismo institucional en el que está el país es, cuando menos, asombroso si no es que cándido. Sobre todo en el caso de la industria petrolera.

Todo esto indica que se refuerza el modelo de gestión político-económico del que supuestamente habría de estarse alejando el país. El discurso político y las políticas públicas impuestas desde 1982 y sobre todo desde 1988, ya se han cumplido a cabalidad. El problema es que ya no resisten más la confrontación con la realidad.

La tasa de crecimiento no podrá aumentar porque la base de operación sistémica no se altera y, en cambio, se recrean los modos más conservadores de la gestión social. Se pretende con los cambios que se están haciendo darle la vuelta a una crisis estructural, pero así no se puede. Las contradicciones sólo se van a agravar.

Así como funciona la economía y como está conformado su entorno social; así con el magro crecimiento promedio del producto desde hace mucho tiempo; así con una distribución del ingreso muy desigual, es suficiente para generar una alta rentabilidad en los sectores que están fuertemente concentrados. Es, pues, incongruente, pensar que el mercado interno será la base de una expansión renovada y sostenible del producto y del ingreso que vaya en verdad más allá de la generación de grandes rentas económicas.