EL DELFÍN

Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.

sábado, 29 de septiembre de 2018

Recomendaciones internacionales a Mexico

Recomendaciones internacionales a México
Miguel Concha
E
l Examen Periódico Universal (EPU), establecido en marzo de 2008, es un mecanismo del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que tiene como objetivo revisar la situación de los derechos humanos en los Estados miembros de la Organización. Con su funcionamiento genera una serie de recomendaciones que, de implementarse, podrían ayudar a superar las deficiencias que se tengan en el cumplimiento de las obligaciones estatales respecto a los derechos humanos.
Su relevancia se debe a que es un ejercicio político de alto nivel que permite exponer y conocer la situación de los derechos humanos en cada país. Además, las recomendaciones se hacen entre pares, por lo que tiene un impacto político directo en las agendas públicas de los Estados.
Para realizar la evaluación, el mecanismo se basa en tres fuentes de información. Primero, en la presentada por el Estado sujeto a evaluación. Segundo, en la información recabada por expertos independientes y grupos de trabajo de la ONU. Y tercero, en la presentada por otras partes interesadas, como la Comisión Nacional de Derechos Humanos y organizaciones de la sociedad civil.
Como aporte a la evaluación de México, más de 200 organizaciones civiles nacionales denunciaron, en un esfuerzo de articulación, la crisis de derechos humanos que padecemos en nuestro país, por conducto del Colectivo EPU MX (colectivoepu.mx). En él se parte de un diagnóstico sobre las causas estructurales que derivan en las graves violaciones a derechos que conocemos. De la misma manera, se enfatiza la triple crisis que afecta la vida de miles de personas en la nación: violencia, corrupción e impunidad.
El informe reconoce avances en materia legislativa, que en su mayoría ha sido el resultado del trabajo de organizaciones y movimientos que históricamente buscan hacer efectivos sus derechos. Ello no obstante, y a pesar de contar con un marco normativo avanzado, la implementación de dichas leyes es deficiente.
La falta de reconocimiento de la crisis de derechos humanos por parte del Estado mexicano, ante los mecanismos internacionales, ha impedido, además, que esta situación sea conocida del todo por parte de otros Estados. En los últimos dos periodos del EPU, México recibió 267 recomendaciones, y, salvo algunas excepciones, la mayoría fueron aceptadas. Sin embargo los mecanismos de seguimiento para éstas fueron limitados, y, como se expone en el informe, ello ha provocado su nulo o parcial cumplimiento.
Se identifican al menos cinco aspectos generales en este mecanismo internacional que merecen ser recomendados a México, que son además demandas que organizaciones de la sociedad civil han impulsado para hacer frente a la crisis que vivimos en el país.
Primero, la conformación de un mecanismo de asistencia internacional contra la impunidad, que pueda coadyuvar con el Estado mexicano en el diseño e implementación de estrategias que permitan una efectiva investigación de delitos y graves violaciones de derechos humanos cometidos en años recientes.
Asimismo, la urgente derogación de la Ley de Seguridad Interior y el seguimiento de manera decidida en la transición hacia un modelo de seguridad ciudadana, ya que resulta urgente que la militarización del país, que inició por lo menos el año 2006, termine de manera definitiva.
Se requiere que se fortalezcan y reformen igualmente las instituciones civiles de seguridad, para que éstas asuman las tareas de seguridad pública, siempre desde un enfoque de protección a los derechos humanos. En este sentido se hace también oportuno un programa de retiro de las fuerzas armadas de los diversos territorios de México.
Como tercer elemento es igualmente apremiante combatir la impunidad mediante la justicia penal, autonómica y eficaz. Y de ahí la importancia de contar con una Fiscalía General de la República autónoma e independiente, que se conduzca con la debida diligencia y tenga capacidad para atender integralmente las investigaciones.
Otro pendiente se refiere al Sistema de Atención a Víctimas, pues a pesar de que contamos con la Ley General de Víctimas y el Sistema Nacional de Atención a Víctimas, éstos deben fortalecerse. Por tanto, se tiene que garantizar su debida implementación, asegurando que los procesos de atención sean adecuados, se cuente con personal eficiente y se atienda a víctimas respetando su dignidad humana, y evitando la revictimización desde las instituciones del Estado.
Como quinto punto, en el informe se observa la relevancia de la coadyuvancia internacional para la implementación de las recomendaciones, así como la exposición de la situación de México en los diversos foros internacionales.
El CDH de la ONU debe atender a México no sólo para reconocer su labor activa en organismos multilaterales, sino, sobre todo, para evidenciar la grave crisis que se vive en el país. Y ello con el afán de ayudar, desde la solidaridad internacional entre países, a revertir de manera efectiva la actual crisis de derechos humanos

Mexico SA

México SA
Pensiones: reforma a la vista // Sin ese derecho, seis de cada 10
Carlos Fernández-Vega
E
n la mesa de pendientes del gobierno entrante está una reforma pensionaria que López Obrador y su equipo financiero presentaría a consideración del Legislativo por allá de la segunda mitad de su mandato. Ello ha sido anunciado por Carlos Urzúa y Gerardo Esquivel, próximos secretario de Hacienda y subsecretario de Egresos, respectivamente.
Salinas creó el Sistema de Ahorro para el Retiro, Zedillo instituyó el negocio privado de las Afore, Fox reformó la Ley del IMSS en materia pensionaria y lo propio hizo Calderón con la del Issste, pero en ninguno de los casos se atendió dos problemas de fondo: la creciente informalidad, que deja fuera de la cobertura pensionaria a millones de mexicanos (seis de cada 10), y el círculo vicioso de salarios miserables-aportaciones miserables-pensiones miserables.
Sin embargo, no todas las pensiones son miserables. De hecho, las otorgadas a la burocracia dorada son verdaderamente de ensueño: de entre 250 mil y 300 mil pesos mensuales en Comisión Federal de Electricidad y la extinta Luz y Fuerza del Centro; entre 200 mil y 250 mil mensuales en Bansefi, Bancomext, Banco de México y Pemex; entre 100 mil y 200 mil en Fonatur, Ferronales (paraestatal extinta en 2001), Banobras, Banrural (extinto desde tiempos de Fox) y Nafin, por citar algunas instituciones. Entonces, se acabaron las generosísimas pensiones presidenciales, pero como se observa el problema es mucho mayor.
En fin, AMLO y su equipo anuncian otra reforma al sistema de pensiones, pero en vía de mientras ¿cuál es la situación en este renglón? El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados hizo un ejercicio –del que se toman los siguientes pasajes– y el panorama no es grato.
En la última década, los recursos del presupuesto federal destinado al pago de pensiones y jubilaciones han crecido de manera significativa; de 2008 a 2018 prácticamente se duplicaron en términos reales, pasando de 388 mil 660 a 793 mil 734 millones de pesos, lo que representó 2.06 por ciento del producto interno bruto (PIB) de 2008 y 3.5 de 2018.
De acuerdo con estimaciones de la Secretaría de Hacienda, en el año 2023 equivaldrá a 4.1 por ciento del PIB; para entonces,los adultos de 60 años o más representarán 12.28 por ciento de la población nacional. Sin embargo, será en 2050 cuando el pago de pensiones y jubilaciones de los esquemas pensionarios llegará al máximo, pues el país está en una transición demográfica; en ese año el porcentaje de adultos mayores llegará a 21.5 por ciento, es decir, una decada cinco personas tendrá 60 años o más.
La referida estructura del gasto en pensiones y jubilaciones presentada sólo incluye las obligaciones vinculadas con los esquemas de aseguramiento contributivos, es decir, no considera las erogaciones en los programas de apoyo a los adultos mayores, pues éstos se otorgan mediante subsidios y están sujetos a disponibilidad presupuestaria, en tanto que el citado gasto es obligatorio.
Los esquemas pensionarios de IMSS, Issste, Petróleos Mexicanos y Comisión Federal de Electricidad representan en conjunto 93.3 por ciento del gasto en pensiones y jubilaciones.
El financiamiento de los sistemas pensionarios en México continúa siendo un desafío, pues si bien se ha ido migrando a un esquema basado en cuentas individuales, éste ya comienza a llamar la atención por el (ínfimo) monto de las pensiones que obtendrán los trabajadores a su retiro (26 por ciento de su último salario, en promedio, de acuerdo con la OCDE). De cualquier suerte, aumentar la edad de retiro no hará gran diferencia.
Las rebanadas del pastel
López Obrador advierte que el peor escenario es que México logre un tratado bilateral (con Estados Unidos por un lado y Canadá por el otro), pero, al grito de pégame, pero no me dejes, a Ildefonso Guajardo se le cuecen las habas por firmar un acuerdo… bilateral (con los gringos, desde luego).

Crisis economica y desordenes mundiales

Análisis
Crisis económica y desórdenes mundiales
30/09/2018 | Michel Husson
Diez años después de la quiebra de Lehmann Brothers, se multiplican las contribuciones en torno a dos cuestiones: ¿Cómo ocurrió? y ¿Se puede reproducir? Pero casi todas están centradas en los movimientos financieros, pasados o por venir. El punto de vista adoptado aquí es algo diferente, porque intenta identificar las raíces económicas de los desórdenes mundiales. Su hilo director es el siguiente: el agotamiento del dinamismo del capitalismo y la crisis abierta hace diez años conducen a una mundialización cada vez más caótica, portadora de nuevas crisis, económicas y sociales.
El capitalismo asfixiado
El dinamismo del capitalismo se basa en última instancia en su capacidad para obtener mejoras de productividad o. dicho de otra manera, en hacer crecer el volumen de mercancías producidas en una hora de trabajo. Tras las recesiones generalizadas de 1974-75 y 1980-82, las mejoras de productividad se han desacelerado tendencialmente. Hemos pasado de lo que algunos califican como la Edad de Oro (para destacar el carácter excepcional de este período) al capitalismo neo-liberal, amenazado hoy día por un estancamiento secular. Durante este período, el capitalismo logró la proeza de restablecer la rentabilidad a pesar de la desaceleración de las mejoras de productividad, como lo muestra el gráfico 1 1/.
Gráfico 1. Crecimiento de la productividad del trabajo

Esto sólo ha sido posible gracias al frenazo casi universal de los salarios, cuya parte en el conjunto de la renta desciende tendencialmente. Y este resultado se ha debido también a un conjunto de mecanismos que actúan unos sobre otros (mundialización, financiarización, innovaciones tecnológicas, endeudamiento), cuyas contribuciones relativas sería inútil descomponer. Las desigualdades son parte integrante de este modelo coherente, aunque su coherencia no podía ser duradera2/. Las contradicciones de este modelo condujeron a la crisis de 2007-2008. La mundialización es desde luego uno de los elementos esenciales de este modelo, pero la crisis ha tenido el efecto de modificar sus características.
El gran cambio del mundo
La década anterior a la crisis se caracterizó por el ascenso de los llamados países emergentes, y en particular China. Esta emergencia se alcanzó gracias a una nueva organización de la producción, cuyos diferentes segmentos se reparten en varios países, desde la concepción a la producción y distribución al consumidor final. Estas cadenas de valor mundiales se instauraron bajo la égida de las empresas multinacionales, tejiendo una verdadera red que aprisiona la economía mundial. Hoy día, un smartphone es concebido, producido y comercializado por trabajadores de los cuatro rincones del mundo.
Esta nueva forma de mundialización sirvió de escapatoria a la crisis de comienzos de los años 1980, abriendo una reserva de mano de obra de bajos salarios, acrecentada aún más tras el hundimiento del socialismo real. Pero condujo a un verdadero cambio de la economía mundial, como lo muestra el reparto de la producción manufacturera mundial (dejando aparte la producción de energía): entre 2000 et 2018 ha aumentado un 62%, pero la casi totalidad de este progreso se realiza en los llamados países emergentes, donde se ha más que doblado (+152 %), mientras que ha progresado débilmente en los países avanzados (+16 %). Los países emergentes realizan hoy día el 42 % de la producción manufacturera mundial, frente al 27 % en 2000 (gráfico 2) 3/. En algunos países, como China y Corea del Sur, esta industrialización cada vez está menos acantonada en industrias de ensamblaje (textil o electrónica) y se registra un ascenso de sectores de productos de alta tecnología, incluso de bienes de producción.
Gráfico 2. Producción industrial mundial : volúmenes

(En miles de millones de dólares de 2010)
La oposición entre países avanzados y emergentes es sin embargo un enfoque engañoso. A comienzos de siglo, Rosa Luxemburg podía definir el imperialismo como "la expresión política del proceso de la acumulación capitalista que se manifiesta con la competencia entre capitalismos nacionales" 4/. Nicolas Bujarin describía un "proceso de nacionalización del capital, es decir la creación de cuerpos económicos homogéneos, encerrados en las fronteras nacionales y refractarios los unos respecto a los otros" 5/. Cada país imperialista partía entonces a la conquista del mundo, de ahí la primera guerra mundial, calificada de inter-imperialista.
Pero hoy día el mapa de los Estados y el de los capitales ya no coinciden. Hay que abandonar por tanto la representación de una confrontación asimétrica entre países imperialistas y países dependientes, y sustituirla por un concepto de economía mundial estructurada según una lógica de desarrollo desigual y combinado llevado a cabo por las empresas transnacionales.
Estados y capitales
Desde el momento en que el mapa de los Estados y el de los capitales son cada vez más dispares, hay que pensar de otra manera las relaciones que los mantienen. Desde luego, no han desaparecido los lazos privilegiados entre tal multinacional y su Estado, y éste intentará defender los intereses de sus industrias nacionales. El distanciamiento viene más bien del hecho de que las grandes empresas tienen como horizonte el mercado mundial y que una de las fuentes de su rentabilidad reside en la posibilidad de organizar la producción a escala mundial minimizando costes y localizando sus beneficios en los paraísos fiscales. No tienen ninguna obligación que les fuerce a recurrir al empleo doméstico, y sus salidas están en gran parte desconectadas de la coyuntura nacional de su puerto de enganche. Esto quiere decir que el débil crecimiento del mercado interior de un país es soportable para las empresas de ese país, siempre que disponen de salidas alternativas en el mercado mundial. La tarea de los Estados, y esto es particularmente cierto en Europa, ya no es defender a sus campeones nacionales, sino hacer todo lo posible para atraer las inversiones extranjeras a su territorio.
Esta organización de la producción mundial ha sido hecha posible y construida por decisiones políticas orientadas a derribar todos los obstáculos a una libre circulación de los capitales a través del mundo. Ha sido puesta en marcha por instituciones y tratados internacionales, y muchas veces impuesta a los países dependientes en forma de planes de ajuste estructural.
La mundialización conduce por tanto a un entrelazamiento de relaciones de poder, organizadas en lo que podría llamarse una doble regulación contradictoria. Por un lado, los Estados pretenden defender su rango en la escala de potencias nacionales, garantizando al mismo tiempo las condiciones de funcionamiento del capitalismo mundializado. Por otro lado, esos mismos Estados deben conciliar los intereses divergentes de los capitales orientados hacia el mercado mundial con los del tejido de empresas que producen para el mercado interior, y gestionar la conflictividad social interior.
Las relaciones de poder económico están estructuradas hoy día en dos ejes: un eje vertical clásico que opone a los Estados nacionales, y un eje horizontal que corresponde a la competencia entre capitales. Las instituciones internacionales funcionan como una especie de sindicato de Estados capitalistas pero no existe hoy ni ultra-imperialismo, ni gobierno mundial. El capitalismo contemporáneo escapa por el contrario a cualquier verdadera regulación y funciona de manera caótica, dividida entre una concurrencia exacerbada y la necesidad de reproducir un marco de funcionamiento común. Las prerrogativas del Estado-nación no han sido suprimidas, al contrario de lo que dicen algunas tesis unilaterales. Tratándose de la economía mundial, hay una que subsiste: el control de las materias primas.
El dominio de las materias primas
La lucha permanente por el acceso a las materias primas no ha cesado, y engendra desequilibrios y conflictos. Se piensa evidentemente en la energía: el petróleo, el uranio, etc. Habría que añadir las tierras expoliadas 6/ en beneficio de la agricultura productivista, la hidroelectricidad y la explotación minera. El acceso al agua engendra también muchos conflictos regionales.
La mundializaciónn tiene como efecto desestabilizar la agricultura campesina, ya sea inundando el país con importaciones de productos alimenticios, o por el acaparamiento de las tierras. Al mismo tiempo, el motivo de muchas inversiones internacionales es deslocalizar las producciones más contaminantes a países con legislaciones poco exigentes. Todos estos mecanismos vienen además agravados por el cambio climático, de tal manera que se puede avanzar la idea de que las transferencias en sentido amplio (residuos, contaminaciones, recalentamiento, sequías, lluvias torrenciales, productos agrícolas subvencionados, simientes bajo patente, abonos y pesticidas) son "las causas de los exilios forzados" 7/.
Este cuadro comporta sin embargo el riesgo de un determinismo un tanto simplista que llevaría a olvidar la articulación con otros factores sociales y políticos. Sostener, por ejemplo, que la guerra civil en Siria ha sido fomentada bajo mano para preservar los intereses de los grandes grupos petroleros, sería evidentemente muy reductor. Pero esta determinación –a la que se añaden las ventas de armas– existe, como lo muestra un inquietante análisis de dos economistas 8/. Muestran que los períodos en que la tasa de ganancia de los cuatro mayores grupos petroleros (BP, Chevron, ExxonMobil, Shell) desciende por debajo de la media de las grandes empresas, son seguidas por un conflicto, desde la guerra de los Seis Días hasta la tercera guerra del Golfo en 2014. Aunque los autores conceden que su "historia de Oriente Medio es en gran parte una fábula" y que "los dramas de la región (…) tienen su propia lógica específica", su artículo recuerda la necesidad de combinar correctamente la voluntad de dominación de los recursos y otras determinaciones.
El agotamiento de la mundialización
La primera década de este siglo ha estado dominada por un eje China/Estados Unidos (se ha hablado de Chinamérica) funcionando con una lógica de complementariedad. Estados Unidos vivía a crédito con un déficit exterior financiado por el reciclaje de los excedentes, sobre todo de China. Las inversiones en China en forma de joint ventures contribuían al dinamismo de la economía china. Otros países se han integrado en esta división internacional del trabajo: los famosos emergentes o incluso los PECO [países de Europa central y oriental: 11 países, aunque muy heterogéneos] con respecto a Alemania. Y se ha desarrollado el eje económico transatlántico entre Europa y Estados Unidos. Esta mundialización era eficaz desde el punto de vista del capital y toda la ideología dominante se dedicó a vanagloriar sus ventajas, a convencer de la necesaria adaptación a la concurrencia global, o a blandir la amenaza de las deslocalizaciones.
Ahora parece como si la última década, inaugurada por la crisis de 2008, hubiese hecho aparecer poco a poco los límites de esta organización. Aunque no se puede hablar de fin de la mundialización, hay que destacar los signos manifiestos de un agotamiento que parece duradero. El desarrollo de las cadenas de valor mundiales venía motivado, no sólo por la búsqueda de bajos costes salariales, sino también por el potencial de los países emergentes en términos de mejoras de productividad. Su ralentización en el centro podía ser compensado por su dinamismo en la periferia. Ahora bien, uno de los fenómenos más llamativos de la última década es que el progreso de la productividad en el Sur se ha desacelerado claramente. En los países emerges, "el crecimiento anual medio de la productividad global de los factores se ha dividido por más de tres, pasando de +3,5 % (2000-2007) a un poco más de 1,0 % (2011-2016)" 9/. Éste es sin duda el factor que contribuye a explicar la desaceleración espectacular del comercio mundial. Hasta entonces, progresaba dos veces más rápido que la producción nacional; hoy aumenta al mismo ritmo.
Una de las razones es que China se desengancha de las cadenas de valor: "las importaciones de inputs destinados a ser reexportados representan ya menos del 20% de las exportaciones totales de mercancías, frente al 40 % durante los años 90. Varios factores explican esta retirada: alza de salarios, reorientación hacia actividades de mayor contenido tecnológico, voluntad de un mejor reparto de los frutos del crecimiento, apreciación del tipo de cambio" 10/.
Dejando aparte a China, podría incluso hablarse del fin de la emergencia. Los otros países BRICS (Brasil, Rusia, India, Sudáfrica) no han conseguido superar duraderamente, como lo han hecho China y Corea del Sur, une especialización inicial basada en el abastecimiento de materias primas. Pierre Salama habla de "reprimarización" 11/ en el caso de Brasil y otros economistas mencionan una desindustrialización precoz 12/. Además, los países emergentes están sometidos a movimientos erráticos de capitales que inducen una inestabilidad crónica de sus balances exteriores y de su moneda. Los recientes casos de Turquía y de Argentina son un ejemplo llamativo, pero podrían citarse también los países del sur de Europa, abandonados por las entradas de capitales.
Dislocación social
La crisis ha servido de revelador de otro fenómeno –que las políticas de austeridad han contribuído a exacerbar–: la dislocación social engendrada por la mundialización. Ésta no ha sido ni «feliz» ni «inclusiva». Muchos estudios, incluso procedentes de instituciones internacionales como el FMI y la OCDE, han señalado sus efectos corrosivos, siendo el más destacado la polarización de los empleos.
En todos los países avanzados se observa el mismo fenómeno: el empleo aumenta por los dos extremos. En una punta de la escala progresan los empleos muy cualificados, en la otra los empleos precarios; entre ambos, la clase media se estanca y sus perspectivas de ascenso social se desvanecen. Al mismo tiempo, se ahondan las desigualdades de rentas. La mundialización no es la única responsable, y es muy difícil, si no imposible, extraerla de un modelo de conjunto en el que la financiarización y la puesta en pie de nuevas tecnologías también tienen su parte, así como la relación de fuerzas entre capital y trabajo.
Es la ocasión para recordar que muchos países no son ni avanzados ni emergentes, y que una parte importante de la población mundial vive en segmentos de países que son mantenidos apartados de la dinámica de la mundialización capitalista. Las líneas de fractura atraviesan así las formaciones sociales y contribuyen a la desestructuración de las sociedades.
No es por tanto sorprendente constatar la reciente multiplicación de estudios sobre las desigualdades de rentas. Branko Milanovic, uno de los especialistas mundiales en esta temática 13/, resume así una conclusión ya compartida: "Las desigualdades de rentas crecen en el interior de los países, pero se reducen a nivel mundial con el ascenso de China" 14/. Y esta profundización de las desigualdades en el interior de los países "influye sobre la estabilidad política de los Estados-nación".
Ante este cuestionamiento, las instituciones internacionales entonan su mea culpa sobre el tema: habría hecho falta redistribuir mejor las ventajas de la mundialización para hacerla más inclusiva. Pero este piadoso deseo es contradictorio con uno de los resortes de la mundialización, como es una concurrencia fiscal exacerbada. El tipo medio de impuestos sobre los beneficios en los países avanzados ha pasado del 44%, a comienzos de los años 1990, al 33% en 2017, e incluso al 27%, teniendo en cuenta las medidas adoptadas por Donald Trump 15/. Y el movimiento es mundial: el tipo medio ha descendido también un tercio durante ese mismo período 16/.
La contradicción es patente: la atractividad implica un descenso constante de los recursos fiscales que no pueden por tanto ser dedicados a una redistribución que corrija los efectos de la mundialización para hacerla inclusiva. Esta desfiscalización generalizada de los beneficios es la puerta abierta a la evasión fiscal, que reduce aún más los recursos de los Estados: el 40 % de los beneficios de las multinacionales fueron localizados en los paraísos fiscales en 2015 17/. El Estado social está minado desde el interior y no es sorprendente que la adaptación a la economía mundializada vaya pareja a su «adelgazamiento». Las funciones del Estado no son neutralizadas por la mundialización, son reorientadas: el Estado social se convierte en un Estado antisocial cuya prioridad es la atractividad y la competitividad de su economía.
La creciente desconfianza ante la Unión Europea puede ser interpretada también como el efecto de retorno de la crisis de la mundialización, en tanto se considera cada vez más a las instituciones europeas guiadas por un proyecto de adaptación a la lógica de la economía mundializada.
El efecto Trump
La capacidad disruptiva de Donald Trump parece no tener límites pero sus medidas proteccionistas no tienen en cuenta la manera como funciona la economía de Estados Unidos, ni el entrelazamiento actual de los capitales. Sobre el primer punto, uno de los elementos esenciales de Chinamérica era permitir a Estados Unidos el descenso de la tasa de ahorro de las economías domésticas (y por tanto el crecimiento del consumo), con la contrapartida de un importante déficit comercial financiado por los capitales procedentes del resto del mundo, en particular de China. Además, Donald Trump lleva a cabo, con reducciones de impuestos, una política expansionista que profundiza el déficit. Un cáustico comentarista ha escrito: "si existiese un plan secreto para hacer estallar el déficit comercial, se parecería mucho a la actual política americana" 18/.
Lo que tampoco comprende la administración bajo la égida de Trump es que el comercio mundial afecta principalmente a bienes y servicios intermedios, cuya parte es "casi dos veces más importante que la de los bienes y servicios destinados a la demanda final" 19/, como recordaba recientemente el director general del Banco de compensaciones internacionales. En su caso se trataba evidentemente de defender el libre cambio, peso la constatación corresponde a la realidad.
En el caso de Estados Unidos, una buena parte de sus importaciones corresponden a inversiones estadounidenses en países como China o México. Según el FMI, Estados Unidos detentaba en 2015 el 44% del stock de inversiones directas realizadas en México, y la parte de exportaciones chinas hacia los Estados Unidos proveniente de empresas con participación extranjera era un 60% en 2014 20/.
No es por tanto de extrañar que el mundo de los negocios estadounidense esté dividido y que muchos sectores teman el encarecimiento de sus importaciones de bienes intermedios o las medidas de represalia: "la inquietud suscitada por el impacto del proteccionismo del Sr. Trump no deja de aumentar en el conjunto de la economía americana, donde muchas empresas se sirven de las cadenas de valor mundiales para conservar precios bajos y beneficios elevados, y temen que este época pueda llegar pronto a su fin " 21/. Así, un grupo de empresas ha presentado un recurso ante el tribunal de comercio internacional de New York para cuestionar la sobretasa del 25 % sobre las importaciones de acero 22/. Las empresas punteras de la informática también han criticado los límites a la inmigración, que podría reducir la captación de cerebros en su favor.
La política mercantilista de Donald Trump es incoherente. El déficit comercial de Estados Unidos corresponde contablemente al hecho de que el ahorro nacional no es suficiente para financiar la inversión interior, al que viene a añadirse el impacto del déficit presupuestario, agudizado por las reducciones de impuestos. En estas condiciones, el déficit no se va a reducir a pesar de las tasas sobre las importaciones, a menos que se reduzca el consumo de las economías domésticas, y por tanto el crecimiento de Estados Unidos 23/. En la práctica, deberán seguir afluyendo las entradas de capitales del resto del mundo para financiar el déficit comercial. Pero esto supone que el papel del dólar como moneda de reserva no se vea cuestionado. Ahora bien, esta condición estaría amenazada si quienes financian a los Estados Unidos se vieran disuadidos para poseer dólares, bien porque baje su tipo de cambio, o a causa de las medidas agresivas tomadas en su contra.
Las medidas de Trump afectan también a Europa y por tanto al eje transatlántico, por ejemplo cuando renuncia al proyecto de tratado –el Tafta (Asociación transatlántica de comercio e inversión)– uno de cuyos objetivos era precisamente intensificar las relaciones entre Estados Unidos y Europa, con el fin de deja a un lado a China 24/.
El nuevo despliegue chino
Si Donald Trump ha decidido de forma manifiesta acabar con el eje Estados Unidos/China, China por su parte está también emprendiendo una nueva vía, basada en tres principios. El primero es recentrar su economía hacia el mercado interior, lo que está haciendo muy progresivamente. Segundo eje: el gobierno chino avanza el objetivo de una mejora de su producción, con el ambicioso programa Made in China 2025. Por último, China desarrolla el proyecto titulado «El cinturón y la ruta»: se trata de un programa gigantesco de infraestructuras de cerca un billón de dólares, que afecta a más de 60 países. El «cinturón» une –por tierra– China con Europa occidental vía Asia central y Rusia; la «ruta» es marítima y permitirá unir Africa y Europa por el mar de China y el océano Índico 25/.
Branko Milanovic ve en ello un verdadero proyecto de desarrollo que rompe con las reglas del consenso de Washington, según el cual: "basta con privatizar, desreglamentar y liberalizar los precios, los intercambios exteriores, etc., para que los empresarios privados aprovechen la ocasión, y el desarrollo llegará por sí mismo" 26/. Podemos no compartir esta apreciación positiva, que subestima el enorme riesgo financiero infligido a los países afectados, como Pakistan o Sri Lanka, amenazados por el sobreendeudamiento. Para China es también sin duda la ocasión para aumentar su influencia sobre los países asociados,en una lógica que lleva a algunos a hablar de un nuevo imperialismo chino" 27/.
Pero no es menos cierto que esta nueva ruta de la seda y el programa Made in China 2025 significan un redespliegue sustancial de la economía china y una nueva estructuración de la economía mundial. La OCDE es muy consciente de ello y está preocupada insistiendo "en los límites de lo que China puede hacer por sí sola" y sugiriendo que "serán necesarias importantes contribuciones de los países de la OCDE", lo que supone un "«papel creciente de los mercados" y el reforzamiento de los "derechos de propiedad y de la competencia" 28/.
Populismo: la verdadera herencia de la crisis financiera
El orden mundial anterior a la crisis está hoy cuestionada por el avance –y el acceso al poder– de fuerzas de extrema derecha defensoras de una crítica de la mundialización, que se ha reforzado con la crisis. Un editorialista del Financial Timesa ha escrito que "el populismo es la verdadera herencia de la crisis financiera mundial" 29.
Desde luego, hay que evitar todo mecanicismo. Por ejemplo, los países europeos más afectados por la austeridad (Grecia, España, Portugal) quedan poco afectados por el ascenso de la extrema derecha, mientras que ésta se encuentra en el poder en Italia, Austria, Hungría o Polonia. La afluencia de refugiados durante los últimos años ha jugado evidentemente un papel, pero este factor ha tenido también un impacto diferenciado según países. La fórmula algebraica general combina los efectos del neoliberalismo y la xenofobia, pero en proporciones variables.
Se puede citar en este sentido un estudio fascinante sobre los determinantes del voto a favor del Brexit 30/. El autor parte del descenso en los gastos sociales entre 2010 y 2015. Como media es el 23,4 %, pero varía mucho de un distrito a otro (de 46,3 % a 6,2 %), lo que permite diseñar un mapa de la austeridad que puede compararse con los votos a UKIP (Partido para la independencia del Reino Unido) que coincide además con los votos a favor del Brexit en 2016. La relación entre ambos es muy estrecha y el autor se arriesga a afirmar que en ausencia de medidas de austeridad el Brexit habría sido minoritario. Las cosas son sin embargo más complicadas, en la medida en que los descensos de gastos sociales han sido más señalados en los distritos más afectados por los efectos del modelo neoliberal: desindustrialización, paro y polarización de empleos. Las determinaciones son por tanto complejas, y aunque el autor no hace jugar ningún papel a la inmigración, la xenofobia no estuvo ausente entre los argumentos de campaña a favor del Brexit.
Un reciente estudio 31/ utiliza datos económicos y electorales que cruza con los resultados de la European Social Survey, una encuesta sobre opiniones de los ciudadanos. Establece que "las regiones que conocen un aumento mayor del paro son más susceptibles a rechazar a los inmigrantes de base económica". La crisis "ha modificado la opinión de los europeos sobre el impacto de los inmigrantes en la economía, un efecto especialmente fuerte para las personas más afectadas por las consecuencias negativas de la mundialización y las mejoras tecnológicas". Los autores introducen así una diferencia entre los "motores económicos y culturales del populismo": sus resultados muestran que el rechazo a los inmigrantes tiene un fundamento económico más que cultural. No hay correlación entre el paro y la percepción del papel de los inmigrados en la vida cultural del país. Es como si los partidos de extrema derecha transformaran la base económica del rechazo a los inmigrados en un rechazo cultural» o dicho de otra forma una xenofobia afirmada.
Wolfgang Streeck habla de una nueva oposición entre las interpretaciones "de izquierda" y "de derecha" de la inmigración, que sería "ortogonal" al conflicto clásico izquierda-derecha entre trabajo y capital 32/. Por último, Patrick Artus "comprende el malestar social" de los asalariados de los países de la OCDE y lo explica por tres factores a que están confrontados: "desindustrialización y bipolarización del mercado de trabajo; menor capacidad de los Estados para financiar los gastos de protección social; descenso de la parte de los salarios, con la competencia salarial y la elevada exigencia de rentabilidad del capital" 33/.
Los malos tiempos
El cuadro de la economía mundial tras diez años de crisis es sombrío: la Unión Europea está dividida, entre Brexit y ascenso de la extrema derecha; la zona euro se fracciona; muchos de los llamados países emergentes están sometidos a movimientos erráticos de capitales; las deudas, y sobre todo las deudas privadas, no han dejado de acumularse; la parte de las riquezas creadas revertida a quienes las crean disminuye casi en todas partes, y las desigualdades se agudizan; el Estado social está minado por la concurrencia fiscal, etc. En vez de reabsorberse, los efectos de esta crisis se han agravado. La razón de fondo es que no existe modelo que pueda sustituir al que entró en crisis hace diez años, que sea aceptable para la oligarquía mundial. Todos los principios de organización de la economía mundial se desmoronan poco a poco, en particular bajo los violentos golpes de Donald Trump. Sólo China dispone de un programa coherente de reestructuración de una parte de la economía mundial en su beneficio.
En estas condiciones, muchos comentaristas anuncian ya una nueva crisis (tal vez también para precaverse de su ceguera diez años antes) sin que nadie pueda decir cuál será el elemento desencadenante. Pero la inquietud dominante proviene del hecho de que ya no existen municiones disponibles. Gordon Brown, el primer ministro británico en el momento de la crisis, ha expresado muy bien este temor: "Cuando se produzca la próxima crisis, descubriremos que no tenemos ni margen de maniobra fiscal o monetaria, ni voluntad de usarla". Y apunta lo que sin duda es más inquietante, "nos faltará la necesaria cooperación internacional" 34/.
Los instrumentos de coordinación han perdido su sustancia o han sido abandonados por la potencia todavía dominante. Ya no hay piloto de la mundialización. El desafío climático implicaría sin embargo, por naturaleza, una cooperación internacional, por no hablar de la bifurcación hacia otro modelo de desarrollo. Pero los desórdenes en la economía mundial, las políticas hostiles a la inversión pública, y sin duda la lógica inherente al capitalismo, hacen que esta perpectiva parezca trágicamente fuera del alcance hoy día
20/09/2018
https://alencontre.org/laune/crise-economique-et-desordres-mondiaux.html
Notas
1/ Michel Husson, « Le ralentissement de la productivité mondiale », note hussonet n°126, 17/09/2018.
2/ Michel Husson, « Dix ans de crise … et puis Macron », A l’encontre, 25/08/2017.
3/ Fuente : CPB World Trade Monitor. ver Michel Husson, « Les nouvelles coordonnées de la mondialisation », note hussonetn°125, 16/09/2018.
4/ Rosa Luxembourg, La acumulación del capital, 1913.
5/ Nicolas Boukharine, L’économie mondiale et l’impérialisme, 1917 (extractos) ; Imperialism and World Economy.
6/ Michel Husson, « L’accaparement des terres, entre Monopoly et colonisation », L’Humanité-Dimanche, 9/08/2018
7/ Nicolas Sersiron, « Les transferts négatifs sont les causes des exils forcés », CADTM, 22/08/2018.
8/ Shimshon Bichler y Jonathan Nitzan, « Energy Conflicts and Differential Profits: An Update », Octubre 2014.
9/ Amandine Aubry et al., « Le ralentissement de la productivité dans les pays émergents est-il un phénomène durable ? », Trésor-Eco n° 225, julio 2018.
10/ Christine Rifflart y Alice Schwenninger, « La Chine se normalise et son commerce devient ordinaire », OFCE, 12/07/2018.
11/ ] Pierre Salama, Les économies émergentes latino-américaines, Armand Colin, 2012.
12/ Fiona Tregenna, « Deindustrialization and premature deindustrialization », en E. Reinert et al. (eds.) Elgar Handbook of Alternative Theories of Economic Development, 2016.
13/ Branko Milanovic, Global Inequality. A New Approach for the Age of Globalization, 2016.
14/ Branko Milanovic, « Changes in the global income distribution and their political consequences », Oslo, Agosto 2018.
15/ Patrick Artus, « Pourquoi la concurrence fiscale se fait-elle par la taxation des profits des entreprises et pas par les autres impôts » 28/08/2018.
16/ « Les taux d’impôt sur les sociétés dans le monde », La Lettre Vernimmen, n° 159 mayo 2018.
17/ Thomas Torslov, Ludvig Wier, Gabriel Zucman, « The Missing Profits of Nations », vox.eu, 23/07/2018.
18/ Phil Levy, « President Trump’s ‘Secret Plan’ To Grow The Trade Deficit », Forbes, 13/08/2018.
19/ Agustín Carstens « Global market structures and the high price of protectionism » Bank for International Settlements, 25/08/2018.
20/ Mary E. Lovely, Yang Liang, « Trump Tariffs Primarily Hit Multinational Supply Chains, Harm US Technology Competitiveness », Peterson Institute for International Economics, Mayo 2018.
21/ James Politi, « US tariffs see small businesses plead for mercy as trade war bites » Financial Times, 24/08/2018.
22/ Elsa Conesa, « Acier : des industriels américains attaquent les surtaxes de Trump »,Les Échos, 27/06/2018.
23/ Michel Husson, « Les limites (comptables) de Donald Trump », note hussonet n°123, 28/08/2018.
24/ Michel Husson, « Pourquoi il faut bloquer le Transatlantic Free Trade Area (TAFTA) », A l’encontre, 26/11/2014.
25/ Faseeh Mangi,« China’s Vast Intercontinental Building Plan Is Gaining Momentum », Bloomberg, 9/04/2018.
26/ Branko Milanovic,« The west is mired in ‘soft’ development. China is trying the ‘hard’ stuff » , The Guardian, 17/05/2017. En un tweet, Milanovic añade este comentario cáustico: “pienso que China ofrece algo concreto (carreteras, vías férreas, puentes) mientras que la Unión Europea ofrece interminables conferencias dedicadas al tema de moda donde los consultores de la UE se embolsan el de dinero de la UE.»
27/ Alice Jetin-Duceux, « Les stratégies de la Chine à l’étranger », CADTM, Junio 2018. Robin Lee et al.,« China’s Overseas Expansion: An Introduction to its One Belt, One Road and BRICS Strategies », Febrero 2018.
28/ OCDE, Business and Finance Outlook, 2018.
29/ Philip Stephens, « Populism is the true legacy of the global financial crisis », Financial Times, 30/08/2018 ; « Le populisme est le véritable héritage de la crise financière mondiale », traducción de Gilles Raveaud, 6/09/2018.
30/ Thiemo Fetzer, « Did Austerity Cause Brexit? », University of Warwick, Junio 2018. Muchos estudios intentan establecer un vínculo entre austeridad y avance de la extrema derecha. Uno de ellos está dedicado al ascenso del nazismo en Alemania (Gregori Galofré-Vilà et al., 2017). Otros tratan de la Alemania contemporánea (Christian Dippel et al., 2015), los Estados Unidos (David Autor et al., 2017) o Suecia (Carl Melin et Ann-Therése Enarsson, 2018).
31/ Yann Algan, Sergei Guriev, Elias Papaioannou, Evgenia Passari, « The European Trust Crisis and the Rise of Populism », BPEA Conference Drafts, 7-8/09/2017.
32/ Wolfgang Streeck, « Between Charity and Justice: Remarks on the Social Construction of Immigration Policy in Rich Democracies », Culture, Practice & Europeanization, 2018, Vol. 3, Nº 2.
33/ Patrick Artus, « Les évolutions inexorables des économies créent le malaise social », Flash CDC, 24/08/2018.
34/ ] Gordon Brown, « We are sleepwalking into another financial crisis » BBC, 13/09/2018.

viernes, 28 de septiembre de 2018

Guerra comercial y politica industrial

Guerra comercial y política industrial
Alejandro Nadal
E
stados Unidos ha lanzado el primer disparo de una guerra comercial que podría durar mucho tiempo. Donald Trump mantiene un discurso triunfalista que recuerda el de los generales de siempre, que al inicio de una aventura bélica han prometido que los soldados regresarán a sus hogares en unas cuantas semanas. La historia muestra cómo los horrores de la guerra los han desmentido cruelmente.
China ha anunciado su primera respuesta a la ofensiva, sin llevar la confrontación más allá de lo necesario, aunque Washington ha dado a conocer planes para proceder con más aranceles sobre otras importaciones chinas. Si la guerra comercial se detiene en estas primeras escaramuzas, los efectos sobre la economía mundial serán modestos y podrán ser absorbidos sin demasiado problema.
Pero hace una semana, Trump amenazó con imponer aranceles sobre importaciones chinas por un valor de 500 mil millones de dólares, cifra que es casi igual al total de las importaciones estadunidenses en 2017. Y para justificar su último desplante, Trump ha recurrido a una nueva estratagema. La narrativa ya no es sólo que China ha robado empleos, sino le ha quitado tecnología a Estados Unidos e invade sus patentes y secretos industriales. En este discurso mercantilista, los subsidios a las empresas chinas constituyen una fuente de competencia desleal que hay que contener.
En el fondo, lo que Trump y su asesor en comercio internacional Peter Navarro están atacando es la política industrial y tecnológica de China. Pero esa batalla ya la perdió Estados Unidos hace tiempo. Incluso antes de la contrarrevolución de Deng Xiaoping, China ya tenía una industria nuclear y militar bastante diversificada. Y cuando se impone el actual modelo de capitalismo comunista, China estaba preparada para recibir y absorber la tecnología que vendría asociada a las inversiones extranjeras. Hoy, lo que queda es preguntarse si los instrumentos usados por Pekín son compatibles con las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), organismo al que pertenece China desde 2001.
Para la administración Trump, el acceso de China a la OMC fue un error, porque le abrió espacios a su agresiva política de exportaciones sin que Pekín cumpliera con sus obligaciones en materia de reciprocidad. Pero cualquier proceso de solución de controversias en la OMC dictaminará que los instrumentos de la política industrial y tecnológica del gigante asiático son compatibles con las reglas del comercio internacional.
En la actualidad, China considera que su economía tiene ramas en las cuales existe una significativa dependencia tecnológica. Entre los ejemplos destacan aviones, semiconductores y equipo médico de alta tecnología. Y en esas ramas, el Estado chino está realizando inversiones masivas para reducir las importaciones y la dependencia tecnológica. Claro que para un economista neoliberal eso parece anatema, pero resulta que para la OMC todo eso es perfectamente válido.
Es cierto que China adquirió en el seno de la OMC la obligación de no exigir a las empresas que quieran invertir en ese país el que procedan a transferir tecnología. Pero China mantiene un amplio grado de discreción para definir en qué sectores se acepta la inversión extranjera directa (IED) y en cuáles está restringida o regulada. Y entre las ramas sujetas a regulación, China puede decidir que la IED sólo se acepta cuando hay empresas conjuntas en las cuales se aplican esquemas de transferencia y absorción de tecnología. Eso está permitido por la OMC.
El mejor ejemplo de la aplicación de esta política tecnológica e industrial es el ferrocarril de alta velocidad. Las empresas que buscaban obtener contratos para proveer rieles para altas velocidades en el mercado chino tuvieron que asociarse con las empresas estatales de ferrocarriles. Y en esos esquemas de empresas conjuntas se incluyeron contratos para trasladar la producción de partes claves hacia territorio chino.
Otro ejemplo es el de la industria automotriz. En esta rama, China ha podido crear una cadena de valor interna que compite ventajosamente con las existentes en cualquier otro país desarrollado. La razón es que las empresas automotrices extranjeras (como Ford, General Motors y Volvo) tuvieron que transferir capacidad tecnológica a China para poder entrar en ese espacio económico. Hoy se comienzan a ver autos importados en Estados Unidos con el sello Made in China. Las políticas que condujeron a esos resultados nunca fueron impugnadas en la OMC.
El contraste con México es notable. Aquí el reclamo de Trump no es por la presencia de una política industrial y tecnológica activa. Y es que detrás de la fachada de la industria maquiladora, los gobiernos neoliberales abandonaron los objetivos de desarrollo industrial a las fuerzas del mercado. Si la historia económica nos ha enseñado algo, es que ningún país desarrollado alcanzó objetivos de industrialización y adquisición de capacidades tecnológicas endógenas sin la intervención del Estado.
Twitter: @anadaloficial

Astillero

Astillero
Aristegui, ¿a la radio comercial? // Derrota para EPN // AMLO, ajeno // Gutiérrez Vivó, no ahora
Julio Hernández López
H
oy, a las 12 horas, la periodista Carmen Aristegui habrá dado una conferencia de prensa en una casona del norte de la colonia Roma, en Ciudad de México. Según la invitación enviada a medios de comunicación, ahí se haría un anuncio importante para nuestro proyecto. En el ambiente, y con más fuerza en semanas recientes, flota la expectativa respecto de un regreso de Aristegui y su equipo a las frecuencias de una radio comercial de alcance nacional.
La alta probabilidad de ese retorno (no a MVS, firma con la que continúa el litigio) restablecería en el espacio radiofónico abierto de México el tipo de periodismo que Aristegui ha practicado en otras estaciones radiofónicas y televisivas y al que ha dado continuidad en la adaptación a las redes sociales, con un programa de larga duración (el Internet lo permite) que inició tiempo después de su arbitraria expulsión de los micrófonos de la empresa cuyo principal accionista es Joaquín Vargas.
Aristegui ha consumido buena parte de su tiempo y energía, en los años recientes, en la lectura de textos judiciales, en su interpretación (bajo la guía de un grupo de abogados encabezados por Javier Quijano) y en el cumplimiento de formalidades procesales. A la fecha ha ganado el principal de los pleitos entablados, el cual le posibilitaría el regreso a la cabina de MVS para cumplir con los 10 meses restantes del contrato de prestación de servicios que, según sentencia judicial, sigue vigente o, en su defecto, pagar una alta suma por incumplimiento patronal de ese contrato. Intentos de negociación se han dado en busca de destrabar el embrollo jurídico y económico, pero hasta ahora no se ha logrado nada.
En caso de confirmarse esa vuelta de Aristegui a la radio comercial, se estaría en presencia de una derrota más para Enrique Peña Nieto, a quien se atribuyen las maquinaciones que propiciaron la salida de ella y su equipo de MVS, luego de la histórica difusión del reportaje sobre la Casa Blanca, que ha merecido múltiples premios internacionales en específico y, en general, para la carrera periodística de Carmen.
Por delante tendrá la periodista varios retos si regresa a la radio abierta. Desde luego, la conservación de una libertad periodística por encima de criterios empresariales o de comercialización. El grupo radiofónico que acogiera a Aristegui estará aceptando esa libertad que Carmen defiende por encima de todo.
Por otra parte, ha de mencionarse aquí que esta probabilidad radiofónica no tiene ninguna relación con el peculiar anuncio hecho en su momento por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que buscaría ayudar al regreso de Aristegui y de José Gutiérrez Vivó a la radio comercial. Oferta y negociación para este tipo de radiodifusión ya se habían producido antes de esa declaración del político tabasqueño.
Por cierto, en el caso de Gutiérrez Vivó sí hubo una gestión directa de un enviado de AMLO ante un empresario radiofónico para propiciar que tuviera un programa. El empresario dijo que atendería la sugerencia, dándole de inmediato una respuesta positiva. Pero la salud de Gutiérrez Vivó, y complicaciones legales derivadas de juicios laborales y de otro tipo, le han impedido al famoso conductor del programa Monitor el considerar la posibilidad de regresar a México.
Por lo pronto, y a reserva de lo que sea anunciado en la casona de la calle Orizaba (no es Casa Lamm), ¡felicidades, Carmen!
López Obrador calificó el desenlace judicial del caso de Javier Duarte de Ochoa, en el fuero federal, como simulación, circo, cinito y show. Pero lo dio ya como hecho consumado, virtualmente inatacable, la vista puesta del primero de diciembre en adelante: afortunadamente eso se terminó, aprovéchenlo porque eso es lo último, va a pasar al basurero de la historia; todo eso se va a terminar, ya no va a haber corrupción e impunidad, y a las pruebas me remito.
Twitter: @julioastillero
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Mexico SA

México SA
Pemex importará… petróleo // Producción igual a la de 1980
Carlos Fernández-Vega
L
a promesa fue que con la reforma energética surgiría un nuevo Petróleos Mexicanos, más fuerte, moderno y competitivo(EPN dixit), pero en los hechos la otrora paraestatal está más débil que nunca, con indicadores de producción a la baja y, entre las novedades, en una etapa como importador de crudo.
Resulta que el director general de Pemex, Carlos Treviño Medina, reconoció (en entrevista con la agencia Reuters) que en 2018 la empresa a su cargo no alcanzará la meta de producción (un millón 950 mil barriles por día)e informó que, por el contrario, a partir de octubre próximo importará alrededor de 100 mil barriles de crudo ligero con el fin de alimentar a la refinería de Salina Cruz.
A lo largo del sexenio peñanietista la producción de crudo se ha desplomado alrededor de 30 por ciento, mientras el sistema nacional de refinación trabaja a 40 por ciento de su capacidad y la importación de gasolinas se ha incrementado en cerca de 70 por ciento y la de diésel 120 por ciento, lo que ni de lejos sustenta la citada afirmación del inquilino de Los Pinos.
De hecho, siempre de acuerdo con la estadística oficial, la producción actual de Pemex resulta inferior a la registrada en 1980, cuando la otrora paraestatal obtenía un millón 936 mil barriles por día. Al cierre de agosto de 2018, un millón 816 mil barriles.
Así, la reforma energética –más los permanentes recortes presupuestales– lejos de promover un Pemex más fuerte, moderno y competitivo ha logrado, en escasos cuatro años, echar más de 40 años atrás el reloj de la historia petrolera mexicana.
No es la primera vez que Pemex importará crudo. Allá por octubre de 2015 en este espacio comentamos que “41 años después de que México suspendió totalmente la importación de petróleo y presumió su nueva condición de exportador de crudo, el gobierno peñanietista echa para atrás el reloj de la historia y a partir de ya importará ese mismo recurso energético de Estados Unidos hasta por 75 mil barriles por día, con lo que cierra el ciclo de la autosuficiencia, como los de la prohibición para conceder regalías, porcentajes o participaciones sobre el bien de la nación que, según esto, escrituró el diablo (López Velarde dixit)”.
En ese entonces la importación de crudo se disfrazó de permuta con Estados Unidos: éste enviaría crudo ligero y nuestro país regresaría el mismo volumen, pero de petróleo pesado. Y por esas fechas la ahora empresa productiva del Estado informó que el gobierno estadunidense emitió una licencia para Pemex Comercio Internacional a fin de realizar el intercambio propuesto para importar petróleo crudo ligero para su proceso en el Sistema Nacional de Refinación, a cambio de la exportación de crudos mexicanos pesados para las refinerías de alta conversión de la costa norte del Golfo de México en territorio de Estados Unidos.
Oficialmente, México dejó de importar petróleo crudo en el primer semestre de 1974, durante el gobierno de Luis Echeverría, cuando se adquirían 17 mil barriles diarios, como promedio, a un precio cercano a seis dólares por unidad. En 1972 la importación de petróleo crudo representó una erogación anual de casi 28 millones de dólares; en 1973 se incrementó a 80 millones y en 1974 se redujo a 38 millones. A partir de 1975, nuestro país fue reconocido como exportador neto de oro negro.
Pero en 2015 la reformaenergética echó para atrás el reloj. Y en 2018, Pemex reconoce que a partir de octubre próximo importará 100 mil barriles para alimentar a la refinería de Salina Cruz.
De ese tamaño es el éxitoreformador.
Las rebanadas del pastel
Negocio del siglo: a Javidú le aplican una multa de 58 mil 890 pesos por robarse cerca de 60 mil millones de pesos, y lo condenan a nueve años de cárcel, que sus abogados fácilmente reducirán a la mitad, o menos. Inversión mínima para, a corto plazo, gozar a plenitud el producto de su atraco.
Twitter: @cafevega

Dinero

Dinero
Tragedia en Pemex: comenzará a importar petróleo // Los personajes detrás del aeropuerto de Texcoco // Sergio Mayer
Enrique Galván Ochoa
Foto
▲ INTERESES DETRÁS DEL NAICM. Un documento que circula entre el equipo de transición del futuro gobierno menciona como uno de los operadores del nuevo aeropuerto a Jacques Rogozinski, director general de Nacional Financiera.Foto Yazmín Ortega Cortés
A
partir de la próxima semana Pemex comprará diariamente 100 mil barriles de petróleo ligero en Estados Unidos, reveló el director general, Carlos Treviño, tras su participación en el Congreso Mexicano del Petróleo. Será procesado en la refinería de Salina Cruz, cuya capacidad para trabajar con crudos pesados es limitada. Al menos esa es la justificación técnica del negocio. ¿Y quién será el proveedor? Otro contrato en la larga lista de revisiones que tiene a su cargo la futura secretaria de Energía, Rocío Nahle.
Texcoco, Nafin
Un documento que circula entre algunos miembros del equipo de transición del futuro gobierno aporta luz sobre los intereses que se mueven en el aeropuerto de Texcoco, cuyo financiamiento es tan cuestionable como su pista. Menciona como uno de los operadores financieros a Jacques Rogozinski, director general de Nacional Financiera, quien tuvo un papel importante en las privatizaciones del sexenio de Salinas de Gortari y, en particular, de Telmex. En el proyecto de la magna obra del peñismo están relacionados personajes como Carlos Slim, Olegario Vázquez y miembros del clan Hank. Para entender lo que sucede detrás del proyecto es necesario recordar que inicialmente se dijo que costaría 169 mil millones de pesos y que el gobierno mexicano se haría cargo sólo de 36 por ciento de su financiamiento. Pero de acuerdo con datos de la Academia de Ingeniería de México, el costo total será de 439 mil millones de pesos, y es el gobierno mexicano, por medio de Nafin, el que está asumiendo la mayor parte del financiamiento, es decir, el NAICM se paga con dinero de los mexicanos. Uno de los primeros en evidenciar esta situación fue Marco Pérez Valtier, socio de la empresa auditora Pérez Góngora y Asociados, quien hizo notar que, si bien el AICM necesita recursos privados para construir el nuevo aeropuerto, no puede obtenerlos mediante préstamos bancarios ni bonos para inversionistas, pues no cuenta con garantías para ofrecer a cambio. ¿Y por qué no las tiene? Porque las únicas con que podría contar son las tarifas de uso, el TUA, que se se comprometieron en 2006 para financiar la Terminal II del aeropuerto Benito Juárez. Sería importante que Rogozinski, quien terminará en menos de dos meses su gestión como director general de Nafin, precisara los puntos dudosos de la operación.
Conexión brasileña
Está claro que la narrativa del Sistema Nacional Anticorrupción ha sido una ficción. En realidad vino a ser un señuelo para distraernos de la corrupción galopante, aunque hasta como señuelo falló. En Brasil suceden cosas distintas. Petrobras ha convenido pagar 853 millones de dólares como sanción en el escándalo Lava Jato. El acuerdo resuelve la reclamación del Departamento de Estado de Estados Unidos, en el sentido de que Petrobras violó el Acta Internacional de Prácticas Corruptas, ya que sus ejecutivos pagaron centenares de millones de dólares en sobornos a políticos brasileños a cambio de contratos. El 80 por ciento del importe de la multa será para el gobierno brasileño.
Ombudsman social
Asunto: menos dinero a partidos
¿No te parece que Morena está abusando de su posición de poder en el Congreso? Ricardo Monreal firmó la sentencia de muerte del PRI, el PRD y el PES, con la anunciada reforma que conducirá a rebajar a la mitad el dinero que el INE suministra a los partidos políticos.
Eloísa Venegas
R: No lo veo así. Al contrario, es una oportunidad para que los partidos dejen de ser negocios cupulares o de familia y vuelvan a hacer contacto con sus miembros y simpatizantes.
Twiteratti
Tal vez Sergio Mayer no es la mejor opción para unos, tal vez no le guste a otros. Pero agarró el toro por los cuernos, tomó posición política, se postuló, ganó su distrito y después la interna de la bancada. Muchos exigen desde redes, pero no se activan políticamente. Así no.
Twitter: @galvanochoa
FaceBook: galvanochoa

"Desprivatizar" el agua

Desprivatizar el agua: legislar para la porra y taparle el ojo al macho
Miguel Ángel Montoya*
L
a iniciativa presentada por el senador Martí Batres el pasado 6 de septiembre presume estar destinada a revertir y frenar el proceso de privatización del agua en México. Nada más lejano a esa afirmación. Da la impresión que fue redactada con el fin de lograr un gran efecto mediático pero no un dictamen favorable, que de lograrlo no cambiará el estado de la gestión del agua en nuestro país.
El contenido más llamativo de su propuesta es haber adicionado un párrafo segundo al artículo cuarto de la Ley de Aguas Nacionales (LAN) para prohibir que un particular realice actos de administración y comercialización del servicio de agua potable, lo que generó muestras de simpatía en las redes sociales y concitó el aplauso fácil e inmediato de algunas organizaciones. Entusiasmo entendible, ya que la privatización del servicio público de suministro es el aspecto más visible de la privatización y el que más rechazo social ha generado, ya que los hogares se enfrentan a súbitas alzas en las tarifas y cortes indiscriminados en el suministro, al tiempo que la calidad del servicio y la dotación de infraestructura no se incrementan.
Si se tratara de un acto tan sencillo como enunciar la prohibición desde un artículo aislado de la LAN, desde hace muchísimo se hubieran presentado no una, sino decenas de iniciativas en ese sentido. Si no se ha hecho es porque simple y sencillamente la LAN nada tiene que ver con el servicio público de suministro de agua. La materia legislativa es el artículo 115, cuya reforma en 1984 otorgó la atribución a los ayuntamientos –y en su caso a los estados– para la prestación de este servicio y abrió la posibilidad de que los congresos de los estados determinaran en las leyes locales que el servicio pudiera ser operado por privados. De llevarse a cabo la reforma propuesta, de inmediato provocaría una acción de inconstitucionalidad.
Lo que sí es materia de la LAN es el modelo concesional por el que se entrega el agua a los agentes privados sin más intermediario que la propia Conagua. Bajo este esquema los particulares tienen acceso a la explotación de las aguas superficiales y subterráneas de manera irrestricta hasta por 30 años con prórrogas por el mismo lapso de tiempo, pueden además transferir sus concesiones y cambiar el uso al que originalmente están destinadas.
En la iniciativa es clara la intención de no trastocar este modelo concesional y, por ende, no afectar los grandes intereses en el sector. Así, Grupo México podría seguir contaminando los ríos de Sonora sin que se le revoquen las concesiones; las mineras canadienses de Carlos Slim, Alberto Baillères y del propio Germán Larrea podrán seguir acaparando el agua en zonas de baja disponibilidad; las nuevas empresas petroleras mexicanas y extranjeras seguirán apuntando hacia el fracking; las nuevas empresas generadoras de energía eléctrica seguirán utilizando millones de metros cúbicos agua de primer uso para enfriar sus reactores y las empresas refresqueras y cerveceras seguirán concentrando las concesiones de agua en detrimento del uso público y agrícola generando severos conflictos como los que se han presentado en los tiempos recientes en Baja California y Chiapas.
No se trata de prohibir las concesiones, sino de transformar a fondo este modelo, que es la base de la privatización profunda del agua en México. De querer en verdad hacerlo, la iniciativa debió reformar cinco títulos, 18 capítulos y por lo menos 96 artículos de la LAN. Pero el senador decidió tomar un atajo estableciendo que el director de Conagua no pueda otorgar concesiones, lo cual no altera en nada el estado de cosas, ya que en la actualidad las concesiones de agua se otorgan por medio de los 13 Organismos de Cuenca establecidos a lo largo del país. Se trata, pues, de taparle el ojo al macho.
El aspecto donde la iniciativa apunta con mayor solidez es para anular la reforma foxista de 2004 por la que se estableció que privados pueden construir, operar y mantener infraestructura hidráulica federal. Muy bien, aunque resulta que en la actualidad sólo el Acueducto Independencia en Sonora trabaja bajo este esquema y –de concluirse– la polémica presa Zapotillo operaría bajo esa misma modalidad. Estos procesos no pueden revertirse pero estos cambios evitarían que infraestructura estratégica termine bajo el control de particulares. Sin embargo es tal la impericia con la que ha sido redactada esta propuesta que llega al extremo de impedir contratos y licitaciones, los cuales son necesarios para construir cualquier obra.
Con su propuesta pirotécnica el senador Batres ha incurrido en el mismo desacato en el que incurrieron los senadores y diputados de las dos anteriores legislaturas ignorando la obligación constitucional de expedir una Ley General de Aguas. No obstante, su iniciativa posee la innegable virtud de mandar un mensaje político claro y contundente en contra de la privatización del agua. Asunto relevante considerando que el mensaje proviene desde la presidencia del Senado de la República.
Consultor político y desde 2006 asesor parlamentario especializado en materia de gestión integral del agua; como tal participó activamente tras las discusiones y redacción de la reforma que plasmó el derecho al acceso al agua y al saneamiento en nuestra Constitución.