EL DELFÍN

Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.

jueves, 28 de mayo de 2020

Mexico SA

México SA
Nueve crisis en cuatro décadas // Y dos pandemias en 11 años
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▲ La baja de la actividad económica ya se reportaba en los albores de las medidas para contener la rápida expansión del Covid-19.Foto Yazmín Ortega Cortés
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l Inegi divulgó el resultado del producto interno bruto (PIB) mexicano en el primer trimestre del año de la pandemia: -1.2 por ciento en términos reales, lo que implica una caída anualizada de 2.2 por ciento. Los videntes financieros estimaron que el descenso sería sustancialmente mayor, pero una vez más se quedaron con las ganas.
Tal información va de la mano del reporte (también con cifras del primer trimestre de 2020 y cifras anualizadas) difundido por la OCDE, en el cual destaca que entre enero y marzo el PIB de las naciones que integran tal organización se contrajo 1.8 por ciento en términos reales, una vez que en varias de ellas las medidas de distanciamiento físico para reducir la velocidad de contagio de la pandemia de Covid-19 ya se habían implementado. Es la mayor caída desde la contracción de 2.3 por ciento en el primer trimestre de 2009, cuando la crisis financiera mundial estaba en su apogeo ( La Jornada, Dora Villanueva).
La misma información detalla la caída en la actividad económica europea: Francia, -5.8 por ciento; Eslovaquia, -5.4; España, -5.2; Italia, -4.7; Bélgica, -3.9; Alemania, -2.2, y Reino Unido, -2. En general, el PIB en la zona euro cayó 3.8 por ciento. En otras naciones el resultado fue el siguiente: Canadá, -2.6; Estados Unidos, -1.2; Japón, -0.9.
Finlandia, Suiza, Eslovenia, Luxemburgo, Nueva Zelanda, Australia, Estonia e Irlanda registraron crecimiento en ese primer trimestre del año. Islandia, Chile y Turquía reportaron las mayores expansiones en esos primeros tres meses de 2020, con 4.8, 3 y 1.9 por ciento, respectivamente (ídem). Como se constata, el panorama económico no resulta agradable, aunque se espera cierta mejoría a escala nacional y global, una vez levantadas las medidas de contención del Covid-19.
En vía de mientras, el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) recuerda que México enfrenta su novena recesión en menos de 40 años (y la segunda pandemia en menos de 11) y la caída de 2.2 por ciento (anualizado) del PIB en el primer trimestre de 2020 lo confirma. Ello implica la posibilidad de que en el presente año, de acuerdo con el planteamiento realizado por el presidente López Obrador, en nuestro país se cancelen un millón de empleos.
La tendencia negativa de la economía es factor de polarización que restringe los acuerdos que el país requiere. Además, los primeros resultados publicados para el mes de abril muestran que la caída será mayor en el segundo trimestre.
México, apunta el citado instituto, enfrenta el reto de acotar el daño que la recesión económica iniciada a finales de 2018 y el coronavirus están infligiendo a una sociedad que acumula 50 años de crisis recurrentes. El bajo crecimiento del PIB, el nulo valor agregado del gasto e inversión del gobierno, así como el bajo contenido nacional de las exportaciones se han conjugado con un mercado laboral precarizado por las nueve recesiones que se han presentado desde 1982.
Para aspirar a conformar un estado de bienestar, México debe constituir un Estado desarrollador: sin bases productivas no se puede aspirar a generar una sociedad en donde el progreso y el desarrollo social sean un rasgo distintivo. La historia económica mundial contemporánea es contundente: los únicos ejemplos de un Estado de bienestar sostenible se han cimentado en el crecimiento económico vigoroso, la elevada inversión productiva y una banca de desarrollo proactiva con una estrategia integral bien para acompañar el fortalecimiento de la industria nacional.
La época del mercantilismo y de los tratados comerciales sin desarrollo industrial ha quedado rebasada por la historia moderna.
Las rebanadas del pastel
Bien por el Centro Nacional de Control de Energía, porque hará valer los medios de impugnación que la ley le otorga, luego de que un juez –sin vela en el entierro, al tratarse de un asunto administrativo y no de competencia económica– amparó a un grupo de empresas generadoras de energía solar y eólica. El estado de derecho es de ida y vuelta.

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