Pacto o renuncia
Pedro Miguel
M
éxico vive bajo la constelación de una crisis quíntuple. La social se viene incrementando desde el sexenio de Salinas, cuando millones de campesinos fueron obligados, por la mano económica, no por la militar, a abandonar sus tierras y buscar algún resquicio de subsistencia en la emigración –nacional o internacional– o en la delincuencia, y cuando innumerables trabajadores urbanos se vieron forzados, de esa misma manera, a transitar al sector informal, a un mercado de trabajo volátil e incierto, a la changarrización(aportación teórica de Fox) o a la delincuencia. Tales fenómenos, así como la férrea contención salarial, la destrucción deliberada de los sistemas públicos de salud y educación, la eliminación o reducción de derechos individuales y colectivos y la liquidación de la casi totalidad de la propiedad pública se han traducido en desigualdad lacerante, desintegración social, miseria, marginación, desempleo, insalubridad, cinismo e indiferencia y una alarmante pérdida del sentido de nación por un gran número de habitantes del país.
La crisis política se origina en el primer sexenio panista por la utilización descarada de la administración para el enriquecimiento del entorno presidencial, el empleo faccioso de los organismos de procuración e impartición de justicia para sacar de la sucesión presidencial a López Obrador y, posteriormente, por el sometimiento de las entidades electorales (entonces encabezadas por Carlos Ugalde y Leonel Castillo) al fraude continuista que incrustó en Los Pinos a Calderón. Desde entonces, los tres poderes del Estado no han sido capaces de reconstruir su autoridad, su credibilidad, su representatividad ni su legitimidad, atributos que no derivan de oficios o pactos firmados por gobernantes, magistrados o legisladores, sino de la percepción social imperante. Las elecciones de 2012, adulteradas con un fraude que sólo resultó invisible para el IFE y el tribunal electoral, ratificaron y agravaron esa crisis.
La crisis económica, por su parte, se origina en la persistente mediocridad de los indicadores macroeconómicos desde 1982 en adelante y, particularmente, desde el descalabro financiero internacional de 2008. La economía no crece al ritmo que debe, el gabinete económico ha encontrado en el endeudamiento nacional desorbitado una manera de darle la vuelta a la prohibición neoliberal de déficits fiscales, el agro está más postrado que nunca, el mercado interno está hipotecado a los productores extranjeros y, para colmo, el peñato ha introducido en este escenario la perspectiva cercana de una reducción significativa de los ingresos públicos –que, reforma energética mediante, serán compartidos con consorcios privados– y de una importante masa demográfica que llegará al fin de su vida productiva sin jubilaciones ni pensiones.
El país pasa también por una crisis institucional que se manifiesta en la corrupción evidente (aeropuerto y tren México-Querétaro como ejemplos monumentales) y en la inoperancia generalizada de las dependencias y de los organismos autónomos del Estado, desde la Comisión Nacional de Derechos Humanos hasta la Procuraduría General de la República, y a lo anterior debe agregarse la espiral de violencia, inseguridad y ausencia de estado de derecho que Calderón le heredó a Peña y que éste se ha encargado de mantener e incrementar.
En semejante contexto, las ejecuciones extrajudiciales de Tlatlaya, la masacre y desaparición de normalistas en Iguala, los asesinatos de jóvenes estadunidenses en Reynosa a manos de la guardia pretoriana de la alcaldesa, los feminicidios en el estado de México, los homicidios cotidianos de políticos, dirigentes sociales, empresarios o ciudadanos desconocidos y humildes, alimentan en forma regular los cementerios clandestinos que son posteriormente descubiertos en Guerrero, Durango, Veracruz y otras entidades.
Ayer Peña anunció que gestionará una suerte de
Pacto por Iguala–a la manera en que urdió el
Pacto por Méxicopara aparentar que su brutal mutilación de la Carta Magna gozaba de legitimidad y consenso– para evitar que se repitan atrocidades como la perpetrada contra los estudiantes de Ayotzinapa el mes antepasado. Pero el momento nacional es muy distinto al de diciembre de 2012 y esta vez la sociedad se le adelantó. El crimen perpetrado contra los muchachos normalistas ha dejado al descubierto la imbricación de los tres niveles de gobierno y de la mayor parte de la clase política en las circunstancias que hicieron posible la barbarie; ha evidenciado que la agresión gubernamental contra la población inerme no es un hecho aislado sino parte de un patrón bien definido, y ha dado lugar a una indignación general que trasciende estratos sociales y que constituye, a su manera, el embrión de un pacto social gestado al margen, y a contrapelo, del poder oligárquico y neoliberal.
En tales circunstancias, el proceso de recomposición institucional y el principio de solución a la crisis quíntuple no pasa por un nuevo pacto cupular y vacío, sino por una renuncia presidencial. Y ante la manifiesta incapacidad de Peña y de su equipo para ver más allá de las cúpulas y de percibir los ánimos sociales, es necesario y urgente obligarlos a escuchar el clamor social mediante acciones masivas, pacíficas, legales y articuladas.
Twitter: @Navegaciones
- ComentarioRogelioComencemos por la invacion de las propiedades de los expresidentes de la republica, gobernadores, presidentes muncipales y funcionarios que han hecho su riqueza vendiendo la propiedad nacional
- Pacto o renunciaLeonel GallegosA este momento, Enrique Pena Nieto ya no les es muy util a las transnacionales. Ya les regalo el petroleo. Va ser mejor negocio quitarlo, para aparentar cambio, poner a otro, para que todo siga igual. Y asi el pueblo siga en lo mismo.
- JaquedrdlfMuy atinada consideración: en una partida de ajedrez no se derrota al contrario cuando se le quita un peón. En nuestro caso el contrario es el sistema, no epn.
- Sobre el pacto o renunciaOscarSi, fíjate.... yo creo que ya hasta para ellos no es necesario. Igual ya lo quieren quitar porque con él al frente parecería que la impunidad sigue y necesitan calmar los ánimos, sino sus mentadas reformas no llegarían al siguiente nivel, y ellos lo que quieren es el petróleo, no un desorden social. Pero aún así está bien que renuncie (o lo quiten)...no les sirve a ellos, no nos sirve a nosotros, no tiene contento a nadie (estoy casi seguro que ni a los del mismo PRI), destapó la cloaca de los narcos y aquéllos tampoco han de estar tan felices con eso...¿entonces? ¿pa' que sigue en el cargo?
- Puede sermaximus LibertusParece ser que todo apunta a ello...pues es muy claro que las fuerzas oscuras(mercenarios al servicio de las transnacionales) están echando mas gasolina al fuego al atentar contra mas estudiantes o contra otras personas. Intentan con esto que la gente salga y demuestre su hartazgo a traves del caos y la anarquía. Llevar al país a una espiral de violencia y en medio de ella desaparecer mas poblaciones o asentamientos en los lugares que pretenden explotar..hay el reporte de la desaparición de 300 personas en coahuila y de esto no se habla. De todas formas suscribo que se vaya EPN y toda la camarilla de delincuentes del pri, pan, pro, verde. SUSCRIBO 100%
- Muy de acuerdoCarlos SSi no pueden entregarlos vivos, como se los llevaron, que renuncien y se vayan.
- !en la madre¡felipeSi con su "pacto por Mexico" nos revento la madre al pueblo la marioneta peña retrocediendonos 200 años, nomas imaginen un "pacto por Ayotzinapa", ni dudo que con este pacto se avalara el exterminio de la poblacion de este lugar, son asesinos y ratas estos estos prdprianistas, nada bueno se puede esperar de ellos
- ComentariofernandoLa eventual caida del presidente en si mismo no soluciona nada, debera ir acompañada del desconocimiento de las Camaras de Senadores y Diputados y tambien de la Suprema Corte. Nombrar por mandato popular una junta interina de gobierno ciudadano, mientras se llama a nuevas elecciones (sin INE, IFE O trife. El pais no se acaba con la caida de todas estas lacras.
- 1000 años de sacrifios humanosrcHuesos enterrados en todo el territorio nacional. La concesión del tren DF-Querétaro nació bajo sospecha. Y lo que mal empieza, peor acaba. Mas salada que unas salinas…
- Los partidos políticos no nos representanEmilio¿Cuáles son las acciones de desovediencia civil y pacifica a que convocan MORENA Y AMLO para detener la barbarie que enfrentamos la mayoria de mexicanos? Puros calculos electoreros ¿A poco No?
- comentarioj. refugio morales anguianoMuy buena nota, estoy totalmente de acuerdo. Lástima que nuestro pueblo está dormido y no tiene para cuando despertar. Tenemos que exigir la renuncia de Peña Nieto con toda su oligarquía que está en el poder y reconstruir un país sano que lo gobiernen gentes honestas sin pretensiones y con vocación de servicio a nuestra querida patria. Tenemos todos los mexicanos la obligación de hacer una patria mejor, con solo mexicanos, no permitir que sigan sangrando los bienes que la naturaleza generosamente nos dio y que son del pueblo. No tenemos por qué invitar a los capitales extranjeros que solo vienen a saquear, contaminar y corromper a nuestro pueblo, sin dejar más que miseria y desolación, y darnos trato de esclavos. Si no tenemos tecnología, pues a crearla, desarrollar en nuestra facultades del saber a los técnicos necesarios para que sean los que refinen nuestro petróleo, que hagan dar fruto a nuestras tierras, que saquen los tesoros de nuestro subsuelo, que aprovechen nuestros mares y litorales y sobretodo que marquen el camino para un México mejor, mas equitativo que nadie sufra hambre, que todos tengamos un techo, que todos tengamos un pedacito de esta patria y que todos seamos hermanos con derecho y obligaciones iguales.