La izquierda se renueva y se fortalece
Emir Sader
La participación ciudadana superó 73 por ciento en la elecciónFoto Reuters
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unto con España, la izquierda española tambien ha cambiado. Esa es la diferencia esencial respecto a las elecciones nacionales anteriores.
Del escenario bipartidista, con el PSOE igualmente comprometido con la austeridad junto al PP y con Izquierda Unida incapaz de catalizar el descontento de amplios sectores –especialmente de los jóvenes– de la población, al escenario actual, mucho ha cambiado, y Podemos ha sido el gran responsable del cambio.
El fenómeno más importante de las elecciones ha sido la irrupción de Podemos. Conquistar más de 5 millones de votantes y 69 parlamentarios –que serían más, si no fuera tan injusta la repartición de los escaños–, volverse la primera fuerza en Cataluña y en el País Vasco –por medio de una hábil política de alianzas– es un hecho inédito en la vida política española. Renueva y refuerza a la izquierda con un programa de claro rechazo a las políticas de austeridad.
La subida de Podemos en el tramo final de la campaña ha sido el resultado de la militancia política de la organización, pero sobre todo del brillante desempeño de su líder, Pablo Iglesias, en los debates públicos. Todas las encuestas lo dieron ganador con amplísima ventaja.
En su discurso de anoche Iglesias destacó que Podemos es la única fuerza que puede dar solución a los problemas territoriales de España, justamente por su triunfo en Cataluña y en el País Vasco. Los otros puntos recalcados por él podrían ser incorporados por el PSOE, en caso de que el partido se propusiera gobernar con un frente de izquierda, al estilo de Portugal. Pero las posiciones radicalmente opuestas de los socialistas y de Podemos respecto a Cataluña bastan para impedir que esa vía hoy sea posible.
La eventual crisis de gobernabilidad que enfrenta España a partir de los resultados electorales de ayer deja a Podemos en una posición expectante. Con su trayectoria ascendente, debe ser un factor que inhiba a los partidos tradicionales –ambos en curvas descendentes– de apelar a nuevas elecciones en pocos meses.
Mientras, la crisis afecta también a Izquierda Unida, que casi ha desaparecido. Los buenos resultados de Podemos animan a su militancia frente a las enormes responsabilidades que se le plantean en la nueva fase histórica a que ha ingresado España.
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