EL DELFÍN

Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.

domingo, 13 de diciembre de 2015

A la mitad del foro

A la mitad del foro
 Ahí te dejo esos dos pesos
León García Soler
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Una reforma más fue aprobada, y aunque la desindexación del salario mínimo es algo bueno, el PRD paga a cuotas el cambio constitucional que convertirá al Distrito Federal en el estado 32. En la imagen, los legisladores Carlos Romero Deschamps y Gerardo Sánchez en el SenadoFoto Marco Peláez
L
os legisladores del portentoso acuerdo, del pacto que se transformó en fractura, aprobaron una más de sus reformas. No todo está podrido en Dinamarca. Hamlet sabría que no es dilema ser o no ser con un salario mínimo como el mexicano y un desempleo que recorre la América Latina bajo el sombrío resurgimiento de la derecha y ultraderecha que habían tirado el arpa al tocar fondo las crisis económicas finiseculares: simplemente no se puede ser.
Dos pesotes de aumento al mínimo ya tan distante de lo que dicta la norma constitucional. Algo bueno hubo: la desindexación que pareciera término esotérico y era la burocrática medida de todas las cosas, para la cual todo lo humano era ajeno. Las multas, los indicadores de aumentos en pagos a plazo; las infinitas medidas hacendarias y hasta los cobros de certificados de nacimiento y los de circulación vehicular, se medían, se ajustaban al sistema métrico mínimo-salarial. En estos tiempos de pluralidad de partidos en los que según la inconmensurable definición del senador Barbosa la política es cara, el PRD paga a cuotas la reforma política que convertirá al Distrito Federal en el estado 32, ciudad-Estado en la que los panistas proponen que los delegados reciban 50 por ciento del predial que cobre el gobierno central.
Mucho dinero, aunque sea en los pesitos devaluados precipitadamente, que se diluyen al ritmo del precio del barril de crudo, del oro negro que en el mercado global llegó casi al fondo y se cotiza en 27.74 dólares. ¡Ah!, dirán los de las reformas estructurales, pero ya nadie puede andar por ahí proclamando que ¡el petróleo es nuestro! Y en la embriagante velocidad de la puerta giratoria por la que van y vienen los altos funcionarios del gobierno, a incorporarse al empresariado oligárquico para volver en el instante en que se los indiquen los dueños del dinero, o los modernos oráculos que clasifican el potencial de endeudamiento, los augurios de paga segura, posible, difícil o de plano, mal riesgo. Ahora resulta que tanto Jesús Reyes Heroles González Garza como Emilio Ricardo Lozoya Austin han sido exorcistas del diablo que nos escrituró los veneros del petróleo.
En Pemex, donde ahora aprueba el sindicato los prudentes, indispensables ajustes a la edad de retiro y las pensiones correspondientes, impera la potencia geopolítica saudita que hoy apuesta a la baja, con tanto vigor como apostó a reducir la oferta para obligar a los grandes consumidores a pagar más caro el barril de crudo, o a reducir su gasto de energía, esa fuerza impulsora del crecimiento económico. Viene del exterior la crisis de Pemex. Y Carlos Romero Deschamps es modelo de disciplina fiscal, sobrio dirigente de un sindicato en el que nadie negocia bajo la certeza de queel petróleo es el mejor negocio del mundo. El Pemex bajo el signo de la Coyolxauhqui, fracción del emporio estatal fragmentado, ha sufrido pérdidas por más de 20 mil millones de dólares en 2015. ¿Año de dones?
Dos años hace que se aprobó la reforma energética y mientras Enrique Peña Nieto recibe el aplauso de los europeos empeñados en reducir el uso del carbón y las emisiones de los carburantes derivados del petróleo, decididos a contener el calentamiento global y sus aterradoras consecuencias, Jesús Reyes Heroles González Garza, asesor de empresas privadas del sector energético, Virgilio que guía a los extranjeros entre los vericuetos infernales de la administración energética del México moderno, afirma que intentaron reformar la empresa petrolera del estado bajo el mando de Felipe Calderón, pero esa reforma nació muerta porque se hizo sin cambios constitucionales. Mismos que logró Enrique Peña Nieto con el consenso pactado. Y ahora las pérdidas de Pemex ya no son malabares contables para que el ingreso fiscal no se redujera a niveles por debajo de los que tienen los pueblos más pobres de la Tierra.
Pemex pierde 20 mil millones de dólares y el Banco Central que presumía los miles de millones de dólares en su reserva de divisas los gasta apresurada, inútilmente, en el afán de contener la devaluación de los pesos del salario mínimo, o de los buenos ingresos de la soñada o imaginaria clase media que, según la tecnocracia dorada, conforma la mayoría de la población mexicana.Cayó el peso a mínimo histórico; el dólar se vendió hasta en $17.80, informó La Jornada de ayer, y que el Banco de México efectuó dos subastas en las que vendió 800 millones de dólares para proveer liquidez. Si ves a un banquero arrojarse por la ventana, tírate tras él, porque va a caer sobre un gran colchón de billetes. (Frase atribuida a Voltaire; y no son suizos todos los banqueros).
El fantasma que recorre el mundo no es el comunismo invocado para asustar a la pequeña y gran burguesía. Es el fascismo que capitaliza el miedo al terrorismo y es alentado por las oligarquías, por los plutócratas del 0.01 por ciento de la población mundial, dueños de la mayor parte de las riquezas de la Tierra, del capital que se reproduce en progresión geométrica. En Francia y en el mundo entero las multitudes entonaron La Marsellesa y reivindicaron la libertad, la fraternidad y la igualdad. Pero impera la desigualdad y el miedo, victoria, así sea efímera, del terror, que se tradujo en el triunfo electoral de la derecha extrema, del Frente Nacional, del chauvinismo, la intolerancia y el racismo. François Hollande presidía la reunión de mas de cien jefes de estado y de gobierno mientras el suyo se desmoronaba.
La democracia sin adjetivos tiene objetivos. En la América nuestra se revierten los logros transformadores de Brasil, Bolivia, Ecuador, Uruguay, Venezuela, Paraguay y Argentina. Todos los gobiernos progresistas son acusados de populistas o de plano de comunistas cuando provienen de movimientos campesinos, del sindicalismo. Millones se libraron de la pobreza extrema en los gobiernos de Lula y de Dilma Rousseff. Los que tienen hambre no protestan, respondió Lula ante las manifestaciones previas al campeonato mundial de futbol. Pero no tiene límite el apetito de los satisfechos. Los peones y cómplices del gran capital han iniciado el proceso del impeachment de Dilma Rousseff; golpe de Estado sin espadones.
Y en Argentina el candidato de la derecha empresarial derrotó al del kirchnerismo. Mauricio Macri tomó posesión del cargo y recibió en la Casa Rosada la banda presidencial y el bastón de mando de manos presurosamente habilitadas: una juez decretó que Cristina Fernández dejaba de ser presidenta a las 23 horas y 59 minutos. Y la viuda de Kirchner se despidió de miles de partidarios desde el balcón de Evita. Y de Perón, a querer o no. Será corto el discurso, les dijo, porque a las 12 de la noche me convierto en calabaza.
Nicolás Maduro no asistió a la toma de la derecha en Buenos Aires; único presidente sudamericano ausente, vencido y humillado por la oposición en Venezuela. La izquierda se debilita y cede el poder a la derecha extrema, a las acusaciones de corrupción. Hay 19 millones de desempleados en la América Latina.
Y con tropas en Michoacán, Guerrero, Chiapas y Oaxaca, una Comisión de la Verdad que investiga la violencia desatada en la tierra de Juárez en 2006 y 2007 cita a comparecer al entonces gobernador Ulises Ruiz, a Uriel Pérez Magaña, Juan Ángel Díaz y Héctor Pablo Ramírez. La callada por respuesta.
Ahí les dejo esos dos pesos...


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