EL DELFÍN

Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Referendum sobre la independencia en Escocia

REFERÉNDUM SOBRE LA INDEPENDENCIA DE ESCOCIA

Un debate que resuena también en Bélgica

JEAN PELTIER
Miércoles 17 de septiembre de 2014
Guardar este artículo en PDF Versión para imprimir de este documento
El jueves 18 de septiembre, la población escocesa está llamada a participar en un referéndum que es de una importancia capital puesto que debe permitir decidir si Escocia se convertirá en independiente o no.
Es el final (provisional) de un proceso emprendido hace tres años con la llegada al poder en Edimburgo de unnuevo gobierno regional escocés, formado por primera vez por el Scottish National Party (SNP), partido nacionalista que se ha convertido en mayoritario en las elecciones regionales.
Durante mucho tiempo, los sondeos han dado una amplia victoria al No a la independencia, que es apoyado por todo el establishment y los tres grandes partidos británicos (conservador, laborista y liberal-demócrata). Pero el Si está creciendo desde hace meses, y esta evolución se ha acelerado las últimas semanas, hasta el punto de que el Si y el No están casi empatados y el pánico gana a todo el establishment político, económico y mediático
La posible victoria del Si a la independencia de Escocia es evidentemente un asunto que concierne ante todo alReino Unido (¿por cuánto tiempo todavía?) de Gran Bretaña. Pero el resultado tendrá un impacto bastante más allá. En primer lugar en Catalunya, donde el gobierno nacionalista local quiere organizar también, el 9 de noviembre, un referéndum sobre la independencia; pero el gobierno español hace todo lo posible para bloquear el lanzamiento de tal proceso. Y, más en general, es toda la Unión Europea la que podría sufrir el impacto de un Si escocés que alimentaría avances autonomistas en otros países miembros.
El referéndum en Escocia es evidentemente seguido de cerca en Bélgica. El primer partido en Flandes es ya el NVA, y el primer punto de su programa es la conquista de la independencia de Flandes. Aunque el apoyo a esta opción "pura y dura" sigue siendo muy minoritario en Flandes (del orden del 15% según los sondeos) y el NVA actualmente sitúa en segundo plano sus reivindicaciones comunitarias para obtener la formación de ungobierno federal de derechas, una victoria de los independentistas escoceses tendría un impacto seguro. El NVA desea evidentemente la victoria del Si el próximo jueves, aunque no se atreva a decirlo demasiado alto, dada su delicada situación en Bélgica y también su pertenencia al grupo parlamentario europeo creado y dominado por los Conservadores británicos.
Escocia y Valonia: semejanzas llamativas
Curiosamente las similitudes no son entre Escocia y Flandes, sino más bien entre Escocia y Valonia. No es una coincidencia que en la izquierda escocesa se discutan hoy cuestiones de estrategia que evocan desde muchos puntos de vista las que se discutieron en la izquierda sindical y política valona durante los años 60, 70 y 80 del pasado siglo.
¿Cuáles son las semejanzas? Esas dos regiones tienen una identidad, distinta de su "socio" en el estado central, modelado por un conjunto complejo de causas en las que se mezclan la lengua (en Valonia más que en Escocia), la historia regional (mucho más larga en Escocia que en Valonia) y las luchas de clases. Estas dos regiones son minoritarias demográficamente y por tanto políticamente en el estado central. Han sido regiones industriales prósperas durante decenios (en general, entre 1850 y 1950) y han jugado, por ello, un papel de primer plano en el estado. No han sufrido por tanto una verdadera opresión nacional, aun viviendo una minorización de hecho (cada vez peor). En la posguerra (¡la de 1940-1945!), esta edad de oro industrial fue desgastada poco a poco, antes de que la crisis económica de los años 1970 y las políticas neoliberales condujeran a una desindustrialización económica y socialmente devastadora.
En estos antiguos bastiones industriales de Escocia y Valonia, el movimiento obrero ha sido masivo y muy combativo. Ha modelado una identidad de clase claramente más fuerte y más homogénea que en Inglaterra y Flandes. La derecha unitarista es débil y la izquierda (en el sentido amplio) dominante. Esta historia y el peso del movimiento obrero han conducido a una sociedad más solidaria y más abierta –en particular sobre la integración de la inmigración. Es sobre esta base que el sentimiento de desposesión y de injusticia –las rentas conseguidas por el trabajo en la región no benefician suficientemente a ésta– no ha tomado, tanto en Escocia como en Valonia, la vía de un nacionalismo puramente egoísta sino más bien la idea de que las riquezas creadas deberían servir para mantener y desarrollar un sistema más "social" que el que domina en Inglaterra y en Flandes –y por tanto en Gran Bretaña y el Bélgica.
Hay ciertamente diferencias. Escocia ha podido resurgir desde los años 1980 gracias a la explotación del petróleo del Mar del Norte. Es hoy una región de nuevo relativamente rica. Este no era el caso de la Valonia de los años 1970 y 1980– ¡y sigue sin ser el caso hoy! Por otra parte, el movimiento nacional escocés se apoya en una dimensión cultural, en una profundidad histórica y en un fuerte impacto entre la juventud, que son claramente más profundos y movilizadores que el movimiento valón de hace treinta o cuarenta años.
Pero estos parecidos ayudan a comprender el razonamiento que es mayoritario en la izquierda escocesa (no solo en la izquierda radical y anticapitalista, sino también, más en general, en los sectores de izquierda del Partido Laborista, del Partido Nacional Escocés y del movimiento sindical y del mundo asociativo, social y cultural) y que también era mayoritario en los sectores combativos de la izquierda valona.
Este razonamiento es bastante sencillo: una Escocia /Valonia mayoritariamente de izquierdas es frenada por su minorización dentro de un estado dominado por una Inglaterra/Flandes globalmente más a la derecha. No es ya posible esperar que las cosas cambien desde el interior de las estructuras de ese estado. Sólo conquistando una verdadera autonomía –mediante un federalismo defendido por la Valonia de los años 1960-80; por una (casi) independencia para la Escocia actual– podrá ser puesta en pie una política más conforme a los intereses de la población y de los trabajadores. Para algunos, este objetivo era/es el horizonte de su planteamiento. Para otros, una Valonia/Escocia que se dirija hacia la izquierda y lleve a cabo una política socialista habría podido/podría convertirse en un polo positivo y un ejemplo, permitiendo impulsar a la izquierda a los trabajadores de las regiones y países vecinos y recrear así una unidad entre trabajadores más allá de las "fronteras" sobre una base cualitativa y políticamente más fuerte.
El fracaso de la izquierda combativa valona –política y sindical– en estructurar y proponer una orientación política claramente alternativa al reformismo dominante, su sumisión (querida o impotente) al PS, su incapacidad para ir más lejos que el terreno económico-político tradicional y a comprometerse en el terreno cultural e ideológico...., le impidieron llevar a cabo una política nueva e ilusionante. No ha habido ni federalismo radical ni "reforma de estructuras anticapitalistas". Cuando Bélgica se ha federalizado, paso a paso, a partir de los años 1980, ha sido en el marco de una política neoliberal convertida en dominante, a nivel europeo, belga y valón.
Debates que podrían resurgir
¿La Escocia de 2014 seguirá el mismo camino que la Valonia de los años 1980? ¿Una Escocia independiente será una Escocia capitalista, aunque sea un poco más social? ¿La izquierda radical podrá influir en el movimiento nacional para hacer evolucionar Escocia hacia una ruptura más profunda con el neoliberalismo y el capitalismo? ¿O va a diluirse en la "movida nacionalista de izquierdas" perdiendo en ello su proyecto alternativo y su personalidad?
Estos debates cruciales para la izquierda escocesa no remiten a la izquierda valona a un tiempo más o menos pasado. La evolución actual de Bélgica podría volver a dar vida a estas preguntas también entre nosotros. La nueva coalición gubernamental que se negocia hoy puede desembocar en una alianza doblemente desequilibrada –claramente más a la derecha y claramente más dominada por Flandes. Si esta mayoría federal viera la luz, sería la exacta prolongación de la mayoría política en el Norte, pero estaría reñida con las orientaciones dominantes en el Sur.
No es ir demasiado lejos pensar que las medidas de austeridad que pueda tomar este gobierno federal serán sistemáticamente percibidas y vividas en Valonia y en Bruselas bajo estos dos ángulos: impuestas por la derecha, impuestas por Flandes. No es imposible que ello suscite en los próximos años una renovación –limitada o más amplia– de una corriente de izquierdas, en particular en el movimiento sindical, que luche para que los avances del federalismo sean utilizados para llevar a cabo una política más a la izquierda en Valonia.
Solo el futuro responderá a estas cuestiones, tanto en Escocia como en Valonia.
13/09/2014
http://www.avanti4.be/analyses/article/referendum-en-ecosse-independance-yes-or-no-un
Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR

No hay comentarios:

Publicar un comentario