EL DELFÍN

Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Cuba: un duelo que es tambien esperanza

CUBA: UN DUELO QUE ES TAMBIEN UNA ESPERANZA Guillermo Almeyra
Millones de cubanos desfilan en estos momentos rindiendo homenaje a Fidel Castro. Sin las manifestaciones de histeria que en vieron en el multitudinario entierro de Néstor Kirchner, sin los muertos por asfixia ni las muestras de atraso que marcaron el entierro de Stalin. Las autoridades le dieron a Fidel un solemne funeral oficial. Los más altos jefes militares estuvieron presentes para destacar el papel del ejército como garante frente a Trump y también del orden interno. En cambio, quienes llenan La Habana se mueven en ese marco, pero no como simples asistentes a una ceremonia histórica sino con conciencia profunda de su papel de protagonistas. Los trabajadores y el pueblo cubanos se plantan así frente a Trump y a sus amenazas pero también frente al porvenir de la isla. Las interminables filas de personas de todo tipo reflejan en sus rostros congoja y preocupación ante la desaparición de un hombre que llenó los últimos sesenta años de la vida cubana y ante las posibles consecuencias de los cambios que se avecinan. Pero su presencia, como así como el grito de “¡Soy Fidel!” de cientos de miles, quiere decir “aquí estamos nuevamente, como en 1962, dispuestos a todo”. La inmensa mayoría de quienes desfilan en un largo duelo nació o se formó después de la entrada en La Habana de los barbudos en 1959. Son hijos de la revolución democrática antiimperialista y antibatistiana y participaron en los esfuerzos por empezar a construir el socialismo a pocos kilómetros del Imperio. Ellos son una demostración viva de que el consenso que tuvo Fidel Castro y el que en parte conservan sus continuadores no deriva de su conducción económica en muchos aspectos voluntarista o errónea sino que hunde sus raíces en la tendencia que une a Martí con Chibás y culmina en Fidel, en el antiimperialismo con profundo contenido social. Eso hace de esta manifestación luctuosa algo realmente grande y esperanzador. Porque cualesquiera sean las dificultades que los cubanos deberán enfrentar en lo inmediato, han decidido por su propia cuenta salir a la calle y pesar con su presencia. Los latinoamericanos democráticos estaremos a su lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario