EL DELFÍN

Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.

sábado, 12 de diciembre de 2015

Guerra y paz y Asamblea Legislativa

Guerra y paz, y Asamblea Legislativa
Hugo Aboites*
E
n el más literal de los sentidos, la SEP-INEE-PFP le han declarado la guerra a los maestros. A los que no están de acuerdo con la evaluación y se manifiestan contra ella, pero también a los demás, porque todos serán profundamente afectados si esta agresiva reforma se materializa. De hecho, no hay prácticamente sector alguno del magisterio (salvo la cúpula del SNTE) que se pronuncie a favor del así llamado derecho a la evaluación, y por otra parte hay muchos que, aunque no salgan a la calle, ven con preocupación y temor lo que les viene encima. Las señales de que las protestas de los maestros son auténticas (y no resultado de manipulaciones de líderes, como dice la tesis sesentaiochera) aparecen en la determinación que muestran pese a la violencia oficial, militarización, gases, macanazos, cárcel de alta seguridad, presos políticos, acusaciones desorbitadas y, una vez que se utiliza la fuerza del Estado, el previsible escenario de un muerto y muchos heridos. Ninguna reforma o evaluación puede ser creíble en un contexto como éste. Con lo ocurrido en Chiapas, además, es muy claro que el efecto disuasivo que quisieron tener las aprehensiones y los encarcelamientos simplemente no se ha dado. Si esto no funciona para reprimir las manifestaciones y, al contrario, las alienta, es claro que se comienzan a tocar los límites de la capacidad del Estado para manejar las protestas.
El escenario se complica aún más cuando se tiene en cuenta que, precisamente en el momento en que se dan las acciones más visibles y violentas contra los maestros, se fragua y se descarga otro tipo de agresión contra los profesores de todos los niveles, desde prescolar hasta el universitario. Se trata del Pensionissste, la modificación de su estatus legal significará, si es aprobada, un primer paso a su privatización y a un incierto futuro para todos los maestros que, aunque sobrevivan a las evaluaciones y despidos, ya jubilados tendrán que arreglárselas con una pensión minúscula. Porque el Estado ya no será responsable de garantizar montos específicos, como hasta ahora; dependerán del mercado financiero.
Por eso, 2016 se plantea como un año también sumamente conflictivo. La continuación de la imposición de la evaluación y la reforma, el tema Pensionissste, pero, además, algo nuevo, el malestar universitario. En el nivel superior las demandas y protestas han comenzado a aparecer y salir a las calles en instituciones de Zacatecas, Sinaloa y Oaxaca porque las comunidades resienten los recortes y los escasos aumentos a sus presupuestos. En Querétaro, Veracruz, Morelos y la ciudad de México los universitarios miran con preocupación el panorama. En esta última, las preparatorias del Gobierno del DF (IEMS) y la propia Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) requieren de recursos para mejorar y crecer. Esta última institución de educación superior, en años recientes (2008-2012), ha sufrido reducciones a su presupuesto hasta en 13 por ciento, y aunque en 2013 tuvo un aumento significativo, el año pasado apenas logró 3.8 por ciento, incremento inferior a la inflación en el DF. Por eso tiene equipos obsoletos y otros problemas serios. Sin embargo, incrementa su matrícula a un ritmo de 7 por ciento al año y ha aumentado hasta en más de 4 mil el número de quienes han terminado sus estudios en los cinco planteles y cinco centros de reinserción social (reclusorios), donde se imparten las carreras de derecho, creación literaria y ciencia política y administración urbana. La mayoría de sus profesores son de tiempo completo, con posgrado, hacen investigación y difusión, asesoran y ofrecen tutorías, y trabajan en carreras que responden a las necesidades de la ciudad, como ingeniería en sistemas de transporte urbano, promoción de la salud, ingeniería en sistemas energéticos, dando atención a poblaciones juveniles hasta hace poco carentes de oportunidad de ingreso a la enseñanza superior. Y con un costo por estudiante mucho menor al del resto de las instituciones públicas. A pesar de esto, se le propone un presupuesto de menos de uno por ciento del destinado a la ciudad (que es de 177.8 miles de millones de pesos).
Si la ciudad de México quiere seguir siendo uno de los lugares más avanzados social y políticamente del país, debe seguir creando un sustrato cada vez más amplio de población dotada de conocimiento superior. El gasto en educación es una de las claves de desarrollo, y de la paz. Ahora toca a los diputados de la mayoría de los colores de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, que reiteradamente han ofrecido su apoyo, proporcionar los recursos necesarios para que las instituciones de educación que ya atienden a decenas de miles no sólo sobrevivan, sino que crezcan y continúen ofreciendo cada vez más espacios de convivencia y aprendizaje para los jóvenes. En lugar de protestas y de granaderos golpeando a manifestantes, el apoyo a la educación es un poderoso y bienvenido contraste respecto de reformas y políticas profundamente erróneas que se han venido promoviendo en otras regiones, y que han generado el ambiente de conflicto y rápido deterioro que se está instalando en el país.
*Rector de la UACM.


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