Silvia Federici: acumulación y caza de brujas
Maciek Wisniewski*
I
. La influyente teórica feminista italiano-estadunidense, que enfatiza la importancia del trabajo reproductivo de las mujeres para la acumulación capitalista (desde sus orígenes), en los setenta fue una de las fundadoras del Colectivo Feminista Internacional y movimiento ‘Wages For Housework’. Sus escritos sobre la demanda del salario por el trabajo doméstico –
¡Lo llaman amor, nosotras lo llamamos trabajo no pagado!– han sido revolucionarios ( Wages against housework, 1975). Oponiéndose a la división entre el trabajo asalariado de la fábrica (masculino) y el desvalorizado trabajo doméstico (femenino), declaraba al hogar “un espacio central [ point zero] de la resistencia al capital”. Si bien el movimiento no prosperó, fomentó la consciencia sobre la
explotación en casa(bit.ly/2UnO5ML) y popularizó la noción de la
reproducción. En una colección de textos de aquella época – Revolution at point zero: housework, reproduction, and feminist struggle(2012)– apuntaba:
no se trata de cambiar la naturaleza de nuestro trabajo, sino de dejar de reproducirnos como trabajadores, como fuerza de trabajo, como mercancía(p. 39).
II. En su obra principal – Caliban and the witch: women, the body, and primitive accumulation (2004)– Federici reconstruye famosamente –y a contrapelo de Marx (sic)– la
acumulación originariay el paso del feudalismo al capitalismo
desde el punto de vista de las mujeres. Analizando las medievales cazas de brujas como un
elemento esencialpara esta transición –y la expansión de esclavitud y colonialismo: de allí el Calibán (Shakespeare), quintaesencial
sujeto colonialal lado de la bruja– lo ve más bien como un
giro reaccionario–una contrarrevolución de las élites feudales ante el auge del comunalismo campesino– que tomó como su objetivo la mujer –
su desvalorización como un sujeto y la destrucción de su poder social(p. 100)– a fin de imponer control sobre su cuerpo y capacidades reproductivas para asegurar la mano de obra para el mercado. Junto con los cuerpos femeninos –en su visión– se apropiaban y expropiaban tierras (los cercamientos) para el nuevo régimen de explotación.
III. Viendo al salario –más que cantidad de dinero– como
una forma de organización,
instrumento de jerarquizacióny hablando del
patriarcado del salario–término que introduce en Caliban...(bit.ly/2ybGaYe)– Federici expone a la vez
la falacia de la liberación de las mujeres mediante el salario/el avance en el mercado, el argumento predilecto del feminismo neoliberal (bit.ly/2TMMpRy); por otro lado formulando una serie de acusaciones a Marx – Patriarcado del salario(2018)– por sus (supuestas) cegueras al tema de la reproducción y su centralidad para la acumulación –“el hogar también es una ‘fábrica’, una que produce los trabajadores”– subraya cómo la violencia interfamiliar es la
herramienta del disciplinamiento de la mano de obra reproductiva(para una crítica desde el feminismo a esta
centralidady algunas ambigüedades federicianas respecto a Marx, véase: bit.ly/2LDZ1lQ, bit.ly/2KMsUEp).
IV. Siguiendo el argumento de Caliban... –
la alienación de las mujeres de los medios de (re)producción como condición para el despegue capitalista– en otra colección de textos (Witches, witch-hunting and women, 2018) Federici insiste en tratar la
acumulación originariacomo
una fase permanente del capitalismo, viéndola en diferentes violencias contemporáneas hacia las mujeres –maquilas, etcétera (bit.ly/2UxhyJ4)– que apuntan en contra de sus capacidades organizativas; desvela las raíces de la noción del
chisme(bit.ly/2UniYRw); analiza –a partir de su experiencia de trabajar en Nigeria– la actual ola de asesinatos de mujeres –¡acusadas de...
ser brujas!– a lo largo de África (y Asia), en los mismos términos que las cazas medievales: hoy, las cazas de brujas –subraya– son la herramienta de la globalización (sic) y parte de un promovido por BM y FMI ataque a los sistemas comunitarios de tierra –con una
justificación teológicade las sectas pentecostales financiadas desde EU– con tal de eliminar (o expulsar) sus dueñas y expandir la frontera de la acumulación (bit.ly/2P9g4Ph).
V. Según Federici
una generalizada crisis de reproduccióncausada por el ataque neoliberal a la esfera de los cuidados –
recortes en salud o educación son una forma de violencia(bit.ly/2Db6B3O)– fuerza a las mujeres a trabajar fuera y dentro de la casa para compensar ausencia de servicios sociales propiciando formación de
un nuevo patriarcado:
las mujeres de hoy deben ser tanto productoras, como reproductoras(bit.ly/2UxhyJ4). Subrayando cómo los medios de subsistencia se vuelven un nuevo terreno de disputa –expansión capitalista/resistencia– une en su análisis Norte y Sur regidos por
una nueva división internacional de trabajo(Revolution…, p. 28) e integra la naturaleza, en la medida en que la explotación femenina se ve intensificada por
otra ronda de cercamientos: privatización de tierra, agua, semillas, extractivismo. Aquí es donde entra también su trabajo sobre los
comunes(Re-enchanting the world: feminism and the politics of the commons, 2018), que
junto con el salario pueden ser dos elementos que se refuerzan mutuamente: la clave está en cómo uno expande su autonomía(bit.ly/2P6h6vs).
*Periodista polaco
Twitter: @MaciekWizz
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