México SA
Reflotar la nave petrolera // Neoliberales, como burros
Carlos Fernández-Vega
C
on la expectativa de que inmediatamente las ponga en marcha, la Secretaría de Hacienda anunció
acciones para fortalecer la capacidad productiva de Petróleos Mexicanos (Pemex), toda vez que sus números, tanto en el ámbito productivo como en el financiero, se han desplomado y la ahora empresa productiva del Estado se encuentra en una situación frágil, tras décadas de saqueo.
De acuerdo con Hacienda, se trata de
un conjunto de medidas que fortalecerán, primordialmente, la estrategia de Pemex en materia de inversión en nuevos proyectos de exploración y producción, al tiempo de la ejecución de
un plan de mejora fiscalque permita oxigenar y reflotar a la empresa, dejando atrás la obsesión privatizadora de los pasados seis gobiernos neoliberales.
En lo inmediato, el balance petrolero de la administración peñanietista resulta desastroso y se suma al heredado por los gobiernos previos, que se resume en el desplome productivo y financiero de la otrora paraestatal. Ninguno de ellos hizo caso de las advertencias, de los focos rojos encendidos desde mucho tiempo atrás, y como burritos, tercamente, siguieron la ruta privatizadora que terminó por asfixiar a la empresa productiva del Estado.
Muchísimas han sido las advertencias sobre el peligro de mantener la política petrolera seguida por los gobiernos neoliberales. Por ejemplo, la Comisión de Vigilancia de la auditoría Superior de la Federación subraya que a partir del diagnóstico realizado se constata que en materia energética México enfrenta retos importantes en las áreas de inversión, producción, exploración, capacidad de refinación, desarrollo de nuevos yacimientos petroleros, reservas probadas, dependencia de los ingresos petroleros, situación financiera de Pemexy la Comisión Federal de Electricidad.
Resulta evidente, señala, la necesidad de revalorar la estrategia del sector energético de mediano y largo plazos en varias vertientes, con el fin de atender los rezagos de gasto de capital que enfrenta la industria desde al menos las dos décadas pasadas. Se requiere una estrategia sólida para conducir a la industria energética del país hacia un proceso modernizador con desarrollo tecnológico para que deje de ser productor de insumos y se convierta en productor de procesos con alto valor agregado.
En el sector petrolero, urge el rediseño e implementación de una estrategia para crear un stock de recursos presupuestales y financieros que se dirijan a resolver rezagos tan apremiantes como la reconstitución de las reservas petroleras para extender su plazo. El agotamiento de éstas es producto de los bajísimos montos de inversión destinados a exploración y desarrollo de nuevos yacimientos petroleros.
El rezago por más de 20 años en la capacidad de refinación ha implicado que más de la mitad de la producción de petróleo se tenga que exportar, toda vez que la actual capacidad apenas permite procesar 1.3 millones de barriles diarios; la construcción de la refinería de alta conversión como la de Tula, Hidalgo (anunciada reiteradamente por Felipe Calderón y nunca construida), podría aumentar la capacidad de transformación del petróleo crudo y disminuirá la desviación de recursos para la compra de petrolíferos en el exterior, especialmente de gasolinas.
La afectación de los ingresos operativos de Pemex antes de impuestos, derechos y aprovechamientos ha generado pérdidas recurrentes, una afectación al patrimonio de la ex paraestatal y mayor nivel de endeudamiento, por lo que la carga fiscal es el principal obstáculo para su desarrollo y la formulación de una estrategia de largo plazo en proyectos de inversión en infraestructura tecnológica para la reconstitución de la planta productiva.
Eso y más. El problema es que tales advertencias se hicieron al comienzo de la administración peñanietista, pero nadie hizo caso y ahí están los resultados.
Las rebanadas del pastel
A los huachicoleros de cuello blanco
se les acaba el negocio, advierte el presidente López Obrador. Bien. Sólo falta que esos delincuentes gocen de vacaciones pagadas en alguno de los hoteles del sistema nacional penitenciario.
Twitter: @cafevega
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