Opinión de los mercados
Orlando Delgado Selley
L
os economistas del regimen sostienen que los mercados emiten señales que informan sobre la situación económica y las perspectivas próximas y de mediano y largo plazos. Además, expresan intereses determinados que buscan reconocimiento. Por mercados se entienden los actores económicos, es decir, empresarios, nacionales y extranjeros, banqueros, inversionistas de todo tipo, también nacionales y extranjeros, asesores financieros, agencias calificadoras y demás. Es claro que la opinión de algunos de estos protagonistas es importante en la toma de decisiones económicas.
Cuando una agencia calificadora, como Fitch, Moody’s o Standard & Poor’s, emite su calificación sobre la deuda mexicana muchas empresas productivas o financieras redefinen sus estrategias para los diferentes plazos. Pero antes de que la den a conocer el gobierno hace modificaciones a sus estrategias para lograr tal o cual calificación. De modo que, pese a que su opinión tiene sesgos, para los propios actores económicos y políticos importa.
En el curso de esta campaña por la Presidencia ha habido diversas manifestaciones sobre las perspectivas de la economía después de la victoria de Andrés Manuel López Obrador. Una de estas opiniones es la que expresó un funcionario de Bank of America Merril Lynch, con responsabilidades para México y Canadá. Para esta empresa el escenario base , es decir, el de mayor probabilidades de determinar las próximas decisiones de inversión opinión corresponde a un triunfo del candidato de Juntos Haremos Historia: victoria que incluye lograr mayoría simple en la Cámara de Diputados, es decir, 251 legisladores, pero no en la de Senadores. Esta apreciación corresponde también –según una nota de El Economista (11/6/2018)– a Oxford Economics y UBS.
Lo que sería sorprendente para estas empresas, que son parte de quienes conforman la opinión de los mercados, es que la victoria de AMLO no ocurriera. Este hecho inesperado, que pudiera derivarse, según su punto de vista, de un fraude electoral, tendría consecuencias negativas que se reflejarían en el tipo de cambio. Los mercados, así debemos entenderlo, han dejado de tener una opinión unánime contra López Obrador, reconociendo que impedir su triunfo generaría efectos económicos adversos. Oxford Economics en sus consideraciones agrega que el equipo económico del abanderado de Juntos Haremos Historia sabe que una parte importante de la deuda pública está en poder de no residentes, es decir, de inversionistas extranjeros. Este reconocimiento ha llevado a que los responsables económicos del eventual gobierno de Morena se hayan reunido con estos inversionistas para explicar el programa económico de su candidato.
El resultado de estas reuniones, siempre de acuerdo con estas empresas financieras, es que se ha generado una amplia confianza entre estos agentes económicos y el equipo en la materia de López Obrador. En este mismo sentido parece orientarse la publicación de Coparmex que presenta resultados de una encuesta encargada a una firma especializada en la que se registra una amplia ventaja del aspirante morenista. Se trata de señales de parte de agentes relevantes en diferentes mercados que han decidido reconocer que es muy posible que gane la coalición Juntos haremos historia.
No se trata, por supuesto, de un acuerdo generalizado. Hay una oposición muy evidente en diversos grupos empresariales y en algunos de los grandes contra López Obrador, como la expresada por directivos de Soriana. Hemos sostenido que esta posición en contra es parte de una estrategia de mayor alcance que incorpora otro tipo de medidas. Pero lo que ha ocurrido es que incluso en los mercados haya aceptación de que la ventaja de AMLO es irreversible, lo que les ha llevado a expresar apoyo a la propuesta de Juntos Haremos Historia.
La fuerza del respaldo social que ha generado la candidatura de AMLO ha logrado romper la unanimidad de los mercados. Tambien allí ha avanzado el reconocimiento de que una nueva conducción del país va a ser electa este próximo primero de julio, AMLO será el próximo Presidente de la República y con él habrá que trabajar para que el país recupere su capacidad de crecimiento y generación de empleos decentes. No todos los empresarios lo aceptan, pero que algunos lo hagan es importante. El país no podría avanzar sin el concurso de los inversionistas. El esfuerzo que se requerirá es significativo y la iniciativa privada tendrá un rol fundamental.
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