EL DELFÍN

Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.

sábado, 16 de junio de 2018

Mexico SA

México SA
Escala guerra comercial // Guajardo, primera baja
Carlos Fernández-Vega
Foto
▲ El peso recuperó terreno frente al dólar, que se debilitó frente a varias monedas, ante el aumento de las tensiones comerciales. En operaciones al mayoreo, la moneda mexicana ganó 0.78 por ciento, equivalente a 16 centavos, al cerrar en 20.66 unidades por dólar, de acuerdo con el precio publicado por el Banco de México. Durante la jornada, el peso llegó a caer hasta 20.87 por dólar, su nivel más bajo desde enero del año pasado. En ventanillas bancarias, la divisa mexicana cerró en 20.95 en sucursales de Citibanamex y 21.05 en las de BBVA Bancomer.Foto María Luisa Severiano
E
n una hipotética conflagración mundial de carácter militar, la primera baja, inmediata y sin dudarlo, sería el secretario mexicano de Economía, Ildefonso Guajardo, quien a estas alturas dice no ver ninguna guerra comercial de alcance internacional, y mucho menos una disputa con Donald Trump, el gran socio y amigo de México (versión oficial).
Con ese alegre criterio queda claro por qué, desde el arranque de lo que ellos llaman modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y con un esquizoide en la Casa Blanca, el gobierno mexicano va perdiendo, y por goliza, en las negociaciones del acuerdo –hasta ahora– trilateral.
El dream team peñanietista, con Guajardo –se supone– a la cabeza, todo justifica, todo matiza, todo aligera y todo acomoda para que quepa en la novela rosa mexicana del libre comercio, por mucho que ésta no convenza ni a los más optimistas.
Guajardo asegura que para México no existe la conflagración comercial con Estados Unidos, pero en los hechos va en aumento la guerra invisible desatada por Trump (y nuestro país es uno de los directamente afectados), la cual, hasta ahora, involucra a naciones representativas de 78 por ciento, aproximadamente, del producto interno bruto (PIB) mundial, y creciendo.
No es novedad que Estados Unidos se crea el mandamás del planeta y que sólo sus chicharrones truenen, pero la actitud del inquilino de la Casa Blanca muestra un perfil sicótico en vías de empeorar. Por ello, las naciones afectadas por la decisión de Trump de imponer aranceles sin ton ni son han reaccionado por dos vías: una, pegar con la misma moneda –aranceles a los productos gringos– y, dos, presentar denuncias ante la Organización Mundial de Comercio (una suerte de ONU del comercio internacional, por definirla así).
Tras dos meses de chantaje, a partir del pasado primero de junio Donald Trump aplicó aranceles (por razones de seguridad nacional) al acero (25 por ciento) y al aluminio (10 por ciento) mexicanos, medida que incluyó a los mismos productos de origen canadiense y de la Unión Europea. Los dos primeros países –versión oficial– son socios y amigos de Estados Unidos, y de muchos años atrás las principales naciones integrantes de la UE son calificadas como aliadas estratégicasdel gobierno gringo.
Con todo, Trump pegó fuerte a sus amigos y socios, y orientó baterías en contra de China, nación que ha respondido con la misma medicina (50 mil millones de dólares en aranceles a productos gringos, en respuesta a la agresión estadunidense), mientras escala el enfrentamiento promovido por el inquilino de la Casa Blanca. Incluso el secretario estadunidense de comercio, Wilbur Ross, quiso limpiarle el camino a su jefe, al subrayar que como presidente tiene la autoridad para modificar los aranceles o imponer cuotas o hacer lo que quiera en cualquier momento.
En efecto, el esquizoide de la Casa Blanca anunció ayer que Estados Unidos impulsará aranceles adicionales si China emplea medidas de represalia, como imponer nuevos aranceles sobre bienes, servicios o productos agrícolas de nuestro país; elevar barreras no arancelarias o tomar medidas punitivas contra exportadores estadunidenses o compañías estadunidenses que operan en China. Y el dragón asiático tomó medidas de represalia, con lo que el conflicto sigue escalando.
Entonces, en números cerrados, Estados Unidos detenta 25 por ciento del PIB mundial; la Unión Europea alrededor de 22 por ciento y China ronda 20 por ciento. Japón registra 7 por ciento, Canadá sólo 2.5 por ciento y México apenas 1.3 por ciento. Hasta ahora esos son los directamente involucrados por la acción unilateral de Donald Trump, en una guerra comercial que el secretario mexicano de Economía, Ildefonso Guajardo decreta inexistente.
Las rebanadas del pastel
Para animar el ambiente, el dólar estadunidense cerró semana hasta en 21.36 micro pesitos. Ánimo. Veremos cómo amanece el próximo lunes.

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