Guillermo Almeyra
Se cosecha lo que se siembra. El kirchnerismo hizo todo lo posible para desmovilizar y despolitizar a los trabajadores y pobres de Argentina y fomentó la ignorancia y los valores de la derecha y de la reacción convirtiendo en héroe a Juan Manuel de Rosas, beatificando al Perón que en su Constitución de 1949 prohibía las huelgas y decía ¡en 1945! a los capitalistas que defendía el capitalismo porque él mismo era uno de ellos pero que había que dar mayores salarios a los trabajadores y subordinar sus sindicatos al Estado para poder controlarlos. Los programas de mayor rating en la Argentina kirchnerista son el fútbol (de primera y de segunda división, los jueves, viernes, sábado, domingo y lunes) y los culos que exhibe el programa de Tinelli. La política de derecha y la cultura de derecha fomentaron una derecha no kirchnerista que ni Néstor Kirchner ni Cristina, su sucesora, combatieron.
Macri, peronista de derecha formado con el peronista neoliberal y proimperialista Carlos Menem, hizo sus leyes con el apoyo de los kirchneristas que las votaron y si oposición real construyó sus bases y su cultura. El resultado lógico de todo esto es el triunfo de Mauricio Macri en las elecciones para presidente en las que es falso que se enfrentaron dos proyectos diferentes pues el candidato oficial, Daniel Scioli, declaraba que pagaría a los fondos buitres, que contraería nuevas deudas, que reprimiría a los piquetes obreros y a las protestas sociales tal como lo hace Macri y no excluía una devaluación y el ajuste, o sea, la rebaja de los salarios reales.
En el balotaje la participación electoral fue altísima (el 78 por ciento del padrón) y los votos en blanco, cerca del 2 por ciento ( más de medio millón) no son muchos pero expresan el repudio a ambas candidaturas burguesas. Los que llamaron a votar por Scioli para “evitar el triunfo de la derecha” prepararon esa victoria al tratar de hacer pasar gato por liebre o sea a Scioli por izquierdista contra todas las evidencias y la experiencia de los habitantes de la provincia de Buenos Aires que conocen a Scioli como gobernador y le votaron en contra. Ahora este triunfo de un neoliberal declarado pesará brutalmente contra Venezuela, la UNASUR, el Mercosur.
¿Se acuerdan de la victoria en México de Vicente Fox, tan tonto y reaccionario como Macri, que los ingenuos y carentes de visión clasista votaron creyendo en un cambio y una mejoría con respecto al PRI, con la consecuencia del triunfo del PRI de Peña Nieto después del sexenio criminal de Calderón?
Quienes creen que Macri es el “cambio” dentro de poco tiempo estarán protestando en las calles porque , aunque Macri se vea obligado a modificar su programa social para no tener que escapar en helicóptero, aplicará la política del capital financiero internacional en esta fase de crisis económica y de preparación de una guerra mundial.
El Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), que llamó a votar en blanco como otras organizaciones de izquierda y se ilusionó sobre la magnitud del mismo deberá hacer un balance serio de su campaña y sólo si elabora una alternativa política y une las fuerzas anticapitalistas, pesar a su exigüidad de votos podría aparecer, entre los jóvenes trabajadores, como reorganizador político y sindical después de esta vergonzosa derrota del kirchnerismo
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