"En América Latina, presenciamos en las últimas décadas la expansión del extractivismo a través de megaproyectos de diferente índole (hidrocarburos, monocultivo, megaminería, megarepresas, entre otros). Este modelo de desarrollo basado en la sobreexplotación de los bienes naturales se despliega por los territorios a través de la violencia y la violación de derechos humanos y ambientales. La multiplicación de emprendimientos mineros a gran escala en los países de América Latina en los últimos años, son un claro ejemplo de este modelo de desarrollo. La expansión de la megaminería en los países de la Región se llevó a cabo de manera inconsulta, se implementó a partir la negación de los derechos de las comunidades a decidir sobre sus territorios; así como a partir del despojo y el desplazamiento forzado de pueblos campesinos e indígenas.
La megaminería es una actividad extractiva fuertemente invasiva y dañina para el ambiente, por la envergadura de los proyectos, las grandes cantidades de agua necesarias para el desarrollo de la actividad, así como por sus importantes impactos ambientales; tales como la contaminación de fuentes de agua (acuíferos, ríos, arroyos, glaciares, etc.), del suelo y del aire, por mencionar algunos de ellos. A pesar de ser una actividad de alto riesgo, no cuenta con los controles ambientales necesarios por parte de los Estados, que minimizan los impactos y delegan los controles a las empresas mineras.
El día el día 05 de noviembre de 2015 se produjo la ruptura de dos presas (Fundão e Santarém) de residuos mineros de la empresa Samarco Mineradora S.A., asociación entre la (Vale S.A) y la (BHP Billiton Brasil Ltda) en el Estado de Minas Gerais, en el distrito de Bento Rodrigues, Brasil. Las comunidades rurales quedaron enterradas en lodo tóxico. Se calculan 16 personas muertas y 45 desaparecidos hasta la presente fecha. Sin embargo, la cantidad de víctimas no está debidamente publicada (las cifras oficiales señalan hasta el momento 6 muertes) y los pobladores locales hablan de 200 personas desaparecidas. Las presas liberarán un total de estimado de 62 millones de metros cúbicos de residuos. Por este motivo, existe la preocupación de que este volumen de residuos contamine las aguas de la Cuenca Río Doce, afectando el suministro de aproximadamente medio millón de personas.
Los profesores, investigadores, estudiantes, integrantes de organizaciones sociales que aquí firmamos nos solidarizamos con las comunidad de Bento Rodrigues que en este momento están sufriendo las consecuencias nefastas de este modelo perverso. Queremos extender un abrazo y brindar nuestro apoyo y solidaridad a toda la comunidad, así como subrayar que lo que allí sucedió no es un hecho aislado, ni un accidente. Los impactos de la megaminería se hacen cada vez más evidentes, y los casos de derrames de sustancias tóxicas se vienen repitiendo, en los últimos tiempos, en diferentes países. Así lo demuestran el derrame en el Río Sonora, municipio de Cananea, México, el pasado 6 de agosto de 2014 donde la empresa Buenavista del Cobre S.A. subsidiaria de Grupo México vertió 40.000 metros cúbicos de solución de cobre acidulado, y el derrame en el río Jáchal, San Juan, Argentina, el pasado 13 de septiembre, donde la empresa minera Barrick Gold, en su proyecto Veladero, vertió un millón de litros de agua cianurada en las nacientes del río.
Extendemos nuestro apoyo y solidaridad a todas las comunidades y movimientos sociales que, en diferentes países de América Latina, luchan por la vida y el territorio frente al avance de la megaminería y resisten a la represión y criminalización de los gobiernos de turno que privilegian el modelo extractivo y los intereses las empresas mineras.
Para adherir, enviar: nombre y apellido/institución u organización de pertenencia/país, a derrameminero@gmail.com
Se ruega difusión, Muchas Gracias."
Se ruega difusión, Muchas Gracias."
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