14.5.2015
Ayer miércoles tuvo lugar un hermoso acto en la sede central de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de la Argentina en conmemoración del 125° aniversario del nacimiento de Ho Chi Minh (1890-1969) y los 40 años de la aplastante victoria del heroico pueblo vietnamita sobre el invasor norteamericano. Coordinó la mesa Carlos Aznarez, de Resumen, y contó con la participación del Embajador de Vietnam en la Argentina; el escritor y periodista Vicente Zito Lema, Poldi Sosa (Asociación cultural argentino-vietnamita), el secretario de Derechos Humanos de ATE y quien esto escribe.
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Documental sobre HCM (Foto: gentileza Jorge Form) |
El "tío Ho", como se lo llama en Vietnam, fue un extraordinario luchador antiimperialista y un comunista ejemplar, de esa estirpe de los "imprescindibles" de que hablaba Bertolt Brecht. Profundo conocedor de la cultura universal de su tiempo se vinculó a la Tercera Internacional como uno de los líderes del movimiento campesino de Indochina. Antes estuvo en Francia y fue uno de los fundadores del Partido Comunista galo.Viajó por gran parte del mundo como marinero, movido por su afán de conocer otras tierras y comprobar sobre el terreno los estragos del colonialismo y la necesidad de lanzar una lucha continental en su contra.
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(Foto: gentileza Jorge Form) |
Su incansable curiosidad intelectual queda reflejada en esta anécdota, narrada por Sosa en su retrato del personaje. Ho conoce en Moscú a Miguel Contreras, un argentino, de Córdoba, que concurría al Congreso de la Internacional Comunista celebrado en 1924. Se ponen a conversar y Ho, un hombre de pequeña estatura física (1.52 m), menudo y de apariencia frágil lo comienza a interrogar sobre ¡la Reforma Universitaria de Córdoba, que cómo era esa universidad, quiénes eran los estudiantes que habían acabado con la vieja universidad retrógrada y confesional, que cómo era esa ciudad, etcétera, etcétera, etcétera! Un vietnamita, en Moscú, año 1924, sin internet, televisión, apenas algo de radio y algún que otro cable de prensa y que, pese a ello, se las había ingeniado para seguir con interés un proceso emancipatorio protagonizado por los jóvenes universitarios cordobeses en las antípodas de su país pero que él, como internacionalista que era, lo vivía como propio, como una victoria que se desplegaba sobre el escenario mundial en la larga lucha contra la reacción y el imperialismo. Este David asiático era un gigante intelectual y político y no fue casual que, varias décadas después, condujera a su pueblo a una epopeya sin igual: derrotar al Goliath imperial y empezar a escribir una nueva y luminosa página en la historia de su milenario país. ¡Honor y gloria para Ho Chi Minh!
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Vista parcial del público asistente. (Foto: gentileza de Jorge Form)
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