La alianza bélica crece
Jörg Kronauer
19/05/2022
La incorporación de Finlandia y Suecia en la OTAN tendrá repercusiones, por ejemplo, para la población del Kurdistán sirio o para la misma población finlandesa.
Finlandia y Suecia realizaron el fin de semana los últimos preparativos para su solicitud de ingreso en la OTAN. Después de que los socialdemócratas finlandeses, el partido de la primera ministra Sanna Marin, otrora escépticos ante la OTAN, dieran luz verde el sábado [14 de mayo NdR], Marin y el presidente Sauli Niinistö anunciaron oficialmente el domingo [15 de mayo NdR] que presentarían inmediatamente la solicitud a Bruselas. Se espera que el Parlamento de Helsinki dé su aprobación este lunes [16 de mayo NdR].
En Suecia, también se esperaba un "sí" definitivo del gobernante Partido Socialdemócrata el domingo [15 de mayo NdR]. También en Estocolmo, el gobierno quiere remitir la solicitud de adhesión a Bruselas tras una decisión parlamentaria prevista para este lunes o martes [16 o 17 de mayo NdR]. Todos los pasos restantes se consideran una mera formalidad.
Los ministros de Asuntos Exteriores de los países de la OTAN también debatieron la prevista ampliación hacia el norte de la alianza bélica en su primera reunión informal celebrada en Berlín el fin de semana. La ministra federal de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock (Alianza 90/Los Verdes), dijo que era muy importante que la admisión de Finlandia y Suecia "no fuera una larga espera": Por ello, el Gobierno Federal había "preparado todo" para llevar a cabo el proceso de ratificación "muy, muy rápidamente".
Esto es necesario, según la OTAN, para poner en marcha cuanto antes la garantía oficial de apoyo a los nuevos Estados miembros, que solo comienza una vez completada la adhesión. Los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN también debatieron sobre la guerra en Ucrania en presencia del ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Dmitro Kuleba. Hay que "ayudar a Ucrania a la victoria", exigió la ministra de Asuntos Exteriores británica, Elizabeth Truss.
Turquía declaró sorprendentes objeciones a la ampliación de la OTAN hacia el norte. El presidente Recep Tayyip Erdogan ya había declarado bruscamente el viernes [13 de mayo NdR] que no tenía "ninguna opinión positiva" al respecto. Dijo que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) gozaba de cierta libertad en Suecia. Además, el gobierno sueco apoya el autogobierno kurdo en el norte de Siria.
De hecho, según informes, Estocolmo les ha apoyado con más de 40 millones de dólares estadounidenses en los últimos años. La ministra de Asuntos Exteriores, Ann Linde, pidió a Turquía que se retire del norte de Siria en 2020. Ankara quiere que todo esto no vuelva a ocurrir en el futuro. El presidente de Croacia, Zoran Milanovic, ya había declarado recientemente que exigiría concesiones en la disputa sobre los cambios de la ley electoral en Bosnia-Herzegovina a favor de la parte croata de la población a cambio de un "sí" a la ampliación de la OTAN. Sin embargo, su gobierno rechaza tal acuerdo.
El presidente ruso Vladimir Putin se pronunció en contra de la entrada de Finlandia y Suecia en la OTAN en una conversación telefónica con su homólogo finlandés Niinistö el fin de semana. Rusia no representa ninguna amenaza para Finlandia, afirmó Putin. Sin embargo, una renuncia formal a la neutralidad finlandesa empeoraría las relaciones.
El portavoz de Putin, Dmitry Peskov, ya había anunciado que Moscú se vería obligado a reaccionar "militarmente y de otras maneras" a la adhesión de Finlandia a la OTAN. El fin de semana se informó de que Rusia había puesto fin a sus suministros de electricidad a Finlandia, que cubren el diez por ciento del consumo total del país. Moscú lo justificó diciendo que Helsinki había dejado de pagar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario