México SA
Avanza combate a la corrupción // Primera mejoría en 25 años
Carlos Fernández-Vega
P
or primera vez en 25 años, México se reposicionó –para bien– en la escalera mundial de la corrupción (ocho peldaños de un jalón), de acuerdo con el Índice de Percepción de la Corrupción 2019 (elaborado por Transparencia Internacional y divulgado ayer).
Falta mucho camino por recorrer, pero el resultado de referencia es indicativo de que funciona la estrategia anticorrupción del presidente López Obrador, toda vez que en su primer año de gobierno no sólo detuvo el desplome sistemático de nuestro país (en 25 años, 25 caídas, en el entendido de que menor posición es igual a mayor corrupción) en dicho indicador.
El balance previo es desastroso, porque en 1995 (primer año de elaboración y difusión del citado informe mundial y con información de 1994, último tramo del gobierno de Carlos Salinas de Gortari) México se colocó en el escalón número 32 (de 41 posibles) entre los países más corruptos del mundo ; en 2018, cierre sexenal de Enrique Peña Nieto, nuestro país se ubicó en el peldaño 138 (de 180 posibles), es decir, un desplome de 106 posiciones en un cuarto de siglo, periodo en el que ferozmente atracaron tres administraciones priístas (CSG, Zedillo y EPN) y dos panistas (Fox y Calderón), sin olvidar a los amigos del régimen.
Galopante fue el avance de la corrupción en los gobiernos priístas y panistas, a tal grado que, en esta materia, México es catalogado como el peor posicionado entre las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y el Grupo de los 20, y aunque no se tiene registro –pero sí conciencia– de calificaciones anteriores a la época salinista, lo cierto es que cada uno de los anteriores cinco inquilinos de Los Pinos rompieron récord.
De ahí la relevancia de la primera evaluación que hace Transparencia Internacional del nuevo régimen mexicano, que tan solo en 2019 logró ascender ocho peldaños de un jalón en la escalera internacional de la corrupción. Es el único registró positivo en un cuarto de siglo, es decir, desde que dicho organismo inicio la citada medición.
Por ello vale recordar cómo se la gastaban, y de qué tamaño, los cinco gobiernos anteriores en materia de corrupción. Transparencia Internacional ha documentado que al cierre del sexenio salinista (1994) México ocupó el escalón número 32 entre los países más corruptos del mundo (mientras más lejos de cero, mayor corrupción). Ese fue el primer informe temático de dicha organización, pero al concluir la administración de Ernesto Zedillo (año 2000) nuestra nación cayó al peldaño número 59, y al terminar la de Vicente Fox (2006) se había colocado en el 70.
De Salinas a Fox, México se hundió 38 escalones, pero lejos estaba de ser el peor resultado, porque los siguientes dos gobiernos dieron cátedra en la materia: al concluir el sexenio de Calderón nuestro país había descendido al peldaño 105 entre las naciones más corruptas del mundo (a nivel de Gambia, Kosovo, Mali y Filipinas), y al 138 al término del correspondiente a Enrique Peña Nieto (a la par de naciones como Papúa Nueva Guinea, Líbano y Guinea).
Así, solo en los sexenios de FelipeCalderón y Enrique Peña Nieto, México se desplomó 68 escalones, casi el doble de sus tres antecesores en Los Pinos, todos ellos instalados en el régimen neoliberal. El michoacano hundió 35 peldaños al país, y el de Atlacomulco, 33.
Con los tres primeros gobiernos del siglo XXI (Fox, Calderón y Peña Nieto) México cayó 79 peldaños en la escalera internacional de la corrupción, es decir, las tres administraciones que en todo momento presumieron el
combate decididoen contra… de la corrupción (sin que ello quiera decir que los previos fueran blancas palomas). Y si se consideran los cinco (de CSG a EPN) el desplome fue de 106 posiciones.
Las rebanadas del pastel
Por cierto, con Donald Trump la corrupción en Estados Unidos ha tomado fuerza: desde que llegó a la Casa Blanca su país ha caído 14 escalones (de la posición nueve ala 23).
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