Candil de las redes, oscuridad de Michoacán
Lev M. Velázquez Barriga*
E
l Limón de la Luna es una comunidad que pertenece a Buenavista, Michoacán, el municipio donde fue asesinado el presidente municipal electo antes de siquiera haber tomado posesión del cargo y donde la síndico que lo iba a suceder tuvo que huir de la muerte apenas seis horas antes de asumir la responsabilidad; la siguiente en la cadena era una maestra que fue secuestrada en su escuela, en horario de clases y a la vista de todos; afortunadamente fue liberada después, aunque la cadena de hechos de inseguridad no terminó ahí, pues Buenavista se ha convertido en territorio intransitable, en tierra de nadie, en un cementerio sin fronteras.
A esa comunidad llegó Alfredo hace 22 años como maestro de la telesecundaria. Pronto las necesidades escolares lo llevaron fungir de maestro de grupo y responsable de la dirección al mismo tiempo, así como de la gestión para mejorar la escuela, sin que eso le haya implicado alguna remuneración extra para él o para pagar las salidas que exige el trabajo directivo y de gestión. Es el único sostén económico de su familia y quien solventa la educación de sus dos hijas; una tiene que desplazarse diario fuera de su lugar de origen para cursar la preparatoria y él la recoge cada noche en su auto debido a la lejanía y la inseguridad.
Alfredo es uno de los 32 mil maestros michoacanos con plaza estatal que cada quincena viven amenazados por la violencia social, pero además en la zozobra por la inseguridad de su salario desde que el gobernador Silvano Aureoles entregó de manera unilateral los servicios educativos a la Federación, lo cual no tiene precedente en el estado ni casos similares en la República; las últimas veces que le pagaron a Alfredo fue hasta nueve días después de los tiempos estipulados legalmente y en cada ocasión la autoridad argumentó que el gobierno estatal ya no era responsable de pagar a los maestros; sin embargo, constantemente y desde hace tres años los trabajadores de la educación con plaza estatal no han recibido las prestaciones salariales que sí cobran los que tienen plaza federal.
A inicios del ciclo escolar llegaron dos nuevos maestros a Limón de la Luna: José de Jesús, egresado de la normal de telesecundarias en 2014, su contrato terminó en diciembre pasado, ahora no sabe si regresará a trabajar, ya va para cinco años en esa situación sin percepción salarial regular, por lo que decidió recuperar el oficio de herrero heredado de su padre; trabaja por las noches para llevar algo a casa; Migue Ángel salió de la misma normal en 2015, su contrato culmina el próximo 31 de enero, pero no sabe qué sucederá con su pago; ha pasado meses sin percibir un solo peso. Si ambos no volvieran a la segunda parte del ciclo escolar, sus aulas vacías se sumarían a los miles de grupos que en Michoacán no tienen maestro al frente.
Alfredo, José de Jesús y Migue Ángel decidieron irse al paro de labores para exigir solución a los problemas del sector educativo, pero sus condiciones económicas no son las mejores para trasladarse tres horas de camino hasta el plantón de Morelia, los dos primeros se integraron al cierre de la presidencia de Buenavista y de la oficina recaudadora del estado, el otro al bloqueo de vías del tren en Lázaro Cárdenas, lo más cercano a su lugar de origen para poder subsistir con ayuda familiar.
La indiferencia del gobernador de Michoacán a los problemas de la población ha llegado al absurdo: no había entrado el nuevo gobierno y él adelantaba que no se haría cargo de los servicios educativos, se declaró en insolvencia económica para el último mes del año, pero mantuvo intacta a la alta burocracia de la Secretaría de Educación en el estado y sus salarios infames. El gobierno de AMLO envió a Michoacán mil 600 millones de pesos adicionales para pagar salarios, así como aguinaldos en la universidad y en educación básica, pero Aureoles quiso continuar comprando varios diputados locales para que le aprobaran un presupuesto de egresos que contempla, además de siete nuevos impuestos, 130 millones de pesos quincenales para nómina educativa, cuando en realidad se necesitan 240 millones.
La situación de Michoacán es crítica. Sin embargo, el gobernador decide abandonar el estado para irse de gira por Europa, pretendiendo gobernar mediante mensajes de Facebook y Twitter, descontextualizado y ausente de las mesas tripartitas de acuerdos entre la Federación, el gobierno estatal y la representación magisterial.
Condenar a los maestros no es más que desviar el problema y ningún adelanto de las participaciones federales resolverá la situación de fondo, sólo una restructuración del presupuesto estatal podría hacerlo y una auditoría a la administración de Silvano Aureoles demostraría quiénes son los responsables y la dimensión real del desfalco millonario a los servicios educativos.
* Doctor en pedagogía crítica
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