Morena: viñetas de una epopeya política
no. Morena surgió de la movilización popular contra el desafuero de AMLO, en 2004-05, y en 2012 se convirtió en partido-movimiento ante la evidencia del naufragio ético y político del PRD que culminó con la firma del Pacto por México. Para entonces, Morena estaba listo para rescatar desde ese nuevo movimiento, esos nuevos militantes, a lo que de izquierda quedaba en el PRD, y a sumar a cada vez más movimientos sociales.
2. En enero de 2014 el presidente nacional de Morena, Martí Batres, recordó a la asamblea constitutiva del partido que para llegar a ese punto “se realizó un intenso trabajo de la militancia de Morena en todo el país y… también un esfuerzo titánico de AMLO. Sólo así se entiende que pudieran afiliarse medio millón de mexicanos en un lapso muy breve y pudieran realizarse 30 asambleas estatales… Visto en perspectiva histórica, lo que ha hecho Morena es una epopeya política”. Lo hizo a contracorriente, bajo cerco mediático y asedio político.
3. El partido se estrenó electoralmente, bajo asedio y cerco mediático, en las elecciones de 2015. Fue un gran estreno
, un éxito
sin parangón en nuestros anales políticos, como escribió Elena Poniatowska, quien, además, pasa revista a algunos de los cuadros que para ella fueron claves (https://bit.ly/3iXUVFW).
4. Parte de ese esfuerzo fue la construcción de una red nacional de jóvenes, con base en los mil 500 que, seleccionados en asambleas en cada uno de los 300 distritos electorales, pasaron por los cursos intensivos de formación política impartidos en 2013 y reforzados en 2014. Muchos de esos jóvenes hoy son destacados cuadros del partido. A cientos de ellos los vi brigadeando en 2015, 2016, 2017, 2018.
5. Esos cursos nacionales y decenas de cursos locales en 2014 fueron posibles gracias a la enorme reserva intelectual de Morena, representada en los 300 científicos, académicos, artistas, escritores de su consejo consultivo nacional (instalado en enero de 2013) y los cientos más de los consejos consultivos estatales. Ellos impartieron (impartimos) esos cursos, siempre sin cobrar un peso. La suma de su capacidad intelectual es inmensa… por cierto, casi todos ellos tenían bloqueado el acceso a los medios de comunicación de la oligarquía, por el cerco informativo contra Morena (va aquí una lista de dos momentos de Morena con intelectuales
, no como abajofirmantes
, sino trabajando; https://bit.ly/35VhGXa).
6. En las elecciones de 2018, frente al fraude que se preparaba (lo viví en carne propia en 2017 en Veracruz y el estado de México), Morena desplegó más de 200 mil militantes y simpatizantes para vigilar las casillas y cuidar la elección. Nuestro candidato presidencial alcanzó el más excepcional y legítimo triunfo democrático de nuestra historia.
7. Muchos cuadros dirigentes del partido se fueron al gobierno, como es lógico: tres gobernadores, nueve o 10 secretarios y no menos de 25 subsecretarios de Estado o equivalentes, fueron claves en toda la historia atrás reseñada. Y, por ejemplo, de los 22 integrantes del Comité Ejecutivo Nacional de 2012-15, 17 se integraron al gobierno o son legisladores y dos permanecen en cargos directivos del partido. Casi todos están haciendo gran trabajo.
8. Ahora bien, hay un marcado descontento en las filas del partido por la mala dirección que se enquistó en muchos estados, y por la conducción nacional de agosto de 2018 a enero de 2020, que la dirección interina actual no pudo o no supo revertir por razones de pandemia e interferencia judicial. No hemos eludido la crítica (https://bit.ly/3hTCOPX y https://bit.ly/2ZZBJQm). El descontento es real y hay que atenderlo. Pero sería suicida hacerlo contra el espíritu de Morena, echando a sus constructores y eliminando su vinculación al movimiento social.
9. Sería suicida hacer tabla rasa, como propone Gibrán Ramírez, quien basa buena parte de su campaña en la descalificación de la historia, los logros, los cuadros, la militancia del partido (¿por qué entonces no forma otro?). Quizá es honesto, porque no estuvo en ninguno de los momentos reseñados en las viñetas anteriores, no estuvo con los militantes de base brigadeando en las calles ni cuidando casillas y, por tanto, es real su desconocimiento de lo que el partido es. El prestigio de ese candidato se limita a cómo lo inflaron artificialmente los medios oligárquicos contrarios a Morena, e inició su campaña con mentiras sobre su propio pasado (https://bit.ly/3mE26Ff). No, no es personal: nunca lo he visto. Pero me molestan profundamente el oportunismo y la simulación.
10. ¿Remedio? Sin duda: retomar el espíritu del partido (la mayoría de sus constructores han manifestado que para ello apoyan la fórmula Porfirio Muñoz Ledo-Citlalli Hernández) y retomar la propuesta del Instituto de Formación Política tal como la presentó Rafael Barajas El Fisgón y la aprobó nuestro consejo nacional.
Twitter: @HistoriaPedro
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