Contener Covid-19 o salvar la economía es una falsa dicotomía
- Análisis
No hay duda de que la crisis de Covid-19 ha traído costos económicos en todas partes. Existe una preocupación comprensible de que las medidas más extremas contra el virus, desde la distancia social hasta los confinamientos restringidos, agravarán el impacto en las economías. Como resultado, existe una tendencia a considerar el problema como un equilibrio entre los costos económicos y de salud.
Esta visión ha definido ampliamente, por ejemplo, el enfoque del gobierno de Estados Unidos. "Creo que aprendimos que si la economía se paraliza, hará más daño", dijo el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, en junio , cuando la administración Trump se resistía a los llamamientos para combatir de manera decisiva la segunda ola de Covid en el país.
A nadie se le debe hacer pensar que existe una opción entre salvar vidas y salvar la economía. Ésta es una falsa dicotomía. Si hay algo que aprender para el futuro, es que cuanto más rápido se contenga la enfermedad, más se minimizará su impacto económico.
Pero la idea de una contraposición no está respaldada por datos de países de todo el mundo. Incluso es lo contrario lo que puede ser cierto. Examinemos los datos disponibles sobre las 45 naciones de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), utilizando cifras e indicadores económicos de Covid-19 .
Las estadísticas de Covid-19 que usaremos son muertes por millón de habitantes. Ningún indicador en sí mismo es perfecto, y estas tasas no siempre reflejan factores contextuales que se aplican a países específicos, pero este indicador nos permite trazar una imagen global razonablemente precisa.
Los indicadores económicos que examinaremos se encuentran entre los más utilizados para evaluaciones generales del desempeño económico nacional. El producto interno bruto (PIB) per cápita es un índice de riqueza nacional. Las exportaciones y las importaciones miden la actividad económica internacional de un país. Los hábitos de los consumidores son un indicador de cómo se comporta una economía.
Efectos sobre el PIB per cápita
Nuestra primera tabla describe las muertes por millón de habitantes por Covid-19 en los países en relación con el cambio porcentual en el PIB per cápita durante el segundo trimestre de 2020.
El tamaño de cada punto de datos muestra la escala de muertes por millón al 30 de junio, utilizando una escala logarítmica, o "log", una forma de mostrar un rango muy amplio de valores en una forma gráfica compacta.
Log (muertes por millón) y PIB per cápita
Si la supresión del virus, lo que lleva a un menor número de muertes por millón, da como resultado los peores reveses económicos nacionales, entonces la “hebra” del diagrama 1 sería positiva. Pero ocurre lo contrario, con una correlación general de -0,412.
Los dos puntos fuera de la curva son China, en la parte superior izquierda, con un cambio positivo en el PIB per cápita, e India, en la parte inferior. China ha impuesto estrictos y exitosos procedimientos de contención y contención, lo que significó que los efectos económicos fueron limitados. India impuso desde el principio un confinamiento estricto, pero desde entonces sus medidas han sido mucho menos eficaces. Eliminar ambos datos nos deja con una correlación de -0,464.
Exportaciones e importaciones
Nuestra segunda tabla muestra la relación entre muertes por millón y el cambio porcentual en las exportaciones.
Si hubiera un contraste claro entre contener el virus y promover el comercio internacional, veríamos una relación positiva entre los cambios en las exportaciones y las tasas de mortalidad. En cambio, parece que no hay relación.
Log (muertes por millón) y variación de las exportaciones en el 2º trimestre. 2020
Nuestro tercer cuadro muestra la relación entre muertes por millón y cambios porcentuales en las importaciones. Al igual que con las exportaciones, un contraste entre la lucha contra el Covid-19 y la economía mostraría una relación positiva. Pero tampoco hay ninguna evidencia de tal relación aquí.
Log (muertes por millón) y variación de las importaciones en el 2º trimestre. 2020
Hábitos de consumo
Nuestro cuarto gráfico muestra la relación entre muertes por millón y cambio porcentual en los gastos de consumo individual. Esto complementa la ilustración que obtuvimos de las importaciones y exportaciones, al rastrear los hábitos de consumo como un indicador de la actividad económica interna.
Log (muertes por millón) y hábitos de consumo en el 2º trimestre. 2020
Nuevamente, no hay relación positiva. En cambio, la relación negativa general muestra que aquellos países que han logrado (al menos temporalmente) suprimir el virus están mejor económicamente que aquellos países que han adoptado un enfoque de mayor relajación.
riqueza nacional
Como posdata de esta breve investigación, echemos un vistazo rápido a si una mayor riqueza nacional aparentemente pudo haber ayudado a los países a lidiar con el virus.
Nuestra quinta y última tabla describe los casos por millón (no las muertes por millón) en relación con el PIB per cápita nacional.
Log (PIB per cápita) por log (casos por millón)
Si a los países más ricos les fue mejor suprimiendo la transmisión, la relación debería ser negativa. En cambio, los grupos por región muestran que es una combinación de cultura y política lo que impulsa la eficiencia (o la falta de ella) de las reacciones de los países.
De hecho, si miramos al grupo más grande, el de los países europeos (los puntos verdes), la relación entre el PIB per cápita y las tasas de casos es positiva (0,379), lo contrario de lo que esperaríamos. Los indicadores económicos estándar examinados aquí muestran, en general, que los países que contenían el virus también tendían a tener impactos económicos menos severos que aquellos que no lo tenían.
Nadie debe dejarse engañar haciéndole creer que existe una opción entre salvar vidas y salvar la economía. Ésta es una falsa dicotomía. Si hay algo que aprender sobre cómo hacer frente a futuras pandemias, es que contener la pandemia puede minimizar rápidamente su impacto económico.
- Michael Smithson es profesor en la Universidad Nacional de Australia. No la conversación
Traducción Maurício Búrigo
8 de diciembre de 2020
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