El impacto del COVID-19 en Vietnam: experiencias y proyecciones
Análisis
27/04/2020
En los últimos años, la República Socialista de Vietnam ha devenido como una de las 15 economías más dinámicas del mundo. Al punto que el nivel de crecimiento al cierre de 2019 se comportó por encima de lo planificado por la Asamblea Nacional (AN) y de las proyecciones previstas por los organismos internacionales como el Banco Mundial (BM), Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Asiático de Desarrollo (BAD) que estimaban un aumento entre un 6,5% y un 6,8%. El incremento de la economía al cierre de 2019 fue de un 7,02% del producto interno bruto (PIB). De esta manera se ubicó entre las naciones con mayor dinamismo económico a nivel regional e incluso global, donde por cinco años consecutivos su PIB ha estado por encima del 6,2% y un promedio de 6,82% en diez años (González Saez, 2020)
Por otro lado, la situación internacional se ha complejizado en los últimos años por la confrontación entre Estados Unidos y China, la ralentización de la economía mundial y más preocupante, el avance de enfermedades que atacan a humanos y animales originadas o expandidas hacia Asia convertidas en pandemias regionales y hasta globales. Sobresalen el virus de Nipah (1999-2001), H5N1 (2003), SARS (2003), H1N1 (2009), H7N9 (2013), por citar algunas en tan solo 25 años y la más reciente la fiebre porcina. Sin embargo, en el contexto actual, se torna alarmante la situación mundial, a partir de la expansión del coronavirus COVID-19, por más de 180 países y territorios en el mundo en el mes de abril de 2020. Todos estos constituyen desafíos muy serios para la nación vietnamita.
En el mejor de los escenarios, el COVID-19 tendrá un impacto para el mundo de pérdidas valoradas en 76 963 millones de dólares, es decir 0,1% del total del PIB global, mientras para las naciones emergentes asiáticas (incluyendo a Vietnam) pérdidas de 0,2% del PIB, valoradas en alrededor de 15 658 millones de dólares (BAD, 2020).
En un escenario moderado del impacto del COVID-19, el mundo tendría pérdidas de 0,2% como porcentaje del total del PIB global, con un momento de alrededor de 155 948 millones de dólares. En tanto, las economías emergentes de Asia incluyendo a Vietnam, se afectarían en conjunto un 0,2% del PIB combinado para un valor de 22 284 millones de dólares. Hay que suponer que el mejoramiento de las condiciones en China, puede cambiar el panorama de afectación para Asia, pero no así para Estados Unidos (BAD, 2020).
En el peor de los escenarios se prevé pérdidas del 0,4% del total del PIB global valoradas en alrededor de 346 975 millones de dólares. En ese sentido, las economías emergentes de Asia, contemplando a Vietnam, tendrían una pérdida del 0,5% del PIB combinado por valores de 42 243 millones de dólares (BAD, 2020).
A la hora de evaluar el impacto del COVID-19 sobre el crecimiento del PIB en el 2020, las economías asiáticas más expuestas en el mejor de los escenarios y con más probabilidad de desaceleración son en primer lugar: Maldivas con una reducción de 1,4% del PIB, Cambodia con una reducción de 1,2%, Tailandia -0,8%, Hong Kong -0,7%, Mongolia -0,6%, Singapur -0,4%, Taiwán -0,35%, Vietnam -0,3%, Filipinas, Malasia, Brunei e Indonesia -0,2%, República de Corea -0,1%, India -0,05% y Pakistán -0,03%. Ello impacta también sobre otras economías asiáticas, pero este análisis incluye economías seleccionadas (BAD, 2020).
Al tener en cuenta el peor escenario, por el mismo orden estas economías tendrán impactos negativos, pero mucho más severos. En ese sentido Maldivas decrecería un 4,1%, Cambodia -2,8%, Tailandia -2,2%, Hong Kong -1,4%, Mongolia -1,5%, Singapur -1,0%, Taiwán -0,8%, Vietnam -0,7%, Filipinas -0,6%, Malasia y Brunei -0,4%, Indonesia y Sri Lanka -0,4%, República de Corea -0,3%, India -0,1% y Pakistán -0,05% (BAD, 2020).
Mientras, en un hipotético peor escenario, las caídas del PIB serían mucho mayores. La desaceleración de Maldivas muy dependiente del turismo, tendría reducción del 5%, Cambodia de -3,9%, Tailandia -2,8%, Hong Kong -2,2%, Mongolia -2,1%, Filipinas -1,7%, Taiwán, Pakistán y Sri Lanka -1,6%, Vietnam -1,5%, Singapur -1,4%, Indonesia -1,3%, Malasia -1,2%, India -1,1% y Brunei -0,6%, por citar algunas economías (BAD, 2020).
En cuanto al impacto en el crecimiento económico del PIB de Vietnam, podrá tener una afectación que conducirá a una reducción de la previsión de un 6,8% inicialmente para 2020, en el mejor de los casos al 6,5%, no obstante, en un escenario negativo podría reducirse al 6,1% y en el peor de los escenarios tendría un crecimiento de 4,8% (BAD, 2020).
Indudablemente puede ser una economía que logre soportar los efectos de la recesión global generada por la pandemia COVID-19. Ello depende del nivel de medidas por parte del gobierno vietnamita, así como de enfrentamiento al virus que hasta el momento ha tenido reconocimiento internacional por la forma en que ha actuado. Las proyecciones son diferentes entre el BAD y el BM, incluso con los cálculos desarrollados por el autor (gráfico 1) que estima que el país podría crecer en el 2020, 5,1% y en el peor de los casos, reducir el crecimiento a 4,5%. Según el autor del artículo, el país tiene capacidades para enfrentar la situación, aun con un impacto severo en determinados sectores analizados posteriormente.
Gráfico 1: Estimaciones de los crecimientos del PIB de Vietnam para 2020-2021.
Fuente: Elaboración del autor con estimaciones del BAD y BM, 2020.
En el análisis elaborado se incluye además de los pronósticos del BM y del BAD, los cálculos del autor del PIB de Vietnam por la vía del gasto en el que llega al resultado expresado (5,1% para 2020 y 6,8% para 2021) a partir del cálculo por la vía siguiente y que fue superior:
PIB = CH + CG + CIPSFL + FBKF + VE +X – M
CH: consumo de hogar
CG: consumo de gobierno
CIPSFL: consumo de instituciones privadas sin fines de lucro.
La dinámica del consumo interno debe destacarse que constituye una de las principales razones que condicione el incremento de la previsión del PIB vietnamita.
FBKF: Formación bruta de capital fijo que representa el valor de mercado de la variación, en un período determinado de las existencias de materias primas y materiales, trabajos en curso o producción en proceso (excepto obras en construcción) y productos terminados. En este sentido, Vietnam ha tenido grandes afectaciones en el primer trimestre y puede seguir enfrentando situaciones adversas, debido a la situación del COVID-19 en países suministradores de materias primas y partes dentro de las CGV, especialmente en el sector automotriz y otros que se explicarán más adelante.
VE: Variación de existencias
X: Exportaciones
M: Importaciones
Lo cual también puede expresarse en su versión resumida como:
PIB = CF + ACB + Xn
Donde Xn son las exportaciones netas previstas, o sea la diferencia entre exportaciones e importaciones y que en las estimaciones se prevé a partir de los datos reales de períodos anteriores y las caídas previstas en el primer trimestre y segundo en función del agravamiento de la situación en Estados Unidos y Europa.
Aunque la economía de Vietnam no ha recibido todo el impacto de una recesión global, se ha mostrado un primer trimestre con desaceleración cuyo crecimiento ha sido solo del 3,8%, impactado fundamentalmente en los servicios. Sectores particulares como la manufactura y el procesamiento, crecieron un 7,1%, el nivel más bajo registrado en el periodo 2016-2020. La industria de generación y distribución de energía eléctrica mantuvo un crecimiento estable del 7,5%, mientras la industria de suministro de agua y tratamiento de desechos y aguas residuales creció 6,7%.
Sin embargo, la minería experimentó una caída del 3,2% a causa de la reducción considerable de la explotación de petróleo crudo y gas natural, lo que significa una disminución de 0,21% del desarrollo de la rama. Debido a las afectaciones del COVID-19, se registró una reducción del índice de producción de algunas industrias secundarias, como la fabricación de máquinas (15,4%), la explotación de petróleo crudo y gas natural (10,4%) y la industria de bebidas (9%).
Particularmente la explotación de petróleo crudo del Grupo Nacional de Petróleo y Gas de Vietnam (PVN) superó en 10% el plan asignado para el primer trimestre de este año y completó otros objetivos de producción en el período, como la producción de electricidad que alcanzó los 5 033 millones de kilovatios hora, equivalente al 100% del plan del primer trimestre y al 24,7% del plan anual. A la vez, la producción de nitrógeno y de gasolina también superó el plan respectivo de los primeros tres meses del año. Sin embargo, debido a los impactos de la pandemia de COVID-19 y la caída del precio del petróleo crudo, es inevitable que PVN pueda tener en el año severas afectaciones financieras, justo cuando hay caídas de los precios previstas de hasta 55%, incluso por debajo de 20 dólares el barril en determinados días en el año. Incluso, los ingresos previstos por el grupo para el primer trimestre de 2020 se comportaron al 90,9%, solamente fueron de siete mil 173 millones de dólares.
En el período analizado, los servicios de apoyo disminuyeron un 8,2%, mientras la industria de reparación, mantenimiento e instalación de maquinarias y equipos reportó una rebaja del 7%. Además, se redujo el índice de la producción en otros sectores como el procesamiento y la producción de madera y bambú (4,2%), la fabricación de artículos eléctricos (2,3%) y la producción de metales (2,8%), entre otros.
En las CGV conectadas a China, Japón o República de Corea, al analizar la distancia a la demanda final, Vietnam se posiciona como país especializado en materias primas al inicio del proceso productivo (I+D) se posicionan incluso como país especializado en armado final o servicio al cliente, cerca de la demanda final y más conectado a Japón (ver imagen 1). En ese sentido, Vietnam es el más expuesto a China, luego le sigue Mongolia y posteriormente Cambodia. No obstante, es altamente Vietnam expuesto a las cadenas de China en sentido upstream y dowstream, es decir en ambas direcciones. Por lo que, en los primeros meses tienen impactos negativos, pero puede conducir al mediano plazo a mejores indicadores. No obstante la baja demanda actual impacta sobre industria manufacturera, especialmente en el sector automotor.
Imagen 1: Vietnam dentro de los tres mayores hubs interconectados en las CGV.
Fuente: CEPR, 2020
Ya en el cuarto mes del año, Nissan se convirtió en el quinto fabricante de automóviles en Vietnam en detener sus operaciones, después de Ford, Toyota, TC Motor y Honda. Los concesionarios de Nissan en Hanoi y Da Nang cerraron oficialmente sus salas de exhibición, mientras que algunos ubicados en el sur, aún mantienen el número de empleados menores de 20 personas diarias para ayudar a los clientes cuando sea necesario. Mientras tanto, los trabajadores de oficina de Nissan Vietnam han trabajado en línea desde el primero de abril. La reanudación de operación de todo el sistema, como la producción en la fábrica, las salas de exposición y el Centro de Servicio de los concesionarios Nissan en Vietnam, se implementará al recibir una nueva notificación de Gobierno en relación al levante de las restricciones de movilidad antes que termine el segundo trimestre del año.
En el sector de los textiles, dentro de los grandes hubs en las CGV, la mayor conexión de Vietnam está con la República de Corea y con China, lo que tendría impactos negativos, pero menores que los de India, Taiwán, entre otros.
También se están viendo afectadas las exportaciones de sus principales rubros, teléfonos celulares, piezas y partes entre otros. No obstante, debe destacarse que la reducción de las exportaciones de teléfonos en el primer trimestre de 2020 fue ligeramente menor a la media del 2019, aunque puede tener mayor impacto negativo en el segundo trimestre del año, especialmente en los mercados de Estados Unidos y Europa. De manera general debe destacarse un comportamiento positivo en el primer trimestre en el comercio de bienes, con superávit de más de dos mil millones de dólares, sin embargo esta situación puede empeorar en el segundo trimestre y tener mejor comportamiento en el cuarto.
En el sector de la agricultura, si bien el país ha venido aumentando sus exportaciones en sentido general, debe tenerse en cuenta el impacto de la severa contaminación de agua salada y la sequía en el delta del Mekong. Sin lugar a dudas son factores negativos que impactan sobre la producción agrícola.
En relación al precio de los Commodities, el COVID-19 refuerza las variaciones, algunos de los cuales tienden a la baja en función de la caída de la demanda global, causados en gran medida por los cierres de fronteras y establecimientos de cuarentenas por solo citar algunos casos. Los más afectados han sido los de energía con caída de un 55,1% en relación al 2019, en el que hasta el momento el precio del barril ronda los 20 dólares. Solo se prevé para el año, crecimiento de los precios para el trigo, el oro y ligeramente el café repercutiendo de manera positiva para Vietnam que se ha caracterizado por ser uno de los mayores exportadores de café (UNCTAD, 2020).
Las afectaciones más grandes se producen en el sector de los servicios, fundamentalmente las aerolíneas (Vietnam Airlines, Vietjet, Bamboo, etc.) y el turismo en general. Si bien una parte importante del total del turismo en Vietnam proviene de China (32%), debe destacarse que en el primer trimestre tuvo una caída del 18% en relación a igual período de 2019, donde el único mercado que no cayó fue el africano y este no es representativo. Pero hubo un incremento de la llegada de turistas en relación a igual período de 2016 y 2017 respectivamente.
No obstante, el nivel de daños al país debido a la generalización de la pandemia a nivel global después de la segunda mitad del mes de marzo, ello impactará el doble del primer trimestre y las caídas en número de turistas serán mayores, además de las recientes medidas de impedir la entrada de personas extranjeras al país, lo que podría caer de 3,69 millones de turistas a menos de medio millón. Indudablemente esto impactará en el plan previsto para el 2020 y el país no logrará llegar a la cifra del período anterior en el año es decir, 18 millones, aun cuando la situación mejores en el verano. La cuestión estará en los temores que se puedan crear.
Las caídas en el primer trimestre de 2020 en el turismo fueron de un 21,1% de turistas de Asia, un 20,2% de América, un 14,4% de Oceanía y un 3,1% de Europa, esta cifra puede modificarse para el segundo trimestre (abril-mayo-junio), donde las reducciones de turistas provenientes de América y Europa aumenten a un 70%, mientras las de Asia a un 40%.
En la segunda mitad del año el país, de mejorar la situación global, podría proponerse llegar a la cifra planificada para ese período, no así para la del año, pero esto impactará en la cantidad de ingresos, porque para promover el sector habrá que estimular con precios competitivos y otras motivaciones. La mayor parte de los turistas que llegan al país es por vía aérea, esto también generará desafíos para las aerolíneas y mecanismos de competencia para recuperar pérdidas. No obstante el impacto psicológico sobre los viajeros no tendrá igual efecto, además de que la situación económica en Estados Unidos y Europa podría empeorar más.
En caso de una hipotética situación extrema, (situación no real y que no es probable que ocurra a partir de la correcta respuesta del gobierno ante la pandemia y el número de casos en comparación con el resto del mundo que no es elevado), las condiciones de reservas permiten a Vietnam realizar solo 3,1 meses de importaciones, cifra muy baja en relación a otros países vecinos como son los casos de China (16,7 meses), Tailandia (11,3), Filipinas (9,6), Indonesia (9,2), Cambodia (8), Malasia (6), entre otros (BM, 2020).
Lo cierto es que las instituciones financieras vietnamitas están mejor capitalizadas actualmente que permiten enfrentar mejor la situación adversa actual en relación a otras crisis anteriores como las de 1997, la del 2002 con el SARS, la del 2008-2009 iniciada a finales del 2007. Sin embargo, el tema de la liquidez puede ser un problema, al estar por debajo de las crisis anteriores (ver gráfico 2). La naturaleza sin precedentes y las serias preocupaciones del aumento del tamaño del shock externo incrementan la volatilidad financiera que puede afectar las economías de la región, a través de los mercados accionarios y de bonos, al crédito, a los canales de intercambio de divisas. Particularmente Vietnam es vulnerable a través de la elevada deuda doméstica al igual que China y Malasia. Pero estas dos últimas naciones son doblemente afectadas, además por la deuda del sector privado. Mientras preocupante es la situación de Laos, Cambodia, Mongolia y Malasia por la deuda externa (BM, 2020).
Gráfico 2: Activos líquidos sobre el total de los depósitos en relación a crisis anteriores.
Fuente: BM, 2020: 16.
La deuda externa de Vietnam puede volver a los niveles de 2017 es decir alrededor del 60% del PIB, por lo que el país tiene reservas para enfrentar la situación aún. No obstante, el nivel del endeudamiento del país es mucho mayor en comparación con el año 2008 (ver gráfico 3), por lo que es una variable no despreciable a tener en cuenta para el enfrentamiento de la actual situación. No es menos cierto que en relación con el año 2014, la deuda con los bancos comerciales es menor, pero además del incremento de la deuda pública, como parte del dinamismo de la propiedad privada, también ha existido un aumento de la deuda del sector privado.
Gráfico 3: Total de deuda externa de Vietnam en millones de dólares.
Fuente: Elaboración del autor con datos de BM, 2020: 142.
El Grupo del BM y el FMI exhortó a todos los acreedores miembros de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) del cual Vietnam es fundador (1960) y participan China, Canadá, Alemania, India, Italia Malasia, Pakistán, Tailandia, Reino Unido, Estados Unidos para un total de 173 países y no son miembros ni Cuba ni Venezuela, a aprobar la suspensión de los pagos de la deuda y con períodos de gracias a los clientes de AIF que lo soliciten. Por lo que se podría beneficiar a Vietnam con períodos de gracias para el pago de la deuda en este grave momento.
Habrá que ver la actitud de otros mecanismos. Sin lugar a dudas, el actual contexto condiciona aumentos de endeudamiento, incluyendo a los propios Estados Unidos, teniendo en cuenta que por ejemplo, internamente algunos Estados paralizan los pagos de servicios de renta y otros en el que a la larga condiciona un aumento de la deuda privada, mientras por los elevados gastos de gobierno se incrementa la deuda pública. Los organismos deberán tomar medidas para evitar pasar de una crisis epidémica a una gran crisis financiera. No es casual que un gran número de países han estado implementando medidas en esta área.
Entre los efectos sociales, preocupa que el impacto del COVID-19 generará un incremento de los niveles de riesgo de pobreza a partir de las afectaciones en los sectores: alimenticio, turismo, hospedaje, transporte, manufactura (automotriz, textiles y calzado) entre otros. Para ello, el país requiere de políticas priorizadas para evitar que revierta la línea de reducción de pobreza en el país. Tales políticas de aplicarse afectarán la estabilidad del déficit presupuestario previsto por el país.
Vietnam ha estado desarrollando el Programa de objetivos nacionales para la reducción sostenible de la pobreza en la etapa 2016-2020 que está ligado con la implementación de la Estrategia para el Desarrollo Socioeconómico Decenal (2011-2020) y el Plan quinquenal del desarrollo socioeconómico 2016-2020. Se trata de una actividad realizada en todo el país con un capital total de dos mil 93 millones de dólares, de ellos 95,7% provienen del presupuesto estatal. En este sentido, surgen amenazas en el presente año en el cumplimiento de estos objetivos, por lo que el país deberá redoblar los esfuerzos.
Políticas de respuestas aplicadas por Vietnam
Como medidas de viajes, Vietnam aplicó la no entrada de pasajeros procedentes de China si habían viajado 14 días antes a ese país, no fue el único país que lo aplicó, hubo varios como Indonesia, Malasia, Filipinas. También ejecutó restricciones a pasajeros procedentes de Estados Unidos, Irán, República de Corea y países ASEAN. A su vez, el país redujo las transportaciones aéreas y marítimas desde China (período determinado), a la vez que impidió la entrada de viajeros quienes transitaron por el área Schengen de Europa y el Reino Unido en los pasados 14 días (efectivo desde el 15 de marzo), así como el aumento de medidas de chequeo y control en los puertos de entrada al país. En tanto, como medidas sanitarias, el país declaró emergencia de salud pública en las áreas afectadas y estableció un Comité Directivo Nacional para el enfrentamiento al COVID-19 presidido por un viceprimer ministro.
Como respuesta aunque no es a lo interno, debe destacarse que no solo China y República de Corea han impulsado la cooperación mediante donaciones y asistencia a otros países, sino que también Vietnam ha realizado apoyo a países como Laos, Cambodia, Francia, Italia, España, Reino Unido, incluso aplicó aranceles preferenciales a Cuba, por citar algunos casos.
En cuanto a la política monetaria aplicada por el Banco Estatal de Vietnam (BEV) se destaca el control regulatorio, reducción de tasas, es decir tasa de refinanciamiento del 6% al 5% y tasa de descuento del 4 al 3,5%. A su vez, el gobierno aprobó créditos preferenciales por un monto de 12,4 mil millones de dólares para los negocios afectados, así como el BEV redujo los límites sobre las tasas de depósito al corto plazo por 0,25% y 0,5% sobre las tasas de préstamos a corto plazo.
En cuanto a la política fiscal se aceleraron las medidas preventivas usando los fondos existentes de seguro de salud. Las empresas reconocen el seguro de salud como un subconjunto de productos de seguros en Vietnam que incluye: seguro de accidentes personales, gastos médicos y seguro de asistencia sanitaria. El Partido Comunista de Vietnam (PCV) venía impulsando este tema desde hace varios años, incluso en el Informe Político del XII Congreso Nacional celebrado en enero de 2016 planteó la cobertura del seguro médico a más del 80% de la población, así como desarrollar y cumplir las políticas de seguro social, seguro de desempleo, seguro de accidentes de trabajo, enfermedad profesional, etc. A la vez que aprobó traspasar de ofrecer asistencia humanitaria a garantizar el derecho del ciudadano al bienestar social. Seguir practicando la política de seguro de salud para todo el pueblo y paso a paso renovar y elevar la calidad de los servicios médicos (PCV, 2016).
Esta estrategia partidista condujo a revisar la Ley de Seguros de Salud y con ello el aumento del presupuesto estatal para la medicina, teniendo en cuenta que constituye una tarea crucial para mejorar la calidad de los servicios y ofrecer cobertura de salud médica a todo el pueblo. Vietnam se concentra en garantizar el bienestar social para los pobres de las zonas montañosas y las minorías étnicas, al igual para los niños menores de seis años, los adultos mayores de 65 años y los beneficiados de las políticas preferenciales, con un apoyo del 100%. En cuanto a las bases materiales, los hospitales autónomos, la socialización y el equipamiento de modernos dispositivos, han contribuido a elevar la calidad de los servicios médicos.
Otra de las medidas dentro de la política fiscal aplicada en el enfrentamiento al COVID-19 ha sido la de introducir exención de arancel para equipos médicos esenciales, así como retraso en la fecha límite de pagos de impuestos mensuales por cinco meses para negocios impactados por COVID.19
Indiscutiblemente, para poder enfrentar la compleja situación actual, el gobierno vietnamita tiene que establecer una coherente política económica que involucre una coordinación tanto de la política fiscal como monetaria. Para ello la interrelación de todas las variables en el modelo socioeconómico vietnamita, condiciona que exista un alto grado de influencia (ver gráfico 4) entre el rol del gobierno y particularmente de los ministerios de Planificación e Inversiones, Industria y Comercio, Finanzas, Defensa y BEV, así como otros para desarrollar una correcta acción para enfrentar el impacto negativo sobre la economía vietnamita. Por supuesto que el órgano rector es el PCV.
Gráfico 4: Influencia directas potenciales entre variables que impactan en el combate al COVID-19 en Vietnam.
Fuente: Elaboración del autor utilizando la metodología del MICMAC.
Sin lugar a dudas las respuestas de Vietnam a la pandemia ha conducido a que el país se convierta en un referente en el combate a lo interno, al lograr con una fuerte política tener bajo nivel de casos y cero muertos en relación a sus vecinos, (ver imagen 3). En interesante como con una población de alrededor de 90 millones de personas y con ciudades densamente pobladas como Hanoi y Ciudad Ho Chi Minh el país ha mantenido una baja tasa de incidencia. Ello se ha debido a las severas medidas restrictivas y al estricto cumplimiento de la cuarentena. Desde el 22 de marzo hasta el 3 de abril el país tenía una variación de nuevos casos entre 4 y 19 casos, nunca sobrepasó los 20, mientras entre el 4 de abril y el 16 de abril, la variación de nuevos casos diarios se comportó entre 1 y 5 enfermos. A partir del 17 de abril hasta el 22 el país tuvo cero casos. De los 268 se han recuperado 215 en ese período, con la existencia de 402 sospechosos y 75 799 en cuarentena obligatoria (VNA, 2020).
Imagen 3: Total de casos enfermos, muertos y recuperados de Covid-19 en el Sudeste Asiático hasta el 19 de abril de 2020.
Fuente: ASEAN, 2020.
El país ha sobresalido junto a China, República de Corea, Cuba, por citar algunos en la asistencia a otras naciones. En ese sentido, se debe destacar el envío de material sanitarios y kits de pruebas a países tanto desarrollados como subdesarrollados. Sobresale el altruismo de la nación de Ho Chi Minh al enviar materiales sanitarios, entre ellos mascarillas a Estados Unidos, Francia, España, India, Laos, Cambodia, entre otros. Con Cuba, el gesto de hermandad trasciende con la donación de arroz y otras acciones de exbecarios vietnamitas en Cuba, incluso familias se han acercado a la embajada cubana para realizar donaciones. A su vez, el esfuerzo de la nación asiática ha llamado la atención de naciones latinoamericanas como Argentina y Chile que estudian las experiencias en el combate al Covid-19 por parte de Hanoi.
Conclusiones
La pandemia del COVID-19 está reforzando la crisis sistémica estructural, la que se expresa en la caída del PIB global en términos generales, mientras afecta severamente el comercio, las cadenas globales de valor, el turismo, las aerolíneas, el sector de los alimentos y alojamientos entre otros. Aunque Asia y China específicamente fue el epicentro global de la pandemia en un primer momento, la pronta respuesta de sus Estados condujo a que esta región, reduzca los efectos negativos más rápidamente que cualquier otra y la que podría, pese al impacto negativo, impedir caídas mayores en el PIB mundial. Particularmente Vietnam ha logrado tener números reducidos de enfermos y cero muerto.
Asia Pacífico es la región que más afectaciones de pandemias locales, regionales y globales ha sufrido en los últimos años y Vietnam no ha escapado a ello. El COVID-19, demuestra hoy la importancia de la actuación del Estado y de la inversión en la salud pública. Vietnam bajo la conducción de su PCV, brinda especial atención al sector social y ha venido aplicando políticas de enfrentamiento contra varias enfermedades en los últimos 30 años tanto en animales, como en personas. El período de la guerra dejó lecciones que al día de hoy continúan aplicándose, especialmente en relación a mantenerse aislados en cuarentena.
Vietnam, indudablemente ha tenido impactos negativos debido a su posición de economía abierta. Bajo la guía del PCV y el gobierno se han tomado medidas eficaces que han permitido controlar el avance de la pandemia en el país. A su vez, las políticas económicas han sido acertadas, pero indudablemente el alto nivel de relacionamiento con el sector externo conduce a severos impactos que condujeron a un crecimiento de tan solo 3,8% en el primer trimestre de 2020 y se pronostique que crezca a finales de año, según los organismos internacionales, entre 4,8% y 4,9%. El autor pronostica que sea alrededor del 5,2% debido a los impulsores del crecimiento, es decir la creciente clase media, el dinámico sector privado, el entorno empresarial nacional, el gasto público y la participación vietnamita en numerosos acuerdos comerciales bilaterales y no la concentración de estos.
Aún el reto es grande. El país debe ser muy cuidadoso y no abrirse inmediatamente, porque el mundo está interconectado y a la vez, se encuentra en un momento bien difícil. Por lo que no tomar las medidas correspondientes puede conducir a un retroceso. Vietnam implementó en su momento un modelo de economía en tiempos de guerra y son estos, momentos de rescatar las experiencias históricas para volver a triunfar una vez más. La solidaridad a su vez, sigue siendo una fortaleza de la nación vietnamita, la cual se crece cuando ha sido capaz de ayudar no solo a naciones que siempre han estado a su lado, sino también a aquellas que le han agredido.
- Dr. Ruvislei González Saez, CIPI, Cuba.
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