EL DELFÍN

Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.

sábado, 6 de agosto de 2016

Padeia y Humanitas

Infancia y Sociedad Padeía y Humanitas Andrea Bárcena
P ara los antiguos griegos, la palabra Paideía significaba educación o formación: es decir, el proceso de crianza de niños y jóvenes, entendido como la transmisión de valores (saber ser) y de saberes técnicos (saber hacer). En su página de autor de Faceboook, el doctor en filosofía, poeta y ensayista Josu Landa reflexiona sobre la educación y nos aclara que la palabra griega Paideía designaba el conjunto de saberes que toda persona civilizada debía poseer. Pese a la variedad de sus posibilidades semánticas –observa el filósofo–, Paideía bien puede traducirse como cultura, ya que en el origen de esta voz está la idea de cultivar la tierra y transformarla; por ello, en el campo de lo meramente humano puede entenderse como el cultivo de los grandes y pequeños poderes del alma. La persona realmente culta –afirma Josu Landa– no es una enciclopedia de erudición, sino alguien que ha barbechado, arado y abonado su propio campo interior, de modo tal que supera las limitaciones, fealdades y peligros del baldío silvestre e inhóspito que era en un principio. En estos días de debate y disputa sobre lo que ha de ser la educación en México, conviene escuchar a los maestros, pero también la voz de los filósofos y de los artistas, porque si la educación (del latín educere guiar/conducir o educare formar) no se propone desarrollar y enriquecer la mente, el alma y el espíritu con buenos hábitos, sensibilidad, conocimientos y valores, no se puede llamar educación; serán, si acaso, sólo procesos de instrucción y entrenamiento. Hay que tener claro que los humanos, a diferencia de los demás animales, nacemos muy incompletos y tenemos que aprenderlo casi todo. De la matriz materna llegamos a la matriz social en donde podemos, o no, llegar a ser humanos del todo. La calidad educativa es entonces la capacidad de lograr que cada niño se desarrolle física, ética, emocional y cognitivamente con plenitud. Para ello, bajo el concepto de Paideía, los griegos agrupaban elementos de gimnasia, gramática, música, poesía, matemáticas y filosofía. Quien primero definió la Paideía como humanismo cívico integral fue el orador y educador griego Isócrates. En Roma, el nombre de Paideía fue cambiado por el de humanitas que, según se encuentra en textos de Cicerón, significó claramente cultura, educación y pedagogía propias del hombre libre. Humanitas llegó a definirse –cual deberíamos pensar hoy la educación– como el desarrollo de las cualidades que hacen del hombre un ser plenamente humano, que lo transforman y enriquecen con una real cultura y lo diferencian así del bárbaro y del patán. hyapatia.alejandria18@gmail.com Subir al inicio del texto

No hay comentarios:

Publicar un comentario