EL DELFÍN
Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.
martes, 9 de agosto de 2016
Mexico SA
México SA
México: ¿gasolina barata?
Aquí más cara que en Haití
Precios vs poder adquisitivo
Carlos Fernández-Vega
E
n su vano intento de justificar los dos recientes gasolinazos al hilo (en julio y agosto, equivalentes a todo un año de ajuste), la Secretaría de Hacienda recurre al viejo truco del comparativo internacional para regañar a los consumidores mexicanos por su ácido reclamo tras el anuncio de tales incrementos y recordarles –en una suerte de ya chole con sus quejas– que en otros países los precios de los combustibles son más elevados que en México.
Obvio es que la dependencia a cargo del ministro del (d) año ni por aproximación menciona el ostentoso incumplimiento presidencial, en el sentido de que tales precios internos serían menores tras la implementación de la reforma energética. En cambio, sin mayor consideración amonesta a los consumidores nacionales porque no entienden que aquí la gasolina es más barata que en Italia, donde cuesta 1.69 dólares por litro; Reino Unido, 1.59; Dinamarca, 1.67; Suiza, 1.47; Portugal, 1.61; Alemania, 1.54; Francia, 1.56, y España, con 1.35 dólares por litro (La Jornada, Israel Rodríguez).
De igual forma, les recuerda, sin más, que tras el par de gasolinazos los precios prevalecientes en el mercado interno se mantienen por debajo de varios países como son los casos de Canadá, Brasil, Argentina, naciones de Europa y Asia, e incluso abajo del precio de las gasolinas del estado de California, Estados Unidos (ídem).
Y sigue su relatoría con un interminable inventario de naciones en las que los citados precios son mucho mayores a los prevalecientes en este México de reforma energética. De hecho, con aquello de que siempre hay que hacer el comparativo con los nuestros principales socios, Hacienda destaca que el precio de la gasolina equivalente a la calidad Magna en Canadá es de 87 centavos de dólar por litro, mientras en California es de 76 centavos y a excepción de Texas, que es de 54 centavos, en México se ubica en el equivalente a 75 centavos de dólar por litro.
De allí pasa a Hong Kong, Japón, India y China continental, y sigue por las naciones centro y sudamericanas, para aterrizar en el Caribe. México, pues, un ejemplo mundial de gasolina barata, de acuerdo con la alegre cuan nada convincente lectura de la Secretaría de Hacienda.
Pues bien, de nada sirve intentar convencer a los consumidores de que el precio de la gasolina es mayor en Canadá que en México, sin hacer referencia a la ostentosa disparidad de poder adquisitivo entre ambas naciones. Lo mismo para el caso de los países europeos, e incluso centro y sudamericanos, y los que las huestes del ministro olvidaron mencionar.
De hecho, en la imaginaria, México podría registrar precios muy bajos en sus combustibles, pero de nada serviría si no se recuerda que, por ejemplo, el salario mínimo nacional es el menor de América Latina, incluso inferior a los prevalecientes en naciones como Argentina, Brasil, Bolivia o Guatemala, por citar sólo unos cuantos países. Ni qué decir con respecto a Europa, a nuestros principales socios.
En este tenor, un salario mínimo vigente en México (73.04 pesos por día) puede comprar 4.9 litros de gasolina Premium, 5.2 litros de Magna y 5.3 litros de diésel. Cuando Enrique Peña Nieto se sentó en Los Pinos el poder de compra de un salario mínimo (62.33 pesos por día en la entonces existente Zona A) alcanzaba para adquirir 5.5 litros de Premium, 5.8 litros de Magna, y 5.6 litros de diésel. De entrada, pues, existe una merma en lo que va del sexenio.
Pero en el comparativo internacional que utiliza, la Secretaría de Hacienda simplemente refiere el precio al consumidor en terceras naciones. En el caso de Canadá el salario mínimo varía de acuerdo con las provincias, y fluctúa entre 10.45 dólares canadienses por hora (en México el salario mínimo es por día) en la Columbia Británica y 13 dólares por hora en Nunavut.
Para dar una idea, consideremos Ottawa, capital canadiense ubicada en la provincia de Ontario, donde el salario mínimo vigente es de 11.25 dólares de aquel país por hora. Con ese parámetro, un trabajador canadiense de salario mínimo obtiene 90 dólares por día en una jornada de ocho horas. Tal monto equivale a cerca de mil 260 pesos mexicanos, de tal suerte que la diferencia entre el mini ingreso de allá y el de México es de casi 17 tantos, es decir, lo que el trabajador mexicano gana en 17 días el canadiense lo obtiene en uno.
De acuerdo con el portal especializado Global Petrolprices, el litro de Magna (o su equivalente) en Canadá cuesta alrededor de 16.53 pesos mexicanos, un precio, cierto es, superior (18 por ciento) al registrado en México. Pero, un trabajador canadiense con salario mínimo diario ¿cuántos litros puede adquirir? Poco más de 76. ¿Y cuántos un trabajador mexicano con un salario mínimo? Poquito más de 5 litros. ¿Diferencia? 71 litros. ¿Dónde, pues, resulta más caro?
Lo mismo con el otro socio preferido, Estados Unidos. En promedio (porque cada estado fija su salario mínimo) un trabajador gringo de mini ingreso gana 58 dólares estadunidenses por ocho horas de labor (7.25 dólares por hora), monto equivalente a mil 100 pesos, en números redondos, 15 veces más que su par mexicano (no hay que olvidar que la Cepal reitera que México es el país de América Latina con el salario mínimo más bajo, y lo mismo dice la OCDE para efectos de las naciones integrantes de esa organización, que suman 34).
De acuerdo con el portal citado, el litro de gasolina en el vecino del norte vale el equivalente a 12 pesos con 16 centavos (13 por ciento menos que en México). Un trabajador gringo con salario mínimo ¿cuántos litros compra? Poco más de 90, mientras el quejoso mexicano sólo adquiere alrededor de cinco. ¿Diferencia? 85 litros.
Y el ejercicio se puede hacer con todas y cada una de las naciones referidas por la Secretaría de Hacienda en su afán de convencer de que el consumidor mexicano está equivocado, de que su fúrica reacción a los gasolinazos es mero pataleo y de que, en fin, aquí lo que priva es el berrinche y no el hartazgo de los ciudadanos por los salarios miserables, los altos precios y las sempiternamente incumplidas promesas de quienes dicen mover a México.
Por cierto, la Secretaría de Hacienda dejó pasar la oportunidad de mencionar que hay más de 60 naciones, cuando menos, que registran precios de la gasolina mucho más bajos que los imperantes en México, entre ellas, de manera destacada, las petroleras.
Las rebanadas del pastel
Así es: la Iglesia católica no deja de creer que el planeta Tierra es plano.
Twitter: @cafevega
D.R.: cfvmexico_sa@hotmail.com
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