Economía Moral
Pobreza y estructuras sociales muy desiguales entre entidades federativas
Incidencias similares entre pobreza extrema MMIP y pobreza Coneval
Julio Boltvinik
M
éxico ha sido, sigue siendo y (al parecer) seguirá siendo sumamente desigual en muchos sentidos. Hoy analizo la desigual incidencia de la pobreza, y las desiguales estructuras sociales, en el México de hoy desde la perspectiva de las entidades federativas (EF). Como consecuencia de la Ley General de Desarrollo Social (LGDS), el Inegi levanta, como parte de la Enigh (Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares), el módulo de condiciones económicas (MCS), cuya muestra está diseñada para que sea representativa para cada EF (65 mil viviendas en 2014). Ello permite medir, como lo exige la LGDS, la pobreza por EF cada dos años. La Enigh se levanta con una muestra mucho más pequeña (20 mil viviendas en 2014) y sólo es representativa para tres grupos de tamaños de localidades, pero no lo es por EF. Para aplicar el MMIP (método de medición integrada de la pobreza), que es el que vengo aplicando desde 1993, es necesario adaptarlo porque el MCS carece de la información de gasto de los hogares que el MMIP original requiere. Los resultados con dicha adaptación son cercanos a los resultados usuales (en 2014, la incidencia de la pobreza con la Enigh fue de 83.4 por ciento y con el MCS fue de 80.4 por ciento. No es sólo que el procedimiento de cálculo varíe un poco, sino que los ingresos de los hogares tampoco son iguales). El MMIP es no sólo un método de medición de la pobreza sino también un método de estratificación social, como apreciará el lector con los datos que hoy presento.
En la gráfica se han ordenado las EF de menor a mayor porcentaje de pobreza MMIP. Con el porcentaje de pobreza más bajo, y muy por abajo de las entidades que le siguen, se encuentran el DF (58.4 por ciento) y Nuevo León, NL, (61.8 por ciento). En seguida se encuentran 4 EF del norte del país con incidencias de pobreza ligeramente por arriba de 70 por ciento (Sonora, Coahuila y las dos ‘bajas’). Con incidencias de alrededor de 75 por ciento se encuentran tres EF del Occidente del país (Aguascalientes, Jalisco y Colima), una del centro (Querétaro) y una del norte (Chihuahua). Sigue un grupo de 5 EF de muy diversos rumbos del país con poco menos de 80 por ciento de pobreza y levemente por debajo del porcentaje nacional de pobreza (80.4 por ciento). (Véase gráfica). Hasta aquí 16 EF… Otras tantas se encuentran con niveles superiores al promedio nacional. Entre 81.9 por ciento y 84 por ciento se encuentran cuatro EF, tres de ellas del centro del país, incluyendo la EF más poblada del país: el Edomex, con 83.4 por ciento. Le sigue un grupo de sies EF que se sitúan entre 85.3 y 87.6 por ciento, entre ellas dos de las más pobladas del país: Veracruz y Guanajuato. Las seis restantes EF, con niveles abismales de pobreza, entre 88.6 y 93.8 por ciento son del Pacífico sur y del centro del país. La más pobre de todas es Chiapas.
Al movernos del DF hacia la derecha en la gráfica, no sólo aumenta el porcentaje de pobres sino que aumenta la intensidad de su pobreza, lo cual se refleja en la composición de los pobres en términos de tres estratos de pobreza: indigencia, pobreza intensa y pobreza moderada; los dos primeros se presentan también agregados como pobreza extrema. Por razones de espacio, el cuadro sólo incluye seis EF mejor y seis peor situadas que el promedio nacional. También incluye los porcentajes de pobreza de las EF incluidas según el Coneval. Mientras éstos varían entre 28.4 por ciento (DF) y 76.2 por ciento (Chiapas), las del MMIP lo hacen entre 58.4 y 93.8 por ciento, un rango menor, pero a niveles muy por arriba. Nótese que los valores del Coneval se acercan bastante a los de pobreza extrema del MMIP, tanto a nivel nacional como para varias EF. Comparemos primero las estructuras sociales del DF con Chiapas, que se pueden sintetizar en la cadena de números (con un dígito) de pobreza extrema, pobreza moderada y no pobreza: en el DF: 22-36-42; en Chiapas: 82-12-6. A estas secuencias numéricas les podemos llamar pirámides: en el DF el estrato más grande es el de no pobreza (42), seguido de la pobreza moderada (36) y el menor es el de pobreza extrema (22); una pirámide invertida de base angosta que se va anchando hacia arriba. En Chiapas es al revés: la inmensa mayoría vive en pobreza extrema (82) seguido muy de lejos por la pobreza moderada (12) y sólo por 6 por ciento de no pobres. Una pirámide (no invertida) que se recorta abruptamente. El promedio nacional es una pirámide (no invertida) que se va recortando con mucha más suavidad: 49-31-20, empezando por la pobreza extrema. De las EF incluidas en el cuadro, en tres casos el estrato más numeroso es la pobreza moderada (NL, Sonora y Quintana Roo), pero mientras en NL el segundo estrato más numeroso es el de no pobreza, en los otros dos casos es el de pobreza extrema. Esto ilustra la variedad de formas de estructuras sociales cuando las construimos con tres estratos. El cuadro permite hacerlo también con cuatro estratos al desagregar la pobreza extrema en sus componentes: indigencia y pobreza intensa. En las cuatro últimas EF del cuadro, la indigencia es el estrato más numeroso. Entre los demás, predomina la pobreza moderada como el más poblado. El contraste de pirámides se hace aún más notable. La del DF es (a un dígito): 8-15-36-42; la de Chiapas: 65-17-12-6.
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