El
perverso ajuste social
León Bendesky
E
l Fondo MonetarioInternacional acomoda sus muy
conservadoras políticas de ajuste fiscal en un cajón mucho más grande que el de
la ampliamente cuestionada teoría económica bajo la que sigue operando. Se
trata en efecto de un verdadero ajuste social, de una ingeniería de las
relaciones entre el capital, el trabajo y las finanzas públicas con efectos
sesgados en contra de los asalariados. Hay que plantearlo abiertamente como lo
que es.
El modelo
se aplica en Grecia con nulos resultados para retomar el crecimiento de la
economía. Se instauró también en Irlanda, en Portugal y en Chipre con gran
costo y desgaste de la cohesión interna. España sigue en un severo atorón, con
caída del producto y un altísimo desempleo que no cede ante las reformas estructurales que se han impuesto; entre ellas
una reforma laboral legislada con alharaca por los diputados del Partido Popular,
que no ha producido ningún mejoramiento en el mercado.
Ahora el
FMI propone abiertamente a España bajar los salarios hasta en 10 por ciento
para incidir sobre el déficit público. Este llegó a 11.2 por ciento en 2009 y
se ha ido reduciendo hasta 7 en 2011 y la estimación es llevarlo a 6.7 en 2013.
Pero ojo, que esto no incluye las enormes ayudas a los bancos y otras entidades
financieras.
El
déficit español estaba en los niveles aceptados por el FMI hasta antes de la
crisis de 2008 y se ha disparado, precisamente, por el efecto de la fragilidad
del sistema bancario y la quiebra y los fraudes en muchas entidades del sector,
igual que en otras empresas; a eso se añade el descalabro del sector
inmobiliario luego de un periodo de fuerte especulación.
La rebaja
de los salarios nominales es equivalente a una devaluación interna del euro en
España, que abarata los costos para intentar hacer más competitiva la economía
y exportar más. Esto pone en evidencia la desestructuración del euro como
moneda regional, hay euro de primera como el alemán, y de segunda como en
España e Italia, y hasta de tercera como en Grecia y Chipre, donde ya no sirve
siquiera para transferir recursos más allá de las fronteras nacionales.
Ese es el
origen de las pautas del ajuste instrumentado por el gobierno español y que ha
significado un bárbaro castigo social. Es ahí donde está el ajuste que se
presenta como un conjunto de medidas técnicas centradas siempre en el déficit.
Pero ese modo de gestión está cada vez más expuesto al castigo que se impone a
la población en cuanto a la falta de empleo, a la significativa merma de los
ingresos familiares aunada a la reducción de los servicios públicos.
El ajuste
se impone sobre los jóvenes que, sin oportunidades de empleo remunerado, además
tienen menos opciones para educarse en las universidades públicas, a las que se
trata como meras cargas presupuestales sin miramiento de las consecuencias de
mediano plazo para los individuos y la colectividad. Los jóvenes con
preparación huyen a otros países.
Se trata
pues de una real brecha entre generaciones, por un lado esos jóvenes
desamparados y, por el otro, los mayores con menos recursos para el retiro.
Todo esto ante la miopía y la ineptitud de quienes toman las decisiones en el
gobierno, en el sector empresarial y en los sindicatos.
Según el
FMI en su torre de cristal de Washington, los salarios deben bajar 10 por
ciento en términos nominales, lo que implica que la inflación no suba, y se
debe establecer un pacto para que las empresas se comprometan a crear más
empleos. Un pacto de esa naturaleza es impensable en una situación de baja
rentabilidad en los negocios y ante un ajuste de la demanda interna que, en el
mejor de los casos, respondería de modo muy lento, si es que lo hace, con un
precario balance entre más empleo con menores ingresos familiares. El tiempo no
es un recurso ilimitado en una crisis de esta envergadura.
Un
segundo paso en el proceso ideado por los técnicos del FMI es acompañar el
ajuste salarial con una reducción de las pensiones, en el gasto educativo y en
la sanidad para aflojar la presión sobre el presupuesto público y el déficit
que aparece como un objeto obsesivo, aunque con mayor castigo social. Y, aún
más tarde, aumentar la recaudación del IVA cuya tasa es hoy de 21 por ciento llevando
los productos que tienen una tasa reducida (de 10 por ciento) a la tasa más
alta.
Se trata,
pues, de un verdadero circo de tres pistas y sin director que coordine a los
domadores de tigres, los trapecistas y los payasos. Además, todo el proceso se
extiende en el tiempo, en un marco de mucha incertidumbre y con un gobierno
debilitado y una oposición sin un proyecto político alternativo y creíble. Es
una ecuación idealizada no apta para las condiciones de alta tensión existentes
en la sociedad española.
El FMI
dice que todo esto tiene un atractivo teórico, aunque reconoce que su
implementación es poco probable. Como si los españoles estuvieran para debates
teóricos, sobre todo aquellos provenientes de un organismo internacional cuyos
empleados y directivos tienen un empleo asegurado, un ingreso suficiente y muy
generosos planes de pensiones. Esto es parte de la crisis política e
intelectual que rodea a la fuerte y resistente crisis económica. Más recato y
contención serían muy bienvenidos.
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- Comentario
Simuris
En lo personal creo que debe existir un balance
entre ingresos y gastos, tanto en lo personal como en el gobierno, así que los
gobiernos no deben gastar más de lo que pueden recaudar o pueden pagar en
créditos, por otro lado quizás deberían iniciar recortes de gastos fijos en la
nómina de los altos funcionarios y sus prestaciones, reducir el sueldo de los
congresistas y jueces y no reducir el gasto en educación y salud que son
baciscos en cualquier sociedad, buscar incrementar la recaudación solo se puede
a través del incremento de impuestos pues los gobiernos al no ser empresas no
generan “riqueza” , si queremos gobiernos que inviertan más en educación
pública, salud, infraestructura y mas, entonces debemos estar conscientes que
solo se logra con una mayor recaudación por medio del incremento de impuestos
Responder a este comentario
·
Vender su alma al ...FMI
HUG0 CERVANTES
En la pagina de la CIA, en Internet,
hay estadisticas de la economìa de los paises. Incluyendo la deuda externa
(pactada con el FMI y similares) que compromete a los gobiernos de los paises a
aplicar politicas autodestructivas, tal como se indica en este artìculo.
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