Historia de una vocación, 30ª entrega // Visión de Aura Ponce de León, destacada arqueóloga y filósofa, fallecida este año, sobre mi obra
e envié correos y traté
de comunicarme a su celular muchas veces para invitarla a participar en
el curso de actualización docente sobre mi obra, que terminé ayer en la
UNAM. Como siempre me había contestado con prontitud, empecé a pensar
lo peor, pero me tranquilicé pensando que las malas noticias vuelan. Al
final, un colega buscó en Google y encontró mucho material de Aura Ponce
de León (APL), entre ellas una esquela de la UAM. Había fallecido el 6
de febrero pasado. Era una persona íntegra y generosa y una académica
brillante. Compartíamos la misma visión del ser humano. Era mucho más
joven que yo (menos de 60 años). Desconozco las causas de su
fallecimiento. Hoy reproduzco en su honor y memoria, extractos de su
brillante escrito Un primate con apetito epistémico. Pensando la evolución con Hume y Boltvinik
. Dice al inicio APL.
Julio Boltvinik ha cuestionado con gran profundidad el enfoque
vigente mundialmente en el combate y el estudio de la pobreza. Al
caracterizar este fenómeno, Boltvinik constata una situación mundial
desesperanzadora: por un lado, un número muy importante de miembros de
nuestra especie están condenados desde su nacimiento a una existencia
precaria, no humana; por el otro, los organismos internacionales que
tienen como misión contribuir a mitigar el sufrimiento humano causado
por carencias económicas, han fallado. Por ello, decide examinar
meticulosamente las insuficiencias de la aproximación canónica en el
estudio de la pobreza para exponer la causa de sus fallas. Tal
aproximación, surgida de la corriente principal en la economía, separa
los bienes que se describen como bienes materiales de aquellos no
materiales y determina un umbral en los primeros para distinguir a los
pobres de los no pobres. El Banco Mundial, por ejemplo, ha trazado este
umbral en un dólar diario per cápita, con una aproximación del todo
cuestionable. En su obra, Boltvinik puso en su verdadera perspectiva
estas aproximaciones que olvidan que de sus resultados hay consecuencias
severas para seres humanos concretos, y propuso un enfoque
completamente nuevo del problema. En él juzga que la primera condición
para trazar un umbral debe ser revisar qué es el hombre, qué es lo que
realmente necesita, y sólo entonces, separar los aspectos económicos y
trazar las líneas que permitan determinar esos umbrales. Este enfoque
produjo una obra que traspasa los límites disciplinares del campo de la
economía para ocupar un lugar destacado entre las obras de valor
universal en las ciencias del hombre y de gran pertinencia y relevancia
ante la grave situación de pobreza mundial. Es también una obra de gran
interés para la antropología filosófica. Su análisis sobre la única
manera moral de enfocar los ingentes problemas de pobreza en el mundo
traspasa las fronteras de la perspectiva económica tradicional al
preguntarse por el hombre ante las carencias; qué es lo que significan
si se trata de vivir una vida digna, una vida verdaderamente humana. Se
pregunta quiénes somos, cuáles son las características que posibilitaron
nuestra aparición en el mundo, cuál es nuestra esencia. Comparto con él
sus preguntas y sus respuestas son relevantes para la
paleoantropología.
APL identifica tres fuentes en mi caracterización de la esencia
humana: la concepción filosófica marxista del ser humano vista a través
de la obra de György Márkus; las teorías de los instintos y la jerarquía
de necesidades (N) de Maslow; y las tesis sobre las N peculiarmente
humanas de Fromm. La autora narra las ideas centrales de estos autores.
Sobre la visión de Marx-Márkus dice, con precisión: Boltvinik toma de
Márkus y Marx, la idea de que los rasgos esenciales humanos son el
trabajo como su actividad vital, su condición de ser social y de ser
consciente, así como su tendencia a ser universal y libre
. Añade: El
trabajo produce la conciencia y la autoconciencia humana en la medida
que hay una gran distancia, una ruptura, entre la actividad orientada a
la satisfacción de una N y la satisfacción misma de la N, y esto es lo
que posibilita el pensamiento objetivo y la aparición de nuevas N a lo
largo de la historia, como las N estéticas, la curiosidad científica o
las N espirituales: cada objeto es captado más y más en su singularidad,
independientemente de la N humana
. Comenta APL: “Esta aproximación
de Boltvinik me resulta relevante, pues me parece que contribuye a
recuperar el verdadero papel en los orígenes humanos. Muestra su
desencanto con la obsesión cientificista de la paleoantropología que la
hizo transitar a una práctica científica que trata esforzadamente de
constatar que otros primates también usan y fabrican herramientas, como
si hiciera falta, perdiendo la perspectiva global y minimizando, al
sobredimensionar que no somos los únicos, el enorme hecho de nuestra cuna histórica, posibilitada por el trabajo y por la retención y transmisión de sus éxitos y productos a cada nueva generación que recibe, así, una herencia cada vez más rica y compleja”. APL, al narrar mi segunda fuente, el pensamiento de Maslow, hace una reflexión muy interesante: Si
tomamos la jerarquía de N propuesta por Maslow, y revisamos las N de
distintas especies animales, encontraremos que compartimos varias, en
distintos grados. Las N fisiológicas y protección serían compartidas por
todos los animales. La N de amor, afecto y pertenencia, por la mayor
parte de aves y mamíferos y, por último, la N de estima y autoestima por
varias familias de mamíferos, sobre todo aquellas en las cuales la
dominancia o el altruismo juegan un papel importante en la
sobrevivencia: primates superiores, perros y lobos, mamíferos marinos.
No me parece, sin embargo, que pudiera citarse algún ejemplo de animales
que poseen la N de autorrealización. ¡Es la emergencia de esta N otro
rasgo peculiar de nuestra especie? Es una pregunta sugerente y puede
conducir a una investigación fructífera
. De Fromm, APL destaca su
identificación de cinco N peculiares a la existencia humana: relaciones
íntimas con otras personas, trascendencia, pertenencia, identidad y N de
un marco de orientación y devoción. APL concluye así el examen de Ampliar la mirada, mi tesis doctoral: la
reinterpretación global que de estos autores presenta Boltvinik, el
vínculo coherente que encuentra entre ellos y la nueva perspectiva que
sobre el hombre ofrece, suministra a la paleoantropología elementos muy
interesantes sobre los cuales pueden trazarse rutas de investigación de
gran riqueza y fertilidad teórica. Boltvinik juzga que es en el trabajo y
los elementos asociados a él donde se encuentra la ruptura con las
formas previas a la aparición del hombre. Sin embargo, cualquiera que
sea nuestra postura en el hipotético debate ruptura-continuidad, en el
cual yo me sitúo como continuista, no disminuye en absoluto la
aportación de Boltvinik en cuanto a volver a llamar nuestra atención
sobre la importancia crucial del trabajo en la aparición de nuestra
especie y sobre la relación de retroalimentación que se estableció en el
ser humano entre sus capacidades y N
. Seguiré comentando escritos de APL. Su legado es amplio.
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