Sobre la Manifestación de Impacto Ambiental del Tren Maya
La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del Tren Maya, tramo 5 Sur oculta y niega los impactos ambientales de la mayor importancia, inducidos o provocados por la construcción de esta infraestructura.
La primera revisión de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del tramo 5 del tren Maya me deja las siguientes preguntas: ¿como pueden los vecinos de la obra y los ciudadanos en general revisar en sólo 8 días las casi 5,000 páginas plagadas de tablas y fórmulas matemáticas que contiene esta MIA? ¿puede aceptarse una MIA realizada por entidades del gobierno mexicano como el INECOL, con el apoyo del CONACYT, entidades que en este caso son juez y parte?
Ha sido habitual en México que las MIAs se hagan «a modo» de los inversionistas, para ocultar los verdaderos impactos ambientales. Este parece ser un caso más de una MIA «a modo». Una MIA de esta dimensión me parece que debería ser revisada y validada por alguna entidad internacional.
Desde hace décadas, los economistas descubrieron que las matemáticas sirven mucho para ocultar la falta de sustancia en sus estudios y propuestas; sirven mucho para que parezcan muy científicas sus aseveraciones. Por ello se inventaron los premios Nobel de Economía. Parece que algunos de ellos se metieron en el tema del impacto ambiental y contagiaron a diversos ecólogos y ambientalistas que vieron el gran negocio que significa hacer manifestaciones de impacto ambiental-MIAs o EIAs- saturados de fórmulas matemáticas y lenguaje muy técnico que casi nadie puede entender y que por ello, ocultan o minimizan muy bien los impactos ambientales reales, para beneficiar al promotor del megaproyecto, sea el gobierno federal o un consorcio de empresas particulares.
Por décadas, la SEMARNAT ha aprobado alegremente horrendas manifestaciones de impacto ambiental «a modo» de horrendos megaproyectos de muerte. Por ello, desde la presidencia de Fox introdujeron en la SEMARNAT tantos funcionarios al servicio de los grandes contaminadores como pudieron. Le sobran bufetes ambientalistas expertos en la elaboración de estos engendros propiciados por la Ley. Los hemos visto aprobar impactos ambientales de este tipo, de presas, supercarreteras, rellenos sanitarios, desarrollos turísticos, torres, segundos pisos, distribuidores viales, enemigos de la sustentabilidad.
Van a mitigar el impacto ambiental del tren por medio de «ingeniosos» diseños de pasos de fauna selvática (que hasta podrían aumentar la biodiversidad en la región). Parece que les van a dar una capacitación a los murciélagos, las aves, los monos, los venados, los jaguares, los tejones, los tlacuaches, las serpientes, las víboras, los sapos, los cangrejos, las tarántulas, para que puedan cruzar sin riesgo las vías del tren Maya, por medio de estos pasos y para saber identificar el silbato del tren ( que viajará a 160 kmh) ; les van a poner letreros en varios idiomas locales para indicarles por donde deben cruzar las vías del tren y a que horas es conveniente cruzar.
Según los «expertos en impacto ambiental», el transporte masivo realmente no corta las líneas de la vida que en su mayor parte son horizontales. Según ellos, es falso que el transporte fracciona y empobrece la fauna y la flora en su cercanía sustituyendo gradualmente porciones crecientes del territorio afectado por espacios inertes, definitivamente perdidos para la Naturaleza y la vida.
Las carreteras y las supercarreteras de EU han sido responsables principales de la pérdida de biodiversidad en ese país.
La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del Tren Maya, tramo 5 Sur oculta y niega los impactos ambientales de la mayor importancia, inducidos o provocados por la construcción de esta infraestructura que, por otro lado, se presentan en sus objetivos como beneficios económicos y sociales; oculta o niega los impactos que se dan fuera del derecho de vía del tren, antes, durante y después de la construcción de esta infraestructura, a consecuencia de la alteración radical de los valores de los terrenos junto y cerca de las estaciones del tren y de la economía de los territorios afectados por esta obra que inducen ciclones urbanizadores que pueden durar varios años.
Antes de la construcción comienza la compra o despojo de terrenos que subirán de precio debido a la construcción de esta infraestructura, por la especulación de grandes inversionistas que esperan tener grandes ganancias cuando se encuentre en funcionamiento el tren y los precios de los terrenos multipliquen su valor. Al avanzar la construcción y al iniciar la operación del tren seguirán aumentando los precios induciendo la construcción de millones de proyectos de servicios, comercios, industrias y desde luego, induciendo a su vez la construcción de pavimentaciones en gran escala.
La construcción del tren Maya detonará ciclones urbanizadores en la cercanía de sus estaciones que al cabo de 10- 15 años podrían crear al menos 5 nuevas ciudades en el Sureste y un crecimiento explosivo de la urbanización en las ciudades, pueblos, colonias ya existentes. Podrá crear una superficie pavimentada inmensa que eliminará gran parte de la biodiversidad del Sureste y desde luego, destruirá tradiciones, costumbres, culturas actualmente existentes.
La Manifestación de Impacto Ambiental del Tren Maya oculta y niega los impactos ambientales de mediano y largo plazo que son cuando menos cien veces mayores que los impactos derivados por la construcción de las vías del tren. Es un documento tramposo que debe ser rechazado.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras
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