México SA
Crece inseguridad ciudadana // ¿Autoridad = delincuencia?
Carlos Fernández-Vega
E
l inquilino de Los Pinos reconoce que su gobierno no alcanzó
el objetivo de recuperar la paz y la seguridad para los mexicanos en todos los rincones del país. Sin embargo, a juicio de los ciudadanos tal afirmación se queda corta ante una realidad avasalladora que abarca a toda la República y no sólo a ciertos
rincones.
Más allá de que tal reconocimiento no aporta mayor cosa, lo cierto es que, como sucedió en el sexenio calderonista, en el gobierno por concluir se destinaron cientos de miles de millones de pesos del erario y un buen número de elementos del aparato de seguridad del Estado al presunto
combate al crimen organizado, y los resultados fueron en extremo escasos, por decirlo suave.
Y la ciudadanía es la primera en padecerlos, como lo confirma –por si hubiera duda– la más reciente encuesta (Seguridad y participación ciudadana 2018) del Centro de Estudios Sociales y Opinión Pública de la Cámara de Diputados, de la que se toman los siguientes elementos.
De los entrevistados, 62.9 por ciento reconoce que se siente inseguro en el lugar donde vive, mientras a 36.4 por ciento le parece seguro. Del total de la muestra 51.8 por ciento manifiesta que ha tomado medidas (y el gasto que ello implica) contra la inseguridad pública el año pasado.
Entre las principales medidas que la ciudadanía adoptó destacan: instalación de equipo de seguridad en su casa (18.1 por ciento), evitar salir de noche (7.4), solicitar apoyo de la policía (5.8), mayor coordinación entre vecinos (28), prestar más atención en la calle (2.8), instalación de alarma vecinal (1.9), evitar salir a la calle (1.5), construcción de barda perimetral (1.3), mantener bien cerrada la casa (1.1), esconder o no llevar cosas de valor o no hablar con personas desconocidas (uno).
Respecto de los lugares donde los ciudadanos se sienten más inseguros, los encuestados respondieron que en casa (46.7 por ciento), el trabajo (23.9), la escuela (33.4), centro comercial (70.4), banco (63.4), automóvil (58.8), parque o centro recreativo (59.1), mercado (63.1), calle (76.2), carretera (68.4), transporte público (71.5) y cajero automático en vía pública (76.2).
De la muertra 21.4 por ciento fue víctima de algún delito en los pasados tres meses. De igual forma, 53.6 por ciento de la población encuestada indicó que en dicho periodo algún familiar o persona cercana sufrieron algún ilícito (robo a casa, extorsión, asalto en transporte público, secuestro, robo de vehículo, homicidio, asalto en cajero automático, robo bancario por medio de Internet y violación).
En opinión de los encuestados, entre las causas principales que generan delincuencia destacan: desempleo (62 por ciento), falta de educación (44), desintegración familiar (43.6), consumo de droga (40.2), pobreza y marginación (36.7), falta de vigilancia policial (36) y escasez de espacios recreativos (6.8).
Sobre las autoridades responsables de la seguridad, 44.9 por ciento de los encuestados opina que son parte de la delincuencia, 27.7 que no trabajan o no funcionan, 18.1 que hacen lo necesario, 5.5 que hacen bien su trabajo.
Se les pidió a los encuestados mencionar los tres temas que más les preocupan: desempleo (51.3 por ciento), pobreza (43.6) y corrupción (42.7).
Las rebanadas del pastel
S.O.S. de la lectoría en La Magdalena Contreras: “¿dónde estará el delegado Fernando Mercado que no pone a trabajar a sus subalternos? Hace 76 días reporté a la autoridad respectiva (número de folio 11041) que se fundió un par de luminarias en la calle donde vivo –hoy en peligrosa oscuridad– y hasta ahora sólo me han dado largas y más largas, mientras el calendario sigue su curso. Si se atiende el tortuguismo delegacional, entonces todo indica que cambiar un par de focos debe ser una ciencia” (patt_04@hotmail.com).
Twitter: @cafevega
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