EL DELFÍN
Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.
lunes, 24 de octubre de 2016
Astillero
Astillero
¿Debe AMLO reorganizar(se)?
Peores condiciones para competencia
Morena, Mancera, CNI-EZLN
Pacto (electoral) por México
Julio Hernández López
D
e gira por Sinaloa, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sostuvo (según lo consignado en su página oficial: https://goo.gl/bTBhf9) que él podrá estar arriba en las encuestas, pero cuando los mañosos suelten todo el caudal de dinero, ¿va a aguantar la gente? La elección de 2018 será definitiva y definitoria, será entre la dignidad del pueblo y el dinero, por todo lo cual, según ese boletín, tienen que ganar la dignidad del pueblo al cochino dinero y eso requiere de organización.
El diagnóstico de AMLO no sólo es oportuno, sino fundado: en 2006 y en 2012, el fenómeno ascendente de su candidatura concitó esperanzas e ilusiones que luego fueron aplastadas por un sistema endurecido para impedir el acceso a factores perturbantes. Cierto es que hoy es perceptible un ánimo de hartazgo social que pareciera favorable para una opción como la encabezada por López Obrador, pero, en general, ¿el sistema ofrece mejores condiciones de respeto al voto que en las dos campañas anteriores del tabasqueño? ¿El instituto y el tribunal electorales garantizan equidad y justicia y están integrados por personas más respetables y confiables? ¿Los medios de comunicación rebosan de pluralidad y no se prestarán a campañas intensas de desacreditación? ¿Ha disminuido o ha aumentado el uso y abuso del dinero del crimen organizado en campañas electorales? ¿Las reformas estratégicas han convertido a México en un territorio agregado a intereses trasnacionales y en especial a la lógica de poder de Estados Unidos? ¿La tendencia que se observa en la conducta política de Peña Nieto y su equipo permite pensar en apertura democrática o en pelea criminal por mantener el poder?
A las respuestas que se hubieran dado a las anteriores preguntas, agréguese una fría reflexión sobre las consecuencias electorales que tendrá la división de ese batiburrillo denominado con generosidad como la izquierda o el progresismo mexicanos. El conglomerado de siglas, intereses, traiciones, oportunismos y simplismos que en 2006 y en 2012 colocó a López Obrador en extraordinarias condiciones de competitividad electoral, ahora tendrá cuando menos una vertiente que dividirá el voto, pues Miguel Ángel Mancera avanza a toda velocidad en la constitución de un frente que aglutine a los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y Movimiento Ciudadano, más ciudadanos e independientes, como se etiqueta el propio gobernante de la Ciudad de México.
A esas cuatro propuestas viables (PRI, Verde y Panal, por un lado; PAN, por otro; la Sonora Mancerista, en otro carril, y Morena-López Obrador) habrá que añadir la consulta del Consejo Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) para decidir si postulan a una mujer indígena al 2018. Es decir, de un esquema de tercios del que se hablaba hasta hace unas semanas (PRI y aliados; PAN en probable alianza con el PRD, y Morena), se ha pasado a uno de cuatro partes (con el plan mancerista de ir sin alianza con el blanquiazul) y se ha llegado a uno de cinco partes, si se formaliza la pretensión del CNI-EZLN y sin tomar en cuenta la división de votos que también generarán las candidaturas independientes sin base organizativa (como el CNI-EZLN) que logren sostenerse.
El propio Manlio Fabio Beltrones, en una sugerente reunión que sostuvo el pasado miércoles con el reunificable flanco disidente del PRD, la llamada iniciativa Galileo (con J. Guadalupe Acosta Naranjo como principal impulsor), advirtió que en 2018 la gobernabilidad del país podría estar sujeta a un esquema de coaliciones, haciendo a un lado la tesis anterior, en la cual el que ganaba, ganaba todo y el que perdía, perdía todo y se dedicaba a fastidiar al que ganaba. La tesis ya ha sido planteada desde años atrás por el priísta sonorense, quien recordó en esa sesión con perredistas los desenlaces críticos, terribles, de episodios en los que los procesos electorales no han dado legitimidad a los presuntos ganadores: de verdad, en 2006 se rompió todo y empezamos a juntar pedacitos y los empezamos a juntar desde antes del 1 de diciembre. ¡Quién no recordará el drama de ese primero de diciembre, que no quisiéramos vivir jamás!
En ese contexto, en que las fuerzas abiertamente componentes del sistema podrían optar por un escenario de coaliciones (una especie de Pacto por México para asuntos electorales y de gobernabilidad), el dividido y confrontado catálogo de izquierdas y progresismo debería realizar un análisis crítico de sus circunstancias e intentar fórmulas unitarias. Siendo el puntero en las encuestas, el propio López Obrador debería reorganizar y reorganizarse, en busca de una candidatura a discutir, que resultara fortalecida por la concurrencia de diversas fuerzas. Por lo pronto, en la misma Sinaloa, AMLO habló de abrir las puertas de Morena a militantes de abajo de diversos partidos, de entre los cuales se habló del PRI y del PAN. Eso sí, con candado de exclusión contra Salinas de Gortari, Fox y Calderón.
El 4 de junio de 2012, este reportero astillado dio a conocer el caso del presbítero Gerardo Silvestre Hernández, a quien desde 2009 se acusaba formalmente de abusar sexualmente de niños y adolescentes en comunidades indígenas de Oaxaca (https://goo.gl/I6cbX9). El propio arzobispo de esa demarcación, José Luis Chávez Botello, conoció al detalle del asunto, por voz de 10 oficiantes de su propia iglesia; el Vaticano también recibió un reporte detallado, de parte del mismo grupo de sacerdotes y diáconos asentados en Oaxaca. Sólo hubo protección eclesial para el acusado, aunque finalmente fue puesto bajo proceso judicial. A los curas denunciantes se les castigó de diversas maneras y se les ha hostigado, en especial a Manuel Arias. Un enfoque sobre ese caso de pederastia clerical y de complicidades en las cúpulas católicas (al que aquí se ha dado largo seguimiento) se expresa ahora en un cortometraje titulado Silvestre, producido por la compañía Bengala, que aquí puede verse https://youtu.be/L5KgGG5wxjk. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
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