EL DELFÍN

Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.

miércoles, 4 de octubre de 2023

Crimen de Estado-masacre de Tlaltelolco 2 de octubre de 1968-

 El Correo Ilustrado

El de hace 55 años fue un crimen de Estado, hasta hoy impune

E

l entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz fue responsable de la masacre en Tlatelolco, pero no fue él único. Aquella tarde del 2 de octubre de 1968 la Plaza de las Tres Culturas fue escenario de múltiples trampas, todas fraguadas desde el poder. Una fue la que preparó el general García Barragán, con la operación Galeana, para aprehender a los principales cabecillas del Consejo Nacional de Huelga (CNH) en el mitin de Tlatelolco, e impedir que se realizara una manifestación en el Casco de Santo Tomás ocupado por el Ejército, acto que ya había sido cancelado por el CNH y que había anunciado Florencio López Osuna en su discurso al inicio del mitin.

Otra fue con la orden del general Luis Gutiérrez Oropeza para que oficiales del Estado Mayor Presidencial dispararan contra los estudiantes y asistentes a la plaza, incluyendo al Ejército. La tercera fue con los halcones, que portaban armas de alto poder, el guante blanco y que también no sólo disparaban y estaban ubicados en el edificio Chihuahua. Una cuarta fue fraguada desde la Secretaría de Gobernación de Luis Echeverría y ejecutada por la DFS, bajo las órdenes de Gutiérrez Barrios, al situar a su personal armado en el edificio Chihuahua y en otros edificios cercanos.

Y la que se tejió directamente desde la Presidencia de la República, a partir del mensaje del 1º de septiembre con la directriz de que: “…hasta donde estemos obligados a llegar, llegaremos”, y engañar con su falsa voluntad de diálogo, al enviar dos delegados para participar en una reunión con los representantes del CNH, esa mañana del 2 de octubre, en la casa del rector de la UNAM Javier Barros Sierra, y llegar al acuerdo de continuar el diálogo el 3 de octubre, en la Casa del Lago en Chapultepec.

Frente a un mitin pacífico y una juventud desarmada, desde el poder se preparó, con premeditación, una masacre. En aquel sangriento atardecer y noche interminable, no sólo hubo una trampa, la del general Gutiérrez Oropeza, como un año después afirmó el general García Barragán. Hubo más de una, y más de un responsable. Para detener la rebeldía de aquella juventud del 68 se cometió un crimen de Estado, hasta hoy impune.

Francisco Colmenares, representante de la Escuela Nacional de Economía en el CNH, preso dos años 11 meses en Lecumberri y sentenciado a 16 años de prisión


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