El gobierno del presidente colombiano Gustavo Petro ha logrado en solo un año avances en los frentes político, económico y social que no pudieron obtener los anteriores regímenes neoliberales que lo antecedieron.
Eso ha sucedido pese a las constantes campañas en su contra por parte de las adineradas fuerzas de la derecha criolla y de los medios de comunicación que han tratado de desestabilizar al gobierno progresista que llegó al poder el 7 de agosto de 2022 tras ganar en la urnas con el apoyo del pueblo.
Petro, desde su llegada, se enfrascó en dejar atrás un pasado de violencia, injusticia y discriminación al impulsar conversaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) las que han tenido significativos adelantos, esfuerzo apoyado por Cuba, Venezuela y Noruega como países garantes y el apoyo de las Naciones Unidas.
En el año transcurrido se lanzó una lucha directa contra la delincuencia y el narcotráfico al lograrse decomisar 1 100 toneladas de cocaína y se destruyeron laboratorios de procesamiento de esa droga lo que significó un incremento del 16 % en relación con el año anterior.
En cuanto a la violencia, que ha sido una constante en esta nación sudamericana, se han capturado 9 030 personas de grupos armados y el homicidio se redujo 3,6 % en el primer semestre de este año en comparación con el mismo período de 2022.
Colombia ha vivido en el año transcurrido una intensa actividad en la arena internacional, participando con importantes delegaciones en diversos eventos mundiales y con gran valentía política por parte de Petro, se reactivaron las relaciones con Venezuela lo que disminuyó las tensiones en la frontera común e impulsó el comercio entre ambas naciones.
La economía se ha visto beneficiada y ya en el primer trimestre de 2023 el Producto Interno Bruto creció 1,4 % pese a la propaganda de la derecha que auguraba una catástrofe en esa disciplina mientras la inversión llegó a 12 000 millones de dólares en los 12 meses de gobierno.
El déficit de la balanza comercial, que es el resultado de mayores importaciones que exportaciones, pasó del 6 % registrado durante la administración anterior, al 4 % durante la actual, lo cual redundó en una reevaluación del peso frente al dólar.
Datos oficiales indican que la inflación se ha reducido al situarse en 12,13 % y los precios continúan bajando al aumentar las producciones nacionales.
El desempleo es otro rubro que disminuyó al situarse en junio en 9,3 % frente al 11,3 % del mismo mes del año anterior. En ese sentido se crearon 1 030 000 empleos formales y hubo un crecimiento nominal del 16 % del salario mínimo.
Con amplias gestiones del poder ejecutivo fue aprobada una reforma tributaria que está permitiendo enfrentar a los grandes evasores del país y obtener recursos provenientes de las capas más privilegiadas de la sociedad.
En cuanto a la tenencia de tierras, la cual asegura el presidente “el estado tiene una gran deuda histórica con los campesinos al existir una desigual distribución, ya en los primeros siete meses de su gobierno se han entregado más de un millón de hectáreas a cultivadores indígenas, debido al fortalecimiento de la Agencia Nacional de Tierras frente a las 1,4 millones entregadas por su antecesor Iván Duque durante cuatro años de gestión.
El actual mandatario esgrimió durante su campaña electoral tres temas fundamentales, salud, trabajo y pensiones, los cuales reclamaron los manifestantes que tomaron en varias ocasiones las calles para protestar por el sistema neoliberal ejercido durante el mandato del expresidente Duque.
Petro ha continuado realizando grandes esfuerzos para llevar a buen término cuatro importantes proyectos pero se ha visto imposibilitado de lograrlo porque tiene un Congreso con mayoría de fuerzas de derecha que se oponen.
Son los casos de la salud que está en manos de los grandes consorcios económicos, incluso los miembros del gobierno saliente se han pronunciado contra cualquier modificación al sistema de Seguridad de Salud que pueda beneficiar a las mayorías.
También el Fondo de Pensiones, que se convirtió en un negocio controlado por compañías privadas pues el ahorro de los trabajadores está en manos del gran capital que los renta para sus beneficios y deja a los asalariados en extrema precariedad.
Un tercer tema es la reforma laboral que debe garantizar el derecho de los empleados a una mayor estabilidad de la oferta social, y por último una ley de Servicios Públicos para subsidiar o disminuir los aún altos precios que asfixian las economías familiares, ya que están controlados por compañías privadas.
De todas formas, Petro ha logrado en el poco tiempo que lleva en el poder, introducir avances sumamente necesarios para una población que ha estado desfavorecida durante largos años.
Recientemente el presidente aseguró que «seguirá insistiendo» en las reformas laboral, de salud, pensiones, educación, servicios públicos y de minería. Esperemos que lo logre para bien del pueblo colombiano.
Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuen
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