secretaríapara las pensiones?
espués de que Francisco
Aguirre Morales –hijo del actuario Francisco Aguirre Farías–, dueños de
la rentable firma familiar Valuaciones Actuariales del Norte (con
sucursales en Saltillo, Guadalajara, San Luis Potosí, Puebla y la Ciudad
de México) repitiera el cuadro catastrófico que tanto ha favorecido a
la SHCP neoliberal (Ortiz-Gil Díaz-Carstens-Cordero-Videgaray-Mead) y a
Banxico (Alejandro Díaz de León) como, ahora, a la SHCP-4T (Urzúa,
Herrera), y de acuerdo al cual los pasivos pensionarios –la suma de
recursos que el gobierno requiere para pagar pensiones de los jubilados y
los activos próximos al retiro– sigue creciendo
y ahora equivale a 156 por ciento
del PIB, en el mismo foro, Carmen Fernández, directora de Proyectos de
la Unidad de Seguros, Pensiones y Seguridad Social de la SHCP-4T, estimó
prudente hacer un singular anuncio.
Aguirre Morales publicita queel problema del sistema pensio-nario mexicano está en la fragmentación
:
en los más de mil esquemas bajo el régimen de beneficio definido en
estados, universidades y empresas gubernamentales. De la misma
interesada opinión es Héctor Villarreal, del Centro de Investigación
Económica y Presupuestaria. En su desparpajado estudio Pensiones en México: 100 años de desigualdad (2017) se atreve a sostener que la desorganización
y falta
de control en el financiamiento y gasto de las pensiones ha derivado en que hoy
el gasto represente 15.5 por ciento del Presupuesto de Egresos de la Federación y 3.7 del PIB, con tendencia
a incrementarse. ¿Desorganización y falta de control
o costo de la reformas tecnocráticas adoptadas?
Sucede exactamente lo mismo con la nota de David Kaplan (BID) Diagnóstico del sistema de pensiones mexicano y opciones para reformarlo
(2019), para quien el
sistema de seguridad social en México se encuentra altamente
fragmentado, lo cual impide un manejo adecuado de la cobertura
previsional
. Ello, porque existen más de mil programas
(cifra que copia de Villarreal sin que éste mismo pueda probarla) muchos sin conexión entre sí lo que eleva
significativamente el costo. Agréguese, continúa, la presencia de
instituciones nacionales con responsabilidades sobre distintos sistemas
de pensiones, pero sin una visión global. Finalmente, concluye, no hay
un proceso para revisar los parámetros pensionarios.
Claro, ninguno de los tres se ocupa de los límites estructurales de
la capitalización individual-Afore que opera el Sistema de Ahorro para
el Retiro (SAR). Según Aguirre Morales urge armonizar
esa fragmentación, pues hay trabajadores que se pensionan a los 48 años
.
Por tanto, en la opinión de Carmen Fernández, esta pulverización
es preocupante: urge la unificación
. Este singular anuncio consiste en asegurar que la SHCP de la 4T analiza
crear una secretaría de pensiones, la cual se encargaría de planear y
coordinar a escala federal todos los sistemas de pensiones que existen
en México, pues la Comisión Nacional de Ahorro para el Retiro (Consar) sólo ve el formato de cuentas individuales
( La Jornada, 8/10/19).
Todo lo cual evita entrar al fondo del asunto público: justamente ese formato
de cuentas individuales, responsable del nivel de las pensiones que
paga el SAR y que deriva del modelo de capitalización individual-Afore y
sobre lo cual, Carmen Fernández no dijo una sola palabra.
Sin duda, unificar
reportaría ahorros. Además de que
facilitaría tareas que, tarde o temprano, deberán ocupar cualquier
iniciativa de reforma pensionaria profunda. Entre ellas, cabe destacar
las siguientes, también anticipadas por Fernández: levantar auditorías
(por licitación) en cada uno de los regímenes del país, dado que hay
entidades que no tienen sus documentos digitalizados. Levantar también
estudios actuariales (por licitación) para corroborar el número de
trabajadores amparados y sus familiares por ley, así como el alcance y
profundidad de sus beneficios, pagos, número de pensionados y sus
beneficiarios, suficiencia de los seguros y sus primas, entre otros.
Para Fernández este trabajo sucio que nadie quiere hacer
es previo a cualquier reforma y las auditorías pueden
conocerse si un sistema permanece como está o si deben
hacerse modificaciones.
Pero es claro que ninguna de estas tareas estaría completa sin un ajuste previo y profundo al modelo de capitalización-Afore. Es decir, un remodelaje a fondo.
Carmen Fernández laboraba con Carlos Noriega Curtis (SHCP), uno de
los más escandalosos conflictos de intereses de la 4T. Después de
presidir la Amafore, apareció como responsable
de la política
federal en la materia. Noriega les cumplió a las Afore y luego renunció.
Es el autor del tibio ajuste al Apartado A, contenido en decreto
AMLO-Noriega, 16/12/20 que sólo patea el bote. ¿De veras requerimos una secretaría
a la Carmen Fernández para las pensiones o revisar a fondo el modelo Afore?
* Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco
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