EL DELFÍN

Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.

lunes, 30 de noviembre de 2020

Mexico SA

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AMLO y la minoría rapaz // Zancadillas por doquier

I

nsistentemente utilizada durante su campaña electoral, pero excluida en el ejercicio de su mandato presidencial, Andrés Manuel López Obrador decidió revivir una de sus frases (en realidad un concepto puntual sobre la realidad del país) más contundentes y acertadas, la cual resume una de las tragedias nacionales: la existencia de una minoría rapaz (es decir, el grupúsculo de hombres de negocios que a lo largo del régimen neoliberal de todas ganaron todas) que ahora se retuerce por los cambios que intenta consolidar el gobierno de la 4T, boicotea cualquier medida que apunte a ello y mete zancadillas por doquier.

Por obra y gracia del régimen neoliberal, esa minoría rapaz arrasó con el país y se embolsó la riqueza nacional, de tal suerte que su poder económico rápidamente se convirtió en poder político, e impunemente decidía y disponía a su gusto y conveniencia, con la genuflexión de los gerentes de Los Pinos. Éstos crearon al monstruo, en el supuesto de que de ellos dependería, pero cual vil Frankenstein se les salió de control.

Ante la desaparición de la citada frase, días antes de iniciar formalmente el mandato de López Obrador, en este espacio apuntamos: “¿qué fue de la minoría rapaz? Bueno, dicen los que de estos asuntos conocen, que estamos ante un caso de metamorfosis, de una mudanza que hace alguien o algo de un estado a otro, como de la avaricia a la liberalidad o de la pobreza a la riqueza (definición por cortesía del diccionario de la lengua española) o, si se prefiere algo más simple, la transformación de un gusano en una institución de la sociedad civil.

Apenas siete meses antes de ocupar Palacio Nacional, es decir, en plena campaña electoral, Andrés Manuel subrayó que esa minoría rapaz es la responsable de la tragedia nacional, que tiene secuestrado al gobierno y confiscadas las instituciones, que se opone a un cambio de régimen, porque no quiere dejar de robar ni perder el privilegio de mandar; es tan ingrata que cuando le convenía apoyó a Peña Nieto y ahora es la que más lo ha ninguneado. Lo convirtieron, porque así es de siniestra, en el payaso de las cachetadas. Ese grupo financia la guerra sucia en mi contra sin dar la cara, y no sólo buscan hacer negocios al amparo del poder público, sino que se siente la dueña de México (59 Semana Nacional de Radio y Televisión, 3 de mayo de 2018).

De ese tamaño, pero a partir del triunfo electoral la minoría rapaz desapareció del discurso, es decir, aquella que ha causado un gran daño al país, la dueña de monopolios, duopolios y oligopolios que durante años bloqueó el crecimiento económico y el desarrollo, que concentró riqueza e ingreso, que acaparó privatizaciones, concesiones, contratos públicos y conexos, que se benefició con rescates, exenciones y subsidios, y que con la pobreza de millones amasó fortunas de ensueño.

Algo sucedió, porque a buena parte de los integrantes de esa minoría rapaz López Obrador la convirtió en su consejo asesor y la transformó en una institución de la sociedad civil que ayude al gobierno a lograr entre todos el progreso de México con justicia, que haya crecimiento y bienestar, porque este es un gobierno para todos, para ricos y para pobres. Pero falló en el intento, porque ese grupúsculo es la verdadera oposición que no deja de poner palos en las ruedas.

Por eso hay que subrayar que el Presidente retomó no sólo la frase, sino la intención de contener a ese grupúsculo. Lo dijo el pasado sábado durante su gira por San Quintín, Baja California: “recordaba que aquí un adulto mayor (en tiempos de la campaña electoral) me dijo ahora que triunfemos así como el presidente Juárez separó al Estado de la Iglesia (…) lo que se necesita es separar al poder económico del poder político para que el gobierno represente a todos, que no sea una oligarquía, un gobierno nada más de las minorías, que el gobierno no sea un comité al servicio de una minoría rapaz, y esa es la doctrina que nos inspira para seguir llevando a cabo la transformación de México”.

Las rebanadas del pastel

Parece que le ha quedado claro que la minoría rapaz nada tiene de institución de la sociedad civil, pero sí, y mucho, de golpista.

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