México SA
Economía: malas noticias // Diputados: sólo la grilla
Carlos Fernández-Vega
N
ada halagüeñas las noticias económicas y el más reciente informe del Inegi lo confirma: en julio pasado el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) disminuyó 0.1 por ciento en términos reales y a tasa anual el descenso fue de 0.6 por ciento.
En el séptimo mes del año solo las actividades primarias reportaron crecimiento (3.5 por ciento); las secundarias y terciarias fueron a la baja (0-4 y 0.1 por ciento, respectivamente). A tasa anual, el comportamiento de estas tres actividades fue de 4.1, -2.8 y 0.2 por ciento, en cada caso.
Durante su comparecencia ante los diputados el propio secretario de Hacienda, Arturo Herrera, dejó en claro que
el panorama económico mundial no muestra una perspectiva mejorada; en conjunto, las cinco principales economías del mundo (Estados Unidos, China, Japón, Alemania y Reino Unido) representan alrededor de 50 por ciento del PIB mundial, y en lo individual reportan perspectivas a corto plazo menos halagüeñas con consecuencias económicas globales.
La perspectiva de crecimiento mundial a mediano plazo
es de incertidumbre, pues
los constantes vaivenes en la relación comercial entre China y Estados Unidosvolatilizan los flujos de inversión y generan un entorno generalizado de menor producción mundial que disminuye la demanda de energéticos, particularmente del petróleo, dijo el funcionario.
En vía de mientras, el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic) considera que
la caída del IGAE durante julio del 2019 confirma que la economía mexicana se mantiene en franca desaceleración y que la debilidad de los sectores productivos afectados se ha profundizado. El retroceso anual de 6 por ciento provocó que tanto el promedio de crecimiento económico del sexenio como el del año se redujera a únicamente 0.1 por ciento.
En consecuencia, advierte el Idic, tanto la tendencia como el ciclo económico del IGAE permanecen en terreno negativo y se observa que el sistema productivo aún no ha tocado fondo. La confirmación del resultado negativo abre varias aristas: no se cumplirá el pronóstico de crecimiento para 2019, toda vez que el rango de entre 0.6 y 1.2 por ciento requiere una recuperación económica que no es previsible para los últimos cinco meses del año. Ello permite anticipar que difícilmente se podrá alcanzar el crecimiento de 2 por ciento estimado para 2020.
Ante ello, la recaudación tributaria asociada al crecimiento económico (IVA, ISR y algunos IEPS) será inferior a lo proyectado. De acuerdo con los Criterios General de Política Económica, el ingreso total del sector público para 2020 tendrá un incremento estimado de cero por ciento en términos reales respecto a 2019.
Ante el menor dinamismo de la economía, aumenta la probabilidad de que los ingresos efectivos sean menores a lo programado para un año que todavía no comienza. Al igual que en 2008 es posible que deban realizarse correcciones al paquete económico que se analiza en el Congreso de la Unión en materia de crecimiento y recaudación tributaria.
Para el resto del sexenio, y ante el aumento previsible de los requerimientos financieros (pensiones, costo financiero y programas sociales), debe considerarse que el estancamiento económico hace necesaria una reforma hacendaria que seguramente elevará la presión sobre la economía formal: para 2024 el gobierno federal requerirá, por lo menos, un billón de pesos adicionales tan solo para hacer frente a las pensiones y el costo financiero de la deuda pública.
El problema se agudiza, pues sin crecimiento económico y ante el aumento del gasto corriente, ¿de dónde saldrán los recursos?
Las rebanadas del pastel
Tigres cuando de grilla se trata, los diputados brillaron por su ausencia en la comparecencia del secretario de Hacienda, Arturo Herrera, quien explicó la realidad económica del país ante un pleno de San Lázaro prácticamente vacío. Queda claro que a los legisladores los asuntos prioritarios del país les vale una pura y dos con sal.
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