EL DELFÍN

Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.

lunes, 30 de septiembre de 2019

Los laboristas y la cobertura en los media

Reino Unido
El Congreso del partido laborista y su cobertura en los media
28/09/2019 | Roy Cobby Avaria
La crisis del Brexit y la elección de Trump como Presidente de EE UU han impulsado el retorno de la kremlinología. Es decir, el intento de adivinar la dirección política de las naciones a través de las intrigas y las intenciones de sus líderes. Bannon con Bolsonaro, Salvini con Le Pen, Johnson con Trump… son relaciones sencillas que explican fenómenos muy complejos. Por contra, en el análisis político profesional, aquel que domina las tertulias televisivas y las columnas centrales de los diarios, Jeremy Corbyn y el movimiento que le acompaña son una aberración. Frente a todo pronóstico, el septuagenario líder y sus acompañantes debían haber acabado en el basurero de la historia hace tiempo, aplastados entre el irresistible auge de la nueva derecha y la resistencia de los herederos de la Tercera Vía como Macron, Renzi o Trudeau.
Pero, de momento, con Jeremy Corbyn la historia ha hecho una excepción. El líder laborista ganó las primarias de 2015 contra todo pronóstico de estos analistas profesionales. Tras aproximadamente un año de ostracismo mediático, los leales al blairismo se rebelaron en 2016. Sin reconocer que el Brexit era otra señal más de que la vieja política no podía entender ya a la nación, sacrificaron a un mediocre Owen Smith en otras primarias contra Corbyn. La victoria de la izquierda laborista, gracias a un aumento de la afiliación y participación, convirtió al partido en el más numeroso de toda la socialdemocracia occidental. En 2017, otro hito: las encuestas convencieron a los Conservadores de celebrar elecciones anticipadas. De nuevo, una campaña popular y populista, siguiendo el espíritu del 45", dejaron al corbynismo muy cerca del empate. La impotencia de May durante 2018 y 2019 y su posterior dimisión evidenciaron el tamaño de esta derrota dulce.
El Congreso Laborista celebrada en Brighton en septiembre de 2019 parecería, de acuerdo a los testimonios de los periodistas enviados allí, nada más que la enésima constatación de la incomparecencia laborista ante la crisis del Brexit. “El proceso de salida de la Unión Europea divide a los líderes y a los votantes laboristas”, dicen los titulares. Las tensiones internas, como el fallido intento de apartar del cargo al vice Secretario General Tom Watson, han ocupado todas las portadas. Cualquier parlamentario susceptible de contrariar al líder ha encontrado su micrófono. Cualquier reunión paralela a la Conferencia que contenga miembros contrarios a Corbyn ha tenido sus minutos en televisión. Cualquier simpatizante con ideas poco apropiadas o cualquier representante del equipo dirigente que haya tenido un desliz, ha sido presentado como la prueba definitiva de la senilidad corbynista. Todo ello resulta más llamativo si lo comparamos con el trato relativamente neutro que ha recibido Boris Johnson, el primer Jefe de Gobierno formalmente acusado de haber mentido a la Reina de Inglaterra para evitar la convocatoria del Parlamento. ¿Alguien se imagina el escándalo si un corbynista hubiese tratado de engañar a la soberana de 15 naciones del extinto Imperio Británico?
Efectivamente, la kremlinología es prácticamente el único género periodístico que practican los mal llamados expertos. Desde el verano de 2015, tras cada esquina, todos los medios han predicho la pronta caída del corbynismo y el retorno del laborismo moderado. Antisemitismo, euroescepticismo o trotskismo son algunas de las enfermedades que han diagnosticado semanalmente el ejército de columnistas que busca certificar la muerte política de la izquierda. Pero cualquiera que tenga en cuenta algunas denostadas categorías de la economía política, como las relaciones de propiedad, la tasa de explotación o la acumulación por desposesión entenderá mucho mejor lo que ha pasado en el Congreso de 2019. Porque, para entender al laborismo hoy no se puede recurrir a paralelismos con Podemos, la France Insoumise o incluso al anglosajón Bernie Sanders. La comparación más apropiada es también británica: Thatcher y su revolución institucional.
La venganza de John McDonnell: el giro institucional e irreversible
En círculos de izquierda es muy conocida la explicación que Stuart Hall y su círculo dieron al conocido como thatcherismo en los años 80. Al contrario que los observadores de entonces, estos pensadores entendieron que la líder conservadora no suponía otra alternancia política más en Westminster. Su proyecto no era un cambio de gobierno, sino una auténtica transformación social que sentara las bases de la hegemonía conservadora en Reino Unido tras el fracaso del keynesianismo de postguerra. A principios de este siglo, el renovado interés por las ideas gramscianas, en Latinoamérica primero, y en el Sur de Europa después, hicieron comprender a los movimientos de izquierda que había que reproducir una gesta similar en la dirección contraria. Sin embargo, muchas de las interpretaciones han apelado al exitoso lenguaje neoliberal (“oportunidad”, “libertad”, “elección”) y no han comprendido el componente institucional del Thatcherismo.
Más que Corbyn, su segundo y responsable económico John McDonnell vivió muy de cerca la cuidadosa desmantelamiento del Estado del Bienestar británico. Como responsable económico del antiguo gobierno descentralizado de la ciudad de Londres, comprendió la astucia conservadora en recortar aquellos servicios y liberalizar las empresas clave que rompieron los lazos materiales y afectivos de la clase obrera. La venta de la vivienda pública a sus ocupantes, por ejemplo, consumó el deseo difundido por la publicidad de “escapar de la pobreza”, acabando además con los sentimientos de pertenencia comunitaria asociados al barrio. Tras el escenario, lo que ha sucedido es una redistribución de la riqueza de abajo arriba sin precedentes; lo que Sanders llama “socialismo para los ricos”.
Como relató Owen Jones en su clásico Chavs, la sustitución de la universalidad por el asistencialismo permitió avivar el enfrentamiento entre subsecciones de la clase obrera. Por cada foro por los derechos LGTB y de minorías que promovían ayuntamientos como el de Londres, los tabloides publicaban cientos de portadas demonizando las ayudas a migrantes y colectivos. El gobierno central respondía a cada plan social municipal con recortes y restricciones al gasto para las corporaciones locales. Tras década y media de dominio conservador, el blairismo solo supo añadir un barniz de inclusión social y multiculturalismo a una economía que cada vez dependía más del casino especulador de la City. Como sabemos, la incapacidad del Nuevo Laborismo para promover una base económica alternativa y descentralizada para Reino Unido fue una de las causas de la crisis financiera de 2008. La derrota electoral de 2010 y el liderazgo del moderado Miliband (irónicamente, apodado Red Ed) fue todavía más desesperanzadora, haciendo seguidismo del populismo punitivo y la inflexibilidad austeritaria de la coalición Liberal-Conservadora. En resumen, entre 1979 y 2015, el laborismo (como muchos de sus partidos hermanos en occidente) había sido incapaz de generar una alternativa institucional al giro liderado por Thatcher.
La Conferencia Laborista de 2019 es la venganza de McDonnell. Tras cuatro años acumulando fuerzas e ideas en torno al proyecto corbynista, es la primera expresión auténtica del deseo de los representantes de la Conferencia de 1973: efectuar “un giro irreversible y fundamental en el equilibro de poder y riqueza en favor de la gente trabajadora y sus familias”. Estas son algunas de las medidas clave aprobadas en el Congreso y su importancia:
  • Redistribución de riqueza: Una de las propuestas aprobadas que han causado más impacto es la de abolir la escuela privada para incluirla en el sistema público. La mayoría de representantes políticos en gobiernos conservadores y blairistas habían sido educados en estas instituciones, como la famosa Eton. Posiblemente, por su radicalidad, la medida quede moderada al eliminar las rebajas fiscales que estas instituciones disfrutan y a su línea directa para entrar en las principales universidades del país. Aun así, al igual que la subida de impuestos para el 5% más rico, son desafíos al sistema de reproducción social de las élites británicas.
  • Revolución Industrial Verde: Más que el Green New Deal, el corbynismo prefiere hablar de revolución industrial. Mediante la renacionalización de las empresas energéticas, se desea impulsar un cambio total que descarbonice la economía en 2030. Se promoverán aislamientos y paneles solares gratuitos para viviendas públicas y hogares de pocos recursos, además de instalaciones de energía eólica en zonas afectadas por la desindustrialización de los 80. Así, se pretende acabar con la desigualdad territorial Norte-Sur en el país. Se prohibirá totalmente el fracking.
  • Trabajo: Además de la reversión de las restrictivas reformas laborales post-crisis, se ampliarán los derechos de los trabajadores gracias a la semana de cuatro días, sin pérdida de salario. Se subirá el salario mínimo y se prohibirá la contratación con salarios de pobreza (es decir, que no haya pobres con empleo). Se promoverán en empresas de más de 250 empleados fondos de propiedad de los trabajadores que comprarán acciones y permitirán a los empleados tomar decisiones. Para combatir la precariedad del capitalismo de plataformas, se impulsarán empresas públicas de transporte que compitan con Uber para la movilidad urbana sostenible.
  • Cuidados: Frente al envejecimiento de la población, se garantizarán servicios de atención a los mayores de 60, totalmente gratuitos, mediante un Servicio Nacional de Cuidados. Todas las medicinas exigidas por receta estarán cubiertas por el Estado. Además, se promoverá la creación de una farmacéutica pública que compita con el oligopolio privado, al estilo de las ya establecidas por algunos países en vías de desarrollo.
  • Derechos para los migrantes: En tiempos de Brexit y racismo, se cerrarán los centros de internamiento de extranjeros, comprometiéndose con la libre circulación y los derechos básicos de los migrantes. Se buscarán fórmulas para garantizar la participación política de los extranjeros residentes en Reino Unido. Finalmente, se considerará la categoría de refugiado climático para acoger migrantes en Reino Unido.
Los kremlinólogos no han tardado en tildar estas medidas como una carta a los Reyes Magos, con medidas aparentemente incoherentes e imposibles de cumplir y financiar. Pero, ¿no suponía el proyecto thatcheriano una revolución total de los principios sociopolíticos que habían regido el país desde 1945? Aun así, es justo preguntarse si esta amalgama de promesas tiene algún hilo conductor. El thatcherismo, como hemos visto, hilaba con habilidad un giro institucional con un nuevo lenguaje.
Seguramente, el concepto unificador más fuerte sean los Servicios Básicos Universales. Los SBU se inspiran en el éxito de la sanidad y la educación pública: provisiones colectivas, gratuitas en el punto de uso y enfocadas a garantizar derechos para toda la población. Lamentablemente, el empuje para garantizar otros servicios se frenó con el auge neoliberal. Inspirados por la imaginación política de muchos de los jóvenes activistas de Momentum y otros movimientos a nivel mundial, un principio básico corbynista es continuar esta tarea histórica. Al mismo tiempo, medidas como la adquisición progresiva de acciones en empresas por los trabajadores recuerdan mucho a la transferencia thatcheriana de la vivienda pública; pero al revés. Y la garantía de inversión en zonas empobrecidas bajo el paraguas verde, con la promoción de banca pública regional, permitirá que los sindicatos se sumen a la transformación de la economía. La unión de los SBU con el giro verde podría ofrecer la combinación institucional ganadora que garantice la hegemonía del corbynismo (ante la sorpresa constante de los columnistas de centro).
Sigue habiendo obstáculos. El sistema mediático británico permanece escorado a la derecha, sobre todo en su aspecto económico. Los medios públicos, como la BBC, están editorialmente dominados por profesionales educados en escuelas privadas y universidades de élite. Aunque su dominio sobre la opinión pública es más bajo que nunca, como se vio en las elecciones de 2017, no es suficiente para el laborismo contar con el apoyo de la mayoría de jóvenes en redes sociales y otras plataformas digitales. Sobre todo porque estas últimas carecen de supervisión y se basan en un modelo de negocio que vampiriza nuestra vida digital. En cualquier caso, el Congreso Laborista de 2019 en Brighton ha sentado las bases de un posible giro institucional que erradique para siempre el renqueante orden neoliberal.
Roy Cobby Avaria es doctorando en el King’s College de Londres

Traspasar un muro

Traspasar un muro
E
l anhelo de traspasar un muro es tan antiguo como la existencia misma de los muros. Hasta aquí es mío, hazte para allá. Los chinos, acostumbrados al amplio espacio, dieron con la más fenomenal muralla defensiva. Ni los romanos, tan previsores, idearían algo así de pretencioso, aunque en murallas intentaron lo suyo mientras dejaban atrás el complejo provinciano del Rubicón y se internaban en las Galias, Britania y la Iberia muy extraña, temible la Germania, válganos los dioses, estos romanos que por paranoia no paraban.
Hay muros ornamentales o socialmente útiles, pero cuando son antipáticos, temibles o bien oprobiosos, no hay nada más odiado que un muro que separa, que cercena, que prohíbe. ¿Qué son las fronteras si no un capricho, inestable por lo demás, de la familia humana? Los muros de un monasterio medieval y los de una iglesia agustina en tierras indias de la temprana Nueva España no tienen el mismo significado. Los monasterios se protegían de las invasiones de magiares y otros bárbaros. Los misioneros católicos novohispanos, fortificados, eran cabeza de playa, la punta de lanza de la colonización total: cuerpos, almas y territorios. La cruz y la espada que dijera Chesterton.
No nos son indiferentes los muros. Podemos estar ávidos de ellos. Unos por miedo, como hoy los estadunidenses blancos y los ricos de Lomas Altas y Huixquilucan. O más venturosamente por la sed de portentos de nuestros antepasados recientes, el mitote muralista del temprano siglo XX, denme un muro y les plasmo la historia, la utopía, las idealizaciones heroicas de la Revolución, las raíces indígenas. Aquel exceso, en el sentido de abundancia sorprendente, recibiría en los sesentas el apodo de monotes por parte de los nuevos autores de caballete y botella de whisky, a gusto en la abstracción ensayaron paródicos murales efímeros, que hoy más bien parecen proféticos. Aquellos bien que dejaron su impronta irrevocable en los muros que logró pintar y esculpir su vasta generación de artistas plásticos verdaderamente diestros (hasta los zurdos) en la proyección espacial, las técnicas pictóricas y el empleo de materiales con tanta o mayor fortuna que los renacentistas italianos, de quienes Diego aprendió todo antes de empezar. Pocas veces en el mundo han sido los muros mejor aprovechados que las paredes, fachadas, bóvedas, cárcamos, escalinatas, salones y patios intervenidos por la Escuela Mexicana de Pintura. Entonces sí muros, para qué los quiero.
Ya no podemos ser tan ilusos. Nada dura. Hoy los murales, incluso si son pintas magistrales, nacen para desaparecer vandalizados, intervenidos o borrados. La pintada del espray es tan volátil como su nube, nadie aspira a más. Hoy los muros de consideración significan amenazas escalonadas. Un surtidor de pánico por etapas. Serán cárcel, frontera ruda, la línea intransitable entre allá y acá, adentro y afuera, entre pertenecer o ser extraño. Contra tal sacralización de los muros del poder se gesta una intervención ilegal de los muros oprobiosos, una rayada, un tag monumental, un mural caprichoso de diversas proporciones que ni la marea publicitaria logra tapar. Del odio al muro nace el amor al muro, mío mientras lo pinto, después ya vemos.
Pintarle un chiste, un insulto al muro serio. Burlarlos con túneles, oponerles alas, globos, garrochas, o muchas ganas y resistencia a las temperaturas extremas en los inmensos muros horizontales de los desiertos. Se erizan la frontera de las dos Coreas, las barreras punzantes de Melilla en adelante, los infames muros, verdaderas fábricas de apartheid en Palestina, cárcel colectiva para un pueblo condenado por designios de Israel con la complicidad del mundo entero. O la irredenta República Saharahui, confinada por Marruecos.
El muro de Berlín era una cosa en sí. Un símbolo. Un icono. Un escenario de la resignación. Una monumental chingadera. Por eso su caída fue estrepitosa y ridícula, la fiesta trascendió ideologías. Fugaz primavera entre nada y la nada, redibujó el mapa de Europa.
Balsas a través del Caribe, pateras o lo que sea en un Mediterráneo imprevisible como en la Odisea. Buscan burlar aduanas y los muros del agua que como preso conoció José Revueltas. Puentes rigurosamente vigilados, fosos, ríos, barrancas, desiertos en el Sahara y Arizona, selvas peores que una pared definitiva como Darién. Y todo para terminar tras los muros de un campo de concentración o un campamento desamparado, siendo gente que quería ahuecar el ala y dejar atrás el lado oscuro de la Luna.

American curios

American curios
Feroz urgencia
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▲ Niñas de ocho años en la movilización del viernes pasado en Edmonton, Canadá, para exigir al gobierno acciones contra el calentamiento global.Foto Ap
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a feroz urgencia de ahorafrase famosa de un par de discursos del reverendo Martin Luther King Jr, resume la demanda por acción inmediata de los jóvenes que encabezan una rebelión para salvar al planeta de los sistemas y políticas que están poniendo en jaque el futuro de todos. Greta Thunberg y sus colegas han insistido una y otra vez ante los poderosos: por favor, ahórrense sus elogios, no los queremos. Queremos acción.
Más de 7 millones de personas –convocadas en su mayoría por jóvenes– marcharon en más de 185 países entre el viernes pasado y el antepasado (algunos reportaron incorrectamente que se movilizó ese numero sólo el viernes pasado) en la llamada Huelga global por el cambio climático, sin duda una de las más grandes movilizaciones de este tipo en la historia moderna. (https://350.org/7-million -people-demand-action-after-week-of-climate-strikes/).
Esa fue la noticia que dejó en segundo plano al elenco mundial de mandatarios –excelencias les dicen al tomar el podio– que se reunieron en la Asamblea General de la ONU la semana pasada, no pocos de ellos elogiando a los jóvenes, buscando reunirse o por lo menos tomarse la foto con ellos. Algunos rehusaron reconocerlos (tanto miedo por gente tan poderosa frente a unos adolescentes), mientras otros, como el hombre más poderoso del planeta, atacó a una niña de 16 años.
La semana pasada, la mandataria alemana, Angela Merkel, se sentó con esa niña, Greta Thunberg –la voz y cara más prominente del este movimiento global–, para platicar y tomarse la foto. Pero si pensaba que había conseguido una nueva amiga unas horas después se enteró de que Thunberg y otros 15 jóvenes presentaron una demanda formal ante la ONU contra Alemania y otros países acusándolos de violar la Carta de Derechos de los Niños al no haber hecho lo suficiente para enfrentar la crisis climática y sus consecuencias para los menores.
A finales de la semana pasada Thunberg fue a Canadá –donde encabezó la marcha masiva de cientos miles en Montreal el viernes– y se reunió con el primer ministro Justin Trudeau, quien elogia a estos jóvenes. Poco despues, ella sostuvo que claro que él no está haciendo lo suficiente, al igual que todos los otros mandatarios que se reunieron la semana pasada en la ONU, quienes no escucharon a la ciencia y sólo repitieron sus palabras huecas.
Thunberg y sus colegas han insistido una y otra vez ante los poderosos: por favor, ahórrense sus elogios, no los queremos. Queremos acción.
Diagnosticando a los adultos de disonancia cognitiva, Thunberg señala que no entiende cómo ellos están viendo la misma información científica que ella, están de acuerdo que es un asunto gravísimo y urgente pero despues se regresan a hacer lo que estaban haciendo antes, sin cambiar nada.
Por eso, acusa, se han tenido que movilizar los jóvenes. Somos el cambio, el cambio que viene, les guste o no. (https://www.youtube.com/ watch?v=n0bqG1GzlHU).
Y tiene derecho a decirlo. Circulan por las redes sociales dos imágenes, una de hace poco más de un año, donde Thunberg está sola al inicio de su huelga escolar de cada viernes con su pancarta frente al Parlamento acusando a los adultos de que se ve obligada hacer esto porque ustedes se están cagando sobre nuestro futuro, y otra donde ella ahora está acompañada de millones de personas que salieron a las calles el pasado 20 de septiembre.
Ante todo esto, los progresistas en México y otros países que dependen de alguna manera de los hidrocarburos aún no han respondido a la demanda de los jóvenes, basada en el consenso de la comunidad científica internacional, de que se tienen que abandonar los hidrocarburos lo antes posible para evitar las consecuencias irreversibles que llevarán en las próximas décadas a la anulación del futuro de todos.
Hay todo tipo de argumentos, incluso que es injusto que el mundo industralizado responsable en gran medida de la crisis actual, ahora se atreva a decirle a los demás que no pueden hacer lo mismo; o que la óptica de este movimientos es primermundista. Pero eso, a fin de cuentas, según los pronósticos científicos, será irrelevante si no hay futuro.
La respuesta no puede postergarse mucho, ya que, como dijo King, estamos enfrentando el hecho de que mañana es hoy. Estamos confrontados con la feroz urgencia de ahora.

Los ambientalistas...

Los ambientalistas olvidados
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l fin de semana pasado millones de personas, jóvenes la mayoría, marcharon en diversas ciudades de Europa y Canadá en respuesta al llamado de la ambientalista Greta Thunberg, adolescente sueca que cobró fama mundial súbita, quien previamente visitó Nueva York para tomar la palabra en la sede de la Organización de las Naciones Unidas. Con una cobertura mediática masiva, la activista participó en Montreal en una manifestación en la que también estuvo el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y cuya asistencia fue calculada en medio millón de personas.
El movimiento iniciado por Thunberg tiene como finalidad agitar a la opinión pública para que presione a los políticos y al final éstos adopten medidas más eficaces para frenar las causas antropogénicas del cambio climático.
Lejos de esas grandes movilizaciones, el cadáver del dirigente ambientalista Milgen Idan Soto Ávila, de 29 años, fue localizado en una fosa clandestina por vecinos de Locomapa, departamento de Yoro, Honduras. Soto Ávila, indígena tolupán que luchaba por la preservación de los bosques de su tierra natal en contra de empresas madereras, había desaparecido desde el lunes de la semana pasada.
Antes que él, en febrero de este año fueron asesinados otros dos indígenas tolupanes: Salomón Matute y su hijo Juan Samuel Matute, ambos comprometidos con la defensa del territorio frente a intereses empresariales depredadores, lucha que hace tres años también costó la vida a la dirigente indígena Berta Cáceres.
En el curso del año pasado la organización no gubernamental Global Witness documentó 164 asesinatos de defensores del territorio, del medio ambiente y del agua en distintos países. A decir del colectivo, 14 de esos crímenes tuvieron lugar en México y en 11 de ellos las víctimas fueron indígenas.
A diferencia de lo que ocurre con el movimiento iniciado por Greta Thunberg, para estos ambientalistas no hay atención de los organismos internacionales, de los medios informativos hegemónicos ni de las redes sociales.
Significativamente, los segundos no se confrontan con un grupo abstracto de políticos –que es el único destinatario identificable en las denuncias de la joven ambientalista sueca y de sus seguidores–, sino con corporaciones concretas que cometen daños ecológicos específicos y documentados.
Adicionalmente, los protectores comunitarios del territorio no se limitan a expresar angustia e ira por el avance de la catástrofe planetaria, sino que formulan propuestas precisas sobre un modelo civilizatorio alternativo al consumismo exacerbado de la era digital y planteamientos sobre formas de organización social que permitan una mayor armonía entre las sociedades y el entorno.
Sin desconocer el impacto internacional logrado por Thunberg ni el enorme respaldo mediático que ha conseguido, es inocultable y lamentable la desconexión entre ese movimiento y los ambientalistas que luchan en el terreno en contra de la devastación de empresas madereras, explotaciones mineras y petroleras, megaproyectos industriales y agroindustriales y otras expresiones de la voracidad corporativa que es la causa principal del grave deterioro sufrido por la naturaleza en nuestra época.

Mexico SA

México SA
Débito: la herencia impagable // Un deudor en cada hijo te dio
P
ara nadie es un secreto que una de las herencias más onerosas del sexenio peñanietista es la voluminosa deuda pública y el enorme costo financiero que implica. Sólo para dimensionarlo, a pesar de que el gobierno de López Obrador no se ha endeudado, de las arcas nacionales salieron 335 mil millones de pesos en el primer semestre del presente año para cubrir el costo financiero del débito heredado, un monto alrededor de 10 por ciento superior al presupuesto para educación pública autorizado para 2019.
De ese total, sólo al pago de intereses de la deuda –interna y externa– se destinó cerca de 98 por ciento, es decir, alrededor de 328 mil millones de pesos; el resto se canalizó a cubrir las comisiones cobradas por los intermediarios financieros.
Lo anterior, si bien es una sangría brutal, únicamente ejemplifica lo que sucedió en el sexenio de Enrique Peña Nieto, a lo largo del cual se duplicó el saldo de la deuda del sector público federal, al pasar de 5.3 billones de pesos en diciembre de 2012 a 10.8 billones.
Lo peor del caso es que ese descomunal incremento no se utilizó para impulsar el crecimiento económico ni mejorar el nivel de bienestar de los mexicanos, sino para, fundamentalmente, pagar los intereses de la propia deuda, una dinámica también observada en los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón. En esos dos sexenios, más el de Peña Nieto, el saldo de la deuda pública se multiplicó por cinco.
En el balance, el gobierno anterior incrementó la deuda del sector público en alrededor de 5.5 billones de pesos (casi un billón por año de estancia en Los Pinos), monto que utilizó mayoritariamente para el pago de los intereses de ese mismo débito.
En esa dinámica, en los seis años de Peña Nieto salieron de las arcas nacionales cerca de 2.8 billones de pesos (de los 5.5 billones que aumentó el débito) para cubrir los intereses de la deuda pública interna y externa, a razón de un promedio anual –en números cerrados– de 500 mil millones. A pesar del voluminoso pago referido, el saldo de ese débito cerró dicho gobierno en 10.8 billones de pesos.
De acuerdo con la estadística de la Secretaría de Hacienda, a lo largo del gobierno que prometió mover a México (todo indica que al abismo), los habitantes de este heroico país –incluidos los recién nacidos– debieron pagar, en promedio y sólo por intereses, mil 700 millones de pesos cada 24 horas de gobierno peñanietista.
El incremento sostenido de la deuda externa y la permanente devaluación del tipo de cambio peso-dólar provocaron que, en moneda nacional, el pago de intereses de ese débito se incrementara 153 por ciento: por tal concepto, en diciembre de 2012 se erogaron poco más de 76 mil millones de pesos: seis años después, en diciembre de 2018, el monto superó 192 mil 300 millones. Y en el cuento de nunca acabar, el pago de réditos de la deuda interna casi se duplicó en el citado periodo.
Sirva lo anterior para dar contexto a la información publicada ayer por La Jornada (Dora Villanueva): “la deuda por habitante creció en las pasadas dos décadas a una tasa que multiplicó por cuatro el aumento del producto interno bruto (PIB), muestran cifras oficiales. En 2020 la relación entre el endeudamiento del sector público y la población del país será la más elevada registrada hasta ahora: cada mexicano deberá 94 mil 198 pesos.
Analizando un periodo de dos décadas, los datos oficiales exhiben un incremento de 73 mil 436.28 pesos en el endeudamiento por habitante entre 2000 y 2020. En ese mismo lapso, mientras la economía creció en promedio 2 por ciento anual, la deuda lo hizo a un promedio anual de 8 por ciento.
La información de La Jornada detalla que, por el débito gubernamental, en diciembre de 2000, cuando el mariguanero Vicente Fox se aposentó en Los Pinos, cada mexicano debía cerca de 21 mil pesos; en 2018, al concluir el sexenio de EPN, el adeudo superaba 84 mil pesos.
Las rebanadas del pastel:
El reciente nombramiento de Manuel Espino es repugnante. ¿Qué necesidad tiene la 4-T de recurrir a este chaquetero profesional?

Tiempos y voluntades

Tiempos y voluntades
U
n reputado neurocirujano me dijo, cuando iniciaba mis estudios en la UNAM, que lo más importante en una sociedad es la ley. Me llamó en ese momento la atención que él, dedicado al quirófano, se decantara por la ley de modo tan definitivo.
Tenía razón en fijar así sus prioridades. La ley se debe erigir en una forma privilegiada para organizar a una sociedad. Tiene para la gente una importancia capital, para bien o para mal.
Como ciudadanos sabemos que la ley no debería manosearse para avanzar una posición política particular mediante la que se imponga una visión totalizadora sobre una colectividad que por su esencia misma es muy diversa. Tampoco debería servir para promover los intereses de individuos o de grupos. Todo esto ocurre, ciertamente, y he ahí la disputa permanente.
La ley no es aséptica, en el sentido literal de la ausencia de gérmenes, pero también de neutralidad o desapasionamiento. Se sustenta en concepciones de muy distinto tipo: expresa las relaciones de poder entre los grupos de una sociedad, una nación o un conjunto de naciones.
El proceso histórico de cómo se forja un sistema legal, cómo se usa y sus derivaciones más relevantes, mismas que conforman un sistema político determinado es siempre ilustrativo. Es un proceso en constante evolución pues, como decía Luís de Camões: Mudan los tiempos y mudan las voluntades.
La dinámica de una sociedad exige, por lo tanto, diversas formas de tutela, desde aquellas que se organizan institucionalmente en un sistema político con poderes diferenciados, hasta las que pueden ejercer los ciudadanos. Este último es un asunto crucial.
Esto es lo que concebimos usualmente como una forma democrática de organización social. No siempre es así. Para establecerla no hay recetas, pero sí ciertas pautas que la enmarcan. En nombre de la ley se pueden hacer muchas cosas y no hay garantías duraderas de que así se sostenga lo que se concibe como un régimen de libertades.
Hoy, está abierta una extensa y significativa discusión en torno a las amenazas que enfrenta la democracia en muchas partes del mundo. Esto tiene que ver con cuestiones tales como: el cumplimiento de la ley por quienes gobiernan; los contrapesos al poder establecido; la organización política de los partidos y los espacios para la participación ciudadana; el voto y las elecciones; el ámbito de las libertades, de los derechos y las obligaciones, igualmente, los márgenes para la protesta.
En los días recientes ha habido, entre otras, una expresión interesante del ejercicio de la legalidad. Esto ocurrió en el Reino Unido en torno a una disposición del primer ministro para prorrogar –en el sentido de suspender– los trabajos del parlamento en pleno debate político acerca de las condiciones del Brexit.
El Reino Unido no tiene una Constitución escrita, sino que muchas leyes de naturaleza constitucional provienen de las Actas del Parlamento, o bien, se consignan en reportes emanados de juicios en las cortes. Existe una serie de convenciones acumuladas que articulan la relación entre las instituciones –muy antiguas– del Estado.
La declaración de Lady Hale, la juez que preside la Suprema Corte, es un texto breve y contundente que conviene leer, sobre todo porque difiere de nuestra cultura legal. La cuestión formal que aborda trata de la legalidad del consejo del primer ministro Johnson a la Reina para prorrogar el Parlamento. Hale sustenta el asunto en el hecho de que las cortes han ejercido una jurisdicción supervisora sobre la legalidad de los actos del gobierno durante siglos. Desde 1611, la Corte sostuvo que el Rey (que entonces era el gobierno) no tenía más prerrogativa que aquella que la ley le permitía.
Se trata, según, argumenta la juez, de fijar primero si la prerrogativa existe y, luego, cuál es su extensión. Después, se trata de decidir si el ejercicio de tal poder está abierto a un reto de índole legal”; es decir, si es justiciable. El fallo fue que la decisión de Johnson de aconsejar a la Reina como lo hizo es ilegal, porque tuvo el efecto de frustrar o prevenir que el Parlamento llevara a cabo sus funciones constitucionales de legislar sin una justificación suficiente.
El asunto es polémico, pues gira entorno a la propuesta del gobierno de ejercer un Brexit duro con efecto al final de octubre. La salida del Reino Unido de la Unión Europea se basa en el referendo del 23 de junio de 2016, en el que 51.89 por ciento de los participantes votó por la salida y 48.11 por la permanencia. Aún no se ha podido cumplir la salida y las condiciones, que han cambiado, se basan en unas voluntades planteadas hace más de dos años.

Astillero

Astillero
Diego y la incongruencia redituable // ¿Se ahorrará casi 900 mdp? // Yeidckol y Bertha dejarán cargos // Ajustes indicativos en Morena
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▲ REUNIÓN MORENISTA RUMBO A ELECCIÓN INTERNA. El presidente de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia, de Morena, Héctor Díaz Polanco, dijo que la realización de asambleas para la elección de dirigente nacional no está a debate, ya que esa es la norma. A su lado, Leonel Godoy.Foto Jesús Villaseca
S
iempre ampuloso y vocinglero, el abogado Diego Fernández de Cevallos (uno de los mayores ejemplos en el país del uso de la política para beneficios personales y profesionales) ha transitado con inusitada moderación, casi humildad confesional, el trago amargo que le ha hecho pasar uno de sus compañeros de partido, el presidente del municipio de Colón, Querétaro, quien ha hecho saber que quien fue candidato presidencial de Acción Nacional en 1994 no ha pagado el impuesto predial desde un año antes de esa postulación: 26 años sin cumplir con sus obligaciones tributarias en una de sus varias propiedades inmobiliarias de altísimo valor económico (el rancho El Estanco), hasta acumular en el caso queretano una deuda que con multas y recargos rebasa los 950 millones de pesos.
Según ha hecho saber el panista Alejandro Ochoa Valencia, familiares de Fernández de Cevallos ya se habían acercado años atrás a la presidencia municipal de Colón para tratar de negociar el adeudo, así que el tema no es una novedad para el político que suele ser identificado por su poblada barba, un puro en la mano y su hablar engolado y, con frecuencia, retador. La contundencia de la falta ha hecho que la fatuidad característica de este abogado haya quedado para mejores momentos: invitado especial al cuarto Informe del gobernador panista de Querétaro, Francisco Domínguez, el llamado Jefe Diego dijo que está negociando el tema y que por respeto a ese proceso se abstiene de entrar en detalles.
La redituable incongruencia de Fernández de Cevallos salta a la vista: pretende negociar cuando, en estricto sentido ético e incluso político, debería pagar llanamente el adeudo y las multas y recargos que se ha ganado. En lugar de ello, busca acogerse a los beneficios legales vigentes, que le permitirían descuentos de hasta 80 por ciento del adeudo o, también, terminar pagando unas decenas de millones y ahorrarse casi 900 millones de pesos. El discurso incendiario y justiciero queda para otras circunstancias; la grandilocuencia, para enfrentar a los opositores: en cambio, la doble moral permite dejar de pagar impuestos casi tres décadas y luego regatear al máximo para escamotear los recursos que deberían ser para obras y servicios de beneficio colectivo.
El episodio se inscribe en el contexto de las peleas al interior del panismo: el presidente municipal Ochoa Valencia buscó originalmente que el PRI lo hiciera candidato a presidente del municipio de Colón y, luego de ser rechazado pasó al partido de blanco y azul, bajo cuyas siglas ganó el cargo y fue vuelto a elegir. Quien invitó a Ochoa Valencia a hacer política en el PAN es el actual gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, Pancho, a cuyo grupo se adscribe abiertamente el acusador del oratoriamente desmejorado Diego, exhibido desde las filas de su propio partido.
Se ha anunciado, con una sincronía significativa, que Yeidckol Polevnsky, secretaria general en funciones de presidenta de Morena, y Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacional del mismo partido, dejarán sus cargos para aspirar a encabezar el comité directivo morenista en un nuevo periodo. Lo harán en los momentos en que deban concurrir a las asambleas distritales de su pertenencia, en un proceso amplio de definiciones que por ley ha de realizarse, aunque el presidente López Obrador recomendó que se hicieran encuestas de opinión (propuesta que aún tratan de aplicar de alguna manera indirecta, pero eficaz, los operadores andresinos).
Son de pleno sello obradorista las dos pretendientes, a diferencia de otros dos presuntos aspirantes, el monrealista Alejandro Rojas Díaz Durán (quien cumple con un papel de confrontación con Yeidckol, sin verdaderas probabilidades de ganar la próxima contienda interna) y el ebrardista Mario Delgado (actual coordinador de la bancada de Morena en San Lázaro). Ya se verá si la aparición sincronizada de Yeidckol y Bertha es señal de acotación de la baraja para que la voluntad superior escoja de un par propicio. ¡Hasta mañana!
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Jose Maria Morelos y Pavon, el Napoleon mexicano

México: Morelos y la revolución de Independencia de MéxicoPDFImprimirCorreo electrónico
Escrito por Carlos Márquez   
Lunes 11 de Septiembre de 2017 18:44
Morelos y la revolucion mexicoEn la media noche del 15-16 de septiembre de 1810, el cura de Dolores hizo repicar las campanas de la Iglesia. Cuando se concentró la multitud al grito de ¡Viva Fernando VII! ¡Mueran los gachupines!, hizo un llamado a recuperar la tierra de sus antepasados que se les habían robado 300 años antes y a derrocar a los españoles que estaban a punto de entregarles a los franceses. Este acontecimiento retumbo desde sus cimientos a la Nueva España e inició una serie de rebeliones revolucionarias que derivarían en la Independencia de lo que hoy es México. La rebelión iniciada por Miguel Hidalgo marcó hondamente a otro cura que estaba sumido en las profundidades de la tierra caliente michoacana. José María Morelos y Pavón estaba condenado a vivir en el olvido en el pueblo de Carácuaro, pero el haber vivido en un periodo tan turbulento lo llevaría a ser uno de los más grandes dirigentes de la revolución de Independencia.
El impacto de la revolución burguesa internacional
La revolución industrial en Inglaterra y la revolución burguesa en Francia fueron un parte aguas en la historia, a eso hay que sumar la revolución de Independencia en EEUU que tuvieron un fuerte impacto en la Nueva España. El feudalismo defendido por la podrida Monarquía española era una verdadera barrera que impedía el desarrollo que impulsaba el floreciente capitalismo. Las colonias españolas en América eran un enorme potencial mercado que estuvo en la mira de Inglaterra y posteriormente de EEUU y Francia. Existen indicios de que Inglaterra con los fines de extender su comercio preparaba una invasión a América antes de que Francia invadiera la península Ibérica. También Napoleón ya había enviado espías al nuevo continente y había instruido órdenes de generar conflictos entre los criollos y españoles y apoyar el armamento de los primeros. La monarquía tenía terror al impacto que pudiera tener la revolución francesa en sus colonias y prohibió toda literatura que pudiera contaminar a sus súbditos en el continente americano.
El triunfo de la primer revolución estadounidense hizo de esta un rival más para España. El naciente capitalismo en nuestro continente también miraba el jugoso mercado que traían debajo de su territorio y estaban de acuerdo en la independencia de estas colonias pero también eran débiles para impulsar esta lucha revolucionaria por sí mismos y necesitaban tiempo para poder competir económicamente con Inglaterra en la lucha por el mercado americano.
La conquista de América hizo de España una potencia mundial, le genero un extenso territorio que saqueó en su beneficio sin piedad. Pero esto a la larga fue también su perdición. Inglaterra, por ejemplo, fue obligada a tener un desarrollo mayor para competir contra España mientras que la monarquía española era más conservadora y parasita y se acostumbro a vivir de sus colonias, lo que le provocó un rezago en su desarrollo que facilitaría su colapso. La monarquía Española estaba en franca decadencia, el descontento en sus colonias del continente Americano iba en Aumento. Las reformas Borbónicas, particularmente las implementadas por Carlos III habían causado un hondo descontento, estas buscaban exprimir lo más posible a la Nueva España con implementación de toda una serie de impuestos en beneficio de la corona.
Para profundizar los problemas de la Monarquía las tropas de Napoleón Bonaparte entraron a Madrid el 23 de marzo de 1808, Carlos III cedió el trono a su hijo Fernando VII quien a los dos meses abdicó vergonzosamente y José, hermano de Napoleón, fue proclamado Rey de España. El pueblo español mostrando un enorme contraste con la monarquía, no actuó de forma cobarde y dio una lucha revolucionaria heroica con la insurrección de mayo que no fue suficiente para quitarse de encima al imperio francés.
La lucha armada de Miguel Hidalgo
La intervención francesa mostró la gran debilidad de la monarquía Española y fue vista como la oportunidad de desarrollar una lucha en sus colonias de América. Un grupo de las filas del mismo Estado, con elementos marginados del ejército y el clero empezaron a conspirar para arreglar las cuentas pendientes con la corona. Eran en escancia criollos, hijos de españoles nacidos en América que por ese solo hecho dejaban de gozar de importantes privilegios.
Uno de los líderes indiscutibles de este movimiento era el Capitán de San Miguel el Grande: Ignacio Allende, quien tejió toda una red de conspiradores, principalmente dentro del mismo ejército, pero fueron descubiertos antes de concretar la insurrección. Esta rebelión hubiera sido sofocada antes de estallar, pero hay momentos donde los individuos pueden poner su huella en la historia y ese merito lo tuvo Miguel Hidalgo, quien al verse descubierta la rebelión decidió no esperar más e iniciar la revolución.
Las condiciones para una rebelión armada estaban presentes y el ejército insurgente se desarrolló rápidamente, este crecimiento se debió también porque Hidalgo agrupo a grandes masas de indígenas y negros casi sin armamento. El avance de los revolucionarios fue impresionante, los insurgentes tomaron la ciudad de Valladolid y su avance hacia el centro del país parecía imparable, las tropas de Hidalgo y Allende derrotaron al ejercito realista en Querétaro y con un ejército de 60 mil hombres se quedaron en las orillas de la Ciudad de México.
Hidalgo, decidió no entrar a la capital, quizás no sintió la fuerza necesaria para hacerlo. Aunque tenía un ejército sumamente numeroso, era indisciplinado. Esto marcó el inició de la decadencia de Allende e Hidalgo. En su repliegue se encuentra casualmente con el ejercito realista de Callejas, quien sería el más importante dirigente militar de la contrarrevolución, Obligaron a los insurgentes a replegarse aun más. Hidalgo tomaría la ciudad de Guadalajara donde instauraría el primer gobierno revolucionario donde se da el primer decreto de emancipación de la esclavitud, además abolió el tributo, restituyó las tierras comunales a los indios, prohibió el pillaje, eliminó las restricciones a la producción del vino y tabaco, grabó impuestos a algunos productos agrícolas para financiar al ejercito insurgente. Estableció un periódico para difundir las ideas revolucionarias llamado El Despertador Americano del que saldrían 7 números. El gobierno de Hidalgo tendría dos ministros: Gracia y Justicia y Secretario de Estado.
Morelos se suma a la revolución
Impresionado por el Movimiento de Hidalgo, el cura de Carácuaro se entrevistó con quien fuera su rector cuando estudiaba en la Universidad Nicolaita el 20 de octubre de 1810 pensando apoyar la lucha siendo solamente su capellán. Hidalgo le convenció de sumarse al ejército rebelde y le encomendó conquistar el Sur del país y tomar el puerto de Acapulco, algo que Morelos cumpliría. Escribió la siguiente orden: “Por la presente comisiono en la debida forma al señor don José María Morelos, cura de Carácuaro, como mi lugarteniente y le ordeno marcharse a la costa del sur a formar tropas, y a cumplir las instrucciones verbales que le he dado”.
Morelos entendió que era mejor un ejército más pequeño pero disciplinado que en la práctica fue mucho más eficaz que el dirigido por Hidalgo y Costilla. Los criollos querían la independencia para eliminar las restricciones de acceso al poder y los privilegios que en ese sentido tenían los españoles. En escancia querían un simple cambio de gobierno. Pero para sus fines necesitaban apoyarse en las masas empobrecidas, esto desató una revolución porque tenían que reivindicar demandas del campesinado como la repartición de las tierras. Morelos en cierto sentido reflejó esas aspiraciones de las masas. Esas tradiciones revolucionarias las podemos ver hoy mismo en las tierras que le vieron nacer con el moderno proletariado en gremios como el magisterio o los obreros metalúrgicos.
José María Morelos y Pavón no era de una familia acomodada, fue arriero lo que le permitió tener un conocimiento profundo del territorio que le ayudaría cuando fue dirigente militar. Se convirtió en sacerdote muy probablemente como una forma de acceder a una herencia que sistemáticamente le fue negada. Es muy criticado que Morelos, Hidalgo u otros sacerdotes revolucionarios hayan tenido hijos, pero en una sociedad tan desigual el sacerdocio era una de las pocas formas de acceder a educación y una vida mejor.
Siendo sacerdote le asignaron en la región de Tierra Caliente, Michoacán. Su madre enfermaría y moriría por el sofocante clima. Morelos tenía que ladear entre comunidades alejadas, a veces literalmente inaccesibles, con una recaudación económica pobre. Una serie de solicitudes por diversos temas para hacer modificaciones administrativas le daban regularmente la razón a sus argumentos pero el conservadurismo monárquico se negaba a los más simples cambios y siempre le fueron negadas sus peticiones. Estos pequeños incidentes fueron generando en la conciencia del sacerdote de Carácuaro la necesidad de hacer un cambio profundo en las estructuras de la sociedad.
Después de que Hidalgo lo ganara a los insurgentes, Morelos reclutaría a un puñado de unos 25 campesinos de Carácuaro, pero erigiría posteriormente un ejército de 3 mil hombres conformado por efectivos batallones, dentro de los cuales se formarían grandes cuadros revolucionarios como los hermanos Bravo, Hermenegildo Galeana, Mariano Matamoros, Vicente Guerrero, entre otros. En poco tiempo tomarían importantes ciudades del sur, iniciando por algunas de Tierra Caliente como Churumuco o Tecpan, pero después conquistando el cerro del Veladero -cercano a Acapulco-, Chilpansingo, Tixtla e Izucar.
Dualidad de Poderes y la Junta Suprema de López Rayón
Hidalgo y Allende fueron perseguidos y acosados por los ejércitos realistas quienes finalmente los capturaron y fusilaron en Junio y Julio de 1811, su derrota no significó el fin de la revolución, el fuego corrió rápidamente por la pradera. El ejército de Morelos iba adquiriendo fuerza, posiciones y destreza. Antes de morir Hidalgo nombró a Rayón Secretario de Estado y del Despacho, convirtiéndose formalmente en el principal dirigente insurgente. El control de un sector del territorio nacional del bando revolucionario generó en realidad una situación de doble poder que López Rayón aprovechó para formar una Junta Suprema Gubernativa instaurándola en Zitacuaro, que serviría además como mando militar central del ejercito insurgente.
Cuando inicia la lucha contra los gachupines los insurgentes no tenían un programa claro pero a lo largo del proceso fue permeando como eje fundamental la Independencia de la Nueva España. Rayon era el ala moderada de los dirigentes insurgentes, sus proclamas hacían favorables a Fernando VII, esto generó muchas dudas en Morelos para apoyar la Junta de Rayón pero esté le diría que en el fondo el objetivo era la Independencia pero que no le venia mal a la causa el nombre de Fernando VII. Finalmente Morelos accedió a apoyar a la Junta.
Las fuerzas revolucionarias contaban con un ejército que se tenía que ir formando al calor de la lucha, contaban con poco armamento y menos cuadros militares que los realistas, quienes contaban con una infraestructura más poderosa pero tenían la desventaja de no poder acceder a refuerzos del viejo continente dado que la península Ibérica había sido invadida por Napoleón. Los insurgentes habían asestado varias derrotas a los realistas, pero estaban en una batalla constante donde se tenía que valorar tomar ciudades más importantes y/o defender las que ya estaban bajo su control.
Había una guerra de posiciones. Cuando Morelos toma Izúcar rápidamente avanzó a Cuautla dejándole el “camino abierto” para avanzar a la importante ciudad de Puebla pero tuvo que reforzar a Galeana que estaba siendo amenazado en Taxco por los realistas al mando de Rosendo Porlier que finalmente lograron hacer retroceder a Toluca. El día que Morelos entra a Taxco, Callejas rodea Zitacuaro.
Pese a sus limitaciones la Junta era el símbolo de que la lucha iniciada por Allende e Hidalgo seguía viva. Rayón creía que con simples proclamaciones él se convertiría en el jefe indiscutible y la Junta tenía su futuro asegurado, quedaría al final en ridículo. No bastaba con cerrar los ojos ante la existencia del Estado, había que defender y extender la revolución hasta aplastar a la monarquía completamente. El ala moderada en cada revolución suele ser la más inepta e incapaz para entablar una lucha seria. Aun cuando contaba con una fuerza mayor a la de Morelos, Rayón fue derrotado fácilmente por Callejas pero milagrosamente los jefes de la Junta lograron escapar.
El sitio de Cuautla
Todo apuntaba a un enfrentamiento abierto entre Callejas, el principal dirigente de los realistas, y Morelos que se estaba convirtiendo en los hechos en el más importante dirigente Insurgente. Este sería la batalla que reflejaría de forma más clara el odio entre las clases, la lucha cruel y abierta entre el viejo orden monárquico y el naciente capitalismo republicano que se apoyaba en las masas que habían sido oprimidas durante años y estaban dispuestas a entablar una feroz lucha contra el viejo orden bajo la dirección de los criollos.
Morelos decidió esperar a Callejas en Cuautla, para eso contaba con una fuerza que se calcula entre 4mil y 4mil 500 hombres, la mitad de las fuerzas realistas a las que enfrentaban. Callejas iniciaría el ataque con 5 mil hombres pero a los pocos días sumarian 12 mil. Morelos mandó fortificar las plazas y conventos, cavaron toda una red de trincheras, prepararon la artillería y esperaron a los realistas que creían tendrían una victoria segura y pronta.
El 19 de febrero de 1812 inició el sitio, los realistas atacaron con 4 columnas a Cuautla y fueron repelidas una a una.
La situación se tornó insostenible para ambos bandos. Callejas enviaba una carta al virrey anunciando que tendría que abandonar el sitio por su mal estado de salud, esta carta reflejaba el estado de ánimo de sus tropas que no podían seguir combatiendo más, mientras la falta de alimento ya era insoportable. Se dice que en los últimos días de agosto morían de hambre entre 25 y 30 personas, se sabe que una lagartija en Cuautla sitiada costaba dos dólares, un gato seis y las ratas y otras alimañas uno. Morelos decidió emprender la retirada.
Los realistas querían aplastar en Cuautla la revolución de una vez por todas y capturar a su principal dirigente. Esperaban en menos de una semana derrotar a los rebeldes, nunca imaginaron que estarían 72 días con el sitio. Callejas que había gozado de gran reputación, tuvo que renunciar a su cargo humillantemente. Se cuenta que en una obra de teatro en la ciudad de México se presentó una obra donde aprecia un actor con un paliacate blanco que decía: “-Aquí está el turbante del moro que hice prisionero. –¿Y el moro? – El moro desafortunadamente huyó”. El publicó estalló en carcajadas.
Morelos no pudo resistir más y el sitio fue derrotado, en la huida perdió a uno de sus más importantes hombres: Leonardo Bravo, quiso intercambiarlo por 300 españoles pero la contrarrevolución no dejaría escapar tan preciado trofeo y le fusilaron. Lo conseguido fue impedir que la revolución fuera aplastada. Se cuenta que Napoleón después del sitio de Cuautla dijo: “Dame 5 Morelos y Conquistare al Mundo”, no sabemos si esta frase verdadera, pero que se halla extendido entre el vulgo refleja la gran autoridad que representó Morelos.
De Oaxaca a Acapulco
Era necesario un triunfo importante para la causa insurgente, se hicieron preparativos para ocupar la ciudad de Oaxaca, donde no solo le esperaba el ejército realista, sino también un ejército de clérigos que tenían literalmente su propio cuerpo armado. La ocupación de Oaxaca coronó a Morelos como el principal dirigente insurgente, pero no sería el último paso para la conquista del sur, seguía la conquista del puerto de Acapulco que permitiría no solo ganar un importante territorio, sino profundizar los problemas económicos del gobierno virreinal y acceder a una fuente de financiamiento para el ala revolucionaria al poder cobrar impuestos para permitir la entrada de mercancías.
La toma de Acapulco implicó gran tiempo, no se contaba con artillería pesada. El ataque inició el 6 de abril pero el último resquicio realista del sur que era el castillo de dicho puerto que fue tomado hasta el 19 de agosto. Esto implicó que Morelos controlara un vasto territorio que se extendía desde Guatemala hasta Colima y abarcara gran parte de los actuales estados de Oaxaca, Guerrero, Veracruz, Puebla, México y Michoacán.
Morelos fue un destacado dirigente Militar, era bastante disciplinado, organizado y sabia atraer y destacar a importantes cuadros. Sus aportaciones en este terreno serian suficientes para ganarse un sitio en la historia, pero no se detuvo ahí, tuvo grandes ideas revolucionarias para su época como analizaremos más adelante. Morelos cometió también serios errores, se dice que de 36 batallas que libró ganó 25 pero perdió algunas importantes. Sus principales errores fueron estratégicos. La toma de Acapulco, como veremos más adelante, significó uno de sus peores errores y el inicio de su declive.
La constitución de Cádiz de 1812
En España las masas daban una lucha de independencia contra los franceses, se formaron juntas revolucionarias con influencias liberales. La lucha independentista española fue un proceso profundamente contradictorio, las ideas de la revolución francesa eran inspiración de muchos de quienes luchaban contra su invasión pero al final, al conseguir la independencia, regresó el reaccionario dominio borbónico. Antes de que esto último ocurriera, en 1812, el péndulo giraba a la izquierda y se estableció una constitución conocida como la de Cádiz.
La constitución liberal de Cádiz daba derechos a las colonias, eliminaba la discriminación hacia criollos y daba curules a los americanos en el parlamento central. Había sectores en América que veían en la Constitución de Cádiz una salida que permitiera mayores derechos autonómicos, pero esta llegó cuando la llama revolucionaria estaba firmemente encendida y los independentistas controlaban ya territorios enteros de América. Estas concesiones eran muy poco para el ala revolucionaria, además que los sectores más conservadores del viejo régimen se negaban, con su lucha sangrienta, a otorgar dichas concesiones.
Morelos, en diciembre de 1812, da un discurso a los oaxaqueños, en el que deja clara su posición:
“Las Cortes de Cádiz han asentado más de una vez, que los americanos eran iguales a los europeos, y para halagarnos más, nos han tratado de hermanos; pero si ellos hubieran procedido con sinceridad y buena fe, era consiguiente que al mismo tiempo que declararon su independencia, hubieran declarado la nuestra y nos hubieran dejado libertad para establecer nuestro gobierno, así como ellos establecieron el suyo”.
La reforma no era suficiente, pero había que oponerse no solo con la vía de las armas al viejo régimen monárquico, sino también con un programa revolucionario.
Los elementos constitucionales y los sentimientos de la nación
Ya hemos señalado que entre José Morelos y López Rayón se desarrollaron diferencias. Hay historiadores que señalan que estas eran de carácter personal o simplemente era la lucha por el poder al interior de los independentistas, pero eso solo eran manifestaciones de diferencias de carácter político. Existió una lucha fraccional que también significó la lucha por la hegemonía y la dirección del movimiento.
No cabe duda que los debates con el cura Miguel Hidalgo influyeron en estos dos dirigentes y en sus escritos. López Rayón escribiría un documento llamado Elementos constitucionales, es la primera constitución, o mejor dicho proyecto constitucional, que existió en lo que hoy es México, incluso se redactó antes de la de Cádiz. Mórelos retomaría algunos de sus  puntos para su discurso conocido como Los Sentimientos de la Nación.  Coinciden Morelos y Rayón en que América es libre  de toda nación, en la abolición de la esclavitud y de la tortura y en que la iglesia católica debe ser única sin tolerancia de otra, aunque este sea un punto en el que nosotros no concordemos.
Pero ¿cuáles eran los puntos divergentes entre ello? La diferencia fundamental radica en éste artículo. Rayón diría:
“5° La soberanía dimana inmediatamente del pueblo, reside en la persona del señor don Fernando VII y su ejercicio en el Supremo Congreso Nacional Americano.”
Mientras que Morelos en sus sentimientos a la Nación señalaría:
“5° Que la Soberanía dimana inmediatamente del Pueblo, el que sólo quiere depositarla en sus representantes dividiendo los Poderes de ella en legislativo, ejecutivo y judiciario, eligiendo las Provincias sus vocales, y estos a los demás, que deben ser Sujetos sabios y de probidad”.
Rayón nos recuerda a quienes en la actualidad señalan que sí hay que luchar por el socialismo pero por táctica no hay que decirlo, al final esta táctica termina significando la adopción de un programa ajeno. Aunque formalmente Ignacio López Rayón estaba de acuerdo con la independencia (algo que plasma en sus elementos constitucionales) al aceptar la figura de Fernando VII “por táctica” sigue aceptando el dominio monárquico español, por tanto tampoco plantea el establecimiento de una República, contrario a lo que reflejan los Sentimientos de la Nación de Morelos.
Los sentimientos de la nación es uno de los documentos más profundos de la independencia mexicana. Efectivamente resalta esa idea de nacionalismo y soberanía, que en ese momento eran muy progresistas. Pero también señala la abolición de la esclavitud, la eliminación de la tortura y de las castas, al mismo tiempo que la igualdad de los americanos. Plantea ideas republicanas y la división de poderes en Legislativo, Ejecutivo y Judicial. En su artículo 12, dice:
“Que como la buena Ley es Superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el Jornal del pobre, que mejoren sus costumbres, aleje la ignorancia, la rapiña y el hurto”.
Se establece la igualdad ante la Ley, se habla de igualdad de los hombres aunque no se habla propiamente de una igualdad social sino de una reducción de la diferenciación social. Pero son ideas sumamente revolucionarias para su época.
En sus Sentimientos de la nación Morelos rindió honores a Allende e Hidalgo y a quienes con ellos iniciaron la lucha de independencia estableciendo que el 16 de septiembre debía celebrarse cada año.
José María Morelos no luchó en contra la iglesia o la religión, era un ferviente católico que se oponía al sistema injusto. Esta es una parte negativa de su ideario político porque no hace una separación de sus ideales religiosos sino que habla de no tolerancia de cualquier otra religión. Morelos fue el más guadalupano de los dirigentes insurgentes, fue él quien llamó a celebrar cada 12 de diciembre a la virgen de Guadalupe (sabemos que ésta, la virgen indígena, fue estandarte de los independentistas durante la lucha). Andrés Quintana Roo, uno de los diputados independentistas más notables, durante los debates del congreso de Anáhuac, criticó fuertemente estas ideas y llamaba correctamente a la libertad de culto.
La iglesia católica después de la independencia se convertiría en la principal clase dominante, siendo los más grandes terratenientes y explotadores de campesinos. No fue sino medio siglo después de la lucha de Morelos, que la revolución conocida como Reforma, establecería el gobierno secular y la separación de la iglesia y el Estado corrigiendo este error del siervo de la nación.
El nacionalismo mexicano
 La nación mexicana es producto de un largo desarrollo histórico y de una serie de luchas revolucionarias de liberación nacional (contra españoles, estadounidenses y franceses). En estas luchas las masas explotadas jugaron un papel de primer orden, aunque la dirección no iba encaminada a la abolición de la desigualdad social sino de la formación de un Estado Nacional y el desarrollo del capitalismo. La lucha de Morelos no triunfó, pero si sentó bases ideológicas y una tradición de lucha que retomarían las generaciones futuras. En la lucha de Hidalgo, Morelos y del resto de los insurgentes vemos embrionariamente el nacimiento de la nación mexicana, pero el proceso de  su formación no concluiría sino con la lucha de reforma, encabezada por Benito Juárez, a mediados del siglo XIX. El Estado mexicano tuvo importantes transformaciones producto de la lucha revolucionaria de 1910-1917.
No podemos hablar de que en los pueblos prehispánicos hubiera una nación, sin embargo hay elementos de aquella época que han contribuido a desarrollar una conciencia colectiva. La formación de un estado nacional es un paso revolucionario, sin embargo es sólo un paso en el desarrollo histórico.
El nacionalismo puede ser un elemento muy conservador, incluso desde aquella época de inicios del siglo XIX. Tenemos ejemplos como el de Francisco Javier Mina, quién luchó contra los opresores sin importar el país o continente. Viniendo de y luchando en España, no dudo en empuñar las armas por la independencia de América, sin embargo siembre hubo elementos independentistas que lo vieron con malos ojos, lo intrigaron y hasta dejaron aislado, simplemente porque él no era americano.
Simón Bolívar, el libertador del sur, soñó con la patria grande porque sabía que había una historia de opresión similar que unía a los hoy latinoamericanos. José María Morelos y Pavón hablaba de la independencia de América. Hoy los países de América Latina somos independientes formalmente, pero tenemos un nuevo opresor: el imperialismo estadounidense que se apoya en las oligarquías locales que muchas veces son fervientes nacionalistas. En la actualidad, así como en los tiempos de la colonia española, un minúsculo sector privilegiado, ahora no solo extranjero sino también nacional, explota y oprime a la inmensa mayoría de la sociedad. La verdadera independencia y soberanía de los pueblos vendrá cuando acabemos con la sociedad dividida en clases,  es decir, cuando establezcamos una federación socialista de América y el mundo. Las ideas revolucionarias de nuestro tiempo no son las del nacionalismo sino las del internacionalismo proletario.
El congreso de Anáhuac
La Junta de Zitácuaro, encabezada por Rayón, era un obstáculo para que las ideas de Morelos prevalecieran. En medio de los debates entre los dirigentes, cuando el futuro Siervo de la Nación tuvo la fuerza suficiente, planteó una instancia que la supliera, pero que además pusiera al movimiento independentista en una nueva perspectiva que pudiera oponer un proyecto propio al de la Constitución de Cádiz (aunque las ideas liberales de esta influirían) y a la Monarquía española. Este fue el congreso de Anáhuac.
El 13 de Septiembre de 1813, establecidos en la ciudad de Chilpancingo, se inauguró el congreso independentista. Este asumiría el Nombre de Anáhuac buscando una identidad propia, porque este era el nombre como los Mexicas llamaban, antes de la llegada de los españoles, al territorio por ellos conocido. El congreso se desarrollaría en medio de la guerra civil, suspendido constantemente por combates y trasladándose de un punto a otro para tener las condiciones necesarias de seguridad.
Ya instalado el congreso, el 14 de septiembre se leyeron Los Sentimientos de la Nación de Morelos. El congreso declararía alteza serenísima a Morelos, este rechazó el nombramiento y como muestra de humildad se autonombró El Siervo de la Nación.
El congreso establecería una constitución que terminarían de redactar en Apatzingán en 1814. Se establece una república católica con un gobierno dividido en tres poderes, donde todos los americanos tenían igualdad de derechos y se declaraba la soberanía nacional. Esta constitución fue influenciada por las revolucionase burguesas internacionales, por la misma constitución de Cádiz, la constitución de Estados Unidos y la emanada de la revolución francesa de 1789.
Esta constitución refleja muy bien el carácter de clase de la dirección de la lucha de independencia. Los diputados, minúsculos en número, fueron electos entre los sacerdotes, generales del ejército y personas notables. La mayoría de las masas (indígenas, campesinos, esclavos) no participaron en el mismo. Fue un congreso de los criollos influidos por las ideas de la revolución burguesa internacional.
La burguesía y sus partidos en la actualidad lanzan loas a Morelos y los insurgentes. El siervo de la nación es un símbolo que tratan de utilizan para justificar sus leyes y su régimen. La lucha de Morelos no estuvo exenta de una lucha ideológica, reflejada en sus escritos y la constitución de Apatzingán de 1814, pero fue ante todo un revolucionario que no se basó simplemente en decretos constitucionales, por el contrario, dio una lucha real para imponer las leyes de la revolución de independencia y aplastar al caduco sistema de castas monárquico.
La derecha trata de hacer una imagen de Morelos de un gran legislador cuando ante todo fue un gran revolucionario.
¿Fue Morelos un comunista?
“Los Comunistas y los socialistas, a cuyos sistemas propendía bastante Morelos, reconocerán en algunos de los puntos que recomendaba al Congreso plenamente sus principios”. Decía el historiador conservador Lucas Alamán y añadía: “Pues habiendo venido a hacer la guerra, entre los propietarios y los proletarios, se trataba en él nada menos que de la destrucción completa de todas las propiedades, distribuyéndolas entre los que nada tenían”.
¿Era en realidad Morelos un comunista? Fue un gran revolucionario, sin duda, que tomó todas las medidas que creyó necesarias para combatir al viejo sistema. ¿No saqueó la monarquía española, a sangre y fuego, las riquezas del “nuevo” continente durante tres siglos? Las masas oprimidas después de 300 años de opresión lucharon con gran heroísmo y odio de clase, el mismo odio que los realistas y sus historiadores, como Lucas Alamán, tuvieron contra los insurgentes. La revolución de independencia no dudó en luchar contra la propiedad de las viejas clases, pero no era realmente comunista, era una en cierne revolución burguesa.
Existe un documento, comúnmente atribuido a Morelos, conocido como Medidas políticas que deben jefes de los ejércitos americanos para lograr sus fines por medios llanos y seguros,  evitando la efusión de sangre de una y otra parte, vale la pena citarlo extensamente, pues es quizás el documento más radical de la independencia que refleja el choque entre clases:
“Sea la primera.
Deben considerar como enemigos de la nación y adictos al partido de la tiranía, a todos los ricos, nobles y empleados de primer orden, criollos y gachupines, porque todos estos tienen autorizados sus vicios y pasiones en el sistema y legislación europea (…) luego que ocupen alguna población grande o pequeña, es informarse de la clase de ricos, nobles y empleados que haya en ella, para despojarlos en el momento de todo el dinero y bienes raíces o muebles que tengan, repartiendo la mitad de su producto entre los vecinos pobres de la misma población, para captarse la voluntad del mayor número, reservando la otra mitad para fondos de la caja militar.
Segunda.
Para esta providencia debe preceder una proclama compendiosa, en que se expongan las urgentes causas que obligan a la nación a tomar este recurso, con calidad de reintegro, para impedir que las tropas llamadas del rey hostilicen los pueblos con el objeto de saquearlos, pues sabedores de que ya no hay en ellos lo que buscan, no emprenderán tantas expediciones.
Tercera.
El repartimiento que tocare a los vecinos de dichas poblaciones ha de hacerse con la mayor economía y proporción, de manera que nadie enriquezca en lo particular, y todos queden socorridos en lo general para prendarlos conciliándose su gratitud, y así cuando se colecten 10,000 pesos partibles, se reservarán 5,000 para el fondo, y los otros 5,000 se repartirán en aquellos vecinos más infelices a 10, 15 o 20 pesos según fuese su número, procurando que lo mismo se haga con las semillas y ganados etcétera, sin dejarles muebles o alhajas conocidas que después se las quiten los dueños, cuando entre la tropa enemiga.
Cuarta.
Esta medida deberá extenderse al oro, plata y demás preciosidades de las iglesias, llevándose cuenta y razón para su reintegro, y fundiéndose para reducirlos a barras o tejos portátiles, disponiéndose los ánimos con ponderar en la proclama, las profanaciones y sacrilegios a que están expuestos los templos con la entrada del enemigo.
Quinta.
Deberán derribarse en dichas poblaciones todas las aduanas, garitas y demás oficinas reales, quemándose los archivos, a excepción de los libros parroquiales, pues sin esta medida jamás se conseguirá establecer un sistema liberal nuevo, contra el partido realista.
Sexta.
En la inteligencia de que para reedificar es necesario destruir lo antiguo, deberán quemarse todos los efectos ultramarinos que se encuentren en dichos pueblos, sin que en esto de lujo haya piedad ni disimulo.
No hay que temer la enemistad de los despojados, porque además de que son muy pocos, comparados con el crecido número de miserables que han de resultar beneficiados, ya sabemos por experiencia que cuando el rico se vuelve pobre por culpa o por desgracia, son impotentes sus esfuerzos.
Séptima.
Deben también inutilizarse todas las haciendas grandes, cuyos terrenos laboríos pasen de dos leguas cuando mucho, porque el beneficio positivo de la agricultura consiste, en que muchos se dediquen a beneficiar con separación un corto terreno que puedan asistir con su trabajo e industria.
Esta es una de las medidas más importantes, por tanto deben destruirse todas las obras de presas, acueductos, caseríos y demás oficinas de los hacendados pudientes, criollos o gachupines.
Octava.
Debe también quemarse el tabaco que se encuentre, así en rama como labrado, docilitando a los pueblos para que se priven de este detestable vicio, tan dañoso a la salud.
Finalmente, estas propias medidas deben ser contra las minas, destruyendo sus obras y las haciendas de metales, sin dejar ni rastro, porque en esto consiste nuestro remedio.
La misma diligencia se practicará con los ingenios de azúcar, pues lo que necesitamos por ahora es que haya semillas y demás alimentos de primera necesidad para mantener las vidas, sin querernos meter a proyectos más altos.
Este plan es obra de muy profundas meditaciones y experiencias.
Si se ejecuta al pie de la letra ya tenemos conseguida la victoria”.
Este documento refleja como la lucha de la construcción de la nación mexicana no dudó en atacar la propiedad de las viejas clase que se oponían a la transformación social, derecho legítimo de toda revolución. Además, siendo las masas quienes se levantan contra el sistema de castas, se ve reflejado ahí demandas y concesiones para ellas.
Muy posiblemente este documento no fuera redactado por Morelos sino por la organización clandestina independentista llamada como los Guadalupes.
Morelos sí confiscó los bienes de los realistas para la causa independentistas. En sus zonas de gobierno tomó medidas como la cancelación de la mayoría de los impuestos, cobró otros de importación y exportación. Eliminó los monopolios estatales, pero en algunas ramas estas mercancías debían venderse en exclusividad al gobierno insurgente como era el caso del azufre y la pólvora. Estableció su propia moneda para facilitar el comercio. La propia burguesía, los comerciantes, jugó un papel retrograda, especulando con las mercancías o falsificando monedas, algo que llevaría a dificultades económicas al gobierno insurgente.
El declive
Es común que en la lucha de clases en México ciertos movimientos (desde el EZLN, las luchas encabezadas por López Obrador, luchas sindicales y hasta la lucha en torno a Ayotzinapa) realicen congresos populares, convenciones nacionales o simples reuniones en que desconozcan al gobierno e incluso “establezcan” uno más favorable al pueblo. La diferencia es que el movimiento insurgente tenía el control real de una extensa  parte del territorio de la Nueva España y no se hacían la ilusión de que el mal gobierno ya estaba derrotado, había que vencerlos completamente en la lucha real.
La lucha insurgente era viva, la victoria no estaba asegurada pero era posible. Al final la monarquía española no fue capaz de mantener sus colonias americanas y en una zona tras otra se estableció la independencia. Era posible que los insurgentes ganaran, algo que por desgracia no ocurrió.
El sitio de Cuautla, en febrero de 1812, fue una derrota militar parcial pero fue un claro triunfo político de la cual Morelos iría en acenso, conquistando una ciudad tras otra. La toma de Oaxaca, en noviembre de 1812, fue la cúspide de la lucha de Morelos. Los realistas estaban desprestigiados y debilitados, mientras la popularidad de Morelos y moral de los insurgentes estaba por los cielos. La lucha no podía triunfar sin tomar la Ciudad de México, donde los Guadalupes se encontraban también en una buena situación.
Morelos no aprovechó el momento y, quizás siguiendo las órdenes que recibiera de Miguel Hidalgo cuando los sumo a la causa, decidió avanzar hacia el puerto de Acapulco. Este fue tomado, era de gran importancia para limitar el abastecimiento a los realistas y allegar importantes recursos económicos para los independentistas. Acapulco cayó después de un mes de combate a lo que se destinaron grandes esfuerzos. Acto seguido a la toma del puerto se realizó el congreso de Chilpancingo, que aportó las bases políticas para la conformación del Estado mexicano pero que en la coyuntura dio también tiempo valioso a los realistas para recuperarse y asestar contragolpes contundentes a los independentistas de los que nunca se recuperarían.
Había que añadir las limitaciones de fuerzas y cuadros de los independentistas quienes tenían que priorizar una u otra tarea, dividir fuerzas, etc., sumado a la perdida de cuadros valiosos en el transcurso de la guerra (Allende, Hidalgo, Bravo, Matamoros, Galeana…), lo cual limitaba su actuar.
Después de tener el control de Oaxaca era factible avanzar hacia la toma de la Ciudad de México. Cuando Morelos finalmente avanzó hacia la importante ciudad de Valladolid (actual Morelia), que lo acercaba a la capital, había pasado más de un año desde la toma Oaxaca.
La toma de Valladolid tenía el objetivo de establecer ahí al Congreso de Anáhuac, pero la expedición militar fue un desastre. Los insurgentes fueron derrotados por las tropas encabezadas por el entonces realista y futuro emperador del México Independiente, Agustín de Iturbide. Esta derrota insurgente marcaría el inicio del declive de Morelos y la lucha de independencia.
Lo insurgentes se repliegan a Puebla. En la hacienda de Peruarán, Mórelos escribirá otro importante Manifiesto en el que hace un balance de la lucha y explica su desarrollo y causas. Ahí se protagoniza otra batalla y nuevamente son derrotados los insurgentes por Iturbide. En la huida es capturado Mariano Matamoros. Al igual que cuando fue capturado Bravo en Cuautla, Morelos intentó rescatar a Matamoros ofreciendo a cambio entregar a 300 soldados realistas capturados en batallas, pero la respuesta fue la misma, el fusilamiento, los insurgentes procedieron de igual forma con sus prisioneros.
La derrota en Valladolid y la muerte de Matamoros ya eran dos golpes fuertes, un tercer revés fue la muerte de Hermenegildo Galeana en Coyuca, el 27 de junio de 1814, al que de forma similar a la de los primeros dirigentes insurgentes asesinados, su cabeza fue cortada y expuesta públicamente como trofeo de la reacción.
Morelos continuó la tarea de proteger al congreso insurgente, quien finalmente promulgó el 22 de octubre de 1814, en Apatzingán, la primera constitución del país.
Durante 2015 Morelos, con un ejército debilitado, mantuvo una lucha de resistencia frente a un ejército superior. En Temazcala, camino a Tehuacán, Puebla, finalmente Morelos caería prisionero a inicios del mes de noviembre de1815. No podría haber llegado mejor trofeo a los realistas quienes no dudaron en usarlo para terminar de minar la moral de los insurgentes. Sus días estaban contados pero antes de asesinarlo había que exponerlo y humillarlo, hacer la mayor propaganda posible contra la causa insurgente.
Los distintos poderes de la reacción querían condenarlo por igual y tuvo un juicio civil, pero también uno eclesiástico con la santa inquisición, sin dejar de lado la intervención del poder militar. Morelos fue sometido a torturas físicas y psicológicas, lo obligaron a renegar de sus ideales y denunciar a los insurgentes. Firmó una carta de arrepentimiento que usaron en contra de la causa insurgente. Morelos en vida fue un gran revolucionario, pero su muerte mostró su parte débil. Morelos era un fiel creyente católico y sus últimos días tuvo como prioridad salvar su alma, por lo que se entiende que actuara de esa forma. El mismo Callejas sería el que dictaría su sentencia de muerte.
Para morir sin estar excomulgado, antes de su fusilamiento fue sometido a una escena triste y humillante. Fue vestido con una ajustada sotana amarilla que apenas le llegaba a las rodillas y un gorro en la cabeza. Sus manos y pies tenían pesadas cadenas. Despojado de su ropa sacerdotal, se le denigró de sacerdote siendo la piel de sus manos rasgadas con lo cual le quitaron la unción para impartir sacramentos. Con su destitución sacerdotal, Morelos era reconocido dentro de la iglesia y podría morir como buen cristiano.
Morelos fue condenado por alta traición al Rey, a Dios y a la Patria, por haber ocasionados muertes, sabotaje y destrozos al virreinato. También por haber violado el celibato y tener tres hijos y se le declaró hereje.
Debido al miedo a un motín, fue elegido San Cristóbal, hoy cabecera del poblado Municipio de Ecatepec que ha sido absorbido por la mancha urbana de la Ciudad de México, como el lugar de sus últimas humillaciones y su fusilamiento.
Con un crucifijo en la mano y lo ojos vendados, poco antes de la voz de fuego, Morelos pronunció estas palabras: “Señor, si he obrado bien, tú lo sabes, pero si he obrado mal, yo me acojo a tu infinita misericordia”. Acto después se arrodilló y recibió las descargas que le arrebataran la vida. Alrededor de las 4:00 de la tarde del 22 de diciembre de 1815, José María Morelos y Pavón murió.
El legado de Morelos
Los últimos días de torturas y debilidades de José María Morelos no cambiarán el heroico papel revolucionario jugado por él en el transcurso de la lucha. No fueron sus flaquezas, sino ese legado el que ha inspirado a las posteriores revoluciones y luchas del pueblo mexicano. Las fuerzas conservadoras querían acabar con la memoria de Morelos, pero la llama de la revolución de independencia y de Morelos fue tan profunda que sus ejemplos siguen inspirándonos. Los conservadores realistas fueron barridos por la historia y el ejemplo de los insurgentes sigue vivo hasta hoy.
Con la Muerte de Morelos el movimiento insurgente se dividió, el congreso se disolvió y se entró a un periodo prolongado de lucha de guerrillas difícil que casi siempre estuvo aislada. Vicente Guerrero tiene el mérito de haber mantenido la lucha de independencia en esas condiciones tan difíciles. Francisco Javier Mina, venido de España, luchó sin piedad contra los tiranos y reavivó la lucha independentista.
Los ideales de la independencia se propagaron, la monarquía española estaba en declive y finalmente no era posible mantener a sus viejas colonias. Una triste paradoja de la historia es que la independencia se consumara con uno de esos personajes que combatieron a Morelos y a los Insurgentes. Agustín de Iturbide, contrario a los ideas de Morelos, no proclamaría una república sino que se declararía emperador del nuevo imperio mexicano. Esa sería una efímera monarquía con la que iniciara la independencia de México el 27 de septiembre de 1821, 11 años después del llamado a la insurrección del cura Miguel Hidalgo.
El país se sumió durante décadas en inestabilidad lo que no permitió cumplir con los objetivos históricos del desarrollo capitalista. El triunfo de los insurgentes, con ideas más claras y avanzadas, podría haber ahorrado tiempo y permitido un desarrollo capitalista que hubiera generado mejores condiciones en el futuro para luchar por una sociedad verdaderamente igualitaria, que solo puede ser un socialismo democrático que se erige sobre un desarrollo de las fuerzas productivas.
Es mejor luchar y ser derrotado que ser derrotado sin luchar. México sería acosado por los EEUU que constituían como un naciente imperialismo, finalmente perdió la mitad de su territorio cuando el país era dirigido por Antonio López de Santa Anna. No podíamos hablar de una conciencia nacional consolidada en esos momentos, algo que ayudó a la separación de tan extenso territorio. Esas nuevas humillaciones de los nacientes imperialistas dieron paso a una generación que no se dejaría humillar y se inspiraría en el legado de Miguel Hidalgo y Costilla y de José María Morelos y Pavón. El periodo conocido como la reforma, fue una nueva revolución en la que se expulsó a los invasores franceses y se sentaron bases más sólidas para la conformación del Estado mexicano y el desarrollo del capitalismo. Fue una revolución burguesa prácticamente sin burguesía.
Cuando en 1910 se inicia una nueva revolución, con demandas más claramente sociales a favor de las clases explotadas, los obreros y campesinos podían mirar atrás e inspirarse en quienes tomaron las armas y dieron sus vidas por construir una sociedad más justa y no dudaron en hacer todo lo que estaba en sus manos para destruir al viejo régimen y a las viejas clases dominantes. Nuevamente Miguel Hidalgo y José Morelos fueron símbolos de nuestra revolución.
La historia no se ha detenido. Una nueva revolución en México es inevitable, cuando esta estalle nuevamente el legado de la historia resurgirá y los revolucionarios del pasado serán nuestra guía. De ellos debemos aprender de su entrega, de sus aciertos y también de sus debilidades y errores. Debemos entender las tareas que a ellos les tocó cubrir y las que son necesarias en nuestra época.
León Trotsky decía que una revolución es ante todo la irrupción violenta de las masas en la política, surge cuando aquella gente común comienza a tomar el destino de la sociedad en sus manos. La independencia de México fue una auténtica revolución en la que no solo criollos, sino también campesinos, esclavos, indígenas, negros y mestizos, es decir las clases oprimidas y explotadas, lucharon y hasta dieron sus vidas. Eso lo vimos también en la reforma y en la revolución de 1910. Pero en cada caso las masas no han conseguido la igualdad que ellos esperaban.
Lenin dijo alguna vez:
“Los hombres han sido siempre, en política, víctimas necias del engaño ajeno y propio, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a descubrir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase. Los que abogan por reformas y mejoras se verán siempre burlados por los defensores de lo viejo mientras no comprendan que toda institución vieja, por bárbara y podrida que parezca, se sostiene por la fuerza de determinadas clases dominantes. Y para vencer la resistencia de esas clases, sólo hay un medio: encontrar en la misma sociedad que nos rodea, las fuerzas que pueden –y, por su situación social, deben– constituir la fuerza capaz de barrer lo viejo y crear lo nuevo, y educar y organizar a esas fuerzas para la lucha” (Lenin, Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo).
Morelos no creía en la reforma, por eso combatió la figura y las referencias a Fernando VII que los mantenían atados al viejo sistema de castas monárquico. Su lucha fue revolucionaria. Él tenía la desventaja de que en su tiempo el proletariado prácticamente no existía y había un pobre desarrollo de la economía, pero se apoyó en las fuerzas dentro de la sociedad que le ayudaron a combatir al viejo régimen. Hoy existen las condiciones objetivas no solo para combatir al actual sistema opresor, llamado capitalismo, sino para sentar las bases de una verdadera sociedad igualitaria y la fuerza principal para hacer ese cambio es el proletariado moderno.
En el pasado el nacionalismo revolucionario significaba un paso al frente, hoy las ideas revolucionarias son las internacionalistas. En el pasado los independentistas se apoyaron en los ideales de la ilustración, hoy los ideales revolucionarios son lo del marxismo revolucionario. En el pasado los insurgentes se inspiraron en la revolución burguesa internacional, hoy es el momento de la revolución proletaria.
Bajo una sociedad socialista no habrá más gente que viva en la indigencia, ni tampoco quienes estén en la opulencia. Cada ser humano tendrá estudio y/o trabajo asegurado, no habrá necesidad de hurto ni rapiña y el establecimiento de un estado obrero de las mayorías permitiría combatir con relativa facilidad abusos particulares de este tipo. Se establecerá la ley de trabajo igual salario igual, lo cual reducirá enormemente las desigualdades sociales. Basados en la democracia obrera, que es la expresión mayor de la democracia, se podrá también controlar a los dirigentes para evitar la corrupción y el privilegio. La revolución no conoce fronteras como lo demostró la misma revolución burguesa, cuando la revolución proletaria triunfe y se extienda se establecerá una federación socialista que borre artificiales barreras nacionales, pero sin el sometimiento que se vivió en la colonia o bajo el imperialismo, manteniendo el derecho de autodeterminación de los pueblos. Con el desarrollo de las fuerzas productivas se sentarán las bases para una sociedad realmente igualitaria, donde cada quién trabaje según sus capacidades y reciba según sus necesidades.
Morelos hablaba de que la soberanía dimanaba inmediatamente del pueblo, esa sigue siendo una idea muy profunda, pero hoy no es aplicable depositando la confianza en los tres poderes del gobierno porque estos ya no juegan un papel revolucionario, no representan al pueblo y por el contrario sirven como instrumento para entregar al país a los imperialistas y capitalistas nacionales. La soberanía del pueblo solo se hará valer de la misma forma que la hizo valer José María Morelos: con una revolución. Es momento de que nuevamente el pueblo de México haga valer su soberanía.