EL DELFÍN

Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.

viernes, 27 de abril de 2018

Mexico SA

México SA
Barones al ataque
Fuera máscaras
Déjà vu electoral
Carlos Fernández Vega
E
l gran capital se quita la máscara y una vez más ataca con todo (fuera del marco legal) al candidato con apodo de pez, tal cual lo hizo en las elecciones de 2006 y 2012, las dos ocasiones en las que, haiga sido como haiga sido, la estrategia del miedo le funcionó, y ahora supone que en la tercera sucederá lo mismo, en el entendido de que pretende ganar los comicios no con propuestas sólidas ni programas viables de gobierno, sino con propaganda negra y guerra sucia.
Como siempre, su intención es que sus beneficios no se toquen, que el estado de las cosas no se mueva un milímetro y que el gobierno se mantenga a su servicio, para seguir gozando las mieles de un modelo político-económico que le ha dado absolutamente todo.
Los barones están apanicados (Fox dixit) y el problema se repite: en este proceso electoral les falló el plan A (la guerra de todos contra uno no tumbó a quien encabeza las encuestas), sus elegidos resultaron más mediocres que de costumbre y sus candidatos alquilados de plano no funcionan ni articulan siquiera el discurso oficial, por lo que de nueva cuenta tienen que salir a dar la cara.
Se repite la historia. Allá por junio de 2006 en este espacio comentamos lo siguiente: rebasados gobierno, partido y candidato oficiales, el gran capital entra al quite y brinca a la palestra mediático-electoral para reforzar la campaña del miedo promovida por la derecha clerical que se retuerce ante la posibilidad de que su pollo no llegue a Los Pinos y, con ello, pierda fuero.
Suponer que el gran capital no tiene la intención de inducir o coaccionar el voto y que promueve la participación ciudadana en las urnas electorales sólo por conciencia cívica sería asumir que ese pequeño cuan poderoso grupo de presión lo único que desinteresadamente busca es el bienestar nacional.
Tardíamente, pero el IFE mandó callar al presidente Fox; lo propio hizo con partido (PAN) y candidato (Felipe Calderón) oficiales, por el manejo de propaganda sucia. Ahora que pretende frenar la campaña del miedo que desarrolla el Consejo Coordinador Empresarial, la llamada cúpula de cúpulas de los dueños del dinero se envalentona y dice que no da un paso atrás, porque es necesario mantener las políticas que se han ejercido en los últimos 10 años; apostarle a algo distinto implicaría retroceso.
Eso fue en junio de 2006, cuando tales pronunciamientos descaradamente resultaban violatorios de la ley, pero al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (el mismo que ahora avaló, con todos sus chanchullos, la participación de El Bronco) le llevó dos años y cuatro meses (en octubre de 2008) declarar ilegal la salvaje propaganda que en 2006 y con la firma del Consejo Coordinador Empresarial, apuntaló a Felipe Calderón. Dos años y cuatro meses después, es decir, cuando el tal Jelipe despachaba en la residencia oficial.
Y aquí como todo se arregla con dinero, Calderón permaneció en Los Pinos y el citado tribunal ordenó al entonces Instituto Federal Electoral “imponer una sanción individual a los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y Verde Ecologista de México –estos dos últimos integrantes de la extinta coalición Alianza por México– por haber asumido una conducta pasiva y tolerante ante la difusión del espot del Consejo Coordinador Empresarial, durante el proceso electoral 2006, en perjuicio de Andrés Manuel López Obrador, entonces candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos” (La Jornada).
La historia se repitió en 2012 y de nuevo lo hace en 2018, porque José Antonio Meade está desahuciado y al candidato chaparro, pelón y con lentes (Ricardo Anaya, versión cuasi millenial de Felipe Calderón) un día y el siguiente también es acusado de algún ilícito. La mafia tricolor de plano no puede reposicionar a su candidato de los triangulitos y el blanquiazul mantiene al suyo alejadísimo de la primera posición. ¿Qué hacer?
Pues nada, que otra vez los barones se descaran y, valiéndoles una y dos con sal lo que de aquí a dos años y pico sentencia el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, de nueva cuenta sueltan a sus perros: el Consejo Coordinador Empresarial y la Coparmex, en donde se escuchan tambores de guerra.
El primero de ellos (fundado para detener el embate comunista de Luis Echeverría) agrupa permanentemente a la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin), (Canaco-Servytur), Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Asociación de Bancos de –en– México (ABM), Consejo Mexicano de Negocios, Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), Consejo Nacional Agropecuario (CNA).
Las organizaciones invitadas permanentes son Canaco, Canacintra, Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles, Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnologías, Consejo Mexicano y la ANTAD. Y como invitados especiales aparecen la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafores), Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC), Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales de la República Mexicana, Index (representante de los intereses de las empresas maquiladoras y manufactureras de exportación) y el Consejo Nacional de la Publicidad.
Sin embargo, entre ese cúmulo de organizaciones privadas destaca la verdaderamente importante, la de peso pesado: el Consejo Mexicano de Negocios, anteriormente Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, que agrupa a las tres o cuatro decenas de los empresarios más ricos entre los ricos de México, todos ellos mecenas de candidatos y, obvio es, con derecho de picaporte en Los Pinos. Actualmente sus integrantes son los mismos que en la campaña de 2006 rescataron al Felipillo y pagaron propaganda negra en contra de ya saben quién; en la de 2012 hicieron lo mismo, pero en favor del candidato copetón. Y ahora repiten el numerito, pero si bien saben perfectamente a quién golpear, dudan a la hora de rescatar al candidato indicado: ¿el desahuciado o el pollito mordelón?
Las rebanadas del pastel
En vía de mientras, la Coparmex anunció que a escasos 10 días de la elección presidencial del primero de julio, organizará 21 debates ciudadanos para, según dice, conocer y contrastar ideas y propuestas de candidatos a puestos de elección popular.
Twitter: @cafevega

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