EL DELFÍN

Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.

jueves, 9 de marzo de 2017

Mexico SA

México SA Fofos enviados: ¿a qué van? Videgaray-Meade-Guajardo Tres mudos, sordos y ciegos Carlos Fernández-Vega
E l periplo es intensísimo, pero, por lo visto, resulta igual de agotador que de inútil. Van y vienen. Vienen y van. Ofrecen huecas conferencias en las que nada dicen ni aclaran, pero anotan que ahora serán los socios y amigos del norte los que visitarán suelo mexicano, y a la hora de la hora tampoco de nada hablan. De nueva cuenta agarran el avión de ida y regresan a las pocas horas o días, igual de mudos. Retornan, giran, dan vuelta en U, repiten el numerito una y otra vez, y nada. Reaparecen sólo para anunciar que ya se van o que ya vienen en camino, y oficialmente el silencio es espeso, porque nunca hablan nada de nada con su presunta contraparte gringa. Entonces, ¿a qué se supone que van a Estados Unidos Luis Videgaray, José Antonio Meade e Ildefonso Guajardo? ¿A qué vienen los gringos? ¿Qué pasa cuando el inquilino de Los Pinos y el secretario Chong se encuentran con los enviados del salvaje Trump? ¿Se comunican con signos, señales de humo, cartomancia, albures o cómo? ¿El muro, su financiamiento, quién lo pagará, de dónde saldrá el dinero, el libre tránsito de las remesas, la deportación masiva, los derechos humanos de los paisanos, el impuesto planeado, los aranceles, el intento por frenar la agenda Trump y tantas otras prioridades? Naaaa. De eso no hablamos. ¿De qué coño, entonces? El salvaje de la Casa Blanca nos trae podridos. No cumple dos meses en la residencia oficial de allá, y un día sí y el siguiente también firma órdenes ejecutivas que pegan directo en la línea mexicana de flotación, de la seguridad nacional, de los mexicanos todos. La construcción del muro está en el horno de la ignominia, permanentemente expulsa paisanos y divide familias, amenaza aquí y allá, los presupuestos punitivos están afinados y muchísimo más, pero los supuestos defensores de la patria de eso nada hablan. ¿En serio? Entonces, ¿para qué están si no sirven para nada? Escandaloso el grado de flacidez intelectual y la ausencia de dignidad mostrada por el presunto gobierno mexicano. Entre lo más reciente, de con los amigos y socios retorna el secretario de Hacienda, José Antonio Meade. Llega de entrevistarse con el secretario estadunidense del Tesoro, Steven Mnuchin, con quien, aseguró el itamita, no se abordó el tema de un impuesto a las remesas ni el tema del pago del muro. ¿En serio? Lo realmente trascendente, lo verdaderamente estratégico, ¿quedó fuera de la plática, no se trató, no se protestó ante la posibilidad de bloqueos, condicionamientos, construcciones, aranceles, impuestos y conexos? En cambio, de acuerdo con el comunicado oficial, “los gobiernos de México y Estados Unidos acordaron trabajar conjuntamente en fortalecer la economía mexicana y consolidar la cooperación en materia financiera… Se refirieron al interés de los gobiernos de los dos países por fortalecer el diálogo y potenciar los esquemas de cooperación vigentes, tanto los de carácter financiero como los de combate al lavado de dinero y financiamiento del terrorismo… Conversaron sobre el estado actual de la economía mundial y los retos económicos de México y Estados Unidos… Confirmaron la fuerte alianza que existe entre México y Estados Unidos en la lucha para proteger la integridad del sistema financiero internacional… Reconocieron también la importancia que tiene impulsar una economía mexicana fuerte y estable, así como una región de América del Norte altamente competitiva, generadora de empleos y prosperidad”. ¿Y? ¿En serio eso es lo importante en los ires y venires con los gringos? Días atrás llegaron a México los secretarios estadunidenses de Estado y de Seguridad Nacional, Rex Tillerson y John Kelly, respectivamente. Aquí dijeron una cosa; su patrón otra, y el inquilino de Bucareli, junto con el aprendiz de canciller, aseguró que con ellos no se abordó el tema de la construcción del muro fronterizo ni la deportación masiva de paisanos. Tampoco, desde luego, la separación de las familias ni los niños abandonados, ni la violación de los derechos humanos. Nada, de lo verdaderamente importante, nada. Pero eso sí (Videgaray dixit), hemos dado pasos importantes en la dirección correcta. ¿En serio? Pequeño, desde chiquito, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, especialista en sopa de lengua, transitó del ni un paso atrás en materia de negociación del TLCAN y el ATP al pásele, pásele, que esta su casa. Del México podría abandonar el Tratado si no logra obtener mayores beneficios en una renegociación y del me levanto de la mesa de negociación si Estados Unidos propone aranceles, al mi rey, lo que tú digas, que para eso estamos. Y, en fin, del no habría otra opción que salir, porque no tiene sentido quedarnos al a tus órdenes, querido Wilbur Ross, secretario estadunidense de Comercio, quien ya dijo que las negociaciones del TLCAN con México y Canadá se “iniciarán en el segundo semestre del año, durarán alrededor de un año y esos países habrán de hacer concesiones… Lo importante es el resultado, no si es bilateral o trilateral”, porque “Estados Unidos ya se encuentra en una guerra comercial. Y mientras los flácidos representantes mexicanos no dejan de decir sandeces, desde Los Ángeles llega la información (agencia Efe) de que “la administración del presidente Donald Trump podría deportar hasta medio millón de indocumentados en el primer año fiscal de su gobierno, advierte en entrevista el presidente de la Asociación Estadunidense de Abogados de Inmigración (AILA, en inglés), William A. Stock. El responsable de esta asociación, que reúne a más de 14 mil abogados de inmigración, señaló que la Casa Blanca se tendrá que conformar con esa cifra en este año fiscal, que acaba el próximo 30 de septiembre, por las limitaciones que tiene el actual sistema. A menos que el Congreso proporcione dinero adicional, en la práctica las autoridades realizarán de 450 a 500 mil expulsiones por año; es todo lo que el sistema puede manejar, dice Stock. Aunque se quede en medio millón este año, también superaría los números de su predecesor, Barack Obama, al que tildaron de ‘deportador en jefe’ por repatriar a cerca de 3 millones 100 mil personas en sus ocho años de mandato, para una media de 385 mil deportaciones anuales”. Pero de eso tampoco. La versión tercermundista de Hugo, Paco y Luis nada ha hablado con los gringos amigos y socios. Las rebanadas del pastel Para el empache, ayer el dólar se vendió a 20.04 pesitos y el barril de crudo mexicano de exportación a 43.79 billetes verdes. Provecho. Twitter: @cafevega cfvmexico_sa@hotmail.com Subir al inicio del texto

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