EL DELFÍN
Este es un espacio para la difusión de conocimientos sobre Ciencia Política que derivan de la Carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México.
jueves, 29 de diciembre de 2016
Libre comercio ante proteccionismo de EU
Libre comercio ante proteccionismo de EU
Arturo Huerta González*
E
l libre comercio es viable si todos los países salen beneficiados de él, pero no es así. Hay ganadores y perdedores, y estos últimos son la mayoría. China ha sido la economía victoriosa, y frente al menor crecimiento del resto han caído sus exportaciones y se ha tenido que volcar hacia el mercado interno. Alemania ha sido la economía que ha visto incrementadas sus exportaciones y su superávit de comercio exterior frente al resto de los países europeos. La mayoría de éstos no tiene condiciones para mantener el libre comercio, pues éste les ha generado fuertes presiones en la balanza de comercio exterior, lo que se ha traducido en altos niveles de endeudamiento, en bajo y nulo crecimiento, como altas tasas de desempleo.
América Latina ha sido perdedora. Muestra déficits crecientes de comercio exterior manufacturero y se han visto reducidos el superávit petrolero y agrícola de algunas economías debido a la caída de sus exportaciones, lo que ha incrementado sus desequilibrios macroeconómicos, sus niveles de endeudamiento y frenado su actividad económica. Estados Unidos, en muchas ramas industriales, no tiene condiciones competitivas frente a China; de ahí, su temor a ser rebasada por dicha economía, por lo que ha optado por imponer fuertes aranceles y tarifas a los productos tanto de ese país, como de México y de otros, lo que compromete el desarrollo económico.
Donald Trump ha dicho que está en favor del libre comercio, pero también por acuerdos bilaterales en los que él quiere establecer las reglas a su favor. El problema se presentará cuando la contraparte no acepte los términos impuestos por Estados Unidos, pues ello se traducirá en fuertes aranceles. La interrogante es cómo van a reaccionar tales países. En el caso de México y otras naciones latinoamericanas, al frenarse las exportaciones se incrementará el déficit de comercio exterior y se contraerá más la actividad económica. El problema es cómo se va a financiar el mayor déficit, en un contexto donde están saliendo los capitales y está disminuyendo su entrada. Por más deseos que tenga el gobierno mexicano de ser el paladín del libre comercio, la economía no cuenta con condiciones internas para salir victorioso de dicho proceso ni con financiamiento para hacer frente al déficit comercial externo al que nos ha orillado dicha política. Por más tratados bilaterales que quiera desarrollar con Asia-Pacífico, no se reducirá el déficit comercial; al contrario, lo incrementará y se contraerá más la actividad económica, por lo que nos dirigiremos a una mayor crisis. Al no poder ajustar y financiar el déficit de comercio exterior ni reactivar la economía ni generar empleos bien remunerados, tampoco se podrá mantener la apertura comercial y habrá que instrumentar políticas proteccionistas para frenar la entrada de importaciones, pues tratar de hacerlo a través de restringir la actividad económica tiene un muy alto costo económico, político y social que ningún gobierno podrá encarar.
Las políticas proteccionistas se van a generalizar a escala mundial frente a los problemas de crecimiento, desempleo, bajos salarios y financiamiento para hacer frente al déficit externo y mantener el libre movimiento de mercancías y capitales.
China no está apostando ya a seguir creciendo con base en sus exportaciones. Bien sabe que cuando los países ven incrementado su déficit de comercio exterior y no lo pueden financiar, se frena el crecimiento, y con ello sus importaciones, que son las exportaciones de los otros.
Con las políticas económicas que Estados Unidos establecerá tiene mejores condiciones de crecimiento sostenido que el resto de los países desarrollados, lo que le permitirá mantener su poderío económico y político (además del militar), que llevará a que el capital siga refugiándose en ese país. La apuesta de Donald Trump es alcanzar un crecimiento de alrededor de 4 por ciento anual y fortalecerse frente a China, la economía a vencer. El crecimiento que alcance Estados Unidos no nos va a beneficiar como en el pasado, dadas las políticas proteccionistas que establecerá.
En ese entorno, el gobierno mexicano debe dejar de seguir insistiendo en el libre comercio. Hemos sido perdedores con tal política. No hay perspectivas de incrementar exportaciones –aparte, éstas tienen un bajo valor agregado nacional– ni hay flujos de capital para seguir manteniendo el libre movimiento de mercancías y capitales, por lo que si quiere evitar una crisis de grandes proporciones, tiene que volcarse hacia el mercado interno como están haciendo China y Estados Unidos e imponer control de cambios, así com políticas proteccionistas para flexibilizar la política monetaria y fiscal en favor del empleo y de la sustitución de importaciones, con el fin de reducir el déficit externo y nuestra dependencia de la entrada de capitales y la vulnerabilidad externa.
*Profesor e investigador de la Facultad de Economía de la UNAM
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