Exhiben en EU fotos captadas por David Bowie y un amigo de viaje por la URSS en 1973
Tomaron imágenes de puentes y estaciones de tren, sitios prohibidos de ese tiempo, señala MacCormack
Miércoles 28 de junio de 2023, p. a12
En 1973, luego de presentarse en Japón como parte de su gira Ziggy Stardust / Aladdin Sane, David Bowie decidió regresar a casa atravesando la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Le atemorizaba volar, así que viajó por barco, coche y tren con un amigo cercano de su infancia, Geoff MacCormack. El viaje incluía una semana en el transiberiano que iba de Jabárovsk a Moscú, donde se quedaron por dos días.
Antes de comenzar su viaje, Bowie compró una cámara de 16 milimetros en Japón y MacCormack una Nikkormat. Juntos documentaron su travesía dentro y fuera del tren, capturando los paisajes, a sus compañeros de viaje, a ambos posando en momentos cándidos.
Bowie y MacCormack pasaron tres años viajando juntos, de 1973 a 1976. Luego de la muerte de David en 2016, Geoff retornó a los archivos fotográficos que había hecho entonces. Cerca de 150 de esas imágenes aparecieron en su libro David Bowie: Rock n’ Roll with me (David Bowie: roquea conmigo), muchas de las cuales llegaron a exhibiciones en Rusia e Inglaterra en 2020.
Sin embargo, ahora el Museo Wende de Culver City, California, muestra por primera vez en territorio estadunidense su viaje por la Unión Soviética. Este año se cumplen 50 desde ese viaje, lo que motivó a MacCormack a mostrar sus imágenes.
Eso es apenas empezado el viaje. Lo sé porque después de una semana, ya no ves más por la ventana. Pensábamos en lo basto que es Siberia. Te sientes como un impostor en el tren porque en realidad no eres parte de lo que ves, sólo eres un mirón. Un sentimiento muy extraño. No puedes detener el coche o el tren, sólo eres un pasajero. Probablemente ahí estábamos hablando de Japón. Seguramente nos dirigimos al carrito de la comida después de eso. Leee Black Childers, un fotógrafo que el equipo de Bowie contrató, tomó ésta. Estuvo con nosotros parte del viaje
, le contó MacCormack a Los Angeles Times.
Sólo los turistas sabían quien era (Bowie), pero los rusos no. Le gustaba el anonimato, creo que le dio un respiro entre la gira y reinventar su próximo álbum. Un momento de sentarse y hacer inventario
, rememoró el amigo del músico, explicando algunas de las imágenes.
Esta es una estación de tren. En el carro dejaron algunos documentos para que los revisaramos, incluyendo políticas del gobierno para extranjeros. Los rusos ya conocían las reglas. Había una lista de restricciones: no podías tomar fotos a los puentes, por ejemplo, o las estaciones de tren. Sin embargo, nosotros no hicimos caso a esas instrucciones de no tomar fotos. Tomamos imágenes y filmamos muchas cosas. Probablemente porque eramos estúpidos y no conocíamos las consecuencias reales de nuestros actos. Tal vez fue estúpido, pero me alegra haberlo hecho. Nuestra identidad como jóvenes londinenses, por supuesto, nos hacía rebeldes.
La estación era un cruce para los prisioneros que se dirigían a los gulag, los campos de trabajos forzados del país. Sobre una fotografía en la que se ve a los dos riendo mientras miran algo, Geoff señaló: esta es muy buena, me encanta. Estábamos en Moscú. Era el desfile de las Fiestas de Mayo. Creo que Leee Childers la tomó. No puedo imaginar de qué nos reíamos, pero lo hacíamos mucho. La risa fue un mecanismo reconfortante para la vida, nos libraba de la presión
.
La colección se encuentra en el Museo Wende, un recinto y archivo dedicado a explorar la guerra fría y sus cambios en el ámbito social, cultural y político.
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