ifíciles y explicables sucesos hemos experimentado en la sociedad humana a lo largo del desarrollo tecnológico de décadas recientes. Las sorpresivas pandemias del H1N1 (enero de 2009) y del SARS-CoV-2 (febrero de 2020) nos mantuvieron en receso involuntario, con el agravante de que ésta última es una versión más peligrosa.
En el contexto de limitaciones médicas en la mayoría de sus áreas y especialidades, los demás asuntos del país prácticamente pasaron a un segundo plano.
Como en un estado de sitio, nos mantuvimos en resguardo; lo que más importaba era estar a salvo del contagio, de las complicaciones y de la muerte segura. No obstante, el control adecuado de la pandemia, con el doctor Hugo López-Gatell Ramírez al frente, poco a poco nos ha permitido regresar a las actividades cotidianas.
El daño colateral de este acontecimiento mundial lo estamos padeciendo desde hace dos años y medio, ya que el deterioro de la economía nacional y mundial se ha reflejado en el encarecimiento de todos los productos, especialmente los alimenticios. En México no se detuvo el expendio de gasolina ni se formaron extensas filas para conseguirla.
El bajo consumo de combustible, representó un respiro ambiental, pues la contaminación bajó sensiblemente. En Europa la situación fue diferente, e incluso se regresó al consumo del carbón y creció la contaminación debido a la guerra Rusia-Ucrania.
Sin embargo, el regreso a la normalidad
nos obliga a
esforzarnos por mejorar las leyes que protegen al ambiente.
Lamentablemente, no podemos decir abiertamente que este regreso a la
cotidianidad ha sido prometedor. La carrera armamentista continúa, la
política exterior de Estados Unidos, fiel a su deteriorado sistema de
seguridad, mantiene su amenaza sobre los países que, supuestamente,
dañan su programa económico y de mercado.
La inflación mundial ocasionada por la falta de acuerdos comerciales sensatos y civilizados es otro tipo de pandemia, el lado oscuro de la especie más inteligente de los seres vivos, la raza humana, nos mostró el grado de deshumanización que se puede alcanzar, debido al mercantilismo, avaricia y pillaje, con los medicamentos, las vacunas y otros productos de gran necesidad, como gas y gasolinas entre otros insumos.
En el área industrial, el abuso de las empresas mineras se ha
mantenido impune. Regatean la posesión de miles de hectáreas, se han
apoyado en la legalidad de sus contratos, evidentemente, fraudulentos.
El presidente López Obrador, señaló que podrán ser legales, pero son inmorales
.
Es, hasta el presente gobierno, que se revisan los contratos y se les cuestiona la actitud antidiplomática e irracional de las firmas mineras, como si estuvieran en tierra de nadie o como si pudieran estar por encima de un gobierno legítimo y soberano.
El acaparamiento territorial, ha ocasionado daños económicos, ambientales y sociales entre la población que ha sido desplazada de su territorio legítimo. Dicha apropiación de grandes extensiones de tierra para la exploración y explotación de minerales no ha disminuido desde hace siglos. El caso del litio, es especial, debido a la importancia que ha adquirido su uso.
Sin embargo, con la revisión de los contratos y los artículos referentes que se están llevando a cabo, se han detectado la imprecisión de aquellas leyes que, lejos de proteger, han permitido la extracción irresponsable de los recursos naturales. Pero, además, han deteriorado la calidad de vida de la población que vive de la minería.
Las modificaciones a los artícu-los y a las leyes mineras dejarán en claro la prohibición de extraer otros metales y químicos que no estén contemplados en los futuros contratos.
Con relación al litio, antes desa-percibido por la mayoría, se ha dado el paso definitivo que protegerá la exploración y explotación de este importante elemento, que permitirá dar pasos seguros hacia la transición energética, a través del consumo de energías más limpias.
Más allá de la vanguardia en energía, su importancia radica en que es uno de los químicos que permitirán la transición energética. La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero es una meta ineludible ante la gravedad de la contaminación ambiental. Y del calentamiento global.
Las energías renovables, aun siendo intermitentes, encontrarán en la utilización del litio para las baterías, un apoyo muy importante para el mejoramiento ambiental. Esta es la alternativa, por ahora, para la disminución del consumo de hidrocarburos.
En el Diario Oficial de la Federación y a través de la Secretaría de Energía, se publicó, por fin, el anuncio de la creación de un organismo público, descentralizado de la administración pública federal, que lleva el nombre de Litio para México (LitioMx).
LitioMx: AMLO hace oficial la empresa pública de México para extraer y explotar el litio del país
. La transición energética va en serio.
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