El aumento de la muerte de delfines en el mar Negro, efecto de la incursión rusa en Ucrania
Los sonares de buques de guerra y submarinos perturban el sistema acústico de esos animales // Se destruye su oído interno, no pueden orientarse ni pescar y se debilitan, alerta científico
Miércoles 31 de agosto de 2022, p. 2
Odesa. Concentrado, mirando a lo lejos, Ivan Russev recorre parte de una playa del mar Negro en busca de un delfín varado. Este científico ucranio lleva un registro de los efectos de la guerra en la fauna y la flora locales desde el principio de la incursión militar rusa en su país.
El balance es aterrador
, señaló este hombre de 63 años, director científico del parque nacional de Lagunas de Tuzly, 280 kilómetros cuadrados de costas protegidas en Besarabia, zona histórica aislada de la región de Odesa, en el suroeste de Ucrania, cerca de la frontera con Rumania.
Cada día, Russev inspecciona el territorio, controlado por el ejército, en busca de delfines varados en la arena.
Los primeros mamíferos empezaron a encallarse a principios de marzo. Se tenía que actuar rápido para documentar esas muertes: los chacales son numerosos en la zona y los cuerpos de los delfines no duraban nunca más de una noche.
Russev, oriundo de la región, empezó desde el primer día de la ofensiva rusa, el 24 de febrero, a llevar un recuento de las consecuencias del conflicto en el parque, en un diario muy seguido en Facebook.
Luego, empezamos a comunicarnos con nuestros colegas turcos, búlgaros, rumanos, y todos llegan a las mismas conclusiones: hay un número enorme de delfines muertos desde el inicio de la guerra
.
La Fundación Turca para la Investigación Marina expresó su preocupación en marzo sobre un aumento inusual
de muertes de delfines encontrados en la costa turca del mar Negro.
Russev adelantó una cifra: 5 mil delfines muertos según los datos recogidos
, es decir, casi 2 por ciento de la población total del animal en ese mar.
El año pasado, en nuestros 44 kilómetros de costa, encontramos en total tres delfines. Este año, en sólo los 5 kilómetros en los que tenemos derecho de operar, ya encontramos 35
, sostuvo a Afp.
Imposible saber exactamente cuántos quedaron varados en otras partes de la reserva. Por miedo a un desembarco ruso, el ejército ucranio prohíbe el acceso a la mayor parte de la zona a los empleados del parque.
Las tres especies de delfines que se encuentran en este mar casi cerrado, estimados en 2 millones a mediados del siglo XX, han sido víctimas durante décadas de la pesca y la contaminación. El último registro en 2020 daba cuenta de 250 mil ejemplares, agregó Russev.
Para el científico, no hay dudas. Los culpables de esta hecatombe son los poderosos sonares utilizados por las buques de guerra y submarinos rusos que circulan en el mar Negro, que perturban “el sistema acústico de los delfines.
Destruyen su oído interno, se vuelven ciegos, no pueden orientarse ni pescar
, precisó Russev. Debilitados, los delfines caen enfermos y mueren por las infecciones.
Como prueba, afirma que ningún delfín hallado este año tenía heridas aparentes o los cortes típicos que indican que quedó atrapado en una red de pesca. Esta hipótesis debe ser confirmada.
Del lado ruso, científicos que también han constatado la sobremortalidad de los delfines, descartan la tesis de los sonares y aseguran que son víctimas de un morbillivirus, una causa de epidemias mortales frecuentes en los mamíferos marinos.
Para salir de dudas, varias muestras de los últimos ejemplares hallados en el parque serán analizadas en Alemania e Italia.
Cerca de la cabaña de madera en la que duerme, a la entrada de la reserva, Russev no esconde su preocupación. Múltiples bombardeos alcanzaron el parque y quemaron cien hectáreas de zonas protegidas.
La guerra es una cosa espantosa. Tiene un impacto en el conjunto del ecosistema, en especies que tendrán dificultades para recuperarse y restaurar el equilibrio de la naturaleza
, concluyó.
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